© 2018 Halbert Katzen, JD
Por Halbert Katzen J.D.[1]
El proyecto Ancient Human Occupation of Britain (Ocupación Humana Antigua de Bretaña, Proyecto AHOB) se lanzó en 2001 para revitalizar el estudio de antiguos sitios arqueológicos en Gran Bretaña. En 2005, los investigadores de AHOB pudieron establecer que el hombre primitivo ocupó Gran Bretaña hace 700.000 años. Este descubrimiento fue una gran sorpresa para la comunidad arqueológica. Antes de este desarrollo reciente, la evidencia de la existencia humana temprana se remontaba a 500.000 años atrás.
El Libro de Urantia, publicado en 1955, declara que la habitación humana de Gran Bretaña comenzó hace aproximadamente 900.000 años. Indicando que solía haber un puente terrestre entre Gran Bretaña y Francia, también señala que, aunque la mayoría de las pruebas de ocupación humana están ahora sumergidas en el Canal de la Mancha, todavía hay varios sitios cerca de la costa que muestran evidencias de esta temprana ocupación. Aquí es donde se han realizado descubrimientos recientes que retrasan la fecha de la habitación humana en 200.000 años. El trabajo adicional del proyecto AHOB apoya cada vez más este aspecto de la historia humana en El Libro de Urantia. Se anticipa que este informe deberá actualizarse varias veces en los próximos años a medida que el equipo de AHOB continúe haciendo nuevos descubrimientos.
El Libro de Urantia, publicado en 1955, hace varias declaraciones sobre la temprana ocupación de Gran Bretaña. Recientemente, el proyecto Ancient Human Occupation of Britain (Ocupación Humana Antigua de Bretaña, Proyecto AHOB) ha realizado una serie de descubrimientos sorprendentes que respaldan las afirmaciones hechas en El Libro de Urantia.
Lo que es más importante: los hallazgos del proyecto AHOB han retrasado considerablemente la ocupación humana más antigua de Gran Bretaña. Hasta esta década, el consenso científico fechaba la vida humana en Gran Bretaña en unos 500.000 años. Sin embargo, el proyecto AHOB ha descubierto dos yacimientos diferentes con artefactos humanos que datan de hace 700.000 años. En el primer sitio, frente a la costa de Norfolk, cerca de Happisburgh, se han encontrado dos hachas de mano sobresaliendo del fondo marino en los restos de un bosque antiguo. Ambas hachas de mano, así como el bosque, se fecharon entre hace 500.000 y 700.000 años.
El segundo sitio, en Pakefield en East Anglia, produjo más de treinta piezas de sílex y un núcleo de pedernal, lo que sugiere frecuentes visitas humanas al sitio. Como los pedernales se encontraron en sedimentos que contenían huesos de animales microscópicos, los científicos pudieron usar una técnica llamada «reloj de arvicolino» para fechar los pedernales en unos 700.000 años. Los hallazgos de ambos sitios se anunciaron en 2005 en artículos revisados por expertos en Nature. El artículo destaca la importancia de estos descubrimientos: «Hasta ahora, los artefactos indiscutibles más antiguos del norte de Europa eran mucho más recientes, lo que sugería que los humanos no pudieron colonizar las latitudes del norte hasta hace unos 500.000 años».
Sin embargo, estos hallazgos recientes confirman afirmaciones hechas cincuenta años antes o más por El Libro de Urantia. Los siguientes pasajes no son secuenciales; vea el informe completo o las citas:
Hace 950.000 años, los descendientes de Andón y Fonta habían emigrado muy lejos hacia el este y el oeste. En el oeste, cruzaron por Europa y llegaron hasta Francia e Inglaterra. […] [2]
Durante la mayor parte del período glacial, Inglaterra estuvo comunicada por tierra con Francia […]. En la época de las emigraciones andónicas, un camino terrestre continuo, que pasaba por Europa y Asia, conectaba a Inglaterra en el oeste con Java en el este; […] [3]
Hace 900.000 años, las artes de Andón y Fonta […] estaban desapareciendo de la faz de la Tierra; la cultura, la religión e incluso el trabajo del sílex se encontraban en su punto más bajo.
Fue en estos tiempos cuando grandes grupos de mestizos inferiores, procedentes del sur de Francia, llegaron a Inglaterra. Estas tribus estaban tan cruzadas con las criaturas simiescas de los bosques que apenas eran humanas. No tenían ninguna religión, pero trabajaban el sílex de manera rudimentaria y poseían la suficiente inteligencia para encender el fuego.
Estas tribus fueron seguidas, en Europa, por un pueblo prolífico y un poco superior, cuyos descendientes se diseminaron pronto por todo el continente, desde los hielos del norte hasta los Alpes y el Mediterráneo en el sur. Estas tribus formaban la llamada raza de Heidelberg.
Durante este largo período de decadencia cultural, los pueblos de Foxhall en Inglaterra […] continuaron manteniendo algunas tradiciones de Andón y ciertos restos de la cultura de Onagar.
Los pueblos de Foxhall eran los más occidentales y lograron conservar una gran parte de la cultura andónica; también preservaron sus conocimientos sobre el trabajo del sílex y los trasmitieron a sus descendientes, los antiguos antepasados de los esquimales.
Aunque los vestigios de los pueblos de Foxhall han sido los últimos que se han descubierto en Inglaterra, estos andonitas fueron en realidad los primeros seres humanos que vivieron en estas regiones. En aquella época, el puente terrestre unía todavía a Francia con Inglaterra; y como la mayoría de las primeras colonias de los descendientes de Andón estaban situadas a lo largo de los ríos y las costas de aquellos tiempos antiguos, actualmente se encuentran bajo las aguas del Canal de la Mancha y del Mar del Norte, pero unas tres o cuatro siguen todavía por encima del agua en la costa inglesa. [4]
Hace 700.000 años que el cuarto glaciar, el más grande de todos en Europa, estaba retrocediendo; los hombres y los animales regresaban hacia el norte. El clima era fresco y húmedo, y el hombre primitivo prosperó de nuevo en Europa y Asia occidental. Los bosques se extendieron gradualmente hacia el norte sobre las tierras que el glaciar había cubierto tan recientemente. [5]
El Libro de Urantia afirma que los «pueblos de Foxhall» fueron los primeros ocupantes humanos de Gran Bretaña. Curiosamente, el nombre «gente de Foxhall» parece provenir de un oscuro artículo de 1905 de Nina Frances Layard que detalla su trabajo de excavación en el yacimiento del Paleolítico en Foxhall Road, Ipswich. Layard hizo una serie de descubrimientos notables, incluyendo hachas y restos de mamíferos extintos, pero su trabajo no fue ampliamente reconocido hasta 2005, cuando dos investigadores de AHOB publicaron Excavaciones de Miss Layard: el yacimiento paleolítico en Foxhall Road, Ipswich, 1903-1905. Por lo tanto, El Libro de Urantia parece profético al reconocer esto como una pieza importante de trabajo académico.
