© 2005 Georges Michelson-Dupont
© 2005 Mercedes Delgado, de la traducción
© 2005 Asociación Urantia de España
TEMAS :
Los diferentes participantes
Abdoulaye Koitté: Todas las exposiciones están impregnadas del mismo valor y teñidas por la misma verdad. El trabajo educativo del Sr. Ndiaye ha conseguido realmente sus frutos. Rezo para que Dios le conceda una larga vida y le mantenga mucho tiempo con nosotros.
Los 31 años anteriores de búsqueda no equiparan a los pocos meses de luz que este grupo me ha proporcionado. Estas 2 exposiciones me hacen de nuevo apreciar el eje pedagógico que nos ha llevado a comprender lo que espera de nosotros el Ajustador que vive en nuestra mente y que trata de conducirnos hacia la perfección. En este grupo he descubierto la disciplina, es decir, el respeto de un progreso en la experiencia personal, a imagen de mis antecesores, para llegar al conocimiento de Dios. Mi deseo de parecerme a Dios se ha incrementado gracias a esta fraternidad.
Ndèye Khady Diagne: Mi carrera espiritual comenzó en este grupo. Ahora percibo la importancia de mi ser y la obligación de perfeccionarme para parecerme a Dios. Mi vida ha cambiado gracias al esfuerzo coordinado de mi Ajustador y de mi educador espiritual.
La fraternidad espiritual ha aportado una gran estabilidad a nuestra familia, donde prevalece la poligamia. Hemos podido evitar muchos conflictos tanto en nuestra familia como en el medio que nos rodea.
Compartir fraternalmente las exposiciones es muy enriquecedor, nosotros lo entendemos como una fecundación cruzada de nuestras almas.
Isseu Cissé Diagne: La preocupación primera que me llevó a este grupo no fue la búsqueda de Dios. Pero su acogida y el marco laico me indujeron a quedarme. Después, el contenido de la enseñanza me convenció más. Los resultados obtenidos más tarde aparecieron como respuestas a todas las preguntas que me hacía.
La cooperación con Dios no siempre es fácil a causa del peso de nuestra materialidad, pero mis educadores espirituales, Ndèye Fatou y Doudou, mi marido, constituyen un real apoyo. Mi matrimonio se ha perfeccionado por el esfuerzo de cooperación con mi cónyuge.
Khatab Ndiaye: Micael se emocionaba ante la riqueza del Ajustador que habita el pensamiento pobre de su huésped humano. La diferencia de naturaleza, añadida a los concepciones erróneas hacen más difícil el acceso del Ajustador a la mente. Sin embargo, el hombre siempre se enfrenta a 2 realidades: Dios y su propio ser. Dios se presenta a nosotros como un Padre y, en este grupo es donde nuestras almas han llegado a la certeza de nuestra filiación con Dios. La pedagogía aplicada nos permite llegar a una concepción satisfactoria de Dios, a vencer nuestro egoísmo y a vivir la fraternidad y la confraternidad.
En poco tiempo, nuestra personalidad ha sabido cambiar. Percibimos la igualdad entre todos los hombres, y todos los complejos raciales han desaparecido. También hemos entendido la posibilidad de integrar nuestro trabajo en una unidad universal. Percibimos ser una parte del Supremo. Los efectos de la fraternidad son inconmensurables, vengan de M. Ndiaye, nuestro educador espiritual, 0 de nuestros hermanos espirituales. El trabajo de este grupo acelera los procesos de esclarecimiento, los incita incluso. Dios previó un contacto con los diferentes estatus en la ascensión al Paraíso. La persona que descubre a Dios y la fraternidad espiritual en este grupo no puede ya nunca rechazar este descubrimiento. El esfuerzo fraternal de este grupo es humanamente incalculable, sólo se entiende en la espiritualidad.
Moustapha Ndiaye: El descubrimiento de estas enseñanzas constituye una bendición para nosotros, lo mismo que los problemas del mundo sobre los que Dios nos ha iluminado son para él ocasiones de manifestar su infinita misericordia. En nuestra progresión, Dios se esfuerza por coordinarnos con Él. Nos da la oportunidad de asociarnos con Él y con otros seres en las relaciones sociales, y ello dentro de la más ancha diversidad. La evolución de los planos de la existencia permite a Dios hacer avanzar el plan de progresión de toda su creación.
Hemos rezado mucho y hemos desarrollado ampliamente la sabiduría para relacionarnos de manera efectiva con otros hermanos. Por lo tanto, debemos estar preparados para cuando Dios haga realidad nuestras plegarias sobre estos encuentros. Nuestra responsabilidad es doble, por nuestra filiación con Dios el Padre y con Dios el Supremo.
