© 2023 Halbert Katzen, JD
Por Halbert Katzen J.D.
El término lejano se utiliza 39 veces. La mayoría de ellas están relacionadas con el tiempo. Las 13 relacionadas con el lugar se presentan aquí. Además, lejano se utiliza 4 veces y más allá se utiliza una vez con referencia al lugar.
En conjunto, el número de entradas y categorías son las siguientes:
Este estudio de referencias cruzadas se inspiró en el trabajo sobre el estudio temático de Astronomía, que planteó la cuestión de si Andrómeda debería considerarse como potencialmente y eventualmente ocupando un lugar en Orvonton, como una región aún por habitar. Debido a que Andrómeda se describe específicamente como una «nebulosa muy distante», este estudio de referencias cruzadas respalda la perspectiva de que Andrómeda debería considerarse en el primer nivel del espacio exterior y, por lo tanto, no potencialmente como parte de Orvonton. Interpretar lo contrario violaría el patrón establecido por las otras doce instancias de muy distante cuando se usa en referencia a lugar.
Sin embargo, la perspectiva anterior tiene una cierta debilidad, una falta de claridad total. A pesar de que lejano se usa generalmente para significar un lugar más allá de Orvonton, también se usa dos veces en relación con viajar las distancias más largas dentro de un superuniverso.
Las preguntas a considerar incluyen: Si estamos cerca del borde exterior de Orvonton, más o menos, ¿Andrómeda no se consideraría muy distante a un millón de años luz, o a 2,5 o millones de años luz? ¿Cómo se supone que debe entenderse muy distante en comparación con las dimensiones generales de ancho/anchura de Orvonton?
Véase también: Frases para cautivar al lector para un análisis lingüístico adicional que respalde la perspectiva anterior.
Véase también: Astronomía, específicamente «Visible en el borde».
Ver también: Permisos y limitaciones de Revelation.
Todas las nebulosas espirales no se ocupan de producir soles. Algunas han conservado el control de muchos de sus descendientes estelares separados, y su apariencia espiral resulta del hecho de que sus soles salen del brazo nebular en estrecha formación pero regresan por diversos caminos, lo que facilita observarlos en un punto pero es más difícil verlos cuando se encuentran muy dispersos por sus diferentes caminos de regreso más alejados y fuera del brazo de la nebulosa. No hay muchas nebulosas formadoras de soles que estén activas actualmente en Orvonton, aunque Andrómeda, que está fuera del superuniverso habitado, es muy activa. Esta nebulosa tan distante es visible a simple vista, y cuando la observéis, deteneos a pensar que la luz que contempláis salió de aquellos lejanos soles hace cerca de un millón de años. (LU 15:4.7)
De las diez divisiones mayores de Orvonton, los astrónomos urantianos han identificado más o menos ocho. Las otras dos son difíciles de reconocer separadamente porque estáis obligados a contemplar estos fenómenos desde el interior. Si pudierais observar el superuniverso de Orvonton desde una posición muy alejada en el espacio, reconoceríais inmediatamente los diez sectores mayores de la séptima galaxia. (LU 15:3.4)
