«¿Cuántas veces te he librado de su mano? . .»
1 ENTONCES Adán y Eva comenzaron de nuevo a entrar en la cueva. Y cuando llegaron al camino entre el fuego, Satanás sopló en el fuego como un torbellino, e hizo sobre Adán y Eva un fuego de carbón encendido; de modo que sus cuerpos fueron chamuscados; y el fuego del carbón los abrasó.
2 Y desde el fuego ardiendo, Adán y Eva gritaron en voz alta y dijeron: «¡Oh Señor, sálvanos! No dejes que seamos consumidos y azotados por este fuego ardiente; ni nos exijas por haber transgredido Tu mandamiento».
3 Entonces Dios miró sus cuerpos, sobre los cuales Satanás había hecho quemar fuego, y Dios envió su ángel que detuvo el fuego ardiente. Pero las heridas permanecieron en sus cuerpos.
4 Y Dios dijo a Adán: «Mira el amor de Satanás por ti, que pretendía darte la Deidad y la grandeza; y he aquí, él te quema con fuego y busca destruirte de la tierra».
5 «Entonces mírame, oh Adán; Yo te creé, ¿y cuántas veces te he librado de su mano? Si no, ¿no te habría destruido?
6 Dios volvió a preguntar a Eva: «¿Qué es lo que te prometió en el jardín, diciendo: «Cuando comáis del árbol, se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal?» ¡Pero he aquí! ha quemado vuestros cuerpos con fuego, y os ha hecho gustar el sabor del fuego, por el sabor del huerto; y os ha hecho ver el ardor del fuego, y su maldad, y el poder que tiene sobre vosotros.
7 «Vuestros ojos han visto el bien que os ha quitado, y en verdad os ha abierto los ojos; y habéis visto el jardín en el que estabais conmigo, y también habéis visto el mal que ha venido sobre vosotros de parte de Satanás. Pero en cuanto a la Deidad, él no puede dárosla ni cumplir lo que os ha dicho. Es más, estaba amargado contra ti y tu descendencia que vendrá después de ti».
8 Y Dios retiró de ellos su palabra.