Por qué Satanás no cumplió sus promesas.
1 ENTONCES Adán se levantó y oró a Dios, diciendo: «Mira, este fuego ha hecho separación entre nosotros y la cueva en la que nos has ordenado habitar; pero ahora, he aquí, no podemos entrar en ello».
2 Entonces Dios escuchó a Adán y le envió su palabra, que decía:
3 «¡Oh Adán, mira este fuego! ¡Cuán diferentes son su llama y su calor del jardín de las delicias y los bienes que hay en él!
4 «Cuando estabas bajo Mi control, todas las criaturas se cedieron a ti; pero después que hayas transgredido Mi mandamiento, todos se levantarán sobre ti».
5 Dios le dijo otra vez: «¡Mira, oh Adán, cómo te ha exaltado Satanás! Él te ha privado de la Deidad y de un estado exaltado como Yo, y no ha cumplido su palabra para ti; pero, después de todo, se ha convertido en tu enemigo. Es él quien hizo este fuego en el que pretendía quemarte a ti y a Eva».
6 «¿Por qué, oh Adán, no ha cumplido su acuerdo contigo ni siquiera un día? ¿Pero te ha privado de la gloria que tenías cuando cediste a sus órdenes?
7 «¿Crees, Adán, que él te amaba cuando hizo este acuerdo contigo? ¿O que te amó y quiso elevarte a las alturas?
8 «Pero no, Adán, no hizo todo eso por amor a ti; pero él quiso hacerte pasar de la luz a las tinieblas, y de la exaltación a la degradación; de la gloria a la humillación; de la alegría a la tristeza; y del reposo al ayuno y al desmayo».
9 Dios dijo también a Adán: «Mira este fuego encendido por Satanás alrededor de tu cueva; mira esta maravilla que te rodea; y sabe que te abarcará a ti y a tu descendencia, cuando escuches su orden; que os azotará con fuego; y que descenderéis al infierno después de vuestra muerte».
10 «Entonces veréis el ardor de su fuego, que así arderá alrededor de vosotros y de vuestra descendencia. No habrá salvación para vosotros, sino en mi venida; de la misma manera que ahora no puedes entrar en tu cueva, a causa del gran fuego que la rodea; no hasta que venga Mi Palabra que te abra un camino en el día en que se cumpla Mi pacto».
11 «No hay manera para ti ahora de venir de aquí a descansar, no hasta que venga Mi Palabra, que es Mi Palabra. Entonces Él te abrirá un camino y descansarás». Entonces Dios llamó con Su Palabra a ese fuego que ardía alrededor de la cueva, que se partiera en pedazos, hasta que Adán hubiera atravesado ella. Entonces el fuego se partió por orden de Dios, y se abrió un camino para Adán.
12 Y Dios retiró su palabra de Adán.