1. El octogésimo cuarto tema es este: cuando desean dormir, es necesario recitar un Yathâ-ahû-vairyô y un Ashem-vohû [1], y para lograr el arrepentimiento hay que decir lo siguiente: «Estoy afligido, arrepentido y en renuncia a todo ese pecado que he dicho y que fue imaginado por [ p. 349 ] mí, y que me ha asaltado; estoy en renuncia a estas acciones [2]».
2. Después, uno debe acostarse; y cada vez que actúe de la manera que he mencionado, y lleve el cinturón del hilo sagrado en la cintura —mientras comparte equitativamente todas las buenas obras que realizan en todo el mundo durante esa noche, y tiene un mérito similar [3]—, cada aliento que inhale y exhale es una buena obra de un peso de tres dirhams. 3. Y al girar de un lado a otro, debe, de la misma manera, recitar un Ashem-vohû [4].