Oraciones helenísticas sinagogales — Oración 8 | Índice | Oraciones helenísticas sinagogales — Oración 10 |
1 (l) El que es, Maestro, Señor, Dios Todopoderoso;
el único sin origen y sin rey;
2 el que es para siempre, y que existe desde antes de los siglos;
el que no necesita nada de ninguna manera, y es mayor que toda causa y origen;
3 el único verdadero, el único sabio;
el que está solo Altísimo;
4 el que es por naturaleza invisible;
cuyo conocimiento no tiene principio;
5 el único bueno, e incomparable;
el que conoce todas las cosas antes de su origen;
6 el conocedor de las cosas ocultas,
el inaccesible,
el que no tiene amo;
7 (2) el Dios y Padre de tu único Hijo, nuestro Dios y Salvador,
el creador de todo el universo a través de él;
8 el Administrador, el Guardián,
el Padre de las misericordias, y Dios de toda consolación,
el que habita en las alturas, y que observa las cosas humildes;
9 (3) tú eres quien diste las normas para la Iglesia,
mediante la aparición en carne de tu Cristo,
sujeto al testimonio del Paráclito,
por tus apóstoles y por nosotros obispos que por tu gracia estamos presentes.
10 (Tú eres) el que marcó de antemano, desde el principio,
sacerdotes para señorear sobre tu pueblo:
11 Abel al principio,
Set, Enós, Enoc, Noé, Melquisedec y Job;
12 (4) el que mostró a Abraham y a los demás patriarcas,
junto con tus fieles siervos Moisés y Aarón, y Eleazar y Finees;
13 el que preparó de antemano de entre ellos gobernantes y sacerdotes en la tienda del testimonio;
14 el que escogiste para ti a Samuel, para que fuera sacerdote y profeta;
15 el que no abandonó tu santuario sin servicios públicos;
16 el que se alegró de ser glorificado por tus escogidos.