© 2023 Halbert Katzen, JD
Por Halbert Katzen J.D.
Este estudio temático se desarrolló como una consecuencia de Permisos y limitaciones revelatorios. La segunda entrada, en particular, plantea cuestiones relacionadas con la aclaración de conclusiones técnicamente incorrectas sin proporcionar una explicación completa. Tal tema se relaciona con el esfuerzo por desarrollar Astronomía, que condujo al desarrollo de Permisos y limitaciones revelatorios.
Aunque Gabriel está personalmente ocupado con sus deberes administrativos, se mantiene en contacto con todas las otras fases de la vida y de los asuntos del universo a través de las Brillantes Estrellas Vespertinas. Éstas siempre le acompañan en sus giras planetarias y van con frecuencia en misiones especiales a los planetas individuales como representantes personales suyos. Durante estas misiones, a veces se les ha conocido como «el ángel del Señor». Van a menudo a Uversa para representar a la Radiante Estrella Matutina ante los tribunales y las asambleas de los Ancianos de los Días, pero raras veces viajan más allá de los confines de Orvonton. (LU 37:2.3)
Una gran parte de los fenómenos más tangibles que se atribuyen a los ángeles han sido ejecutados por las criaturas intermedias secundarias. Cuando los primeros instructores del evangelio de Jesús fueron encarcelados por los jefes religiosos ignorantes de aquella época, un verdadero «ángel del Señor» «abrió por la noche las puertas de la cárcel y los sacó». Pero en el caso de la liberación de Pedro, después de la muerte de Santiago por orden de Herodes, fue un intermedio secundario el que llevó a cabo el trabajo que se atribuyó a un ángel. (LU 77:8.12)
Lo que los escritos del Antiguo Testamento describen como conversaciones entre Abraham y Dios, eran en realidad entrevistas entre Abraham y Melquisedek. Los escribas posteriores consideraron que el término Melquisedek era sinónimo de Dios. El relato de los múltiples contactos de Abraham y Sara con «el ángel del Señor» se refieren a sus numerosas conversaciones con Melquisedek. (LU 93:9.7)
6. Nombres diversos. A los semitas no les gustaba pronunciar el nombre de su Deidad, por lo que de vez en cuando recurrieron a numerosas denominaciones tales como: el Espíritu de Dios, el Señor, el Ángel del Señor, el Todopoderoso, el Santo, el Altísimo, Adonai, el Anciano de los Días, el Señor Dios de Israel, el Creador del Cielo y de la Tierra, Kyrios, Jah, el Señor de los Ejércitos y el Padre que está en los Cielos. (LU 96:1.9)