© 2023 Claude Flibotte
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Picnic del día de Jesús 2023 | Réflectivité — Número 371 — Septiembre 2023 | ¡Proyecciones hacia el futuro! |
Claude Flibotte
Sainte-Julie
Dr. William S. Sadler, MD
La composición de este texto se basa en el libro «The Urantia Book Workbooks, Volume III» del Dr. William S. Sadler, MD.
Después de leer este libro del Dr. Sadler, lo encontré tan interesante que, en primer lugar, decidí traducirlo al francés y, en segundo lugar, compartir con ustedes estas perlas de conocimiento y sabiduría. De hecho, esto es más una traducción que una composición, ya que mi contribución se limita al texto bajo cada subtítulo.
El plan de salvación según las enseñanzas de la Biblia
En primer lugar veremos según la Biblia, este libro «sagrado» utilizado por varias instituciones religiosas alrededor del mundo, el plan de supervivencia propuesto tras la muerte física y basado en diversas creencias falsas. Entre estos encontramos: la caída del hombre, el pecado original, el hombre es cautivo del pecado, el hombre es hijo del diablo, la redención sólo se puede realizar a través de la sangre, Cristo es el redentor, la doctrina de la expiación, en definitiva somos adoptados. hijos de Dios. No me detendré en estos temas, porque son erróneos y no constituyen las nuevas verdades reveladas por Jesús en su tiempo, pero perdidas a lo largo de los milenios. Las revelaciones del Libro de Urantia actualizan el mensaje de Jesús y más.
El plan de salvación según El Libro de Urantia
En segundo lugar, centraremos aquí nuestra atención en el plan de salvación tal como existe en la religión de Jesús, según la versión del Libro de Urantia, y según el propósito eterno de Dios.
1. Merecer la soberanía suprema e ilimitada del propio universo.
Miguel de Nebadón ya había completado otros seis autootorgamientos en su propio universo. Aún debía realizar una última efusión como hombre de carne y hueso, como sus propias criaturas. Hizo esto para:
…Vivir esas vidas idénticas que él impone a los seres inteligentes de su propia creación, donarse así en la similitud de sus diversas órdenes de seres creados, es una parte del precio que cada Hijo Creador debe pagar para conseguir la soberanía completa y suprema sobre el universo de cosas y de seres creado por él. (LU 120:0.1)
2. Conviértete en un administrador misericordioso, sabio y comprensivo.
A pesar del intenso entrenamiento seguido en Paradise y en Havona bajo la supervisión de sus compañeros, durante este evento final se lleva a cabo una mejora final.
Aunque estas donaciones aportan numerosos beneficios secundarios a los diversos mundos, sistemas y constelaciones, así como a las diferentes órdenes de inteligencias universales a quienes afectan y benefician, sin embargo están destinadas principalmente a completar la formación personal y la educación universal de un Hijo Creador mismo. (LU 119:0.5)
3. Revelar al Padre que está en los cielos y hacer su voluntad.
Junto al objetivo de merecer su soberanía sobre su universo, tuvo que revelar al Padre a los hombres.
«La gran misión que debes realizar y experimentar en la encarnación mortal está contenida en tu decisión de vivir una vida totalmente dedicada a hacer la voluntad de tu Padre Paradisiaco, y así revelar a Dios, tu Padre, en la carne y especialmente a las criaturas de carne». (LU 120:2.8)
4. Representando la máxima autoridad de la Trinidad del Paraíso.
A lo largo de sus donaciones anteriores, Michael se había sometido a la voluntad de las diversas representaciones de la Trinidad del Paraíso. En él tuvo que someterse a hacer la voluntad del Padre.
…aspiraba al privilegio de representar la máxima autoridad de la Trinidad del Paraíso que se puede ejercer en la administración directa y personal de un universo local. (LU 120:0.4)
5. Poner fin a la rebelión de Lucifer.
Además de ganar su soberanía y revelar a su Padre, nuestro Padre, tuvo que poner fin a la rebelión de Lucifer, su propio hijo errante.
Una tarde a finales del verano, en medio de los árboles y del silencio de la naturaleza, Miguel de Nebadon ganó la soberanía incontestable de su universo. Aquel día concluyó la tarea establecida para los Hijos Creadores de vivir hasta la saciedad la vida encarnada en la similitud de la carne mortal, en los mundos evolutivos del tiempo y del espacio. Esta proeza importantísima no se anunció al universo hasta el día de su bautismo, meses más tarde, pero en verdad tuvo lugar aquel día en la montaña. Cuando Jesús descendió de su estancia en el Monte Hermón, la rebelión de Lucifer en Satania y la secesión de Caligastia en Urantia estaban prácticamente arregladas. (LU 134:8.9)
6. Revelando la voluntad y promoviendo la evolución de Dios Supremo.
A través de su experiencia personal operando como revelador de la voluntad de la Supremacía, Miguel, como todos los demás Hijos Maestros, se identificó con el Supremo por la eternidad.
Al pasar por la experiencia de revelar las voluntades de los Siete Espíritus Maestros surgidos de la Trinidad, el Hijo Creador ha pasado por la experiencia de revelar la voluntad del Supremo. … En esta era del universo, Miguel revela al Supremo y participa en el proceso de hacer que se manifieste la soberanía de la Supremacía. (LU 119:8.7)
7. Proveer el otorgamiento universal de Ajustadores del Pensamiento.
La misión de Jesús era restaurar la libertad espiritual a los hombres afectados por la rebelión de Lucifer. Por su vida temporal, la voluntad de la criatura finita y la voluntad del Creador infinito están destinadas a volverse una, así como también lo están en el proceso de unión en la Deidad en evolución del Ser Supremo. Su Espíritu de Verdad está destinado a allanar el camino para la afluencia de Ajustadores para todos los seres moralmente normales.
«…Derrama sobre el planeta de tu donación el Espíritu de la Verdad para que todos los mortales normales de esa esfera aislada tengan así un acceso inmediato y completo al ministerio de la presencia separada de nuestro Padre Paradisiaco, los Ajustadores del Pensamiento de los mundos». (LU 120:2.6)
8. Preparar el camino para el derramamiento del Espíritu de la Verdad.
Durante su vida encarnada, Jesús fue el Espíritu de la Verdad, pero sus enseñanzas se limitaron a la presencia de su persona. Enseñó a sus apóstoles que después de su partida enviaría su Espíritu de Verdad para guiar las mentes de todos los hombres.