Georges Dupont: Hace veinte años que viajamos a lo largo del mundo para reunirnos con los diferentes grupos de lectores del libro de Urantia. Confieso que estoy impresionado por la profunda pedagogía iniciada por M. Ndiaye. Bajo su guía, y con los educadores que él ha formado, podemos decir que África está salvada.
Yo tenía recelos sobre las enseñanzas del libro en el medio musulmán, pero han dejado de tener sentido por lo que he visto en este grupo. Moussa ha sabido adaptar con una sabiduría extraordinaria las enseñanzas del libro a la cultura musulmana.
Los seres intermedios que participaron en la redacción del libro nos hicieron tres recomendaciones:
Ahora podemos apreciar la sabiduría de estos seres intermedios, pues hasta el momento, es por medio de estos grupos de estudio como se ha difundido. Mi viaje a Senegal me regocija. Me siento muy honrado y agradecido por contar entre vuestros amigos y hermanos.
Marlène Dupont: Apoyo a Georges y os agradezco todos los esfuerzos realizados.
Moussa Ndiaye: «Llamad y se os abrirá», decía Jesús. Se nos exige esfuerzo en la búsqueda para encontrar a Dios, pero todo transcurre suavemente. Toda mi vida he llevado una doble búsqueda: primero he querido conocer a Dios y cuando le he encontrado, me he preocupado por el método más apropiado para instruir a los jóvenes senegaleses. He pedido mucho a Dios para que iluminara a las personas de mi país. Para volver el grano más agradable a los demás, siempre es necesario molerlo. Lo que ya habéis comprendido se reexpone siempre a vuestra conciencia para haceros más experimentados. Haced lo mismo con los demás. Nunca os desaniméis por no ser comprendidos en el momento. Antes bien agradeced a Dios por los obstáculos y procurad siempre vencerlos con Él. Esforzaos siempre por penetrar la conciencia de los hombres. Nunca tengáis prisa, Dios tiene toda la eternidad. Vuestros testimonios son la prueba de que Dios está en nosotros.
Me quedo tranquilo de no haber turbado la conciencia de nuestros invitados. Me lleváis a la convicción de que Senegal está espiritualmente salvado. Pero cuidado, mantened viva la llama para la formación de otros buscadores, la luz ni se guarda debajo de la cama, ni se introduce en los ojos. El acercamiento siempre ha de ser adaptado a la capacidad de receptividad de los individuos. Hay que conducirse con suavidad, método, discernimiento, penetración y paciencia, virtudes intelectuales, morales y espirituales propias de los educadores espirituales. En una palabra, se trata simplemente de amar.
El amor es la palabra mágica que salva al mundo y realiza la voluntad divina.
Desde que nuestros huéspedes supieron del grupo por mediación de Norman y Roger, hace 5 meses, expusieron su deseo de venir a conocernos a Dakar y nos sentimos honrados por esta prueba de amor fraternal. También nosotros nos preparamos para viajes a través del mundo.
Este trabajo ha sido realizado por Abdoul Karim DIALLO, con ocasión de la visita de nuestros huéspedes Franceses y Americanos. Está subdividido en cinco partes:
En la cadena de creación de seres dotados de voluntad, el hombre constituye el eslabón más débil. Creado en la periferia de la divinidad, al principio no tiene ninguna conciencia de Dios. Esta posición nos coloca en una situación que requiere una manifestación particular de Dios para que el espíritu pueda actuar en nosotros. Dios en efecto nos ha dotado de todo el equipo necesario para buscarle y encontrarle. Los Ayudantes, la mente y la personalidad son instrumentos para coordinarse mejor con la voluntad de Dios. Pero Dios ha ido más allá al habitar en la conciencia del hombre como Ajustador. Todas las religiones hablan de ello sin darle demasiada importancia. Sin embargo, esta presencia es esencial para comprender las verdaderas relaciones del hombre con su creador. Es en esa presencia en lo que me gustaría insistir en mi exposición, ya que es una situación inédita, una manifestación totalmente particular del amor de Dios por los hombres. Después de haberlos creado aquí abajo, Él los honra con su presencia y su sostén en todas las fases de la vida material, moroncial y espiritual. Pero esto muchos hombres lo ignoran. Ni siquiera saberlo constituye la finalidad. Lo que el hombre precisa es de una fe ardiente y de una devoción a los valores supremos. Ello nos conduce a abordar las bases de la experiencia religiosa.
