[ pág. 354 ]
1. El nonagésimo tema es este: no es apropiado que den nada a una persona pecadora o merecedora de muerte, porque [1] es como si hubieran caído en las fauces de una serpiente destructora (azdahâ). 2. Y, si se trata de alimento que devora y le dan, incurren en pecado; y quien le haya dado alimento participa con él. 3. Al comer, si no hay peligro ni temor de ellos [2], no es deseable darles nada, pues sería un gran pecado.