La respuesta de Dios.
1 ENTONCES Dios miró de nuevo a Adán y su llanto y gemido, y la Palabra de Dios vino a él y le dijo:
2 «Oh Adán, cuando estabas en Mi jardín, no sabías comer ni beber; ni desmayos ni sufrimiento; ni flaqueza de carne, ni cambio; Ni el sueño se apartó de tus ojos. Pero desde que transgrediste y viniste a esta tierra extraña, todas estas pruebas te han sobrevenido».