Los hombres a menudo tienen tendencia a confundir fe con creencia. La creencia alcanza el nivel de la fe cuando motiva a la vida y transforma la manera de vivir. El hecho de aceptar una enseñanza como verdadera no es fe: es una simple creencia. La fe nos lleva a una comunión viva con los ideales superiores. La presencia de Dios en cada uno lo facilita. Esta fe nos libera de todos los obstáculos que frenan a nuestro ego material. Esta devoción por los valores supremos se traduce por la adoración, la oración y el servicio. Si es verdad que hay que conocer a los hombres para amarlos, también es verdad que hay que amar a Dios para conocerle. En su permanente búsqueda hacia la perfección el hombre encuentra a Dios, que es la esencia misma de esa perfección. La fe nos eleva en el ideal de parecernos cada vez más a Él.
La experiencia espiritual requiere pues de una fe inquebrantable, una sinceridad y una devoción a Dios sin reservas.
Como decía Micael: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
Un hombre que, en virtud de sus impulsos y sus ideales, se asocia con Dios en la experiencia espiritual, deja de ser simplemente un hombre. Los frutos de esa asociación no se sitúan en el lugar que los hombres pretenden acordar. Ello no se traduce por turbantes o largos rosarios, ni mucho menos por una gran erudición. Esa asociación significa una vida de comunión con Dios y de servicio hacia sus semejantes. El Ministerio espiritual cada vez actúa más en este hombre que ha abierto su corazón a las directrices del Ajustador. La acción conjunta de la voluntad humana movida por esa motivación y el Ajustador interior, hace nacer el alma, entidad apta para asumir la etapa que sigue.
Los frutos del espíritu se reconocen a la altura de los valores: la vida interior gana terreno a los aspectos exteriores. Pero no es suficiente que el espíritu domine todas las fases de nuestra existencia. El alma moroncial así creada se consagra con el Ajustador interior a hacer de nosotros hijos de Dios por la fe. Ese es el sentido del nacimiento por el espíritu.
Jesús decía: «El que no nazca de nuevo no entrará en el reino de los cielos»,
Todas las religiones nos enseñan que Dios está en nosotros. Pero los hombres tienden siempre a buscar a Dios en otra parte. La toma de conciencia de la presencia de Dios en nosotros puede facilitar enormemente las relaciones entre el hombre y Dios. Esto nos demuestra una vez más que Dios nos ama y que sólo depende de nosotros conocerle y asemejarle. Por mi parte, he logrado identificar claramente el trabajo del Ajustador en mí. Desde entonces siempre trato de asociar mi Ajustador a lo que hago y me doy perfecta cuenta de que está presente y activo. Es tranquilizador para el hombre saberse habitado por Dios. Ello realza nuestra posición y nos provoca deseos de ser dignos por la fe. He aprendido a convertir al Ajustador en un compañero fiel y leal, un socio eficaz en la lucha diaria por hacerse mejor. Mis oraciones de acción de gracias son para mí un medio de expresar mi gratitud por el amor que el Ajustador no deja de manifestar hacia mí.
En el análisis de mi experiencia personal, siempre observo dos fases:
La fase anterior a mi integración en el GREPS: como todo buen musulmán educado en los preceptos del Islam me entregaba a mi religión respetando el culto -mis 5 oraciones, hacer el ayuno, la limosna, evitar hacer el mal a mi prójimo. Desde el punto de vista de mis relaciones con Dios, lo percibía como muy lejano a mi comprensión. Esto me proporcionaba una cierta ética moral pero no facilitaba mi comprensión de Dios. Mis preguntas acerca de Dios y mis reflexiones metafísicas, a las que todo pensador se dedica en un momento de su existencia, no encontraron respuestas satisfactorias. Había demasiadas contradicciones entre la naturaleza de Dios, tal como se observa en el «Corán», y los comportamientos que se le otorgan. Dios vengador, Dios verdugo, Dios guerrero, han sido tantas nociones indigestas a mi conciencia. Mi impulso de búsqueda era frenado un poco por el hecho de que no había ninguna alternativa para comprender a Dios personal e inteligentemente. La explicación del destino terminó por disuadirme para emprender cualquier cosa que fuera para bien, ya que me decían que nuestra vida estaba escrita desde nuestro nacimiento y que no se podía escapar al destino. Entonces, a partir de ese momento, ¿para qué hacer esfuerzos? Esta situación alimentó en mí un sentimiento fatalista y de resignación. Este era mi estado de ánimo antes de llegar hasta el grupo. La fase siguiente, la de mi vida en el grupo, ha sido muy distinta: he aprendido a conocerme mejor en tanto proyecto de Dios. He comprendido mejor la realidad de Dios y sus proyectos para los hombres, y su forma de amar a todas sus criaturas. El descubrimiento de la realidad del Ajustador ha reforzado mi confianza y ha instalado paz en mi corazón. Tengo el sentimiento de pertenecer a un proyecto de Dios para una eternidad de existencia. También he aprendido a relacionar mejor con Dios, en la cooperación con el Ajustador. El descubrimiento de esta realidad ha borrado toda angustia por la muerte.
