Los cefalópodos, ancestros de los actuales nautilos, pulpos, calamares y sepias, estaban bien desarrollados y se convirtieron en los principales depredadores marinos tras el declive de los trilobites. Algunos alcanzaron tamaños impresionantes, de hasta quince pies de largo. En esta era, más de mil especies de amonites evolucionaron en la costa del Pacífico de California, destacando la diversidad y los avances evolutivos de los cefalópodos. Estas criaturas dominaron los mares durante importantes periodos de transición en la historia de la Tierra. [1]