1 En aquel tiempo le dijo Dios: Comienza a contar a mi pueblo desde veinte años arriba hasta cuarenta años, para que pueda mostrar a tus tribus todo lo que les dije a sus padres en tierra extraña. Porque a la quincuagésima parte de ellos los saqué de la tierra de Egipto, pero cuarenta y nueve partes de ellos murieron en la tierra de Egipto.
2 Cuando los hayas ordenado y contado (o, Mientras estés allí, y cuando los hayas contado, etc.), escribe la historia de ellos, hasta que cumpla todo lo que hablé con sus padres, y los ponga en orden firmemente en su propia tierra; porque no disminuiré palabra alguna de las que he hablado a sus padres, de las que les dije: Vuestra descendencia será como las estrellas del cielo en multitud. En número entrarán en la tierra, y en poco tiempo serán innumerables.
3 Entonces Moisés descendió y los contó, y el número del pueblo era 604.550. Pero no contó entre ellos a la tribu de Leví, porque así le había sido mandado; sólo contó a los mayores de 50 años, de los cuales el número fue 47.300. También contó a los menores de 20 años, y el número de ellos fue 850.850. Y miró sobre la tribu de Leví y el número total de ellos era CXX. CCXD. DCXX. CC. DCCC.
4 Y Moisés declaró a Dios el número de ellos; y Dios le dijo: Estas son las palabras que hablé a sus padres en la tierra de Egipto, y puse un número de 210 años para todos los que vieron mis maravillas. Ahora el número de todos ellos era 9000 veces 10000, 200 veces 95000 hombres, sin las mujeres, y a toda la multitud de ellos los maté porque no me creyeron, y a la 50 parte de ellos me quedé y los santifiqué para mí. Por tanto, ordeno a la generación de mi pueblo que me dé los diezmos de sus frutos, para que estén delante de mí en memoria de la gran opresión que les he quitado.
5 Y cuando Moisés descendió y contó estas cosas al pueblo, ellos se lamentaron y se lamentaron y permanecieron en el desierto dos años.