Este trabajo ha sido realizado por Assane DIAGNE, con ocasión de la visita de nuestros huéspedes Franceses y Americanos.
El cosmos es, porque Dios el Padre, Fuente Centro Primera, así lo quiso. La creación del cosmos empezó cuando el Padre dijo: «Hagamos criaturas a nuestra imagen…». Desde entonces, todas las Deidades del Paraíso se movilizan y asocian para ello, aportando cada una su contribución.
El plan del Padre condujo a la dotación de los Ajustadores y de la personalidad a las criaturas mortales y evolutivas.
El plan de Donación del Hijo Eterno condujo a la donación de los Hijos de Dios en la creación, para manifestar el Amor del Padre y la misericordia del Hijo.
El plan de Misericordia del Espíritu Infinito permite la realización práctica de los planes del Padre y del Hijo; el Espíritu Infinito también participa en la administración de la creación.
La creación empezó pues con la Deidad y sus hijos, o entidades del paraíso. Los Decanos Organizadores de fuerzas sacaron del bajo Paraíso las fuerzas primordiales necesarias para la creación, las manipularon hasta que fueron sensibles a la gravedad lineal; luego pasaron el relevo a los Directores del Poder, que trabajaron sobre esta fuerza creadora venida del Padre. Más tarde aparece el Hijo acompañado por el Espíritu Creativo procedente del Espíritu Infinito. Con los Ancianos de los Días, los hijos de Dios traerán a la existencia a los portadores de Vida, vida sobre los planetas, vida de los seres humanos; son ellos los que, con los planes aprobados por el Hijo creador concibieron un cuerpo biológico, material al que se añadirían los ayudantes, la personalidad y el Ajustador del Pensamiento. Es así pues cómo nació el hombre mortal. Cuando este hombre despierta a la necesidad de Dios y aspira a la semejanza con Él, se convierte en hijo de Dios por la fe y entra en la gran familia de Dios; puede aportar su contribución al plan de Dios en coordinación con sus hermanos. El segundo nacimiento espiritual justifica la paternidad de Dios y por lo tanto, la fraternidad de todos los hijos de Dios, ya que el alma moroncial es creada por el Ajustador, que proviene del padre universal. Es este alma la que hace del hombre un ciudadano del cosmos; en el plano de la experiencia espiritual, el alma es el vehículo que, asociado a nuestra cada vez más perfeccionada personalidad, se fusiona con el Ajustador para dirigirse hacia el padre original, y que siempre se favorece por el servicio de la fraternidad.
Lo que Dios Padre quiere hacer, lo hace con sus Asociados y sus Hijos. Su Amor pasa por sus Hijos para alcanzar a sus hijos. El amor de Dios alimenta la fraternidad.
Conferencia pronunciada por Khatab NDIAYE
Tema: la tutela
Discurso introductorio de M. NDIAYE
La fraternidad aquí vivida confirma algo en el encuentro de las razas, que es un objetivo de todos los hijos de Dios. El gran proyecto de la civilización consiste en realizar la soberanía humana, contrapartida de la soberanía divina. La justificación de la creación de todos los universos se encuentra en el encuentro de estas dos soberanías. Según el plan divino, Adán habría instalado en la tierra una sola raza y un solo color. Finalmente es Micael quien ha coronado el encuentro de las razas por la fraternidad espiritual. Siempre es una alegría para Dios que los hombres confluyan en el espíritu; el gobierno planetario trabaja principalmente para este fin.
En Senegal hemos comprendido que había que cultivar esta fraternidad y unirnos a las otras razas. Pero primero teníamos que encontrar al Dios interior y relacionarnos con Él para identificar mejor y amar a nuestros semejantes en Dios. Estamos contentos de fraternizar con vosotros, hemos vencido las barreras de los colores raciales y encontrado el color de la familia divina. Estamos sobre todo contentos de que hayáis aceptado con entusiasmo venir a vernos, a pesar de todas las dificultades que finalmente han cedido ante vuestro deseo dominante. Sentíos agradecidos por nosotros mismos, nuestros Ajustadores, nuestras Almas, todos los hermanos supramateriales y todos los hermanos en Espíritu. Nos habéis permitido vivir el encuentro de las razas en nombre de Dios, por Dios y para Dios. Agradecemos al cielo que lo ha dispuesto y hecho posible.
