Adán está preocupado por su boda con Eva.
1 PERO cuando Adán oyó estas palabras de Satanás, se entristeció mucho a causa de su juramento y de su promesa, y dijo: «¿Acaso cometeré adulterio con mi carne y con mis huesos, y pecaré contra mí mismo, para que Dios me castigue?» destruirme y borrarme de la faz de la tierra?
2 «Desde que al principio comí del árbol, Él me expulsó del jardín a esta tierra extraña, me privó de mi naturaleza brillante y me trajo la muerte. Entonces, si hago esto, Él cortará mi vida de la tierra, y me arrojará al infierno, y allí me atormentará por mucho tiempo».
3 «Pero Dios nunca habló las palabras que tú me has dicho; y vosotros no sois ángeles de Dios, ni enviados todavía por Él. Pero vosotros sois demonios, venid a mí bajo la falsa apariencia de ángeles. Lejos de mí; ¡Malditos de Dios!
4 Entonces aquellos demonios huyeron delante de Adán. Y él y Eva se levantaron, regresaron a la Cueva de los Tesoros y entraron en ella.
5 Entonces Adán dijo a Eva: «Si viste lo que hice, no lo digas; porque pequé contra Dios, jurando por su gran nombre, y otra vez metí mi mano en la de Satanás». Eva, entonces, guardó silencio, como le dijo Adán.
6 Entonces Adán se levantó y extendió sus manos hacia Dios, suplicándole y suplicándole con lágrimas que le perdonara lo que había hecho. Y Adán permaneció así de pie y orando cuarenta días y cuarenta noches. No comió ni bebió hasta que cayó al suelo a causa del hambre y la sed.
7 Entonces Dios envió Su Palabra a Adán, quien lo levantó de donde yacía y le dijo: «Oh Adán, ¿por qué has jurado por Mi nombre, y por qué has hecho un acuerdo con Satanás en otra ocasión?»
8 Pero Adán lloró y dijo: «Oh Dios, perdóname, porque hice esto sin darme cuenta; creyendo que eran ángeles de Dios».
9 Y Dios perdonó a Adán, diciéndole: «Cuídate de Satanás».
10 Y Él retiró Su Palabra de Adán.
11 Entonces el corazón de Adán se consoló; y tomó a Eva, y salieron de la cueva, para hacer algo de alimento para sus cuerpos.
12 Pero desde aquel día Adán tuvo dudas acerca de su boda con Eva; Tenía miedo de hacerlo, no fuera que Dios se enojara con él.
13 Entonces Adán y Eva fueron al río de agua y se sentaron en la orilla, como hacen las personas cuando se divierten.
14 Pero Satanás tenía envidia de ellos; y los destruiría.