El compromiso de Adán y Eva.
1 ENTONCES Dios consideró que las palabras de Adán eran verdaderas y que podía esperar mucho tiempo Su orden, respetando el consejo de Satanás.
2 Y Dios aprobó a Adán en lo que había pensado acerca de esto y en la oración que había hecho en su presencia; y la Palabra de Dios vino a Adán y le dijo: «¡Oh Adán, si tan solo hubieras tenido esta precaución al principio, antes de salir del jardín a esta tierra!»
3 Después de esto, Dios envió a su ángel que había traído oro, y al ángel que había traído incienso, y al ángel que había traído mirra a Adán, para que le informaran acerca de su boda con Eva.
4 Entonces esos ángeles dijeron a Adán: «Toma el oro y dáselo a Eva como regalo de bodas, y desposate con ella; luego dale un poco de incienso y mirra como regalo; y sed vosotros, tú y ella, una sola carne».
5 Adán escuchó a los ángeles y tomó el oro y lo puso en el seno de Eva en su manto; y con su mano la desposó.
6 Entonces los ángeles ordenaron a Adán y a Eva que se levantaran y oraran cuarenta días y cuarenta noches; y después de eso, que Adán se uniera a su esposa; porque entonces este sería un acto puro e inmaculado; y debería tener hijos que se multiplicarían y llenarían la faz de la tierra.
7 Entonces Adán y Eva recibieron las palabras de los ángeles; y los ángeles se apartaron de ellos.
8 Entonces Adán y Eva comenzaron a ayunar y a orar hasta el fin de los cuarenta días; y luego se reunieron, como les habían dicho los ángeles. Y desde que Adán salió del jardín hasta que se casó con Eva, fueron doscientos veintitrés días, es decir, siete meses y trece días.
9 Así fue derrotada la guerra de Satanás contra Adán.