Nuestros hermanos espirituales nos dejan unos veinte libros para distribuirlos según una buena lógica, considerar especialmente a los eruditos. Así, les ahorramos la ocasión de conocer a Dios por procedimientos poco inteligentes. Por el contrario, apuramos su erudición haciendo que les lleve a decir a ellos mismos: «mostradnos vuestros conocimientos».
Este encuentro se inscribe en un plan de actividades internacionales que cubre varios aspectos:
Tenemos sobre todo que velar por preservar el carácter espiritual del libro y procurar no contentarnos con su difusión. Estamos en pie para el combate y somos conscientes de nuestra responsabilidad, tenemos el mismo deber moral para preservar este libro en calidad de instrumento para la educación espiritual. Rezamos a Dios para que la llama nunca se apague, y para que las mujeres, umbral de la familia, de la sociedad y de la espiritualidad, estén en pie.
Gracias por haber unido vuestras Almas y vuestros Ajustadores a los nuestros. Pedimos a Dios por la mejoría material de nuestras viviendas para que podamos recibiros mejor en próximas visitas. Dios es Espíritu y es también Energía. Él se da a nosotros, y nos da todos sus atributos, incluido su Paraíso. En nosotros está pues entenderlo e intentar aprovecharlo. También hemos de hacernos dones mutua y continuamente, lo que vivimos de manera fraternal queda inscrito por toda la eternidad.
Georges: Ya desde ahora vivimos la unidad de las razas y la unificación de los hijos de Dios. Los primeros fideicomisarios recibieron el cometido de difundir el libro. ¿Pero cómo? Empezando por su vivencia personal. En esto, todos vosotros, en tanto seres nacidos de nuevo, sois fideicomisarios por vuestra vida, vuestro trabajo y vuestro ministerio.
Regreso confiado por el hecho de que el mundo musulmán se convencerá gracias a la excelente pedagogía de M. Ndiaye, que ha sabido adaptar estas enseñanzas a la mentalidad religiosa musulmana. Os aportamos todo nuestro apoyo moral y nuestras oraciones y os aseguramos mantener nuestro contacto. Sabemos que tenemos un punto de apoyo en África, y que el cielo nos protege.
Este trabajo ha sido realizado por Khatabe NDIAYE con ocasión de la visita de nuestros huéspedes franceses y americanos.
La presente exposición trata sobre el tema de la tutela, que desarrollamos para considerar toda forma de atención, guía y educación que un individuo más instruido y más sabio ejerce sobre una persona más joven, más inmadura a este efecto. Bajo este punto de vista, la tutela nos llevaría a más de un apartado.
La tutela es el fundamento de la fraternidad espiritual de los hombres para aceptar la responsabilidad de asumir leal y gratuitamente el desarrollo espiritual de seres más jóvenes, más inmaduros.
El mundo vive actualmente las terribles consecuencias de la deslealtad de algunos de nuestros antiguos responsables planetarios (Caligastia-Adán).
Seremos conducidos a asumir la gran responsabilidad de instruir y educar espiritualmente a nuestros hermanos humanos.
Dicho esto, constatamos que de una punta a la otra del Cosmos, Dios lo ha dispuesto para que el más humilde de sus hijos (el hombre) pueda siempre hallarse en buena tutela, desde la cuna hasta su admisión en el Cuerpo de la Finalidad.
Las diferencias sociales entre las criaturas, las disparidades en el desarrollo de individuos del mismo estrato, dan a todos los seres la oportunidad de vivir un servicio divino desinteresado, de echar una mano compasiva a los hermanos menos afortunados.
En este nivel, el hombre nace a la existencia como un bebé indefenso pero protegido por unos padres afectuosos con un amor casi divino. La familia (otros hermanos y hermanas) y la sociedad son asimismo escenarios donde desarrollar su humanidad y completar su sociabilidad.
También en este nivel material encontrará al guía, al educador espiritual que permita que su mente se haga más sensible a las realidades supramateriales y que su fe se eleve hasta convertirle en un verdadero hijo de Dios por la fe, consciente de su doble naturaleza (material y espiritual) y de la necesidad de armonizarlas en una sola unidad de existencia.
El nivel moroncial de la existencia (ámbito del Alma) está marcado esencialmente por la tutela extraordinaria del ángel guardián. Con una fidelidad irreprochable, una verdadera eficacia y un amor desinteresado, el ángel guardián preserva nuestro destino y nos armoniza progresivamente con el Espíritu Santo, con el Espíritu de la Verdad y con el Ajustador.
