Mathusal continuó teniendo esperanza y esperando a su padre Enoc en su lecho día y noche.
1 Y el Señor dijo a aquellos hombres que me llevaron primero: «Dejen que Enoc baje a la tierra con ustedes y espérenlo hasta el día determinado».
2 Y me colocaron de noche en mi lecho.
3 Y Mathusal, esperando mi venida, velando de día y de noche en mi lecho, se llenó de temor cuando oyó mi venida, y le dije: «Que se reúna toda mi casa, y les contaré todo».