Enoc instruye a sus hijos a que no escondan tesoros en la tierra, sino que les ordena que den limosna a los pobres.
1 EXTIENDE tus manos a los pobres según tus fuerzas.
2 No escondas tu plata en la tierra.
3 Ayuda al hombre fiel en la aflicción, y la aflicción no te encontrará en el momento de tu angustia.
4 Y todo yugo pesado y cruel que os sobrevenga, soportadlo todo por amor del Señor, y así encontraréis vuestra recompensa en el día del juicio.
5 Es bueno entrar por la mañana, por el mediodía y por la tarde en la morada del Señor, para gloria de tu Creador.
6 Porque todo ser que respira le glorifica, y toda criatura visible e invisible le devuelve alabanzas.