Mediante el ministerio del ángel guardián, muchos otros seres aportan su cooperación al desarrollo espiritual del hombre: seres intermedios, controladores físicos, supervisores del poder moroncial…
En este nivel el ser humano dispone de toda la riqueza de la divinidad para guiarle a través de los obscuros medios de la vida en la tierra, las desventajas del espacio y los escollos del tiempo.
La tutela espiritual comienza con la presencia de los Ayudantes de Adoración y de Sabiduría, continúa con la entrada en el circuito del Espíritu Santo y termina en la eternidad con el Ajustador del Pensamiento.
La mayor característica de la tutela es que se ejerce con el espíritu de servicio divino, es decir, con amor y sin coacción. Su responsabilidad es enorme, pues las consecuencias al poder derivar en una extinción a menudo son dramáticas.
Para el hombre, Dios ha llevado a cabo el servicio tutelar más extraordinario por su extensión, duración y finalidad. ¿Acaso no es, en definitiva, con el fin de formarle para asumir altas responsabilidades similares, misiones de confianza análogas, en los universos en formación del espacio exterior?
Richard: Siguiendo el ejemplo de Jesús, manifestamos los frutos del Espíritu allí donde somos llevados por las circunstancias. Estamos todos invitados a experimentar una vida común difícil y llena de desafíos. Alguien me preguntó un día, al ver mi entusiasmo en vivir con Dios:
El libro nos dice: todo es un medio para un fin. Yo espero que para mí mismo, para vosotros y para todos los lectores, el libro de Urantia sea un medio para alcanzar un fin. Hallaríamos dificultades si creyéramos que el libro es un fin en sí mismo; antes bien son fines en sí mismos relacionar con el Ajustador y relacionar con nuestros hermanos. Estas dos relaciones son los fines eternos de la existencia. Vivir con vosotros durante estos pocos días ha sido una caricia del cielo. En vosotros, hemos visto un grupo espiritual maravilloso. También sois una bella raza. Es un verdadero placer haberos conocido. Nuestros contactos continuarán hasta la eternidad. Os saludo a vosotros y al Dios que os habita.
Moussa Ndiaye: Cada hombre es guardián de su prójimo. «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Esto resume el aspecto de tutela y apoya el pensamiento de Richard, amar a Dios y amar a su prójimo es un fin en sí mismo. Es tan coherente y práctico que parece natural, sin embargo, no es ni fácil ni evidente. Hemos de aprender a ser tutores en todo momento. Con sus apóstoles, Micael encarnado vivió primero como un hermano que enseñaba las verdades divinas, eje de sus vidas. Luego vivió como su amigo, compartiendo su Alma y dando su Vida. Y finalmente, les amó como un padre, representando así para ellos al Padre Universal.
La tutela tiene un aspecto práctico. Si fuera posible para Dios darse a conocer sin nacer en el modelo humano, lo habría hecho. Jesús vino a encarnarse para vivir el modelo del Padre, no sólo para los que ven, sino también para todos los que crean sin haber visto, por la aceptación del Espíritu de la Verdad que encarna la Verdad para todos los hijos de Dios.
El modelo es importante, inevitable para el despertar espiritual del hombre y para su evolución religiosa. El modelo de Jesús nos instruye sobre la técnica de comunión con las tres Fuentes Centro del Paraíso. Amando a los hombres como a un hermano, comulga con la Fuente Centro Segunda. En la fase de fusión con su Ajustador, comulga con la Fuente Centro Primera. La relación de un hombre con sus semejantes es un fin en sí mismo.
Debemos reflexionar profundamente sobre la noción del tutor. La función tutelar de nuestros Ángeles Guardianes consiste en cuánto orden ponen en nuestros circuitos mentales para hacerlos accesibles al Ajustador. El trabajo del Ángel requiere, como el de un padrino, una gran responsabilidad por su importancia y su dificultad. Los Ángeles tratan continuamente de hacer coordinar nuestros pensamientos con el Ajustador, con el Espíritu de la Verdad y con el Espíritu Santo sin violencia, con suavidad y total respeto por nuestro Libre Albedrío. Y cuando no cooperamos ¡cuidado! lloran. ¿No es ese también el trabajo de las mujeres? Nosotros debemos aceptar la tutela de Georges, Richard y Marlène, y también, ser tutores para ellos. Tenemos que estar también siempre presentes en la edificación de sus obras, igual que ellos con respecto a nosotros. Estamos comprometidos eternamente en la obligación moral de trabajar fraternalmente en la tierra y nos confiamos a Micael que nos invita a ello. Allí donde dos ó más personas se reúnen en su nombre, Jesús se halla entre ellos.