«…Este Espíritu de la Verdad que os donaré os guiará y os confortará, y os conducirá finalmente a toda la verdad». (LU 180:4.2)
…Este nuevo instructor es el Espíritu de la Verdad que vivirá con cada uno de vosotros, en vuestro corazón, y así todos los hijos de la luz serán como uno solo y serán atraídos los unos hacia los otros. (LU 180:4.5)
9. Conviértete en inspiración de una vida religiosa para todo tu universo.
El Jesús humano vivió una vida perfecta sirviendo de modelo a seguir para que todo ser humano de todos los tiempos pueda vivir su vida dedicado a hacer la voluntad del Padre del Paraíso.
«… Vive la vida religiosa ideal para inspirar y edificar a todo tu universo». (LU 120:2.5)
«…tu vida encarnada en Urantia será una inspiración para todas las vidas de todos los mundos de Nebadon de todas las generaciones de los tiempos por venir». (LU 120:2.7)
10. La muerte de Jesús en la cruz.
R- La cruz es obra del hombre y no de Dios.
Los acontecimientos relatados en El Libro de Urantia y que culminaron en esta hora en la que el Maestro estaba a punto de ser crucificado son suficientes para demostrar que su muerte, en ese momento, fue un asunto puramente natural y diseñado por los hombres.
Fue el hombre, y no Dios, el que planeó y ejecutó la muerte de Jesús en la cruz. (LU 186:5.2)
B- La cruz no fue un sacrificio por la culpa mortal.
Contrariamente a la creencia transmitida por el cristianismo, Dios no inmoló a su único hijo para la redención de nuestros pecados.
…La cruz no es el símbolo del sacrificio del Hijo inocente de Dios que se pone en el lugar de los pecadores culpables a fin de apaciguar la ira de un Dios ofendido. (LU 188:5.9)
C- El hombre no es hijo del diablo
Quien verdaderamente conoce al Padre tal como Jesús nos lo presentó no puede concebir que en su infinito amor el Padre no sacrificó voluntariamente a su Hijo, como tampoco condenaría a un alma sincera por las malas acciones de sus antepasados.
El hombre mortal nunca ha sido propiedad de los grandes farsantes. Jesús no murió para redimir al hombre de las garras de los gobernantes apóstatas y de los príncipes caídos de las esferas. El Padre que está en los cielos nunca ha concebido una injusticia tan burda como la de condenar al alma de un mortal por las malas acciones de sus antepasados. La muerte del Maestro en la cruz tampoco fue un sacrificio consistente en un esfuerzo por pagarle a Dios una deuda que la raza humana había contraído con él. (LU 188:4.3)
11. La muerte de Jesús no es una expiación.
¡Las siguientes citas se explican por sí mismas!
Jesús no está a punto de morir como sacrificio por el pecado. No va a expiar la culpabilidad moral innata de la raza humana. La humanidad no tiene esta culpabilidad racial ante Dios. (LU 186:5.7)
La idea bárbara de apaciguar a un Dios enojado, de hacerse propicio a un Señor ofendido, de obtener los favores de la Deidad mediante sacrificios y penitencias e incluso por medio del derramamiento de sangre, representa una religión totalmente pueril y primitiva, una filosofía indigna de una época iluminada por la ciencia y la verdad. Estas creencias son completamente repulsivas para los seres celestiales y los gobernantes divinos que sirven y reinan en los universos. Es una afrenta a Dios creer, sostener o enseñar que hace falta derramar sangre inocente para ganar su favor o desviar una cólera divina ficticia. (LU 4:5.4)
La rectitud implica que Dios es la fuente de la ley moral del universo. La verdad muestra a Dios como revelador, como instructor. Pero el amor da afecto y lo desea ardientemente, busca una comunión comprensiva tal como la que existe entre padres e hijos. La rectitud puede ser el pensamiento divino, pero el amor es la actitud de un padre. La suposición errónea de que la rectitud de Dios era incompatible con el amor desinteresado del Padre celestial presuponía una falta de unidad en la naturaleza de la Deidad, y condujo directamente a la elaboración de la doctrina de la expiación, que es un ataque filosófico tanto a la unidad como al libre albedrío de Dios. (LU 2:6.5)
12. Para establecer un camino nuevo y vivo del hombre hacia Dios
Durante su encarnación, Jesús declaró «Yo soy el camino, la verdad y la vida».
…Jesús es el nuevo camino viviente que va desde el hombre hasta Dios, de lo parcial a lo perfecto, de lo terrenal a lo celestial, del tiempo a la eternidad. (LU 129:4.7)
«Yo soy la puerta, yo soy el camino nuevo y viviente, y cualquiera que lo desee puede entrar para emprender la búsqueda interminable de la verdad, que durará la vida eterna.» (LU 166:3.7)
Jesús era y es la nueva vía viviente por la que el hombre puede recibir la herencia divina que el Padre ha decretado que será suya con tal que la pida. (LU 101:6.17)
13. Restaurar el derecho de ascensión a los mundos de estancia al tercer día.
El aislamiento de Urantia en la Rebelión de Lucifer había suspendido el proceso por el cual los mortales pueden pasar directamente a las costas de los mundos mansión después de la muerte. Antes del autootorgamiento de Miguel en Urantia, todas las almas estaban dormidas hasta las resurrecciones dispensacionales o resurrecciones milenarias especiales. Al propio Moisés no se le permitió ir al otro lado del valle de la muerte hasta la ocasión de una resurrección especial, porque el Príncipe Planetario caído, Caligastia, se opuso a esta liberación.
Pero desde el día de Pentecostés, los mortales de Urantia pueden dirigirse de nuevo directamente a las esferas morontiales. (LU 52:5.5)
14. Haz del hombre mortal un hijo de Dios.
En verdad, por nuestra fe, ahora somos hijos e hijas de Dios nuestro Padre.
«Mirad la clase de amor que el Padre nos ha otorgado para que seamos llamados hijos de Dios». (LU 40:6.2)
15. Aumentar el plano de perfección de los ascendentes mortales.
¿Cómo podemos resistir tal mandato, sabiendo que él es nuestro Padre, nuestro Creador y que ES Amor Infinito?
