Esdras protesta ante Dios: el pecado de Adán
1 Mientras le decía esto, se acercaron Miguel y Gabriel y todos los apóstoles y dijeron:
2 «¡Saludos!»
3 [Y Esdras dijo: «¡Hombre fiel de Dios!]
4 Levántate y ven acá conmigo, oh Señor, al juicio». Y dijo Dios: He aquí, os doy mi pacto, tanto mío como tuyo, para que lo aceptes».
5 Y Esdras dijo: «Nosotros defenderemos nuestro caso en vuestro(s) oído(s)».
6 Y Dios dijo: Pregunta a tu padre Abraham qué clase de hijo demanda a su padre y ven y defiende el caso ante nosotros.»
7 Y Esdras dijo: «Vive el Señor, que nunca dejaré de defender el caso con vosotros a causa del pueblo cristiano.
8 ¿Dónde están tus antiguas misericordias, oh Señor? ¿Dónde está tu gran sufrimiento?
9 Y Dios dijo: «Como hice la noche y el día, hice al justo y al pecador, y conviene que te conduzcas como el hombre justo».
10 Y el profeta dijo: «¿Quién hizo a Adán, el protoplasto, el primero?»
11 Y dijo Dios: «Mis manos inmaculadas, y lo puse en el Paraíso para guardar la región del árbol de la vida».
12 «Ya que el que estableció la desobediencia hizo que este (hombre) pecara».
13 Y el profeta dijo: ¿No estaba él vigilado por un ángel?
14 ¿Y no fue preservada la vida por los querubines para la era eterna?
15 ¿Y cómo fue engañado aquel que estaba custodiado por ángeles a quienes tú ordenaste estar presente pase lo que pase? ¡Atiende también a lo que digo!
16 Si no le hubieras dado a Eva, la serpiente nunca la habría engañado.
17 Si salvas a quien quieras, también destruirás a quien quieras».
Esdras protesta ante Dios: los pecados de los hombres
18 Y el profeta dijo: «Oh Señor mío, pasemos a un segundo juicio».
19 Y Dios dijo: «Arrojo fuego sobre Sodoma y Gomorra».
20 Y el profeta dijo: «Señor, tú traes sobre nosotros lo que merecemos».
21 Y Dios dijo: «Tus pecados exceden mi bondad.»
22 Y el profeta dijo: Acordaos de la Escritura, padre mío, que midió Jerusalén y la reconstruyó.
23 Compadece, Señor, de los pecadores, compadécete de los tuyos, ten misericordia de tus obras.
24 Entonces Dios se acordó de sus obras y dijo al profeta: «¿Cómo podré tener misericordia de ellos?
25 Les dieron a beber vinagre y hiel y [...] se arrepintieron».
El día del juicio
26 Y el profeta dijo: «Revelad vuestros querubines y vayamos juntos al juicio,
27 y muéstrame cuál será el carácter del día del juicio.
28 Y Dios dijo: «Tú te has desviado, Esdras,
29 porque tal es el día del juicio en el que no lloverá sobre la tierra,
30 porque aquel día habrá juicio misericordioso».
31 Y el profeta dijo: «Nunca dejaré de discutir con vosotros hasta que vea el día de la consumación.»
32 (Y Dios dijo:) «Cuenta las estrellas y la arena del mar y si puedes contar esto, también podrás discutir el caso conmigo».