El Hijo del Faraón conspira con Dan y Gad para matar a José y apoderarse de Asenat.
1 El hijo de Faraón continuó lleno de temor y tristeza por tener miedo de los hermanos de José, y nuevamente se enojó mucho a causa de la belleza de Asenat, y se entristeció mucho.
2 Entonces sus sirvientes le dicen al oído: «¡Mira! los hijos de Balla y los hijos de Zelfa, las siervas de Lea y Raquel, esposas de Jacob, están en gran enemistad contra José y Asenat y los odian; éstas serán para ti en todo según tu voluntad».
3 Inmediatamente el hijo de Faraón envió mensajeros y los llamó, y ellos vinieron a él a primera hora de la noche, se presentaron ante él y él les dijo: «He aprendido de muchos que sois hombres valientes».
4 Y Dan y Gad, los hermanos mayores, le dijeron: «Que mi señor hable ahora a sus siervos lo que quiera, para que tus siervos oigan y hagamos según tu voluntad».
5 Entonces el hijo de Faraón se regocijó con gran alegría y dijo a sus sirvientes: «Apartaos ahora de mí por un corto tiempo, porque tengo que hablar en secreto con estos hombres». Y todos se retiraron.
6 Entonces el hijo de Faraón mintió y les dijo: «¡He aquí! ahora la bendición y la muerte están ante vuestros rostros; Tomad, pues, la bendición antes que la muerte,
7 porque sois hombres valientes y no moriréis como mujeres; pero sed valientes y vengaos de vuestros enemigos.
8 Porque he oído a tu hermano José decir a mi padre Faraón: 'Dan, Gad, Neftalí y Aser no son mis hermanos, sino hijos de las siervas de mi padre.
9 Espero, pues, la muerte de mi padre y los borraré de la tierra y de toda su descendencia, para que no hereden con nosotros, porque son hijos de esclavas.
10 Porque también éstos me vendieron a los ismaelitas, y les pagaré de nuevo según el desprecio que cometieron contra mí; sólo mi padre morirá.'
11 Y mi padre Faraón lo elogió por estas cosas y le dijo: «Has hablado bien, niño». Por tanto, toma de mí hombres valientes y procede contra ellos según lo que hicieron contra ti, y yo seré tu ayuda'».
12 Y cuando Dan y Gad oyeron estas cosas del hijo de Faraón, se turbaron mucho y se entristecieron mucho, y le dijeron: Te rogamos, señor, que nos ayudes; Yo, de ahora en adelante, somos tus esclavos y siervos y moriremos contigo». Y el hijo de Faraón dijo: «Yo os seré una ayuda si también vosotros escucháis mis palabras». Y le dijeron: «Mándanos lo que quieras y haremos según tu voluntad».
13 Y el hijo de Faraón les dijo: «Mataré a mi padre Faraón esta noche, porque ese Faraón es como el padre de José y le dijo que le ayudaría contra vosotros; y matéis a José, y yo tomaré a Asenat por mujer, y vosotros seréis mis hermanos y coherederos de todos mis bienes. Sólo haz esto».
14 Dan y Gad le dijeron: «Hoy somos tus servidores y haremos todo lo que tú nos has ordenado. Y hemos oído a José decir a Asenat: «Ve mañana a la posesión de nuestra herencia, que es la época de la vendimia»; y envió a la guerra contra ella seiscientos hombres poderosos y cincuenta precursores. Ahora pues, escúchanos y hablaremos a nuestro señor». Y le dijeron todas sus palabras secretas.
15 Entonces el hijo de Faraón dio a los cuatro hermanos quinientos hombres a cada uno y les nombró sus jefes y líderes.
16 Y Dan y Gad le dijeron: «Hoy somos tus servidores y haremos todas las cosas que tú nos has ordenado, y saldremos de noche y acecharemos en el barranco y nos esconderemos en la espesura de los juncos;
17 Si tomas cincuenta arqueros a caballo y avanzas un largo camino delante de nosotros, Asenat vendrá y caerá en nuestras manos, y mataremos a los hombres que están con ella.
18 y ella misma huirá delante con su carro y caerá en tus manos y tú harás con ella lo que tu alma desee;
19 Y después de esto mataremos también a José mientras está de luto por Asenat; Asimismo también mataremos a sus hijos delante de sus ojos».
20 Entonces el hijo primogénito de Faraón, al oír estas cosas, se alegró mucho y los envió, y con ellos dos mil guerreros. Y cuando llegaron al barranco se escondieron en la espesura de los juncos, y se dividieron en cuatro compañías, y se apostaron al otro lado del barranco como en la parte delantera quinientos hombres de este lado del camino y en aquel, y en el lado cercano del barranco igualmente quedaron los demás,
21 Y ellos también se apostaron en la espesura de los juncos, quinientos hombres de un lado y del otro del camino; y entre ellos había un camino ancho y ancho.