…Del Padre Universal que habita la eternidad ha salido el mandato supremo: «Sed perfectos como yo soy perfecto». Con amor y misericordia, los mensajeros del Paraíso han llevado esta exhortación divina a través de los tiempos y de los universos, incluso hasta las criaturas de origen animal tan humildes como las razas humanas de Urantia. (LU 1:0.3)
…En el mismo instante en que el Hijo Eterno aceptó el plan de su Padre consistente en que las criaturas de los universos alcanzaran la perfección, en el momento en que el proyecto de ascensión se convirtió en un plan del Padre y del Hijo, en ese instante el Espíritu Infinito se convirtió en el administrador conjunto del Padre y del Hijo para llevar a cabo su propósito eterno y unido. (LU 8:3.5)
16. Las tres partes del plan de perfección:
El plan divino para alcanzar la perfección abarca tres aventuras universales, tres empresas únicas, pero maravillosamente relacionadas.
A— El plan de realización progresiva.
…Esta disposición para elevar a las criaturas del tiempo implica que el Padre concede los Ajustadores del Pensamiento y dota a las criaturas materiales de las prerrogativas de la personalidad. (LU 7:4.4)
B- El plan de otorgamiento
…Es la propuesta del Hijo Eterno, y consiste en su donación de los Hijos de Dios a las creaciones evolutivas para personalizar y convertir allí en un hecho, para encarnar y hacer real, el amor del Padre y la misericordia del Hijo a las criaturas de todos los universos. (LU 7:4.5)
C- El plan del ministerio de misericordia.
…el Espíritu Infinito, solo y de sí mismo, proyectó y puso en marcha la enorme empresa universal del ministerio de misericordia. Este servicio es esencial para el funcionamiento práctico y eficaz tanto de la empresa de consecución como de la empresa de donación,… (LU 7:4.6)
17. La supervivencia de los mortales y la ascensión al Paraíso.
¡Esto es lo que nuestro Padre ha planeado para nosotros!
A- El viaje al Paraíso
Los mortales evolutivos nacen en los planetas del espacio, pasan por los mundos morontiales, ascienden a los universos espirituales, atraviesan las esferas de Havona, encuentran a Dios, alcanzan el Paraíso y son enrolados en el Cuerpo primario de la Finalidad, para esperar allí la siguiente misión de servicio universal. Hay otros seis cuerpos de la finalidad que se están reuniendo, pero Grandfanda, el primer ascendente mortal, preside como jefe paradisiaco todas las órdenes de finalitarios. Cuando vemos este espectáculo sublime, todos exclamamos: !Qué glorioso destino para los hijos temporales de origen animal, los hijos materiales del espacio! (LU 31:10.20)
B— Encontrar a Dios.
Alcanzar al Padre Universal es el pasaporte para la eternidad, … (LU 26:9.2)
La prueba del tiempo casi ha terminado; la carrera hacia la eternidad casi ha concluido. Los días de incertidumbre están finalizando; la tentación de la duda se desvanece; el mandato de ser perfecto ha sido obedecido. Desde el fondo mismo de la existencia inteligente, la criatura del tiempo y con una personalidad material ha ascendido las esferas evolutivas del espacio, mostrando así la viabilidad del plan de ascensión y demostrando para siempre la justicia y la rectitud del mandato del Padre Universal a sus humildes criaturas de los mundos: «Sed perfectos como yo soy perfecto». (LU 26:9.3)
18. El destino de los mortales es el Cuerpo Paradisiaco de finalidad.
Esto es lo que nos espera cuando hayamos llegado al Paraíso, hayamos conocido a nuestro Padre y luego hayamos sido inscritos en el Cuerpo Paradisiaco de Finalidad. Hasta el final de la segunda era del universo, serviremos en los siete superuniversos.
El destino actualmente conocido de los mortales sobrevivientes es el Cuerpo Paradisiaco de la Finalidad; … Los finalitarios del Paraíso trabajan actualmente en numerosas tareas en todo el gran universo, … (LU 112:7.15)
19. El destino final de los finalitarios.
¡Es una gran responsabilidad la que nos espera cuando estemos preparados!
¡Qué aventura! ¡Qué gesta! Una creación gigantesca que será administrada por los hijos del Supremo, esos Ajustadores personalizados y humanizados, esos mortales eternizados y unidos a sus Ajustadores, esas combinaciones misteriosas y esas asociaciones eternas entre la manifestación más elevada que se conoce de la esencia de la Fuente-Centro Primera, y la forma más humilde de vida inteligente capaz de comprender y de alcanzar al Padre Universal. Pensamos que estos seres amalgamados, estas asociaciones entre el Creador y la criatura, se convertirán en unos gobernantes magníficos, unos administradores incomparables y unos directores comprensivos y compasivos para todas y cada una de las formas de vida inteligente que puedan llegar a existir en todos esos futuros universos del primer nivel del espacio exterior. (LU 112:7.18)
20. Sobre la declaración de Jesús en la cruz. «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.»
Jesús había adquirido una identidad espiritual, construida durante su vida en la carne. Algunos filósofos creen que es esta identidad espiritual la que debía ser entregada a la custodia del Padre del Paraíso. De hecho, no saben si esta realidad espiritual ha vuelto o no a ser parte de la personalidad resucitada, pero se inclinan por lo afirmativo.
…Pero en el universo están aquellos que sostienen que esta identidad de alma de Jesús descansa ahora en el «seno del Padre», y que posteriormente será liberada para dirigir el Cuerpo de la Finalidad de Nebadon hacia su destino no revelado relacionado con los universos increados de los reinos inorganizados del espacio exterior. (LU 188:3.8)
1- La meta eterna.
El plan del Padre es un propósito eterno de oportunidades ilimitadas, progreso ilimitado y vida sin fin. ¡Y los infinitos tesoros de esta carrera incomparable recompensarán nuestros esfuerzos sostenidos!
¡La meta de la eternidad está hacia adelante! ¡La aventura para alcanzar la divinidad se extiende delante de vosotros! ¡La carrera hacia la perfección está en marcha! Quienquiera que lo desee puede participar, y una victoria segura coronará los esfuerzos de todo ser humano que corra la carrera de la fe y de la confianza, dependiendo a cada paso del camino de las directrices del Ajustador interior y de la guía de ese buen espíritu del Hijo del Universo que ha sido derramado tan generosamente sobre toda carne. (LU 32:5.8)
2- El plan divino: «Sed perfectos»
Todos los innumerables sistemas planetarios fueron creados para ser habitados en última instancia por criaturas inteligentes, seres que pueden conocer a Dios, recibir afecto divino y amar a Dios a cambio.
