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Del breve relato de este Nask, que aparece en Dk. VIII, Cap. V, se desprende que su contenido era muy similar al de los Bundahis originales, tal como los encontramos en el imperfecto Libro Indio I-XXX. Esta conexión entre ambas obras se atestigua además en Zs. IX, I, 16-23, que atribuye al Dâmdâd numerosas afirmaciones sobre plantas y animales, detalladas en el Libro XIV, I, 2, 14-18, 21-24.
Debido al carácter breve del relato en Dk. VIII, Cap. V, es imposible rastrear ninguna alusión a dos pasajes citados del Dâmdâd como sigue:
En Sls. X, 22, XII, 15, se dice que «en el Dâmdâd _se revela así: «Asimismo, también, las buenas obras, en igual medida (o manera), que llegan a posesión del padre (_o al padre como propias).»»
En Sls. XII, 5, se dice que «en el Dâmdâd se revela que cuando cortan la conciencia de los hombres, esta sale al fuego más cercano, luego a las estrellas, luego a la luna y luego al sol; [ p. 466 ] y _es necesario que el fuego más cercano, aquel al que ha convergido, _se haga más fuerte.»
(465:1) El breve relato de este Nask, en Dk. VIII, contiene 75 palabras en pahlavi, y, si estas representan la misma proporción de texto original que las de los breves relatos de los Nasks I, II, III y XXI del mismo libro, indicarían unas 8900 palabras de texto avéstico. Sin embargo, al tratarse de un Nask hadha-mátrico, la proporción de su texto en pahlavi se determina mejor a partir de la del Nask X, perteneciente a la misma división, que indica unas 29300 palabras para la versión en pahlavi. La extensión original real de los Bundahis iraníes (que pueden considerarse descendientes de los Dâmdâd) parece haber sido de unas 28 000 palabras en pahlavi. ↩︎