Los niveles del espacio exterior. A lo lejos en el espacio, a una enorme distancia de los siete superuniversos habitados, se están acumulando unos inmensos circuitos increíblemente formidables de fuerza y de energías en proceso de materialización. Existe una zona espacial de quietud relativa entre los circuitos de energía de los siete superuniversos y este gigantesco cinturón exterior de actividades de fuerza, una zona que varía en anchura pero que alcanza un promedio de casi cuatrocientos mil años-luz. Estas zonas espaciales están libres de polvo estelar —de niebla cósmica. Aquellos de nosotros que estudian estos fenómenos tienen sus dudas en cuanto al estado exacto de las fuerzas espaciales que existen en esta zona de calma relativa que rodea a los siete superuniversos. Pero cerca de medio millón de años-luz más allá de la periferia del gran universo actual, observamos los comienzos de una zona de actividades energéticas increíbles cuyo volumen e intensidad aumentan durante más de veinticinco millones de años-luz. Estas enormes ruedas de fuerzas energizadoras están situadas en el primer nivel del espacio exterior, un cinturón continuo de actividad cósmica que rodea a toda la creación conocida, organizada y habitada. (LU 12:1.14)
Aunque el ojo humano sólo puede ver a simple vista dos o tres nebulosas más allá de las fronteras del superuniverso de Orvonton, vuestros telescopios revelan literalmente millones y millones de estos universos físicos en proceso de formación. La mayoría de los reinos estelares expuestos a la investigación visual de vuestros telescopios modernos se encuentran en Orvonton, pero con la técnica fotográfica, los telescopios más potentes penetran mucho más allá de las fronteras del gran universo, llegando hasta los dominios del espacio exterior donde innumerables universos están en proceso de organización. Y existen además otros millones de universos que están fuera del alcance de vuestros instrumentos actuales. (LU 12:2.2)
Los astrónomos de Uversa observan que el gran universo está rodeado por los antepasados de una serie de enjambres estelares y planetarios que envuelven por completo a la creación actualmente habitada como anillos concéntricos compuestos de numerosos universos exteriores. Los físicos de Uversa calculan que la energía y la materia de estas regiones exteriores inexploradas igualan muchas veces ya el total de la masa material y de la carga energética que contienen los siete superuniversos. Nos han informado que la metamorfosis de la fuerza cósmica en estos niveles del espacio exterior es una actividad de los organizadores de fuerza del Paraíso. Sabemos también que estas fuerzas son ancestrales a las energías físicas que activan actualmente al gran universo. Sin embargo, los directores del poder de Orvonton no tienen nada que ver con estos reinos tan lejanos, y los movimientos energéticos que se producen allí tampoco están conectados de manera discernible con los circuitos de poder de las creaciones organizadas y habitadas. (LU 12:2.4)
Aunque vuestras estimaciones espectroscópicas de las velocidades astronómicas son bastante fiables cuando se aplican a los reinos estelares pertenecientes a vuestro superuniverso y a los superuniversos asociados, estos cálculos carecen por completo de fiabilidad cuando se refieren a los dominios del espacio exterior. Las líneas espectrales se desplazan desde lo normal hacia el violeta para una estrella que se acerca; estas líneas se desplazan igualmente hacia el rojo para una estrella que se aleja. Muchas influencias se interponen para dar la impresión de que la velocidad de recesión de los universos exteriores aumenta a razón de más de ciento sesenta kilómetros por segundo por cada millón de años-luz que aumente la distancia. Después de que se perfeccionen unos telescopios más potentes, con este método de cálculo parecerá que estos sistemas tan remotos se alejan de esta parte del universo a la velocidad increíble de cerca de cincuenta mil kilómetros por segundo. Pero esta velocidad aparente de recesión no es real; es el resultado de numerosos factores erróneos entre los que se incluyen los ángulos de observación y otras distorsiones del espacio-tiempo.