Todos los mundos iluminados reconocen y adoran al Padre Universal, el autor eterno y el sostén infinito de toda la creación. Las criaturas volitivas de un universo tras otro han emprendido el larguísimo viaje hacia el Paraíso, la lucha fascinante de la aventura eterna para alcanzar a Dios Padre. La meta trascendente de los hijos del tiempo es encontrar al Dios eterno, comprender la naturaleza divina, reconocer al Padre Universal. Las criaturas que conocen a Dios sólo tienen una ambición suprema, un solo deseo ardiente, y es volverse, tal como ellas son en sus esferas, semejantes a como él es en su perfección paradisiaca de personalidad y en su esfera universal de justa supremacía. Del Padre Universal que habita la eternidad ha salido el mandato supremo: «Sed perfectos como yo soy perfecto». Con amor y misericordia, los mensajeros del Paraíso han llevado esta exhortación divina a través de los tiempos y de los universos, incluso hasta las criaturas de origen animal tan humildes como las razas humanas de Urantia. (LU 1:0.3)
3- Estado del universo en relación al plan de perfección.
Aunque el universo central de Havona puede servir como modelo de creación para todos los demás universos, y como aprendizaje final para los peregrinos del tiempo en su camino al Paraíso, este universo fue creado para el placer y la satisfacción de los Creadores perfectos e infinitos.
El plan asombroso para perfeccionar a los mortales evolutivos y, después de que han alcanzado el Paraíso y el Cuerpo de la Finalidad, para proporcionarles una formación adicional con vistas a un trabajo futuro no revelado, parece ser actualmente uno de los intereses principales de los siete superuniversos y de sus numerosas subdivisiones; pero este programa de ascensión para espiritualizar y educar a los mortales del tiempo y del espacio no es de ninguna manera la ocupación exclusiva de las inteligencias del universo. Existen en verdad otras muchas tareas fascinantes que ocupan el tiempo y reclutan las energías de las huestes celestiales. (LU 4:0.3)
4- Significado del precepto de perfección.
¡En colaboración con nuestro Ajustador, gradualmente nos deificamos y así respondemos a su mandato de ser cada vez más perfectos!
Este magnífico mandato universal de esforzarse por alcanzar la perfección de la divinidad es el primer deber, y debería ser la más alta ambición, de todas las criaturas que luchan en la creación del Dios de perfección. Esta posibilidad de alcanzar la perfección divina es el destino cierto y final de todo el eterno progreso espiritual del hombre. (LU 1:0.4)
Los mortales de Urantia difícilmente pueden esperar ser perfectos en el sentido infinito, pero a los seres humanos les es enteramente posible, poniéndose en camino como lo hacen en este planeta, alcanzar la meta celestial y divina que el Dios infinito ha fijado para el hombre mortal; y cuando alcancen este destino serán tan completos en su esfera de perfección divina, en todo aquello que se refiere a la autorrealización y a la consecución mental, como Dios mismo lo es en su esfera de infinidad y de eternidad. Una perfección así puede no ser universal en el sentido material, ni ilimitada en comprensión intelectual, ni final en experiencia espiritual, pero es final y completa en todos los aspectos finitos relacionados con la divinidad de la voluntad, la perfección de la motivación de la personalidad, y la conciencia de Dios. (LU 1:0.5)
Éste es el verdadero significado del mandato divino: «Sed perfectos como yo soy perfecto», que impulsa constantemente al hombre mortal hacia adelante y lo atrae hacia el interior en esa larga y fascinante lucha por alcanzar unos niveles de valores espirituales y unos verdaderos significados universales cada vez más elevados. Esta búsqueda sublime del Dios de los universos es la aventura suprema de los habitantes de todos los mundos del tiempo y del espacio. (LU 1:0.6)
5- No hay «atajos» en el plan de desarrollo.
Ya sea recordando el pecado de Lucifer y Caligastia o el error de Adán y Eva, ¡no hay camino más corto y rápido que el camino perfecto trazado por el Padre!
En toda vuestra ascensión hacia el Paraíso, nunca ganaréis nada intentando sortear impacientemente el plan divino establecido por medio de atajos, invenciones personales u otras estratagemas para mejorar el camino de la perfección, hacia la perfección y para la perfección eterna. (LU 75:8.5)
6- El Espíritu infinito es el administrador del plan de perfección.
Aunque fue un Hijo Creador del Hijo Eterno y un Espíritu Creativo del Espíritu Infinito quien nos creó a nosotros y a nuestro universo; y, mientras el Padre mantiene fielmente lo que han organizado, corresponde a este Hijo del Universo y a este Espíritu del Universo mantener y apoyar su trabajo así como llevar su ministerio a las criaturas que ‘ellos mismos moldearon’.
El Espíritu Infinito es el agente eficaz del Padre amoroso y del Hijo misericordioso que ejecuta su proyecto conjunto de atraer hacia ellos a todas las almas que aman la verdad en todos los mundos del tiempo y del espacio. En el mismo instante en que el Hijo Eterno aceptó el plan de su Padre consistente en que las criaturas de los universos alcanzaran la perfección, en el momento en que el proyecto de ascensión se convirtió en un plan del Padre y del Hijo, en ese instante el Espíritu Infinito se convirtió en el administrador conjunto del Padre y del Hijo para llevar a cabo su propósito eterno y unido. Al hacer esto, el Espíritu Infinito prometió al Padre y al Hijo todos los recursos de su presencia divina y de sus personalidades espirituales; lo ha dedicado todo al prodigioso plan de elevar a las criaturas volitivas sobrevivientes a las alturas divinas de la perfección paradisiaca. (LU 8:3.5)
7- Esta perfección se convierte en posesión de la personalidad.
Con la excepción de las personalidades de la Deidad, no todas las personalidades del superuniverso son inicialmente completamente estables y absolutamente dignas de confianza. Cuando el origen de las criaturas se desvía lo suficiente de las Fuentes originales y divinas, ya sean los Hijos de Dios o las criaturas tutelares que pertenecen al Espíritu Infinito, existe una mayor posibilidad de falta de armonía, confusión y, a veces, rebelión: de pecado.