La descripción de El Libro de Urantia de los «pueblos Foxhall» es consistente con los hallazgos del proyecto AHOB, indicando que 1) los «pueblos Foxhall» tenían conocimiento del trabajo del sílex, 2) sus asentamientos estaban ubicados cerca de ríos y costas en un puente terrestre que conectaba Francia con Gran Bretaña, 3) sólo tres o cuatro asentamientos permanecen fuera del agua, y 4) vivieron en esta región hace 900.000 años.
En conclusión, los descubrimientos realizados por el proyecto AHOB en los últimos diez años ponen el consenso científico en línea con las declaraciones hechas en El Libro de Urantia, que se publicó hace más de cincuenta años. Los eruditos han retrasado la fecha de la ocupación humana más antigua de Gran Bretaña a hace 700.000 años, lo cual es consistente con las declaraciones de El Libro de Urantia y los acercan a 200.000 años de su afirmación de que los humanos fueron los primeros en llegar allí hace 900.000 años.
Este informe se centra en varias declaraciones hechas en El Libro de Urantia sobre la ocupación temprana de Gran Bretaña. Estas declaraciones son parte de un relato general de la historia del hombre primitivo. Lanzado en 2001, el proyecto Ancient Human Occupation of Britain (Ocupación Humana Antigua de Bretaña, Proyecto AHOB) es un estudio de diez años que reúne a «especialistas, varios Institutos y Universidades […] juntos para investigar cuándo llegaron los primeros pobladores a Gran Bretaña, y qué factores llevaron a su supervivencia o extinción local»[6]. Para 2005, este proyecto ya estaba produciendo resultados que sorprendieron a la comunidad académica y también son dignos de atención por lo que El Libro de Urantia publicó en 1955 con respecto a la ocupación temprana de Gran Bretaña.
El modelo general para preparar los informes de UBtheNEWS es citar escasamente El Libro de Urantia, concentrándose estrictamente en las declaraciones específicas que están siendo corroboradas por los avances, la ciencia y la erudición desde su publicación. Este informe se aparta un tanto de ese enfoque. Debido a que en este tema se está avanzando regularmente con nuevos descubrimientos y metodologías científicas que proporcionan información sobre la historia humana antigua y como El Libro de Urantia proporciona una selección de declaraciones específicas y comentarios generales relevantes para los nuevos descubrimientos que se están realizando en este campo, este informe proporciona varias páginas de material de El Libro de Urantia para darles a los lectores una apreciación tanto de los detalles como de la descripción general que proporciona con respecto a este extenso período de la historia humana que abarca cientos de miles de años. Dada la naturaleza en curso y el desarrollo progresivo del proyecto AHOB, existe una expectativa razonable de que este informe pronto tendrá que ser actualizado con evidencia adicional de la precisión del Libro de Urantia con respecto a la antigua ocupación de Gran Bretaña por algunos de los primeros seres humanos. La selección más amplia de material que se ofrece en este informe también servirá como un anticipo de los tipos de descubrimientos que se están anticipando.
Se anima a los lectores que estén particularmente interesados en este tema a leer todo el documento 64 en El Libro de Urantia (unas diez páginas). Además, las últimas secciones del documento 62 y 63 relatan la historia de los primeros seres humanos y proveen información adicional sobre los orígenes de la vida humana. Según El Libro de Urantia, la humanidad comenzó hace casi 1.000.000 años y estuvo marcada por la evolución de una especie que poseía suficiente capacidad mental y sofisticación intelectual para dedicarse al pensamiento espiritual y tomar decisiones espirituales, para reconocer la sabiduría y luchar por ideales. Naturalmente, tal definición de ser humano no se presta bien a la investigación científica. Además, como lo demuestra este informe, los arqueólogos continúan sorprendidos por los nuevos descubrimientos; la historia humana temprana no es un campo de la ciencia firmemente establecido. Así pues, como es lógico, todavía hay muchas áreas en este tema donde las opiniones y teorías académicas no están alineadas con El Libro de Urantia. No obstante, este informe, junto con el informe Adán y Eva, el informe Los Vikingos y el informe La migración temprana a las Américas, son parte de un patrón emergente que ofrece cada vez mayor apoyo a las declaraciones de El Libro de Urantia con respecto a la historia humana.
Algunos de los desafíos asociados a la reconciliación de los descubrimientos antropológicos con El Libro de Urantia se pueden atribuir a su afirmación de que en los primeros períodos de la historia humana ocurrieron diferentes grados de apareamiento entre los humanos y sus predecesores prehumanos inmediatos. Además de no ser un tema de discusión «políticamente correcto», esto también hace que sea extremadamente difícil para los antropólogos interpretar sus hallazgos. Incluso se dice que el uso del pedernal y otras herramientas rudimentarias se desarrolló entre nuestros antepasados prehumanos, lo que hace aún más difícil para los estudiosos correlacionar el uso de herramientas con el surgimiento de los seres humanos.
Para poder apreciar el relato de El Libro de Urantia sobre la historia humana primitiva, es necesario explicar cierta terminología y un poco de información básica; esta información se encuentra en los documentos 62 y 63. Se dice que la humanidad comenzó con el nacimiento de dos gemelos, un hombre y una mujer, llamados Andón y Fonta, respectivamente. Estos gemelos se describen como «radicalmente» diferentes de sus padres; evolucionaron «de repente». Según El Libro de Urantia, los esquimales son la representación viviente más cercana de esta primera «raza» de la humanidad, conocida como la raza andónica. Además, El Libro de Urantia ofrece una perspectiva única con respecto a las distinciones asociadas con el color de la piel. Se dice que surgieron «de repente» hace aproximadamente 500.000 años, como una variedad de «mutaciones» con características genéticas dominantes, superiores a la raza andónica y todas provenientes de una misma madre.
