El conflicto de Satanás.
1 ENTONCES vino la Palabra de Dios a Adán y Eva, y los resucitó de su estado muerto, diciéndoles: «¿Por qué subisteis acá? Dr., ¿tiene la intención de ir al jardín del que lo saqué? no puede ser hoy; pero sólo cuando se cumpla el pacto que he hecho con vosotros».
2 Entonces Adán, cuando oyó la palabra de Dios y el aleteo de los ángeles, a quienes no veía, sino que sólo oía con sus oídos el sonido de ellos, él y Eva lloraron y dijeron a los ángeles:
3 «¡Oh Espíritus que esperan en Dios, mírenme a mí y a mi no poder verlos! Porque cuando estaba en mi anterior naturaleza brillante) entonces podía verte. Canté alabanzas como tú; y mi corazón estaba muy por encima de ti».
4 «Pero ahora que he transgredido, esa naturaleza brillante se ha ido de mí y he llegado a este estado miserable. Y ahora he llegado a esto, que no puedo veros, y no me servís como solíais. Porque me he convertido en carne de animal».
5 «Sin embargo, ahora, oh ángeles de Dios, rogad a Dios conmigo que me restaure en lo que antes era; para rescatarme de esta miseria y para quitarme la sentencia de muerte que Él me impuso por haber transgredido contra Él».
6 Entonces, cuando los ángeles oyeron estas palabras, todos se entristecieron por él; y maldijo a Satanás que había engañado a Adán, hasta que éste salió del jardín a la miseria; de la vida a la muerte; de la paz a la angustia; y de la alegría a tierra extraña.
7 Entonces los ángeles dijeron a Adán: «Tú escuchaste a Satanás y abandonaste la Palabra de Dios que te creó; y creíste que Satanás cumpliría todo lo que te había prometido».
8 «Pero ahora, oh Adán, te haremos saber lo que nos sobrevino por medio de él, antes de su caída del cielo».
9 «Reunió a sus ejércitos y los engañó, prometiéndoles darles un gran reino, una naturaleza divina; y otras promesas que les hizo».
10 «Sus anfitriones creían que su palabra era verdadera, por eso se entregaron a él y renunciaron a la gloria de Dios».
11 «Entonces envió a buscarnos conforme a las órdenes que teníamos: someternos a sus órdenes y obedecer su vana promesa. Pero no lo hicimos y no seguimos su consejo».
12 «Luego, después de haber peleado con Dios y haberlo derrotado, reunió sus ejércitos y nos hizo la guerra. Y si no hubiera sido por la fuerza de Dios que estaba con nosotros, no hubiéramos podido prevalecer contra él para arrojarlo del cielo».
13 «Pero cuando cayó de entre nosotros, hubo gran alegría en el cielo por haber descendido de entre nosotros. Porque si hubiera permanecido en el cielo, nada, ni siquiera un ángel, habría permanecido en él».
14 «Pero Dios, en su misericordia, lo expulsó de entre nosotros a esta tierra oscura; porque se había convertido en las tinieblas mismas y en hacedor de injusticia».
15 «Y él continuó, oh Adán, haciéndote la guerra, hasta que te engañó y te hizo salir del jardín, a esta tierra extraña, donde te han llegado todas estas pruebas. Y la muerte que Dios trajo sobre él, también te la ha traído a ti, oh Adán, porque le obedeciste y transgrediste contra Dios».
16 Entonces los ángeles se regocijaron y alabaron a Dios, y le pidieron que esta vez no destruyera a Adán, por haber intentado entrar en el jardín; pero soportarlo hasta el cumplimiento de la promesa; y ayudarlo en este mundo hasta que fuera libre de las manos de Satanás.