Pero la más importante de todas estas distorsiones se produce porque los inmensos universos del espacio exterior, situados en los reinos próximos a los dominios de los siete superuniversos, parecen girar en dirección contraria a la del gran universo. Es decir, esas miríadas de nebulosas, y los soles y las esferas que las acompañan, giran en la actualidad en el sentido de las agujas del reloj alrededor de la creación central. Los siete superuniversos giran alrededor del Paraíso en dirección opuesta a las agujas del reloj. Parece ser que el segundo universo exterior de galaxias, al igual que los siete superuniversos, gira en sentido opuesto a las agujas del reloj alrededor del Paraíso. Y los observadores astronómicos de Uversa creen haber detectado la prueba de movimientos rotatorios, en un tercer cinturón exterior de espacio muy lejano, que están empezando a manifestar la tendencia a orientarse en el sentido de las agujas del reloj. (LU 12:4.14-15)
- Existe realmente un sistema nuevo e inmenso de universos que se está organizando gradualmente en los dominios del espacio exterior. En efecto, con vuestros telescopios se pueden ver nuevos tipos de creaciones físicas, enormes círculos gigantescos de universos pululantes tras universos, mucho más allá de los límites actuales de las creaciones pobladas y organizadas. En la actualidad, estas creaciones exteriores son totalmente físicas; están aparentemente deshabitadas y parecen estar desprovistas de administración por parte de las criaturas. [Obsérvese cómo se añade organizado como calificador adicional. Dado que poblado sin duda también significa organizado, ¿se añade para aclarar que lo que se hace referencia también está mucho más allá de las creaciones físicas que están destinadas a convertirse en partes habitadas de los siete superuniversos pero que actualmente están deshabitadas?] (LU 31:10.16)
Se os ha informado hasta cierto punto acerca de la organización y del personal del universo central, los superuniversos y los universos locales; se os han contado algunas cosas sobre el carácter y el origen de algunas de las diversas personalidades que gobiernan actualmente estas extensas creaciones. También se os ha informado que unas inmensas galaxias de universos están en proceso de organización mucho más allá de la periferia del gran universo, en el primer nivel del espacio exterior. En el transcurso de estas narraciones también se os ha indicado que el Ser Supremo desvelará su actividad terciaria no revelada en estas regiones actualmente inexploradas del espacio exterior; y también se os ha dicho que los finalitarios del cuerpo paradisiaco son los hijos experienciales del Supremo. (LU 112:7.16)
[Proporcionado para el contexto.] 3. Los Mensajeros de los superuniversos. Los Ancianos de los Días, esas personalidades de origen trinitario que presiden los destinos de los siete superuniversos, esos tríos con poder divino y sabiduría administrativa, están abundantemente provistos de Mensajeros Solitarios. Los gobernantes trinos de un superuniverso sólo pueden comunicarse directa y personalmente con los gobernantes de otro por medio de esta orden de mensajeros. Los Mensajeros Solitarios son el único tipo disponible de inteligencias espirituales —aparte quizás de los Espíritus Inspirados Trinitarios— que pueden ser enviados directamente desde la sede de un superuniverso hasta la sede de otro. Todas las demás personalidades deben pasar por Havona y los mundos ejecutivos de los Espíritus Maestros para realizar estos viajes. (LU 23:2.15)
Al igual que un Inspector Asociado representa a los Siete Ejecutivos Supremos ante un universo local entero, en cada uno de los diez mil sistemas de esa creación local hay un Centinela Asignado que actúa como representante directo del lejano y supremo consejo de supercontrol para los asuntos de los siete superuniversos. Los centinelas que están de servicio en los gobiernos de los sistemas locales de Orvonton actúan bajo la autoridad directa del Ejecutivo Supremo Número Siete, el coordinador del séptimo superuniverso. Pero en su organización administrativa, todos los centinelas nombrados en un universo local están subordinados al Inspector Asociado estacionado en la sede central de ese universo. (LU 24:5.2)
- Los embajadores y emisarios en misiones especiales. Los universos locales situados dentro del mismo superuniverso intercambian habitualmente embajadores escogidos entre sus órdenes de filiación nativas. Pero para evitar retrasos, a los Mensajeros Solitarios se les pide con frecuencia que vayan como embajadores de una creación local a otra para representar e interpretar a un reino en el otro. Por ejemplo: cuando se descubre un reino recién habitado, puede encontrarse tan alejado en el espacio que tendrá que pasar mucho tiempo antes de que un embajador enserafinado pueda llegar hasta ese universo distante. Un ser enserafinado no puede sobrepasar de ninguna manera la velocidad de 899.370 kilómetros de Urantia por segundo de vuestro tiempo. Las estrellas masivas, las corrientes contrarias y los desvíos, así como las tangentes de atracción, tienden todas a retrasar esta velocidad, de manera que durante un largo viaje la velocidad alcanzará una media de unos 885.000 kilómetros por segundo. (LU 23:2.22)