Las siguientes selecciones de El Libro de Urantia proporcionan las declaraciones relevantes y el contexto básico para este informe:
Durante la mayor parte del período glacial, Inglaterra estuvo comunicada por tierra con Francia, mientras que más tarde África estuvo unida a Europa mediante el puente terrestre de Sicilia. En la época de las emigraciones andónicas, un camino terrestre continuo, que pasaba por Europa y Asia, conectaba a Inglaterra en el oeste con Java en el este; pero Australia estaba de nuevo aislada, lo que acentuó aún más el desarrollo de su propia fauna peculiar.
Hace 950.000 años, los descendientes de Andón y Fonta habían emigrado muy lejos hacia el este y el oeste. En el oeste, cruzaron por Europa y llegaron hasta Francia e Inglaterra. En épocas posteriores penetraron hacia el este hasta llegar a Java, donde recientemente se han encontrado sus huesos —el llamado hombre de Java— y luego continuaron su viaje hasta Tasmania.
Los pueblos de Foxhall
Hace 900.000 años, las artes de Andón y Fonta y la cultura de Onagar estaban desapareciendo de la faz de la Tierra; la cultura, la religión e incluso el trabajo del sílex se encontraban en su punto más bajo.
Fue en estos tiempos cuando grandes grupos de mestizos inferiores, procedentes del sur de Francia, llegaron a Inglaterra. Estas tribus estaban tan cruzadas con las criaturas simiescas de los bosques que apenas eran humanas. No tenían ninguna religión, pero trabajaban el sílex de manera rudimentaria y poseían la suficiente inteligencia para encender el fuego.
Estas tribus fueron seguidas, en Europa, por un pueblo prolífico y un poco superior, cuyos descendientes se diseminaron pronto por todo el continente, desde los hielos del norte hasta los Alpes y el Mediterráneo en el sur. Estas tribus formaban la llamada raza de Heidelberg.
Durante este largo período de decadencia cultural, los pueblos de Foxhall en Inglaterra y las tribus de Badonán en el noroeste de la India continuaron manteniendo algunas tradiciones de Andón y ciertos restos de la cultura de Onagar.
Los pueblos de Foxhall eran los más occidentales y lograron conservar una gran parte de la cultura andónica; también preservaron sus conocimientos sobre el trabajo del sílex y los trasmitieron a sus descendientes, los antiguos antepasados de los esquimales.
Aunque los vestigios de los pueblos de Foxhall han sido los últimos que se han descubierto en Inglaterra, estos andonitas fueron en realidad los primeros seres humanos que vivieron en estas regiones. En aquella época, el puente terrestre unía todavía a Francia con Inglaterra; y como la mayoría de las primeras colonias de los descendientes de Andón estaban situadas a lo largo de los ríos y las costas de aquellos tiempos antiguos, actualmente se encuentran bajo las aguas del Canal de la Mancha y del Mar del Norte, pero unas tres o cuatro siguen todavía por encima del agua en la costa inglesa. [7]
[…] Los andonitas más puros viven en las regiones nórdicas extremas de Europa, en Islandia, Groenlandia y el nordeste de América del Norte.
Durante los períodos de máximo avance glaciar, las tribus andonitas más occidentales estuvieron a punto de ser arrojadas al mar. Vivieron durante años en una estrecha franja de tierra al sur de la actual isla de Inglaterra. […] [8]
El uso del término «gente de Foxhall» es una referencia aparente al trabajo arqueológico de Nina Frances Layard. La publicación en 2005 de Excavaciones de Miss Layard: el yacimiento paleolítico en Foxhall Road, Ipswich, 1903-1905 fue escrito por investigadores involucrados en el proyecto AHOB. En su resurrección de la importancia de este sitio arqueológico «White y Plunkett describen cómo la aspirante a arqueóloga Nina Frances Layard descubrió hachas de mano del paleolítico inferior y los restos de mamíferos extintos en una cantera cercana a su hogar en el sureste de Inglaterra; obtuvo los permisos, la financiación y los trabajadores para realizar una excavación; y publicó sus hallazgos. El sitio es poco conocido hoy en día, dicen, no debido a ningún fallo en el trabajo de excavación, sino porque la falta de apoyo profesional y oficial a principios del siglo XX permitió que los artefactos se diseminaran y el sitio se desarrollara más tarde»[9] [10].
Curiosamente, El Libro de Urantia eligió nombrar a una población de hombres primitivos usando este trabajo arqueológico temprano, poco apreciado, que, más de cien años después, está ganando respeto por su contribución a esta área temática.
Continuando con pasajes seleccionados del relato de El Libro de Urantia sobre la historia humana primitiva:
Además de los pueblos de Foxhall en el oeste, otro centro combativo de cultura sobrevivió en el este. Este grupo estaba situado en las estribaciones de las tierras altas del noroeste de la India, entre las tribus de Badonán, un tataranieto de Andón. Estos pobladores fueron los únicos descendientes de Andón que nunca practicaron los sacrificios humanos.
Al este de los pueblos de Badonán, en las colinas Siwalik del norte de la India, se pueden encontrar los fósiles que se acercan, más que ningún otro en la Tierra, a los tipos de transición entre el hombre y los diversos grupos prehumanos.
Hace 850.000 años, las tribus superiores de Badonán empezaron una guerra de exterminio contra sus vecinos inferiores parecidos a los animales. En menos de mil años, la mayoría de los grupos animales de las fronteras de estas regiones habían sido destruídos o forzados a retroceder hasta los bosques del sur. Esta campaña para exterminar a los seres inferiores provocó un ligero mejoramiento de las tribus montañesas de aquella época. Los descendientes mezclados de este linaje badonita mejorado aparecieron en escena como un pueblo aparentemente nuevo, la raza de Neandertal.[11]
Las razas de Neandertal
Los hombres de Neandertal eran excelentes luchadores y viajaron enormemente. Partiendo de las tierras altas del noroeste de la India, se diseminaron gradualmente hasta Francia en el oeste, China en el este, y descendieron incluso hasta el norte de África. Dominaron el mundo durante casi medio millón de años, hasta la época de la emigración de las razas evolutivas de color.
