Leví insta a la piedad y la educación.
1 Ahora pues, sabed que el Señor ejecutará juicio sobre los hijos de los hombres.
2 Porque cuando las rocas se rompen, y el sol se apaga, y las aguas se secan, y el fuego se encoge, y toda la creación se perturba, y los espíritus invisibles se disuelven, y el Hades se lleva el botín mediante las visitas del Altísimo. , los hombres serán incrédulos y persistirán en su iniquidad.
3 Por eso serán juzgados con castigo.
4 Por eso el Altísimo ha oído tu oración para apartarte de la iniquidad y para que llegues a ser para Él un hijo, un siervo y un ministro de su presencia.
5 Encenderás la luz del conocimiento en Jacob, y serás como el sol para toda la descendencia de Israel.
6 Y te será dada bendición a ti y a toda tu descendencia, hasta que el Señor visite a todos los gentiles con sus tiernas misericordias para siempre.
7 Por eso se te ha dado consejo y entendimiento para que puedas instruir a tus hijos acerca de esto;
8 Porque los que le bendicen serán benditos, y los que le maldicen perecerán.
9 Entonces el ángel me abrió las puertas del cielo y vi el templo santo y al Altísimo sobre un trono de gloria.
10 Y me dijo: Leví, te he dado la bendición del sacerdocio hasta que venga y habite en medio de Israel.
11 Entonces el ángel me hizo descender a la tierra, me dio un escudo y una espada y me dijo: Haz venganza en Siquem por culpa de Dina, tu hermana, y yo estaré contigo porque el Señor me ha enviado.
12 Y en aquel tiempo destruí a los hijos de Hamor, como está escrito en las tablas celestiales.
13 Y yo le dije: Te ruego, oh Señor, que me digas tu nombre, para que pueda invocarte en el día de la tribulación.
14 Y él dijo: Yo soy el ángel que intercede por la nación de Israel para que no sea completamente destruida, porque todo espíritu maligno la ataca.
15 Después de esto me desperté y bendije al Altísimo y al ángel que intercede por la nación de Israel y por todos los justos.