© 2006 Antonio Moya
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El mejor de los mundos posibles está descrito en El Libro de Urantia. Es un mundo donde el amor y el respeto mutuos son una realidad, donde el deseo de servir de forma desinteresada motiva los actos de las personas.
La era de luz y de vida es el logro evolutivo final en un mundo del tiempo y del espacio (LU 55:0.1), la cúspide de la evolución planetaria, la era planetaria final, el logro de la utopía evolutiva (LU 49:5.27).
Jesús nos mostró el camino para alcanzar inmediatamente la fraternidad espiritual, que es la base para poder llegar algún día a la fraternidad social. La comprensión mutua y el amor fraternal son unos civilizadores trascendentes y unos factores poderosos en la realización mundial de la fraternidad de los hombres (LU 52:6.2).
No vivimos en el mejor de los mundos posibles. No vivimos en un mundo establecido en la era de luz y de vida, en el que todos los hombres se deleitan siendo fraternales los unos con los otros. ¿Qué pasa pues con los mortales que, durante los miles de años de la evolución planetaria, NO han tenido la suerte de nacer en esa era tan deseable de luz y de vida, en esa era de paz, de amor y de fraternidad?
El [Documento 52](LU 52:0.1-8) nos habla de las diversas épocas planetarias por las que pasan los mortales de los mundos como el nuestro, a saber:
Nosotros nos encontramos, teóricamente, en la época posterior al Hijo Donador. Pero ya sabemos que Urantia no camina al paso normal de sus esferas hermanas, debido a la rebelión de Caligastia y al fallo de Adán. No nos encontramos pues en el punto número 5 de la escala anteriormente indicada, sino en el punto número 3 de las siete épocas de desarrollo planetario descritas en LU 50:5.6, es decir, estamos en «la era de la comodidad material», una era donde «el lujo rivaliza con la necesidad para ocupar el centro del escenario de las actividades humanas. Una era asi está caracterizada con demasiada frecuencia por la tiranía, la intolerancia, la glotonería y la embriaguez…» Y no todas las naciones se encuentran en esta era de abundancia, al igual que no todos los hombres, dentro de una nación dada, tienen un nivel elevado de conciencia. Tal como lo indica «la espiral del desarrollo», hoy conviven en nuestro mundo muchos niveles distintos de conciencia (o de desarrollo), desde los más bajos hasta los más altos, todos mezclados y amalgamados en nuestras sociedades.
Pues a lo que iba, ¿qué pasa con todos aquellos que no hemos tenido la suerte de nacer en el mejor de los mundos posibles?
Los Creadores ya habían previsto esta eventualidad. Y para aquellos millones y millones de mortales que han nacido y vivido en las épocas anteriores, o muy anteriores, a la era de luz y de vida, los Creadores han previsto una educación progresiva para llevarlos hasta ese estado deseable… sólo que esa educación se recibe en unas esferas transitorias llamadas «mundos de las mansiones».
Sí, los mundos de las mansiones son «esferas compensatorias», unos mundos donde los mortales anteriores a la era de luz y de vida «compensan» todo lo que les falta para llegar a ese estado de desarrollo. En el Doc. 47 podemos leer:
«La estancia en el mundo de las mansiones número uno está destinada a desarrollar a los supervivientes mortales al menos basta el nivel de la dispensación postadámica de los mundos evolutivos normales.» (LU 47:3.9)
«El desarrollo que se alcanza en la mansonia número dos es comparable con el nivel intelectual de la cultura posterior al Hijo Magistral en los mundos evolutivos ideales.» (LU 47:4.8)
«La cultura del tercer mundo de las mansiones comparte la naturaleza de la época posterior a la donación de un Hijo en un planeta habitado normal.» (LU 47:5.3)
«La cultura intelectual y social de este cuarto mundo de las mansiones se puede comparar con la vida mental y social de la época posterior al Hijo Instructor en los planetas que tienen una evolución normal.» (LU 47:6.4)
«La cultura de este mundo de las mansiones corresponde en general a la de la era inicial de luz y de vida en los planetas cuyo progreso evolutivo es normal. Esto os permitirá comprender por qué está planeado que los tipos de seres sumamente cultos y progresivos, que a veces habitan en esos mundos evolutivos avanzados, estén exentos de pasar por una o más, o incluso por todas las esferas de las mansiones.» (LU 47:7.1)
«Durante la estancia en el mundo número seis, los estudiantes de este mundo de las mansiones consiguen un estado comparable al del elevado desarrollo que caracteriza a aquellos mundos evolutivos que han progresado normalmente más allá de la etapa inicial de luz y de vida.» (LU 47:8.7)
«Cualquier diferencia discernible entre aquellos mortales procedentes de los mundos aislados y retrasados, y aquellos supervivientes que provienen de las esferas más avanzadas e iluminadas, es prácticamente eliminada durante la estancia en el séptimo mundo de las mansiones.» (LU 47:9.1)
Compárense estas citas con las diversas épocas planetarias relacionadas más arriba y que figuran en el Doc. 52. La equidad y la justicia divinas se ponen de manifiesto con este programa. La intención de los mundos de las mansiones es compensar el no haber nacido en un mundo ideal.
Esto es tan cierto que, cuando los planetas de un Sistema se establecen en la luz y la vida, «los mundos de las mansiones dejan gradualmente de funcionar como esferas de transición de formación morontial.» (LU 48:3.17). Y los dedican a otra cosa.
El LU 56:10.2 (La Verdad, la Belleza y la Bondad), nos dice lo siguiente:
«Durante toda esta época gloriosa (la era de luz y de vida), la ocupación principal de los mortales que progresan es la búsqueda de una mejor comprensión y de una apreciación más completa de los elementos comprensibles de la Deidad-la verdad, la belleza y la bondad. Esto representa el esfuerzo del hombre por discernir a Dios en la mente, la materia y el espíritu. Y a medida que los mortales continuan esta búsqueda, se encuentran cada vez más sumergidos en el estudio experiencial de la filosofía, la cosmología y la divinidad».
Observad la relación:
Verdad - Belleza - Bondad
Mente - Materia - Espíritu
Filosofía - Cosmología Divinidad
«…la verdad, la belleza y la bondad-el acercamiento intelectual de hombre al universo mental, material y espiritual…» LU 56:10.15
«…la personalidad mortal unifica la experiencia humana con la materia, la mente y el espíritu…» LU 56:10.15
«Los mundos establecidos en la luz y la vida se interesan tanto por comprender la verdad, la belleza y la bondad porque estos valores cualitativos engloban la revelación de la Deidad a los reinos del tiempo y del espacio». LU 56:10.9
«La verdad es la base de la ciencia y de la filosofía… La belleza patrocina el arte, la música… La bondad engloba el sentido de la ética, la moralidady la religión…» LU 56:10.10
«Para el hombre finito, la verdad, la belleza y la bondad abarcan la revelación completa de la realidad de la divinidad». LU 56:10.20
«Los mortales avanzados de un mundo en la séptima etapa de luz y de vida han aprendido que el amor es la cosa más grande del universo -y saben que Dios es amor». LU 56:10.20
«El amor es el deseo de hacer el bien a los demás». LU 56:10.21
Pues ése es mi deseo, que estas reflexiones os puedan ser útiles para algo.