Hace 800.000 años, la caza era abundante; muchas especies de ciervos, así como los elefantes y los hipopótamos, vagaban por Europa. Había gran cantidad de ganado; los caballos y los lobos estaban por todas partes. Los hombres de Neandertal eran grandes cazadores, y las tribus de Francia fueron las primeras que adoptaron la costumbre de conceder a los mejores cazadores el privilegio de elegir a las mujeres que deseaban como esposas.
El reno fue extremadamente útil para estos pueblos neandertales, sirviéndoles de alimento, de vestido y para hacer herramientas, pues los cuernos y los huesos los empleaban para usos diversos. Tenían poca cultura, pero mejoraron tanto el trabajo del sílex que casi llegó a alcanzar los niveles de la época de Andón. Empezaron a utilizarse de nuevo los grandes sílex atados a unos mangos de madera que servían como hachas y piquetas.
Hace 750.000 años, la cuarta capa de hielo había avanzado mucho hacia el sur. Con sus herramientas mejoradas, los neandertales hacían agujeros en el hielo que cubría los ríos nórdicos, y así podían arponear los peces que subían hasta estas aberturas. Estas tribus retrocedieron constantemente ante el hielo que avanzaba, el cual efectuaba en aquella época su invasión más extensa en Europa.
En aquellos tiempos, el glaciar siberiano estaba realizando su máximo avance hacia el sur, obligando al hombre primitivo a retroceder en la misma dirección hacia su tierra de origen. Pero la especie humana se había diferenciado tanto, que el peligro de mezclarse de nuevo con sus parientes simios, incapaces de progresar, había disminuido enormemente.
Hace 700.000 años que el cuarto glaciar, el más grande de todos en Europa, estaba retrocediendo; los hombres y los animales regresaban hacia el norte. El clima era fresco y húmedo, y el hombre primitivo prosperó de nuevo en Europa y Asia occidental. Los bosques se extendieron gradualmente hacia el norte sobre las tierras que el glaciar había cubierto tan recientemente.
El gran glaciar había cambiado poco la vida de los mamíferos. Estos animales sobrevivieron en la estrecha franja de tierra situada entre el hielo y los Alpes, y cuando el glaciar retrocedió, volvieron a extenderse rápidamente por toda Europa. Los elefantes de colmillos rectos, los rinocerontes de hocico ancho, las hienas y los leones africanos llegaron de África por el puente terrestre de Sicilia; estos nuevos animales exterminaron prácticamente a los tigres con dientes de sable y a los hipopótamos.
Hace 650.000 años el clima continuaba siendo templado. Hacia mediados del período interglacial se había vuelto tan cálido que los Alpes casi se despojaron del hielo y la nieve.
Hace 600.000 años, el hielo había alcanzado entonces su máximo punto de retroceso hacia el norte, y después de una pausa de pocos miles de años, partió de nuevo en su quinto viaje hacia el sur. Pero el clima se modificó poco durante cincuenta mil años. Los hombres y los animales de Europa cambiaron muy poco. Disminuyó la ligera aridez del período anterior y los glaciares alpinos descendieron mucho hacia los valles de los ríos.
Hace 550.000 años, el avance del glaciar empujó de nuevo a los hombres y a los animales hacia el sur. Pero en esta ocasión los hombres dispusieron de mucho espacio dentro de la ancha franja de tierra que se extendía hacia el nordeste de Asia, y que estaba situada entre la capa de hielo y el Mar Negro, una prolongación entonces muy dilatada del Mediterráneo.
Esta época de los glaciares cuarto y quinto contempló una nueva propagación de la cultura rudimentaria de las razas neandertales. Pero los progresos eran tan pequeños, que parecía en verdad que la tentativa de producir un tipo nuevo y modificado de vida inteligente en Urantia estaba a punto de fracasar. Durante cerca de un cuarto de millón de años, estos pueblos primitivos fueron a la deriva, cazando y luchando, mejorando esporádicamente en algunos aspectos, pero en general, degenerando continuamente en comparación con sus antepasados andónicos superiores.[12]
Ahora que se han proporcionado las citas relevantes de El Libro de Urantia y el contexto necesario, podemos dirigir nuestra atención a los descubrimientos recientes que respaldan sus afirmaciones. La siguiente noticia publicada por Channel 4 en Inglaterra resume el desarrollo y la importancia de descubrimientos recientes:
Los primeros humanos
En 2001, el ex policía y arqueólogo aficionado Mike Chambers hizo un descubrimiento que ayudaría a retrasar la fecha más antigua conocida para la actividad humana en Gran Bretaña en varios cientos de miles de años. Pues saliendo del lecho marino de la costa de Norfolk, en Happisburgh, encontró un hacha de mano, uno de los primeros artefactos hechos por humanos jamás descubiertos en el norte de Europa.
Ubicado en los restos de un bosque antiguo, revelado solo durante la marea baja, el hacha, como el bosque, data de hace entre 500.000 y 700.000 años. Fue uno de varios descubrimientos clave realizados recientemente que han asombrado a los arqueólogos y otros científicos que estudian la antigua ocupación humana de Gran Bretaña, y han transformado nuestra comprensión de la actividad humana más antigua aquí en el espacio de menos de una década.
El hallazgo de Mike Chambers coincidió con el establecimiento de un proyecto de investigación a gran escala, el Ancient Human Occupation of Britain (Ocupación humana antigua Gran Bretaña (AHOB)), que reúne a arqueólogos y científicos de diferentes disciplinas y organizaciones para investigar este período descuidado de la prehistoria. Como comentó uno de los científicos involucrados en el proyecto, en relación con el mapeo del puente terrestre perdido entre Gran Bretaña y Europa, tan crucial para nuestra comprensión de la actividad humana primitiva aquí, «sabemos más sobre la superficie de Marte que de esto que hacemos».
Hallazgos espectaculares
El trabajo de AHOB resultó en hallazgos espectaculares. Además del yacimiento de Happisburgh, donde encontraron una segunda hacha de mano en 2004, un equipo de expertos reunidos por AHOB también investigó otro sitio en East Anglia en Pakefield. Esto, también, había sido destacado por primera vez por aficionados, que habían descubierto lo que parecía ser un pequeño fragmento de sílex trabajado in situ en las mismas capas que una gran colección de huesos de animales.