Cuando se pone de manifiesto que se necesitarán cientos de años para que un embajador nativo llegue a un universo local muy lejano, se pide con frecuencia a un Mensajero Solitario que se dirija inmediatamente allí para actuar como embajador interino. Los Mensajeros Solitarios pueden desplazarse muy rápidamente, no con independencia del tiempo y del espacio como lo hacen los Mensajeros de Gravedad, pero casi igual que ellos. También sirven en otras circunstancias como emisarios en misión especial. (LU 23:2.23)
El número siete es fundamental en el universo central y en el sistema espiritual de las transmisiones inherentes del carácter, pero el número diez, el sistema decimal, es inherente a la energía, a la materia y a la creación material. Sin embargo, el mundo atómico muestra cierta caracterización periódica que se repite en grupos de siete —una marca de nacimiento que lleva este mundo material y que indica su lejano origen espiritual. (LU 42:9.2)
EL universo perfecto y divino ocupa el centro de toda la creación; es el núcleo eterno alrededor del cual giran las inmensas creaciones del tiempo y del espacio. El Paraíso es la gigantesca Isla nuclear con estabilidad absoluta que reposa inmóvil en el corazón mismo del magnífico universo eterno. Esta familia planetaria central se llama Havona y se encuentra muy alejada del universo local de Nebadon. Sus dimensiones son enormes, su masa es casi increíble, y está compuesta de mil millones de esferas que poseen una belleza inimaginable y una grandiosidad espléndida, pero la verdadera magnitud de esta inmensa creación sobrepasa realmente el alcance de la comprensión de la mente humana. (LU 14:0.1)
En las afueras de este inmenso universo central, mucho más allá del séptimo cinturón de mundos de Havona, circula una cantidad increíble de enormes cuerpos gravitatorios oscuros. Estas innumerables masas oscuras son totalmente distintas en muchos aspectos a los otros cuerpos espaciales; son muy diferentes incluso en la forma. Estos cuerpos gravitatorios oscuros no reflejan ni absorben la luz; no reaccionan a la luz de la energía física, y rodean y envuelven tan completamente a Havona que la ocultan a la vista de los universos habitados del tiempo y del espacio, incluso de los más cercanos. [Observe cómo la referencia a lejos contrasta con la referencia a cerca.] (LU 14:1.14)
Como consecuencia de numerosos indicios que lo indican, creemos que los Ajustadores están perfectamente organizados, que existe una administración profundamente inteligente y eficaz que dirige a estos dones divinos desde alguna fuente central muy lejana, probablemente Divinington. Sabemos que vienen desde Divinington a los mundos, y vuelven indudablemente allí después de la muerte de sus sujetos. (LU 108:3.7)
Desearía que me fuera posible ayudar a los mortales evolutivos a conseguir comprender mejor y a alcanzar una apreciación más completa del trabajo desinteresado y magnífico de los Ajustadores que viven dentro de ellos, y que son tan devotamente fieles a la tarea de fomentar el bienestar espiritual del hombre. Estos Monitores aportan su ministerio eficaz a las fases superiores de la mente de los hombres; manipulan con sabiduría y experiencia el potencial espiritual del intelecto humano. Estos ayudantes celestiales están dedicados a la prodigiosa tarea de guiaros con seguridad hacia dentro y hacia arriba hasta el refugio celestial de la felicidad. Estos trabajadores incansables están consagrados a la personificación futura del triunfo de la verdad divina en vuestra vida eterna. Son los obreros vigilantes que pilotan la mente humana consciente de Dios, alejándola de los escollos del mal mientras guían hábilmente el alma evolutiva del hombre hacia los puertos divinos de la perfección en las costas eternas y lejanas. Los Ajustadores son unos conductores amorosos, vuestros guías seguros y dignos de confianza a través de los laberintos oscuros e inciertos de vuestra breve carrera terrestre; son los pacientes educadores que impulsan constantemente a sus sujetos a avanzar por los caminos de la perfección progresiva. Son los guardianes cuidadosos de los valores sublimes del carácter de las criaturas. Desearía que pudierais amarlos más, cooperar más ampliamente con ellos y quererlos con más afecto. (LU 110:1.2)
CON el permiso de Lanaforge y la aprobación de los Altísimos de Edentia, estoy autorizado para describir algunos aspectos de la vida social, moral y política de la raza humana más avanzada que vive en un planeta no muy alejado que pertenece al sistema de Satania. (LU 72:0.1)