Gracias al Dios de Nebadón y al Dios del Paraíso por haber hecho esto posible.
Assane Diagne: La exposición de Khatab restablece en nuestro pensamiento el amor de Dios por el hombre, un amor manifestado por Dios mismo, por todos los seres tutelares, por todos los seres nacidos del Espíritu. El Ajustador lo derrama continuamente sobre nosotros. Podemos imaginar fácilmente que el hombre que atesore el amor de todos sus hermanos y compañeros en su ascensión paradisíaca será un coloso cuando llegue al Paraíso como Finalitario. Pero ya desde aquí, me beneficio de todos esos aportes integrados en mi propia experiencia personal.
En la fraternidad, damos lo que somos en Dios. Estamos todos pues, en el marco de la tutela. Demos siempre, siempre y en todas partes. Estamos con vosotros de todo corazón.
Moussa Ndiaye: Estoy muy impresionado por la manera de orar de Richard y me hace reconsiderar este papel del tutor. La vida es un ministerio. Le agradezco de antemano por todo lo que proyectará en su intención de promoción espiritual en nuestra dirección. Camina en el eje de la tutela. La tutela es una actividad mucho menos fácil de lo que tenderíamos a creer. Exige mucha sutilidad y agudeza. No se trata simplemente de proclamación, sino de comunión de Almas, de don de sí dentro de unos ajustes y adaptaciones continuas; que nuestros Ajustadores nos enseñen a ser buenos tutores. Podemos incomodar mucho, e incluso herir a otras almas a causa de nuestro lenguaje. Jesús lo padeció durante su vida en la tierra, lo que lo llevó a utilizar parábolas. Es necesario aprender a manejar nuestra función de tutor, aprender a calar en las almas de los demás con el elevado arte de amar y de servir.
Fatou Sow. Agradecemos a nuestros huéspedes hermanos y amigos por su estancia, su amor y por todo el apoyo que nos han dado. Les deseo un feliz regreso.
Monique Ndiaye: Desde el aeropuerto, he quedado cautivada por la calidad de vuestra fraternidad. Me habéis ofrecido la oportunidad de vivir plenamente el encuentro de las razas sin barrera alguna. Pudimos compartir con Norman y Roger, pero con vosotros, he vivido una real fraternidad, una profunda comunión y una alegría inmensa. Este encuentro es el comienzo de ricos y variados intercambios que nos esperan en un futuro próximo para la divulgación de esta 5ª Revelación. Estad seguros de nuestro amor, nuestro apoyo y nuestras oraciones para el logro de este ideal divino que compartimos juntos.
Buen regreso entre los vuestros. Nuestras Almas y nuestros Ajustadores os acompañan.
Karim Diallo: Este encuentro nos ha permitido vivir nuestras esperanzas de encuentro interracial en Dios. Todas las barreras humanas han cedido ante la efectividad de esta fraternidad espiritual que permanecerá siempre. Os deseo un buen regreso.
Doudou Diagne: El amor es indispensable para la vida humana. El hombre descubre que el prójimo también tiene necesidad de su amor. Su gran problema es llegar a la comprensión de esta tutela y de este amor. Debemos aprender a convertirnos en tutores de la misma manera en que nosotros hemos sido servidos. La única palabra, la única llave, la única técnica, es el amor.
El encuentro de este año con Richard, Georges y Marlène es excepcional. Hay sucesos que son de una capital importancia, cuando el hombre conoce a Dios y descubre que el Espíritu es el más fuerte. La enseñanza nos aporta la verdad, su realidad nos la da la experiencia. Agradecemos a nuestros hermanos espirituales y a todo el cielo por esta oportunidad de descubrir el mismo amor divino más allá de las razas. Este es el comienzo de un largo comercio espiritual.
Moussa Ndiaye: Os recordamos que nuestros hermanos aquí presentes nos habían hecho llegar con Norman y Roger cien libros. Ellos mismos nos han traido quince libros, CDs y algunos instrumentos de trabajo para un mejor estudio y comprensión del libro. Sin embargo, debemos tomar buena nota de que todo el contenido del libro y la infinidad del Ajustador en nosotros es irreal si no lo vivimos. Muy al contrario, si lo vivimos, una nueva realidad emerge, no contenida en el libro, la Luz de la Supremacía, que satisface a Dios por haber creado el Cosmos.
El objetivo del libro es hacer surgir seres divinos. Hemos de vivirlo para que Dios el Supremo aparezca.