En el transcurso de los años siguientes, las excavaciones de AHOB arrojaron más de 30 piezas de sílex y un núcleo de pedernal de cuatro contextos diferentes en Pakefield. Esto sugirió que los humanos eran visitantes regulares de un paisaje que los expertos creían anteriormente que carecía de actividad humana.
Los pedernales de Pakefield se encontraron en sedimentos que contenían grandes cantidades de microscópicos huesos de mamíferos. Fueron estos los que permitieron a los científicos datar los pedernales. En particular, AHOB usó lo que a menudo los científicos llaman el «reloj de arvicolino»[13], que apareció en un programa anterior de Time Team en Elveden en la serie de 2000. Simon Parfitt identificó una especie de arvicolino Mimomys entre los sedimentos de Pakefield. Se sabe que estos se extinguieron en la Rusia europea antes de MIS16[14], un período frío extremadamente severo, y junto con otros depósitos de mamíferos permitieron que AHOB fechara los hallazgos de sílex hace unos 700.000 años.
Titulares
Dado que la evidencia más antigua conocida para una presencia humana en Gran Bretaña data de hace menos de 500.000 años, fue un descubrimiento llamativo, y fue noticia cuando se informó por primera vez, en un artículo en Nature, a fines de 2005. Muchos de esos informes se referían a las humanos que hicieron estas pequeñas herramientas como los «primeros británicos», aunque en realidad no hay una línea directa de descendencia entre ellos y las personas que habitan estas islas hoy en día.
De hecho, como explica Chris Stringer «en el mundo anegado de Gran Bretaña, ha habido ocho oleadas separadas de colonización de lo que ahora es Gran Bretaña, siete de las cuales han fallado. Estos han coincidido con los períodos más cálidos entre las Edades de Hielo, con los humanos moviéndose hacia Gran Bretaña a medida que las capas de hielo retrocedían y forzados a salir de nuevo a medida que se expandían. La última (y, hasta ahora, ininterrumpida) oleada de ocupación data sólo de cuando las temperaturas comenzaron a subir de nuevo con el final de la Edad de Hielo más reciente, que comenzó hace unos 13.000 años».[15]
Su objetivo es trazar una secuencia cronológica para la llegada y la expansión de los humanos a Gran Bretaña. Ha hecho algunos hallazgos espectaculares, incluyendo evidencias que datan la llegada de los primeros humanos en Gran Bretaña en 700.000 años atrás, 200.000 años antes de lo que se había pensado. También descubrió que los cambios masivos en el clima expulsaron a los habitantes humanos de Gran Bretaña muchas veces más.[16]
El Libro de Urantia cubre cientos de miles de años de historia humana en varias páginas. Con una combinación de «pinceladas amplias» y detalles específicos, presenta una cronología con respecto a la lucha humana por la existencia en su estado más primitivo y en medio de importantes desafíos climáticos, la progresión y la recesión de los glaciares. Este aspecto de la historia humana en relación con la actividad glacial está en general alineado con la erudición y lo ha sido desde antes de la publicación de El Libro de Urantia. Sin embargo, queda fuera de esta alineación general la cuestión de cuándo se poblaron por primera vez ciertas áreas del mundo.
Los descubrimientos en este milenio han impulsado esta fecha más atrás y en una alineación más cercana con El Libro de Urantia. Además, estos descubrimientos se están realizando precisamente en el área de Inglaterra especificada por El Libro de Urantia. La ubicación, la evidencia y la continuidad de los pueblos involucrados están bien encapsulados en estas declaraciones:
Los pueblos de Foxhall eran los más occidentales y lograron conservar una gran parte de la cultura andónica; también preservaron sus conocimientos sobre el trabajo del sílex y los trasmitieron a sus descendientes, los antiguos antepasados de los esquimales.
Aunque los vestigios de los pueblos de Foxhall han sido los últimos que se han descubierto en Inglaterra, estos andonitas fueron en realidad los primeros seres humanos que vivieron en estas regiones. En aquella época, el puente terrestre unía todavía a Francia con Inglaterra; y como la mayoría de las primeras colonias de los descendientes de Andón estaban situadas a lo largo de los ríos y las costas de aquellos tiempos antiguos, actualmente se encuentran bajo las aguas del Canal de la Mancha y del Mar del Norte, pero unas tres o cuatro siguen todavía por encima del agua en la costa inglesa.[17]
En cuanto a los esquimales, El Libro de Urantia también afirma: «Hace poco más de ochenta mil años, poco después de que el hombre rojo penetrara por el noroeste en América del Norte, la congelación de los mares del norte y el avance de los campos de hielo locales en Groenlandia obligaron a estos descendientes esquimales de los aborígenes de Urantia a buscar una tierra mejor, un nuevo hogar. Y lo consiguieron, cruzando sanos y salvos los angostos estrechos que separaban entonces a Groenlandia de las masas terrestres del nordeste de Norteamérica».[18] Uno puede extrapolar con razón de la frase anterior, cuando se toma en conjunto con la declaración sobre cómo pasaron los pueblos de Foxhall «su conocimiento del pedernal» «a sus descendientes, los ancestros antiguos de los esquimales», y con la declaración acerca de cómo «los andonitas puros viven en las regiones del extremo norte de Europa»[19], que El Libro de Urantia está indicando una línea ininterrumpida de descendencia de estos «pueblos Foxhall más al oeste» hacia los esquimales y las personas que habitaban, siempre que les era posible, el área ahora conocida como Inglaterra.
Curiosamente, hay hoy «tres o cuatro» yacimientos de gran interés arqueológico «todavía por encima del agua en la costa inglesa» donde se encuentran evidencias de estos pueblos antiguos. Y la evidencia más reciente de estos yacimientos ha empujado la fecha de la habitación humana en esta área en 200.000 años hacia atrás.
El anuncio revisado por expertos de 2005 en la revista Nature deja claro que las afirmaciones de El Libro de Urantia de 1955 no formaban parte de la visión académica generalmente aceptada en este tema.
