De cómo ninguno de los nacidos en la tierra puede permanecer oculto ni su obra permanecer oculta, pero él (sc. Dios) nos pide que seamos mansos, que soportemos ataques e insultos, y que no ofendamos a las viudas y a los huérfanos.
1 HE puesto por escrito el trabajo de cada hombre y ninguno nacido en la tierra puede permanecer oculto ni sus obras permanecer ocultas.
2 Veo todas las cosas.
3 Ahora pues, hijos míos, pasad con paciencia y mansedumbre el número de vuestros días, para que heredéis la vida sin fin.
4 Soportad por amor del Señor toda herida, toda injuria, toda mala palabra y ataque.
5 Si te sobrevienen malas recompensas, no las devuelvas ni al prójimo ni al enemigo, porque el Señor te las devolverá y será tu vengador en el día del gran juicio, para que aquí no haya venganza entre los hombres.
6 Quien de vosotros gaste oro o plata por su hermano, recibirá abundante tesoro en el mundo venidero.
7 No hagáis daño a las viudas, ni a los huérfanos, ni a los extranjeros, para que no venga sobre vosotros la ira de Dios.