1 Pero cuando yo, Abraham, escuché tales palabras de mi padre, me reí en mi mente y suspiré en el dolor y en la ira de mi alma, y dije: «¿Cómo, entonces, lo que él hizo, fabricado? estatuas... ¿ser ayudante de mi padre? ¿O entonces el cuerpo estará sujeto a su alma, y el alma al espíritu, y el espíritu a la necedad y la ignorancia? Y dije: «Conviene sufrir el mal una vez. Así que dirigiré mi mente a lo puro y abriré mis pensamientos ante él». [Y] respondí y dije: «Oh padre Taré, cualquiera de estos que alabe como a un dios, es un necio en su mente. He aquí, los dioses de tu hermano Ora, que están en el templo santo, son más dignos de honor que [los tuyos. Porque he aquí Zucheus, el dios de tu hermano Oron, es más digno de honor que tu dios Merumath, porque está hecho de oro que es muy apreciado por la gente, y cuando envejezca será remodelado; pero si vuestro dios Merumath es cambiado o quebrantado, no será renovado, porque es piedra; Lo cual también es el caso del dios Joavon [que está con Zuqueus por encima de los demás dioses: ¡cuánto más digno de honor es él que el dios Barisat, que está hecho de madera, mientras que él está forjado de plata! ¡Cómo se le hace, por adaptación del hombre, valioso para la apariencia exterior! Pero tu dios Barisat, mientras aún estaba, antes de haber sido preparado, desarraigado (? sobre la tierra y era grande y maravilloso con la gloria de las ramas y las flores, tú cortaste con el hacha, y por medio de tu arte ha sido hecho dios. Y he aquí, su gordura ya se secó y pereció, ha caído de lo alto a la tierra, ha pasado de la gran condición a la pequeñez, y la apariencia de su rostro se ha desvanecido, y él] El mismo Barisat es quemado por el fuego y reducido a cenizas y ya no existe;» y tú dices: «¡Hoy haré otro que mañana preparará mi comida!» «¡Ha perecido en destrucción total!»