La colonización de Eurasia por los primeros humanos es un evento clave después de su expansión fuera de África, pero la naturaleza, el momento y el contexto ecológico de la ocupación humana más temprana del noroeste de Europa son inciertos y han sido objeto de intenso debate. […] Hasta ahora, los primeros artefactos no discutidos del norte de Europa eran mucho más recientes, lo que sugiere que los humanos no pudieron colonizar las latitudes del norte hasta hace unos 500.000 años. Aquí informamos de artefactos de pedernal en el lecho del bosque de Cromer en Pakefield (52° N), Suffolk, Reino Unido, a partir de una secuencia interglacial que produce una amplia gama de fósiles de plantas y animales. El evento y la litoestratigrafía, el paleomagnetismo, la geocronología de aminoácidos y la bioestratigrafía indican que los artefactos datan de la parte inicial del cron Brunhes[20] (hace unos 700.000 años) y representan la primera evidencia inequívoca de presencia humana al norte de los Alpes.[21]
Hay abundante literatura sobre estos nuevos descubrimientos por el proyecto AHOB y otros. En aras de la brevedad y para evitar redundancias, estas no se incluirán en este informe. Además, como se prevé que este informe deberá actualizarse en numerosas ocasiones en los próximos años, una revisión exhaustiva del material relevante no es oportuna. Sin embargo, se puede acceder fácilmente a numerosos enlaces a este material en la sección Enlaces externos. Algunos de estos enlaces se refieren a cuestiones relacionadas con el puente de tierra que solía conectar Inglaterra y Francia.
Las selecciones de El Libro de Urantia proporcionadas en este informe ofrecen una base para comenzar a apreciar la descripción completa, aunque condensada y detallada, de la historia humana primitiva. Los hechos de la existencia humana temprana son una cuestión de historia; pero nuestro conocimiento de lo que ocurrió todavía es muy limitado. Los nuevos descubrimientos arqueológicos, así como los avances en el campo de la genética y otras ciencias, revelan cada vez más una imagen más clara. Junto con el informe Adán y Eva, el informe Los Vikingos y el informe La migración temprana a las Américas, este informe evidencia aún más el patrón en auge que sigue El Libro de Urantia de hacer afirmaciones sobre la historia humana antes de su verificación.
Britain’s drowned world, Channel 4, abril 2007. Excelente artículo de resumen de 2007 con fechas y lugares del descubrimiento, mangos de hachas, avance y retroceso de hielo.
https://web.archive.org/web/20090619033218/http://www.channel4.com/history/microsites/T/timeteam/2007_dogger_ancient.html [Enlace original roto]
Scott M. Forsythe, The Foxhall Peoples: An Encounter between Archaeology and The Urantia Book, Simposio científico, 1988
P. G. H. Boswell y J. Reid Moir, The Pleistocene Deposits and Their Contained Palaeolithic Flint Implements at Foxhall Road, Ipswich, The Journal of the Royal Anthropological Institute of Great Britain and Ireland, enero - junio 1923.
https://www.jstor.org/stable/2843759 [Enlace requiere subscripción]
Mark Kinver, Tools unlock secrets of early man, BBC News, diciembre 2005. Buen artículo general.
Miles Crawford Burkitt, Prehistory: A Study of Early Cultures in Europe and the Mediterranean Basin, Books for Libraries Press, 1925.
http://bit.ly/2JARjfd [Enlace de búsqueda en Google Books]. Véase página 51.
K. Kris Hirst, Homo Erectus (or H. heidelbergensis) Colonization in Europe, mayo 2019 [última actualización]. El artículo hace referencia a otro sitio antiguo en todo el mundo. Homo erectus v. Heidleberg.
Guy Gugliotta, Tools Found in Britain Show Much Earlier Human Existence, Washington Post, diciembre 2005.
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2005/12/14/AR2005121402249.html
Bio-archaeologists Pinpoint Oldest Northern European Human Activity, University of York, diciembre 2005. Corroboración de la fecha de 700.000 años.
Mike Pitts, On this beach, 700,000 years ago …, The Guardian, enero 2006. Buen artículo de revista.
http://www.guardian.co.uk/science/2006/jan/06/g2.archaeology
William K. Stevens, In the Ebb and Flow Of Ancient Glaciers, Clues to Next Ice Age, The New York Times, enero 1990. Artículo de NY Times que cubre ciclos glaciales.
https://nyti.ms/2y8Fc3G [Enlace require subscripción]
Steve Graham, Milutin Milankovitch (1879-1958), NASA Earth Observatory, marzo 2000. El hombre que inventó la teoría de los períodos glaciales en relación con la órbita y la rotación de la tierra.
Professor Mark White, BA, PhD. Dr. Mark White, BA, PhD Prof de la Universidad de Durham. El segundo gran interés de Mark es la historia de la arqueología y tiene un profundo respeto por muchos de los anticuarios y arqueólogos aficionados del pasado, especialmente los más excéntricos. Ha publicado artículos que vuelven a evaluar el trabajo y la contribución de varios pioneros victorianos, como Sir John Evans y Worthington Smith, así como una monografía.
Paul Rincon, Delving deep into Britain’s past, BBC News, octubre 2006. Imagen en archivo para períodos de tiempo y sitios.
Jonathan Leake, First Neanderthal tracked to Torquay, The Sunday Times, octubre 2006. Su objetivo es establecer una secuencia cronológica para la llegada y la propagación de los seres humanos en Gran Bretaña. Ha hecho algunos hallazgos espectaculares, incluyendo evidencias que data de la llegada de los primeros humanos en Gran Bretaña a 700.000 años atrás, 200.000 años antes de lo que se había pensado. También descubrió que los cambios masivos en el clima expulsaron a los habitantes humanos de Gran Bretaña muchas veces.
https://www.thetimes.co.uk/article/first-neanderthal-tracked-to-torquay-th0zg0rl2ch [Enlace accesible bajo subscripción]
http://www.archaeology.ws/2006-10-3.htm [Enlace que recopila la noticia]
Simon A. Parfitt, René W. Barendregt, Marzia Breda, Ian Candy, et al., The earliest record of human activity in Northern Europe, Nature, enero 2006. ¡Estudio de Pakefield!
