© 1999 Charlene Morrow
© 1999 The Urantia Book Fellowship
| Sobre la eliminación de la barrera a una discusión civilizada de la eugenesia | Volumen 1, Número 2, 1999 (Primavera) — Índice | Tiempo y tiempo fuera |
Charlene Morrow, Edmond OK
Ocurrió el último miércoles
Casi todos los días brillantes se habían ido
Era un día de descanso, como era su costumbre
El maestro caminó solo hacia las colinas
Guardias le fueron ofrecidos por
David sabiendo que eran tiempos de peligro
Pero con legiones de ángeles esperando su orden
No tenía miedo de amigos o extraños
Se alejó, pero en poco tiempo
Se le ofreció una canasta de alimentos para el día
La tomó por el asa listo para subir
Y volvió a caminar por su camino solitario
Juan Marcos se hizo cargo del canasto
Agarrando firme y fuerte
Se había decidido a llevarlo
Si es necesario durante todo el día
Los apóstoles, no podían creer lo que veían
Se sorprendieron por la temeridad del muchacho
En lo profundo de sus corazones no lo podían negar
Estaban celosos, solos y tristes
Más tarde Natanael les habló
Y les dijo cómo hubieran cada uno podido
Tener la oportunidad de unirse a él
Si hubieran querido estar allí a su alcance
El joven Juan aguantó atentamente
El hombre solo podía sonreír
Y le miró suavemente
Dejándole ir todo el tiempo
Todo lo que el chico deseaba era el placer
De ministrar a su amado
El anhelo que ningún corazón puede medir
Ya que se sentía como si fuera un hijo
Los dos, tuvieron una visita tan buena
La conversación, tan privada fue toda
El maestro hizo un comentario al respecto
Que a nadie perdería una palabra
Un día único en el tiempo y el espacio
Pero no tan extraño o raro
Si alguno lo hubiera querido tanto habría podido tener
Un día a solas con Dios
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