Las bodas de José y Asenat.
1 Y José se quedó aquel día con Pentefres, y no entró en Asenat, porque solía decir: «No es conveniente que un hombre que adora a Dios se acueste con su mujer antes de casarse». Y José se levantó temprano y fue a Faraón y le dijo: «Dame a Asenat, hija de Pentefres, sacerdote de Heliópolis, por esposa». Y Faraón se regocijó con gran alegría, y dijo a José: «¡He aquí! ¿No está éste desposado contigo por esposa desde la eternidad? Por tanto, déjala ser tu esposa desde ahora y por los siglos de los siglos».
2 Entonces Faraón envió y llamó a Pentefres, y Pentefres trajo a Asenat y la presentó ante Faraón;
3 y Faraón, cuando la vio, se maravilló de su belleza y dijo: «El Señor Dios de José te bendecirá, niña, y esta tu belleza permanecerá para la eternidad, porque el Señor Dios de José te eligió como esposa para él. : porque José es como el hijo del Altísimo, y tú serás llamada «su esposa desde ahora y para siempre».
4 Después de esto, Faraón tomó a José y a Asenat y puso sobre sus cabezas coronas de oro que estaban en su casa desde tiempos antiguos y antiguos; y Faraón puso a Asenat a la derecha de José. Y Faraón puso sus manos sobre sus cabezas y dijo:
5 «El Señor Dios Altísimo os bendecirá y os multiplicará, engrandecerá y glorificará por los siglos de los siglos».
6 Entonces Faraón los hizo volver uno frente al otro, los acercó boca a boca y se besaron. Y Faraón hizo una boda para José y una gran cena y mucha bebida durante siete días, y convocó a todos los gobernantes de Egipto y a todos los reyes de las naciones,
7 habiendo hecho proclamar en la tierra de Egipto, diciendo: Todo aquel que trabaje durante los siete días de las bodas de José y Asenat, ciertamente morirá.
8 Y mientras se celebraban las bodas y terminada la cena, José llegó a Asenat, y Asenat concibió de José y dio a luz a Manasés y a Efraín su hermano en casa de José.