A excepción de los seres perfectos que tienen su origen en la Deidad, todas las criaturas volitivas de los superuniversos son de naturaleza evolutiva; empiezan en un estado humilde y se elevan siempre hacia arriba, en realidad hacia el interior. Incluso las personalidades sumamente espirituales continúan ascendiendo la escala de la vida mediante traslados progresivos de vida en vida y de esfera en esfera. Y en el caso de aquellos que reciben Monitores de Misterio, las alturas posibles de su ascensión espiritual y de sus logros universales no tienen en verdad ningún límite. (LU 32:3.8)
Cuando las criaturas del tiempo alcanzan finalmente la perfección, ésta es enteramente una adquisición, una auténtica posesión de la personalidad. Aunque los elementos de la gracia estén abundantemente mezclados, los logros de las criaturas son sin embargo el resultado de sus esfuerzos individuales y de sus vivencias reales, de la reacción de su personalidad al entorno existente. (LU 32:3.9)
8- El hombre progresa de abajo hacia arriba.
Cuando nuestra perfección como criaturas del tiempo se realiza definitivamente, es enteramente una adquisición, una posesión de nuestra personalidad de buena fe. Aunque los elementos de la gracia están en gran medida involucrados, los logros del hombre siguen siendo el resultado de sus esfuerzos individuales y de su vida actual, de la reacción de su personalidad al entorno existente.
A los ojos del universo, el hecho de tener un origen evolutivo animal no supone un estigma para ninguna personalidad, puesto que éste es el método exclusivo de engendrar uno de los dos tipos fundamentales de criaturas volitivas inteligentes finitas. Cuando las alturas de la perfección y de la eternidad se han alcanzado, tanto más honor para aquellos que empezaron desde abajo y ascendieron alegremente la escala de la vida, peldaño tras peldaño y que, cuando lleguen a las alturas de la gloria, habrán adquirido una experiencia personal que abarcará un conocimiento real de cada fase de la vida desde abajo hasta arriba. (LU 32:3.10)
9- Tenemos suerte de empezar desde abajo de la escalera.
Aunque comenzamos en el nivel más bajo de la escala de la conciencia espiritual, ¡tenemos una ventaja increíble para alcanzar alturas que no podemos imaginar aquí abajo!
La sabiduría de los Creadores se manifiesta en todo esto. Al Padre Universal le resultaría igual de fácil hacer que todos los mortales fueran seres perfectos, comunicarles la perfección mediante su palabra divina. Pero esto los privaría de la maravillosa experiencia de la aventura y de la formación asociadas a la larga ascensión gradual hacia el interior, una experiencia que sólo pueden poseer aquellos que son tan afortunados como para empezar en el punto más bajo de la existencia viviente. (LU 32:3.11)
1- El Padre y el Hijo están unidos en la realización del «plan de progreso».
Desde toda la eternidad, el Padre y el Hijo están unidos en el plan divino del progreso universal de la creación.
El Hijo Eterno está unido perpetuamente al Padre para llevar a cabo con éxito el plan divino de progreso: el plan universal para la creación, la evolución, la ascensión y la perfección de las criaturas volitivas. Y en fidelidad divina, el Hijo es eternamente igual al Padre. (LU 7:4.1)
El Padre y su Hijo actúan como uno solo para formular y llevar a cabo este gigantesco plan de consecución destinado a hacer avanzar a los seres materiales del tiempo hasta la perfección de la eternidad. Este proyecto para elevar espiritualmente a las almas ascendentes del espacio es una creación conjunta del Padre y del Hijo, y, con la cooperación del Espíritu Infinito, se ocupan de ejecutar en asociación su propósito divino. (LU 7:4.2)
2- Las tres partes del plan de perfección divina.
Este plan de perfección divina se divide en tres partes.
Este plan divino para alcanzar la perfección abarca tres empresas únicas, aunque maravillosamente correlacionadas, de aventuras universales:
El plan de consecución progresiva. Es el plan del Padre Universal para la ascensión por evolución, un programa aceptado sin reservas por el Hijo Eterno cuando estuvo de acuerdo con la propuesta del Padre: «Hagamos a las criaturas mortales a nuestra propia imagen». Esta disposición para elevar a las criaturas del tiempo implica que el Padre concede los Ajustadores del Pensamiento y dota a las criaturas materiales de las prerrogativas de la personalidad.
El plan de donación. El plan universal siguiente es la gran empresa del Hijo Eterno y de sus Hijos coordinados destinada a revelar al Padre. Es la propuesta del Hijo Eterno, y consiste en su donación de los Hijos de Dios a las creaciones evolutivas para personalizar y convertir allí en un hecho, para encarnar y hacer real, el amor del Padre y la misericordia del Hijo a las criaturas de todos los universos. Inherente al plan de donación, y como característica provisional de este ministerio de amor, los Hijos Paradisiacos actúan como rehabilitadores de aquello que la voluntad desviada de las criaturas ha puesto en peligro espiritual. En cualquier momento y lugar en que se produce un retraso en el funcionamiento del plan de consecución, si por azar una rebelión estropea o complica esta empresa, entonces las disposiciones de emergencia del plan de donación entran inmediatamente en acción. Los Hijos Paradisiacos permanecen comprometidos y dispuestos a actuar como recuperadores, a entrar en el terreno mismo de la rebelión y restablecer allí el estado espiritual de las esferas. Un Hijo Creador coordinado efectuó este tipo de servicio heroico en Urantia en conexión con su carrera experiencial de donación para adquirir la soberanía.
El plan del ministerio de misericordia. Cuando el plan de consecución y el plan de donación fueron formulados y proclamados, el Espíritu Infinito, solo y de sí mismo, proyectó y puso en marcha la enorme empresa universal del ministerio de misericordia. Este servicio es esencial para el funcionamiento práctico y eficaz tanto de la empresa de consecución como de la empresa de donación, y todas las personalidades espirituales de la Fuente-Centro Tercera comparten el espíritu del ministerio de misericordia que tanto forma parte de la naturaleza de la Tercera Persona de la Deidad. El Espíritu Infinito actúa verdadera y literalmente como ejecutivo conjunto del Padre y del Hijo no sólo en la creación, sino también en la administración. LU 7:4.3-6
3- El Hijo eterno es el depositario del plan de perfección
ción. En la siguiente cita podemos ver que el Padre, el Hijo y el Espíritu trabajan juntos, desde toda la eternidad, para su obra de creación.
