Oraciones helenísticas sinagogales — Oración 6 | Índice | Oraciones helenísticas sinagogales — Oración 8 |
1 (1) Te damos gracias por todo, oh Maestro Todopoderoso,
porque no nos has abandonado con tus misericordias y tus compasiones;
2 pero generación tras generación salvas, rescatas, agarras, (y) cobijas.
3 (2) Porque te apoderaste de (personas) en los días de Enós y Enoc,
en los días de Moisés y Josué,
en los días de los Jueces,
en los días de Samuel y Elías y de los profetas.
en los días de David y de los reyes,
en los días de Ester y Mardoqueo,
en los días de Judit,
en los días de Judá Macabeo y de sus hermanos.
4 (3) Y en nuestros días nos asediaste por medio de tu gran Sumo Sacerdote, Jesucristo tu Hijo.
5 Porque incluso de la espada salvó,
y del hambre nos libró, habiéndonos sustentado;
6 de enfermedad sanó,
(y) de una mala lengua nos protegió.
7 Por todo te damos gracias en Cristo,
(a ti) que incluso (nos) has dado una voz articulada para la confesión (de agradecimiento),
y lo he apuntalado con una lengua armoniosa,
a modo de púa,
como un instrumento musical;
8 y un (sentido de) gusto útil,
y un correspondiente sentido del tacto,
y visión por vista,
y oír el sonido,
y el olfato para los vapores,
y manos para el trabajo,
y pies para viajar.
9 (5) Y todas estas cosas las formaste de una pequeña gota en el útero,
y después de la formación, das gratuitamente vida inmortal
y sacas a la luz al animal racional, al hombre
10 Con leyes (le has enseñado);
con ordenanzas justas, lo has limpiado;
11 provocando la disolución por un tiempo,
¡Has prometido la resurrección!
12 (6) Así que, ¿qué clase de vida es plenamente capaz,
¿Y cuántos siglos bastarán los hombres para dar gracias?
13 Hacerlo dignamente sería imposible,
pero (hacerlo) según (nuestra) capacidad es santo.
14 Porque tú (nos) has rescatado de la impiedad de muchos dioses,
(7) y (nos) has librado de la herejía de los asesinos de Cristo;
Tú (nos) has liberado de la ignorancia que se ha descarriado.
15 Tú enviaste al Cristo a los hombres como hombre, siendo Dios nacido unívocamente;
has hecho que el Paráclito viva en nosotros;
has puesto ángeles (sobre nosotros);
has deshonrado al diablo.
16 No siendo, (nos) has hecho; habiéndose convertido, tú nos cuidas.
17 Tú mides la vida;
tú suministras alimento;
has prometido arrepentimiento.
18 (8) En nombre de todas las cosas, a vosotros sea la gloria y el temor reverencial,
por Jesucristo, ahora y siempre, y por los siglos. Amén.