Hace 210 millones de años, los grillos, junto con las arañas, escorpiones, cucarachas y langostas, aparecieron por primera vez y pronto se extendieron por los continentes. Estos primeros insectos, incluidas las libélulas con envergaduras de más de setenta y cinco centímetros, prosperaron y se diversificaron, con algunas cucarachas llegando a medir hasta diez centímetros de largo. [1]