El Hijo Eterno es el depositario personal, el custodio divino, del plan universal del Padre para la ascensión de las criaturas. Después de haber promulgado el mandato universal «Sed perfectos como yo soy perfecto», el Padre confió la ejecución de esta empresa extraordinaria al Hijo Eterno; y el Hijo Eterno comparte la promoción de esta empresa celestial con su coordinado divino, el Espíritu Infinito. Las Deidades cooperan así eficazmente en el trabajo de creación, control, evolución, revelación y ministerio —y, si es necesario, en el de restablecimiento y rehabilitación. (LU 7:4.7)
4- La supervivencia, una de las principales actividades del universo.
¡Mucho más que las tres deidades celestiales, los espíritus superiores, las huestes angelicales e incluso los seres intermedios trabajan en el plan de la creación!
Toda la organización de los espíritus superiores, las huestes angélicas y los compañeros intermedios se dedica con entusiasmo a fomentar el plan del Paraíso para la ascensión progresiva y la conquista de la perfección de los mortales evolutivos, una de las ocupaciones supremas del universo —el grandioso plan de la supervivencia consistente en hacer bajar a Dios hasta los hombres y luego, mediante una especie de asociación sublime, hacer subir a los hombres hasta Dios y hacia una eternidad de servicio y la consecución de la divinidad— tanto para los mortales como para los intermedios. (LU 77:9.12)
5- Condiciones de supervivencia de las personas fallecidas.
No importa a qué serie pertenezca un mortal, es seguro que sobrevivirá si participa activamente con su Ajustador en su propia divinización.
En cuanto a las posibilidades de supervivencia de los mortales, que quede claro para siempre: todas las almas pertenecientes a cada fase posible de la existencia mortal sobrevivirán a condición de que manifiesten la buena voluntad de cooperar con su Ajustador interior y muestren el deseo de encontrar a Dios y de alcanzar la perfección divina, aunque estos deseos sólo sean los primeros débiles parpadeos de la comprensión primitiva de esa «verdadera luz que ilumina a todo hombre que entra en el mundo». (LU 40:5.19)
6- Plan de ascensión triunfante.
Todo mortal que colabore sinceramente con su Ajustador experimentará la conciencia sublime de conocer a Dios y la seguridad celestial de sobrevivir para encontrar a Dios a través de la experiencia progresiva de volverse cada vez más como Él.
El hombre está habitado espiritualmente por un Ajustador del Pensamiento que sobrevive. Si esa mente humana está sincera y espiritualmente motivada, si ese alma humana desea conocer a Dios y volverse semejante a él, si quiere hacer honradamente la voluntad del Padre, no existe ninguna influencia negativa de privaciones mortales ni ningún auténtico poder de interferencia posible que pueda impedir a ese alma divinamente motivada ascender con toda seguridad hasta las puertas del Paraíso. (LU 5:1.7)
El Padre desea que todas sus criaturas estén en comunión personal con él. Tiene un lugar en el Paraíso para recibir a todos aquellos cuyo estado de supervivencia y cuya naturaleza espiritual hagan posible esta consecución. Por lo tanto, inscribid en vuestra filosofía, ahora y para siempre, que: para cada uno de vosotros y para todos nosotros, Dios es accesible, el Padre es alcanzable, el camino está abierto; las fuerzas del amor divino y los medios de la administración divina están todos entrelazados en un esfuerzo por facilitar el progreso de todas las inteligencias dignas de todos los universos hasta la presencia del Padre Universal en el Paraíso. (LU 5:1.8)
1- Objetivo del plan de supervivencia.
El plan morontial de progresión mortal, y el plan espiritual posterior, tienen un propósito divino bien definido. Es el plan de los Creadores brindar a las criaturas del tiempo oportunidades progresivas para dominar los detalles del funcionamiento y administración del gran universo.
El plan de supervivencia de los mortales tiene un objetivo práctico y útil; no sois los destinatarios de toda esta labor divina y de todo este esmerado entrenamiento sólo para que podáis sobrevivir y disfrutar de una felicidad sin fin y de un descanso eterno. Existe una meta de servicio trascendente oculta más allá del horizonte de la presente era del universo. Si los Dioses simplemente hubieran planeado llevaros a una larga excursión de alegría eterna, ciertamente no habrían transformado en tan gran medida todo el universo en una inmensa y compleja escuela de educación práctica, no habrían requisado una parte considerable de la creación celestial como maestros e instructores, y luego pasar eras y eras guiándoos, uno a uno, a través de esta gigantesca escuela universal de educación experiencial. Fomentar el programa de la progresión de los mortales parece ser una de las ocupaciones principales del actual universo organizado, y la mayoría de las innumerables órdenes de inteligencias creadas están ocupadas, directa o indirectamente, en hacer avanzar alguna fase de este plan progresivo de perfección. (LU 48:8.3)
2- El camino de la ascensión mortal.
Para compensar la naturaleza finita del estatus de las criaturas y sus limitaciones conceptuales, el Padre Universal estableció para las criaturas evolutivas un enfoque séptuple de la Deidad, a saber, Dios Séptuplo.
Esta personalización séptuple de la Deidad en el tiempo y el espacio, y para los siete superuniversos, permite al hombre mortal alcanzar la presencia de Dios, que es espíritu. Para las criaturas finitas del espacio-tiempo, esta Deidad séptuple, cuyo poder y personalidad estarán integrados algún día en el Ser Supremo, es la Deidad funcional de las criaturas mortales evolutivas que emprenden la carrera de ascensión al Paraíso. Esta carrera de descubrimiento experiencial para comprender a Dios empieza por el reconocimiento de la divinidad del Hijo Creador del universo local, se eleva hasta los Ancianos de los Días del superuniverso, y mediante la persona de uno de los Siete Espíritus Maestros, logra descubrir y reconocer la personalidad divina del Padre Universal en el Paraíso. (LU 0:8.9)
3- La experiencia mortal de supervivencia.
Aquí, expuesto en detalle, se encuentra todo el plan divino para la supervivencia de los mortales.
«Aunque los supervivientes mortales del tiempo y del espacio se denominan peregrinos ascendentes cuando están acreditados para la ascensión progresiva hacia el Paraíso, estas criaturas evolutivas ocupan un lugar tan importante en estas narraciones que deseamos presentar aquí una sinopsis de las siete etapas siguientes de la carrera universal ascendente:
Los Mortales Planetarios.
Los Supervivientes Dormidos.
Los Estudiantes de los Mundos de las Mansiones.
Los Progresores Morontiales.
Los Pupilos Superuniversales.
