1. El tema septuagésimo primero es este: que, puesto que no es deseable que nadie coma materia muerta con fines medicinales o curativos, que tenga cuidado (zinhâr) cuando la coma [1].
2. Pues afirma, en el comentario del Vendîdâd [2], que es necesario demoler la vivienda, casa y morada de cualquiera que haya [3] ingerido materia muerta, y extraerle el corazón de su cuerpo, y es necesario sacarle los ojos. 3. Y junto con estos tormentos que le infligen, su alma está en el infierno hasta la resurrección.