Anglia Man, Bradshaw Foundation. Buen resumen escrito.
http://www.bradshawfoundation.com/british_isles_prehistory_archive/mammoths_britain/index.php
Excavaciones de Miss Layard: el yacimiento paleolítico en Foxhall Road, Ipswich, 1903-1905, por Mark White y Steven Plunkett. Publicado: 31 de octubre de 2004. Entre 1903 y 1905, la señorita Nina Frances Layard llevó a cabo excavaciones ejemplares de un sitio paleolítico excepcional en las mesetas de grava sobre Ipswich. Aquí, los humanos paleolíticos se reunieron alrededor de los bordes de un antiguo lago y/o río, dejando atrás herramientas de piedra y desechos de fabricación. De este libro emergen muchas imágenes notables: de la excavadora, una dama eduardiana de gran determinación y habilidad; del sitio en sí, que bien podría haber estado a la par con Boxgrove si se hubiera descubierto hoy; de la unión del archivo perdido de Miss Layard por Steven Plunkett; del encuentro de dos entusiastas y su decisión de escribir este libro; y la notable evidencia arqueológica. Los autores han reunido un rompecabezas de magníficas proporciones: su trabajo de detective les ha permitido devolver un sitio descuidado pero verdaderamente significativo al lugar que le corresponde en el canon de la arqueología paleolítica británica. (Western Academic and Specialist Press 2004) 0953541886 Hb £ 48.00.
Jim Rose, Humans in Great Britain before the first lowland glaciation — c. 700,000 years ago (Humanos en Gran Bretaña antes de la primera glaciación de las tierras bajas — Hace 700.000 años), Departamento de Geografía, Royal Holloway, Universidad de Londres.
https://www.yorksgeolsoc.org.uk/archive/2006 Circulars/530.pdf
Revista British Archaeology, número de Noviembre / Diciembre de 2005: «La meticulosa señorita Layard. Nina Layard, primo del famoso excavador de Nínive y Nimrud sir Austen Henry Layard, fue la primera mujer en dirigirse a la Asociación Británica. Un nuevo estudio de sus registros inéditos de una excavación de 1903-4 en Foxhall Road, Ipswich ha revelado un sitio humano temprano excepcionalmente bien conservado donde los cazadores se detuvieron brevemente junto a un río antiguo hace 400.000 años».
https://www.megalithic.co.uk/article.php?thold=-1&mode=flat&order=0&sid=2146412330
AHOB II, Gran Bretaña antigua y su contexto europeo, Natural History Museum (NHM) Press Office.
Seabed Prehistory: Gauging the Effects of Marine Aggregate Dredging (Prehistoria del fondo marino: medir los efectos del dragado de agregados marinos), Volumen VII, Happisburgh y Pakefield Exposures, Wessex Archaeology, febrero 2008. Estudio apoyando las correlaciones en el exterior. De la página i: «El objetivo principal del proyecto Happisburgh y Pakefield Exposures fue rastrear sedimentos de potencial arqueológico conocido en tierra firme en el medio marino. Los sedimentos de grano fino en tierra son únicos y han cambiado nuestra comprensión de la ocupación más antigua de Gran Bretaña. Los hallazgos dentro de estos sedimentos han demostrado que la ocupación humana del noroeste de Europa comenzó antes de lo que se pensaba, c. 700.000 años atrás. La supervivencia de estos depósitos en la base de los acantilados en Happisburgh y Pakefield es inesperada considerando su carácter y naturaleza, y la serie de procesos geomorfológicos que los han afectado. Como estos depósitos residen en la base del acantilado y en la playa, existe la posibilidad de que sobrevivan en alta mar. Si se rastrea, esto permitiría evaluar las firmas geofísicas de los depósitos de grano fino y mejorar las metodologías para estudiar efectivamente estos depósitos en el futuro».
https://es.scribd.com/document/2989835/Vol-VII-HappisburghPakefield
http://bit.ly/2JASnQf, enlace a Google Maps.
Boxgrove Man (El hombre de Boxgrove). Menciona algunos de los animales encontrados en el yacimiento; no es un gran lugar de referencia, aunque metafísicamente relacionado.
Boxgrove dispatches, Current news from the Middle Pleistocene Research Project at Boxgrove, UK. Blog sobre los descubrimientos de Boxgrove.
Wil Roebroeks , Life on the Costa del Cromer, Nature, diciembre 2005. Tiene un artículo significativo.
Simon A. Parfitt, René W. Barendregt, Marzia Breda, Ian Candy, Matthew J. Collins, et al., The earliest record of human activity in northern Europe, Nature, diciembre 2005. «La colonización de Eurasia por los primeros humanos es un evento clave después de su expansión fuera de África, pero la naturaleza, el momento y el contexto ecológico de la ocupación humana más temprana del noroeste de Europa son inciertos y han sido objeto de intenso debate. El Cáucaso meridional fue ocupado hace unos 1,8 millones de años (Myr), mientras que los restos humanos de Atapuerca-TD6, España (hace más de 780.000 años) y Ceprano, Italia (hace unos 800.000 años) muestran que los primeros Homo se habían dispersado al Hinterland mediterráneo antes de la inversión de la polaridad magnética Brunhes-Matuyama (hace 780.000 años). Hasta ahora, los artefactos indiscutibles más antiguos del norte de Europa eran mucho más jóvenes, sugiriendo que los humanos no pudieron colonizar las latitudes del norte hasta hace 500.000 años. Aquí informamos de artefactos de pedernal de la Formación de lecho del bosque de Cromer en Pakefield (52° N), Suffolk, Reino Unido, de una secuencia interglacial que produce una amplia gama de fósiles de plantas y animales. El evento y la litoestratigrafía, el paleomagnetismo, la geocronología de aminoácidos y la bioestratigrafía indican que los artefactos datan de la parte inicial del cron Brunhes (hace unos 700.000 años) y representan la primera evidencia inequívoca de presencia humana al norte de los Alpes».
http://www.nature.com/nature/journal/v438/n7070/abs/nature04227.html
http://bit.ly/2y8JFTV, enlace a Google Maps.
La primera publicación científica de John Wymer, anunciando su notable descubrimiento de una tercera pieza del cráneo Swanscombe en una cantera de Kent (aún hoy, con 400.000 años de antigüedad, el único cráneo pre-Neandertal de Gran Bretaña), fue publicado en Nature. El último fue en el mismo diario, 50 años después, ilustrado con sus hermosos dibujos de las herramientas de sílex de 700.000 años de antigüedad de Pakefield, Suffolk (enero / febrero, página 22). Entre sus compromisos con estos hallazgos icónicos, dirigió importantes excavaciones en Inglaterra y en Sudáfrica (especialmente en Klasies River Mouth, que, en depósitos profundos ricos en fauna y artefactos, produjo la evidencia más antigua de Homo sapiens, hace c. 110.000 años).
