En todo el espacio organizado hay corrientes de energía, circuitos de poder y actividades ultimatónicas, así como energías electrónicas organizadoras, que responden a la gravedad. Dicho de manera práctica, el espacio no está vacío. El espacio más vacío tiene 100 ultimatones por pulgada cúbica. [1] El vacío tiene en verdad sus ventajas, pues puede ser llenado con la experiencia. [2]