Acta levantada por la Sta. Monique NDIAYE
Acta del encuentro de las mujeres del GREPS Con la Sra. Marlène DUPONT
Reunión en casa de la Sra. Marème Sèye Ndiaye de las mujeres del GREPS con la Sra. Marlène DUPONT, a las 16 horas del 17 de mayo del año 1999. Las conversaciones fueron muy instructivas y he aquí una síntesis de las diferentes ideas que se trataron.
Este encuentro fue muy apreciado por todas aquellas que participaron en él. Era la primera vez en Senegal que unas mujeres se reunían en torno a un interés doble y muy significativo en la economía cósmica, pues se trataba de:
Las mujeres han sido mucho tiempo esperadas en su cita espiritual. La evolución del pensamiento, de la cultura y de la religión ha hecho posible su acceso a la alta comprensión de las cosas divinas. Hemos presenciado en Senegal la evolución del pensamiento femenino en la adquisición progresiva de la receptividad espiritual. Actualmente esto permite a las mujeres de esta enseñanza hacer caer las barreras de orden puramente humano y material, y comprometerse alegre y plenamente en los intercambios interraciales de una excepcional belleza.
Las mujeres han llegado a la convicción de que la elección personal es primordial y les permite liberarse y afirmar su autenticidad, cuales fuera que sean los problemas sociales unidos a la tradición, a las costumbres comunes y a la cultura. Ellas pueden, con gracia y encanto, adaptar eficazmente todas las verdades contenidas en estas presentes revelaciones a las situaciones cotidianas de la vida, en las cuales ellas aparecen como compañeras privilegiadas. Afirman no ser revolucionarias que ocasionan desequilibrios en la sociedad. Antes bien, y gracias a la luz que han recibido, se esfuerzan en mejorar todo lo que hacen en sus respectivas familias y en la sociedad en general.
Las que están casadas se vuelven menos posesivas y consiguen respetar cada vez más el libre albedrío de su cónyuge. La vida de pareja en compañerismo y complicidad se encuentra claramente perfeccionada en provecho de sus hijos. La educación de la progenie se ilustra cada vez más de la sabiduría cósmica y se orienta, por el designio de Dios, en saber hacer emerger hijos de Dios potenciales. Las cargas de la vida familiar se han aligerado mucho y encuentran gran placer en recomenzar cada día con la intención de hacerlo mejor que el día anterior.
Las que aún no están casadas se anticipan al matrimonio con más serenidad, mayor comprensión de la ética y función familiares. Habiéndose convertido Dios en algo primordial en sus vidas, desean que su futuro compañero conceda respeto y consideración por su vida ya consagrada. Por encima de todo, desean lograr una perfecta coordinación y armonización de su vida de hija de Dios con el papel de esposa y madre.
Fuerte en el ejemplo de la Ministra Divina, la mujer espiritual sabe invitar a su Ajustador en todos los detalles de la vida, principalmente en las aplicaciones de la salud y en la preparación de las comidas.
Anhelan desarrollar su sabiduría en el arte de compartir fraternalmente las verdades divinas con todos los que les pregunten. Se despiertan a la conciencia clara del importante papel que han de representar en la familia y en todos los medios de la vida, papel muy perceptible en la civilización actual, de ahí la necesidad de privilegiar su educación familiar, social y espiritual.
Desean también desarrollar su apertura nacional e internacional para con todas aquellas que desean, detrás de ellas, descubrir y vivir su auténtico estatus a partir de las bases divinas. Rezan por el incremento del número de mujeres apóstoles y educadoras. Parece que ellas presentan más aptitudes para escuchar y percibir el pensamiento femenino en la especificidad de sus problemas de mujer, en la esfera que les es propia.
En cambio, la educación de las mujeres por hombres es más estimulante y responde mejor a la regla de binaridad de nuestro Universo Local, dirigido conjuntamente por el Hijo Creador y la Divina Ministra para la creación y la administración de los seres de su universo. En realidad, desde aquí hasta el Paraíso, las diferencias entre el hombre y la mujer permanecerán, y ambos serán llamados a estimularse, ayudarse mutuamente, intrigarse y alentarse.
Las educadoras de la 1ª promoción, dirigidas por el mismo M. Ndiaye, testimonian que su rápida evolución es el resultado del continuo estímulo que el Alma de M. Ndiaye provoca en sus Almas de mujer.
Los hombres y mujeres no subsistirán, no resistirán, no crearán, si no es en la cooperación voluntaria y sincera.
La sesión se levantó a las 18:00 y fue seguida de la última reunión de los miembros del GREPS con nuestros invitados y hermanos espirituales.
Acta levantada por la Sta. Monique Ndiaye