Steve Boreham, East Anglian Prehistory – Some Recent Research: A Conference in Memory of John Wymer, CAMQUA, El noticiario de Cambridge Quaternary, abril 2007. «Una pieza de pedernal trabajado fue descubierto en Pakefield en 2000 por John Wymer. De hecho, Richard Preece sacó el trozo de pedernal con su pie y se lo entregó a John para que lo inspeccionara. El descubrimiento del pedernal erosionado motivó la excavación AHOB 2003 del CFBF en Pakefield. El lecho `Unio’ proporcionó abundantes materiales de pedernal trabajados en el Paleolítico (c. 700.000 BP), junto con una gran cantidad de información paleoambiental de moluscos, escarabajos, vertebrados (incluidos huesos con marcas de corte), macrofósiles vegetales y polen. Se han registrado varios cientos de taxones de plantas y animales, y el conjunto faunístico y floral es uno de los más ricos conocidos del CFBF. El paleoambiente indicado en Pakefield es el de un río ancho y serpenteante con grandes marismas, y pastizales abiertos pastos por grandes mamíferos, con bosques de frondosas en el terreno más elevado de los interfluvios. El sitio también estaba cerca del estuario con algunas influencias marítimas, y el clima era de estilo mediterráneo, similar al del sur de Francia en la actualidad».
Mark White y Steven Plunkett, Miss Layard excavates: the Palaeolithic site at Foxhall Road, Ipswich, 1903-1905, Western Academic & Specialist Press, 2005. Libro sobre el maravilloso yacimiento de Nina Layard en Foxhall Road, Ipswich, excavado entre 1903-1905. Utilizando archivos recién descubiertos, Mark dio a este yacimiento largamente descuidado una nueva relevancia para los debates del siglo XXI. «Entre 1903 y 1905, la señorita Nina Frances Layard llevó a cabo excavaciones ejemplares de un yacimiento paleolítico excepcional en las mesetas de grava sobre Ipswich. Aquí, los humanos paleolíticos se reunieron alrededor de los bordes de un antiguo lago y/o río, dejando atrás herramientas de piedra y desechos de fabricación. De este libro emergen muchas imágenes notables: de la excavadora, una dama eduardiana de gran determinación y habilidad; del sitio en sí, que bien podría haber estado a la par de Boxgrove si se hubiera descubierto hoy; de la unión del archivo perdido de Miss Layard por Steven Plunkett; del encuentro de dos entusiastas y su decisión de escribir este libro, y por último, pero no por ello menos importante, de la notable evidencia arqueológica. Los autores han reunido un rompecabezas de magníficas proporciones: su trabajo de detective les ha permitido devolver un sitio descuidado pero verdaderamente significativo al lugar que le corresponde en el canon de la arqueología paleolítica británica».
https://web.archive.org/web/20061006165154/http://www.waspress.co.uk/publications/layard.html [Enlace original roto]
Wikipedia sobre Nina Frances Layard: http://en.wikipedia.org/wiki/Nina_Frances_Layard
Halbert Katzen, con agradecimiento especial a Chris Halvorson, Ph.D., Fred Harris, J.D., y Donna Whelan. ↩︎
Proyecto AHOB, https://www.ahobproject.org/ y https://www.ahobproject.org/AHOBI/index_2.html ↩︎
LU 64:7.16-17. Estas frases están sacadas de una sección que relata el período de tiempo comprendido aproximadamente entre 500.000 a 80.000 años atrás. ↩︎
M.J. White, y S.J. Plunkett, Miss Layard excavates: a Palaeolithic site at Foxhall Road, Ipswich, 1903-1905. Bristol: WASP, 2004. ↩︎
De la Wikipedia: «El Paleolítico Inferior es la subdivisión más temprana del Paleolítico o Edad de Piedra Antigua. Se extiende desde hace unos 2,5 millones de años cuando aparece en el registro arqueológico la primera evidencia de artesanía y uso de herramientas de piedra por parte de los homínidos, hasta hace unos 100.000 años cuando importantes cambios evolutivos y tecnológicos (modernidad conductual) dieron paso al Paleolítico Medio». https://en.wikipedia.org/wiki/Lower_Paleolithic ↩︎
El arvicolino es una subfamilia de roedores que incluye a los campañoles, topillos, ratas de agua, lemmings y ratas almizcleras. https://es.wikipedia.org/wiki/Arvicolinae ↩︎
De la Wikipedia: «Las etapas isotópicas marinas (MIS) alternan períodos cálidos y fríos en el paleoclima de la Tierra, deducidos a partir de datos de isótopos de oxígeno que reflejan las curvas de temperatura derivadas de los datos de muestras del núcleo del mar profundo». https://en.wikipedia.org/wiki/Marine_isotope_stage ↩︎
Britain’s drowned world, Channel 4, abril 2007, https://web.archive.org/web/20090619033218/http://www.channel4.com/history/microsites/T/timeteam/2007_dogger_ancient.html [Enlace original roto] ↩︎
Jonathan Leake, First Neanderthal tracked to Torquay, The Sunday Times, octubre 2006, https://www.thetimes.co.uk/article/first-neanderthal-tracked-to-torquay-th0zg0rl2ch [Enlace accesible bajo subscripción] http://www.archaeology.ws/2006-10-3.htm [Enlace que recopila la noticia] ↩︎
El cron es una unidad de tiempo, la más corta usada en geocronología para referirse a periodos geológicos. La duración de cada cron es variable. La extensión de un cron está frecuentemente ligada a inversiones del campo magnético terrestre que registran en la roca el comienzo y el final del periodo. https://en.wikipedia.org/wiki/Magnetostratigraphy#Chron ↩︎
Simon A. Parfitt, René W. Barendregt, Marzia Breda, Ian Candy, Matthew J. Collins, et al., The earliest record of human activity in northern Europe, Nature, diciembre 2005. http://www.nature.com/nature/journal/v438/n7070/abs/nature04227.html ↩︎