La semana en la que Dios mostró a Enoc toda su sabiduría y poder, a lo largo de los siete días, cómo creó todas las fuerzas celestiales y terrenales y todas las cosas en movimiento, incluso hasta el hombre.
1 Y luego hice firme el círculo celestial, e hice que el agua inferior que está debajo del cielo se reuniera en un todo, y que el caos se secara, y así quedó.
2 De las olas creé una roca dura y grande, y de la roca amontoné lo seco, y a lo seco lo llamé tierra, y al medio de la tierra lo llamé abismo, es decir, lo sin fondo, recogí el mar en un solo lugar y lo uní con un yugo.
3 Y dije al mar: «He aquí, te doy tus límites eternos y no te liberarás de tus componentes».
4 Así afiancé el firmamento. Este día me llamé el primero creado.