1. El septuagésimo tema es que, al llevar un cadáver al lugar designado, es necesario que cualquier persona se ponga dos trajes para esta tarea. 2. Es requisito que esos trajes estén puestos [1], y es necesario [2] hacer que un perro mire el cadáver dos veces: una cuando la vida se separa de él, y otra cuando desean recogerlo.
3. Entonces es necesario que ambas personas estén conectadas, y cada una debe atar una cuerda a una de sus manos, para que la mano se aleje [3] de la del otro. 4. Y, cuando se muevan, es necesario que él esté preparado y no diga palabra a nadie. 5. Y si se trata de una mujer embarazada, deben levantarla entre cuatro personas, porque hay dos cadáveres [4].
6. Cuando, evitando la materia muerta, uno vuelve a encontrarla, tiene, al final, que lavarse [5] con la ablución ceremonial [6], y esto es necesario [ p. 336 ] para que no sea por ello rápidamente causa de maldad o muerte para nadie [7].
7. Y si uno no le muestra un perro al cadáver, y lo levantan, cuantos sean, todos se contaminan [8]. 8. En el comentario del Vendîdâd se afirma que todo aquel que levanta un cadáver que un perro no ha visto se contamina y merece la muerte [9], y nunca se purifica; su alma también sería malvada.
(335:2) Lp, B29 tienen que «vestirse con esas ropas». ↩︎
(335:3) B29 omite «es necesario». ↩︎
(335:4) Es decir, la cuerda debe colgar bastante floja, aunque B29 establece que «la mano no puede soltarse». ↩︎
(335:5) Véase Sls. X, 10. ↩︎
(335:6) B29 tiene «él tiene que lavarse la cabeza y el cuerpo.» ↩︎
(335:7) Lp, B29 agrega «y agua». ↩︎
(336:1) Lp, B29 omite «para cualquiera». ↩︎
(336:2) B29 tiene simplemente «y si, para hacer que un perro mire fijamente el cadáver, lo levantan, depende de cuántos estén allí». ↩︎
(336:3) Compárese con Sls. II, 65. ↩︎