1 Entonces Dios me dijo: Esdras, ¿sabes los nombres de los ángeles que están sobre la consumación:
2 Miguel, Gabriel, Uriel, Rafael, Gabutelón, Aker, Arphugitonos, Beburos, Zebuleon?
Ezra lucha por su alma
3 Entonces vino a mí una voz: «¡Ven aquí, muere, Esdras, amado mío! devolver eso que te ha sido confiado (a ti)».
4 Y el profeta dijo: «¿Y de dónde has dado a luz mi alma?
5 Y los ángeles dijeron: «Podemos expulsarlo a través de tu boca».
6 Y el profeta dijo: «Hablé boca a boca con Dios y no saldrá de allí».
7 Y los ángeles dijeron. «Lo sacaremos a luz a través tus fosas nasales».
8 Y el profeta dijo: «Mis narices olían la gloria de Dios».
9 Y los ángeles dijeron: «Podemos sacarlo a través de tus ojos».
10 Y el profeta dijo: «Mis ojos han visto la espalda de Dios».
11 Y los ángeles dijeron: «Podemos traerlo a través de tu cabeza».
12 Y los ángeles dijeron: «Podemos sacarlo a través de tus pies». Y el profeta dijo: Caminé con Moisés sobre la montaña, y no saldrá de allí».
13 Y los ángeles dijeron: «Podemos lanzarlo a través de las puntas de las uñas (de los pies)».
14 Y el profeta dijo: «Mis pies entraron en el santuario».
15 Y los ángeles se marcharon sin éxito, diciendo: Señor, nosotros no podemos recibir su alma.»
16 Luego le dijo a su hijo unigénito: «Desciende, hijo amado mío, con un gran ejército de ángeles, y toma el alma de mi amado Esdras».
17 Porque el Señor, tomando un gran ejército de muchos ángeles, dijo al profeta: «Dame el depósito que te he confiado. La corona está lista para ti».
18 Y el profeta dijo: Señor, si me quitas el alma, ¿a quién le dejarás para abogar por la raza de los hombres?»
19 Y Dios dijo: «Tú que eres mortal y terrenal, no me defiendan este caso».
20 Y el profeta dijo: «Nunca dejaré de suplicar.»
21 Y Dios dijo: «Dad, mientras tanto, lo que os ha sido confiado (para ti). La corona está lista para ti.».
22 Ven aquí, muere, para que puedas alcanzar eso.»
23 Entonces el profeta comenzó a hablar entre lágrimas: «Oh Señor, ¿de qué me sirve que yo suplique el caso contigo y yo caeré a la tierra?
24 ¡Ay, ay! porque lo haré ser consumido por los gusanos.
25 Lloren por mí, todos santos y piadosos, les suplico mucho y
¡26 am entregado a la muerte! Llorad por mí, todos santos y justos, porque he entrado en la copa del Hades».