Los Peregrinos en Havona.
Los que llegan al Paraíso.
La siguiente narración presenta la carrera universal de un mortal habitado por un Ajustador. Los mortales fusionados con el Hijo o con el Espíritu comparten ciertas partes de esta carrera, pero hemos elegido contar esta historia tal como está relacionada con los mortales fusionados con el Ajustador, porque éste es el destino que pueden esperar todas las razas humanas de Urantia.
Los Mortales Planetarios. Todos los mortales son seres evolutivos de origen animal con un potencial ascendente. En su origen, su naturaleza y su destino, estos diversos grupos y tipos de seres humanos no son enteramente diferentes a los pueblos de Urantia. Las razas humanas de cada mundo reciben el mismo ministerio de los Hijos de Dios y disfrutan de la presencia de los espíritus ministrantes del tiempo. Después de la muerte natural, todos los tipos de ascendentes fraternizan como una sola familia morontial en los mundos de las mansiones.
Los Supervivientes Dormidos. Todos los mortales que tienen el estado de supervivencia y que están bajo la custodia de los guardianes personales del destino pasan por las puertas de la muerte natural y se personalizan en los mundos de las mansiones al tercer período. Aquellos seres acreditados que han sido incapaces de alcanzar, por alguna razón, este nivel de dominio de la inteligencia y de dotación de espiritualidad que les daría derecho a tener unos guardianes personales, no pueden ir así directa e inmediatamente a los mundos de las mansiones. Estas almas supervivientes deben permanecer en un sueño inconsciente hasta el día del juicio de una nueva época, de una nueva dispensación, de la llegada de un Hijo de Dios que realizará el llamamiento nominal de la era y juzgará el reino, y ésta es la práctica general que se sigue en todo Nebadon. Se ha dicho de Cristo Miguel que, cuando ascendió a las alturas al final de su trabajo en la Tierra: «Conducía a una gran multitud de cautivos». Estos cautivos eran los supervivientes dormidos desde los tiempos de Adán hasta el día de la resurrección del Maestro en Urantia.
El paso del tiempo no tiene ninguna importancia para los mortales dormidos; están totalmente inconscientes y ajenos a la duración de su descanso. En el momento de reensamblarse su personalidad al final de una era, aquellos que han dormido cinco mil años no reaccionan de manera diferente a los que han descansado cinco días. Aparte de este retraso en el tiempo, estos supervivientes pasan por el régimen de la ascensión exactamente igual que aquellos que evitan el sueño más corto o más largo de la muerte.
Estas clases dispensacionales de peregrinos de los mundos se utilizan para las actividades morontiales de grupo en el trabajo de los universos locales. La movilización de estos enormes grupos tiene una gran ventaja; así se les mantiene unidos durante largos períodos de servicio efectivo.
- Los Estudiantes de los Mundos de las Mansiones. Todos los mortales supervivientes que se vuelven a despertar en los mundos de las mansiones pertenecen a esta clase.
El cuerpo físico de carne mortal no forma parte del reensamblaje del superviviente dormido; el cuerpo físico ha regresado al polvo. El serafín asignado patrocina el nuevo cuerpo, la forma morontial, como nuevo vehículo de vida para el alma inmortal y para ser habitado por el Ajustador que ha regresado. El Ajustador es el custodio de la transcripción espiritual de la mente del superviviente dormido. El serafín asignado es el guardián de la identidad sobreviviente —del alma inmortal— hasta el nivel que haya evolucionado. Y cuando los dos, el Ajustador y el serafín, reúnen los elementos de la personalidad confiados a su cargo, el nuevo individuo completa la resurrección de la antigua personalidad, la supervivencia de la identidad evolutiva morontial del alma. Esta reasociación de un alma y de un Ajustador se denomina de manera muy apropiada resurrección, un reensamblaje de los factores de la personalidad; pero incluso esto no explica plenamente la reaparición de la personalidad sobreviviente. Aunque es probable que nunca comprenderéis el hecho de esta operación inexplicable, alguna vez conoceréis por experiencia la verdad de esto si no rechazáis el plan de la supervivencia humana.
El plan de detener inicialmente a los mortales en los siete mundos de formación progresiva es casi universal en Orvonton. En cada sistema local de unos mil planetas habitados hay siete mundos de las mansiones, generalmente satélites o subsatélites de la capital del sistema. Son los mundos donde se recibe a la mayoría de los mortales ascendentes.
A veces todos los mundos educativos donde residen los mortales se llaman «mansiones» del universo, y es a estas esferas a las que Jesús aludió cuando dijo: «En la casa de mi Padre hay muchas moradas». A partir de aquí, dentro de un grupo dado de esferas como los mundos de las mansiones, los ascendentes progresarán individualmente de una esfera a otra y de una fase de vida a otra, pero siempre avanzarán en formación de clase de una etapa de estudio universal a otra.
- Los Progresores Morontiales. Desde los mundos de las mansiones hacia arriba, a través de las esferas del sistema, la constelación y el universo, los mortales son clasificados como progresores morontiales; atraviesan las esferas de transición de la ascensión mortal. A medida que los mortales ascendentes progresan desde los mundos morontiales inferiores hasta los más superiores, sirven en innumerables tareas en asociación con sus educadores y en compañía de sus hermanos mayores más avanzados.
La progresión morontial está relacionada con el avance continuo del intelecto, del espíritu y de la forma de la personalidad. Los supervivientes siguen siendo seres de naturaleza triple. Durante toda la experiencia morontial son los pupilos del universo local. El régimen del superuniverso no se aplica hasta que no empieza la carrera espiritual.
Los mortales adquieren una verdadera identidad espiritual justo antes de dejar la sede del universo local para trasladarse a los mundos receptores de los sectores menores del superuniverso. El paso de la etapa morontial final al estado espiritual inicial, o más bajo, no es más que una pequeña transición. La mente, la personalidad y el carácter permanecen invariables con este avance; sólo la forma sufre una modificación. Pero la forma espiritual es tan real como el cuerpo morontial, y es igual de perceptible.
Antes de partir de sus universos locales nativos hacia los mundos receptores del superuniverso, los mortales del tiempo reciben la confirmación espiritual del Hijo Creador y del Espíritu Madre del universo local. A partir de este punto, el estado del mortal ascendente queda establecido para siempre. Nunca se ha sabido que los pupilos del superuniverso se hayan descarriado. La categoría angélica de los serafines ascendentes también se eleva en el momento en que salen de los universos locales.
