La oración de Baruc pidiendo una interpretación de la visión: el advenimiento de Ramiel con este propósito
1 Y rogué al Poderoso, y dije:
«Sólo tú, oh Señor, conoces desde siempre las cosas profundas del mundo,
Y con tu palabra haces lo que sucederá en su tiempo, y contra las obras de los habitantes de la tierra apresuras el comienzo de los tiempos.
Y el final de las estaciones sólo tú lo sabes.
2 (Tú) para quien nada es demasiado difícil,
Pero quienes hacen todo fácilmente con un movimiento de cabeza:
3 (Tú) a quien las profundidades llegan como las alturas,
Y a cuya palabra sirven los principios de los siglos:
4 (Tú) que revelas a los que te temen lo que está preparado para ellos,
Para que de ahora en adelante sean consolados.
5 Tú muestras grandes obras a los que no saben;
Rompes el cerco de los ignorantes,
Y ilumina lo que está oscuro,
y revela lo que está oculto a los puros,
[Quienes con fe se han sometido a ti y a tu ley.]
6 Tú le has mostrado a tu siervo esta visión;
Revélame también su interpretación.
7 Porque sé que lo que os pedí he recibido respuesta.
Y en cuanto a lo que te pedí, me revelaste con qué voz debía alabarte.
Y de cuyos miembros debería hacer subir hasta vosotros alabanzas y aleluyas.
8 Porque si mis miembros fueran bocas,
Y los cabellos de mi cabeza voces,
Aun así no podría darte la recompensa de la alabanza,
ni alabaros como conviene,
Ni pude contar tus alabanzas,
Ni cuentes la gloria de tu hermosura.
9 ¿Qué soy yo entre los hombres?
¿O por qué se me cuenta entre los que son más excelentes que yo?
Que he oído todas estas maravillas del Altísimo,
¿Y las innumerables promesas de Aquel que me creó?
10 Bendita sea mi madre entre las que dan a luz,
Y alabada entre las mujeres sea la que me dio a luz.
11 Porque no callaré al alabar al Poderoso,
Y con voz de alabanza contaré sus maravillas.
12 ¿Quién, oh Dios, hace semejantes a tus maravillas?
O que comprenden Tu profundo pensamiento de la vida.
13 Porque con tu consejo gobiernas todas las criaturas que tu diestra ha creado.
Y has establecido a tu lado toda fuente de luz,
Y has preparado los tesoros de la sabiduría debajo de tu trono.
14 Y justamente perecen los que no aman tu ley,
Y a quienes no se hayan sometido a tu poder les aguardará el tormento del juicio.
15 Porque aunque Adán pecó primero
y trajo muerte prematura a todos,
Sin embargo, de los que nacieron de él
Cada uno de ellos se ha preparado para el tormento de su alma venidero,
Y nuevamente cada uno de ellos ha elegido para sí las glorias venideras.
16 [Porque ciertamente el que crea recibirá recompensa.
17 Pero ahora vosotros, los malvados que sois ahora, volveos a la perdición, porque pronto seréis visitados, por cuanto antes rechazasteis la comprensión del Altísimo.
18 Porque sus obras no os han enseñado,
Tampoco os ha persuadido la habilidad de Su creación, que está en todo momento.]
19 Por tanto, Adán no es causa sino sólo de su propia alma,
Pero cada uno de nosotros ha sido el Adán de su propia alma.
20 Pero tú, oh Señor, explícame acerca de las cosas que me has revelado,
E infórmame sobre lo que te rogué.
21 Porque en el fin del mundo se tomará venganza de los que han hecho lo malo según su maldad.
Y glorificarás a los fieles según su fidelidad.
22 Tú gobiernas a los que están entre los tuyos,
Y a los que pecan los borraréis de entre los vuestros.