- Los Pupilos del Superuniverso. Todos los ascendentes que llegan a los mundos educativos de los superuniversos se convierten en los pupilos de los Ancianos de los Días; han atravesado la vida morontial del universo local y ahora son espíritus acreditados. Como jóvenes espíritus, empiezan la ascensión del sistema superuniversal de formación y de cultura que se extiende desde las esferas receptoras de su sector menor, pasando hacia el interior a través de los mundos de estudio de los diez sectores mayores, y continuando hasta las esferas culturales superiores de la sede del superuniverso.
Hay tres órdenes de espíritus estudiantes según residan en el sector menor, en los sectores mayores o en los mundos sede de progresión espiritual del superuniverso. Al igual que los ascendentes morontiales estudiaban y trabajaban en los mundos del universo local, los ascendentes espirituales continúan dominando nuevos mundos mientras practican el transmitir a otros aquello que han bebido en las fuentes experienciales de la sabiduría. Pero ir a la escuela como un ser espiritual en la carrera superuniversal es muy diferente a cualquier cosa que haya penetrado nunca en los reinos imaginativos de la mente material del hombre.
Antes de partir del superuniverso para dirigirse a Havona, estos espíritus ascendentes reciben, en materia de administración superuniversal, el mismo curso minucioso que habían recibido sobre la supervisión del universo local durante su experiencia morontial. Antes de que los mortales espirituales lleguen a Havona, su estudio principal consiste en el dominio de la administración del universo local y del superuniverso, pero ésta no es su ocupación exclusiva. La razón de toda esta experiencia no es en la actualidad plenamente evidente, pero no hay duda de que este entrenamiento es sabio y necesario considerando su posible destino futuro como miembros del Cuerpo de la Finalidad.
El régimen superuniversal no es el mismo para todos los mortales ascendentes. Reciben la misma educación general, pero hay grupos y clases especiales que realizan cursos especiales de instrucción y pasan por cursos específicos de formación.
- Los Peregrinos en Havona. Cuando el desarrollo espiritual es completo, aunque no sea total, el mortal sobreviviente se prepara para el largo vuelo hacia Havona, el puerto de los espíritus evolutivos. En la Tierra erais criaturas de carne y hueso; en todo el universo local erais seres morontiales; a lo largo del superuniverso erais espíritus en evolución; con vuestra llegada a los mundos receptores de Havona, vuestra educación espiritual empieza en serio y de verdad; vuestra aparición final en el Paraíso será como espíritus perfeccionados.
El viaje desde la sede del superuniverso hasta las esferas receptoras de Havona siempre se hace en solitario. Desde ahora en adelante ya no se recibirá más enseñanza en clases o en grupos. Ya habéis pasado por la formación técnica y administrativa de los mundos evolutivos del tiempo y del espacio. Ahora empieza vuestra educación personal, vuestra formación individual espiritual. Desde el principio hasta el fin, a lo largo de todo Havona, la enseñanza es personal y de naturaleza triple: intelectual, espiritual y experiencial.
El primer acto de vuestra carrera en Havona será reconocer y agradecer a vuestro seconafín transportador el viaje largo y seguro. Luego seréis presentados a aquellos seres que patrocinarán vuestras primeras actividades en Havona. A continuación iréis a registrar vuestra llegada y prepararéis vuestro mensaje de acción de gracias y de adoración que será enviado al Hijo Creador de vuestro universo local, el Padre del universo que ha hecho posible vuestra carrera de filiación. Esto concluye las formalidades de la llegada a Havona; después de esto se os concede un largo período de ocio para observar libremente, y esto os proporciona la oportunidad de ir a visitar a vuestros amigos, compañeros y asociados de la larga experiencia de la ascensión. Podéis consultar también las transmisiones para averiguar quiénes son los compañeros peregrinos vuestros que han partido hacia Havona desde el momento en que dejasteis Uversa.
El hecho de vuestra llegada a los mundos receptores de Havona se transmitirá debidamente a la sede de vuestro universo local y se comunicará personalmente a vuestro guardián seráfico, dondequiera que se encuentre ese serafín.
Los mortales ascendentes han sido preparados a fondo en los asuntos de los mundos evolutivos del espacio; ahora empiezan su largo y beneficioso contacto con las esferas creadas de la perfección. !Qué preparación se proporciona para algún trabajo futuro por medio de esta experiencia combinada, única y extraordinaria! Pero no puedo hablaros de Havona; tenéis que ver esos mundos para apreciar su gloria o comprender su grandiosidad.
- Los que llegan al Paraíso. Cuando llegáis al Paraíso con estado residencial, empezáis el curso progresivo en divinidad y absonidad. Vuestra residencia en el Paraíso significa que habéis encontrado a Dios y que seréis enrolados en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad. De todas las criaturas del gran universo, sólo aquellos que están fusionados con el Padre son enrolados en el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad. Sólo estos individuos prestan el juramento finalitario. Otros seres que tienen o que han alcanzado la perfección paradisiaca pueden estar temporalmente vinculados a este cuerpo de la finalidad, pero no están destinados eternamente a la misión desconocida y no revelada de esta multitud creciente de veteranos evolutivos y perfeccionados del tiempo y del espacio.
A los que llegan al Paraíso les conceden un período de libertad, después del cual empiezan sus asociaciones con los siete grupos de supernafines primarios. Cuando han terminado su curso con los conductores de la adoración se les denomina graduados paradisiacos, y luego, como finalitarios, son destinados a servicios de observación y de cooperación hasta los confines de la extensa creación. Hasta ahora no parece haber una ocupación específica o establecida para el Cuerpo de los Finalitarios Mortales, aunque sirven en numerosos empleos en los mundos establecidos en la luz y la vida.
Si no existiera un destino futuro o no revelado para el Cuerpo de los Mortales de la Finalidad, la tarea actual de estos seres ascendentes ya sería totalmente adecuada y gloriosa. Su destino actual justifica plenamente el plan universal de la ascensión evolutiva. Pero las épocas futuras de la evolución de las esferas del espacio exterior ampliarán indudablemente más, e iluminarán divinamente con más plenitud, la sabiduría y la bondad de los Dioses en la ejecución de su plan divino para la supervivencia humana y la ascensión de los mortales.» LU 30:4.1-33
¡Más en el próximo número de Réflectivité!
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