© 2023 Halbert Katzen, JD
Por Halbert Katzen JD
Nota del editor: En febrero de 2022 publiqué el estudio temático: Alimentos para el pensamiento, que se recomienda encarecidamente como introducción a esta ayuda de estudio. En septiembre de 2022, escribí un breve artículo para las redes sociales que captura la esencia de este estudio y mi comprensión de El libro de Urantia, en general:
Roles y relaciones:
Las diferencias valiosas cambian y permanecen iguales de generación en generación.
Las diferencias masculinas y femeninas perduran.
Las diferencias raciales se funden en una unidad.
El paso de los niños a la edad adulta combina un aspecto duradero y otro evolutivo de las relaciones de la vida.La vida funciona mejor cuando aprovechamos al máximo las diferencias que perduran y desaparecen.
El amor consiste en armonizar sabiamente estas tres diferencias fundamentales: género, raza y padre-hijo.
Por favor pasa el amor.
—Halbert Katzen
El Libro de Urantia nos advierte que:
«La sociedad moderna está dando marcha atrás. La esclavitud casi ha desaparecido; los animales domésticos se están extinguiendo. La civilización está volviendo al fuego —al mundo inorgánico— en busca de energía. El hombre salió del estado salvaje por medio del fuego, los animales y la esclavitud; hoy vuelve hacia atrás, descartando la ayuda de los esclavos y la asistencia de los animales, e intentando arrebatar nuevos secretos y nuevas fuentes de riqueza y energía a los depósitos elementales de la naturaleza.»
Desglosar ese párrafo es el objetivo de este estudio temático.
El Libro de Urantia enseña que el progreso genético proporciona la base para el progreso cultural. El plan inteligentemente diseñado y preprogramado para el progreso evolutivo implica variación (mutaciones de las razas de color). Esto fue genéticamente preprogramado para que ocurriera durante la etapa primitiva del desarrollo humano. Nuestro camino hacia la homogeneización (las razas de color mezclándose en un tipo genético general) es la historia del progreso cultural de la humanidad, para bien o para mal. Para lograr un mejor progreso cultural, se nos anima a:
El artículo «Eugenesia, raza y El libro de Urantia» fue escrito como una apología en respuesta a las críticas y los malentendidos acerca de estas enseñanzas. Este enfoque de ayuda para el estudio del tema permite una educación mucho más breve sobre las cuestiones que se abordan a lo largo de las más de dos mil páginas del texto. La brevedad y la estructura de este enfoque probablemente serán más útiles y apreciadas por todo tipo de lectores, desde aquellos sin experiencia previa con El libro de Urantia hasta aquellos versados en sus enseñanzas.
Si eres nuevo en El libro de Urantia, aquí tienes algunos comentarios contextualizadores que te ayudarán a empezar:
El Libro de Urantia enseña que no somos el único planeta habitado del universo ni el centro de la creación material de Dios. De un modo algo coherente con las tradiciones religiosas sobre Lucifer, Satanás y/o el Diablo, El Libro de Urantia afirma que un administrador/líder celestial perdió la fe y rechazó el orden divino. Enseña que la moderación de la justicia con la misericordia aún no ha permitido una resolución completa y definitiva de este problema, tanto arriba como abajo, para los directamente afectados.
En el contexto de esta perspectiva ampliada, los autores describen los patrones progresivos —el plan general— del desarrollo genético y social de los planetas (aquellos que no han sufrido una rebelión). En aras de la brevedad y en un esfuerzo por centrarse en el material de mayor interés para la mayoría de las personas, esta ayuda de estudio no cubre la vida en mundos normales. Pero las citas utilizadas en esta ayuda de estudio le llevarán a ese material.
La primera sección —Marco religioso, político, psicológico, moral y ético— presenta lo que se fomenta. Dado que las enseñanzas están a la vanguardia del desarrollo moral y ético de la humanidad, esto se convierte en un factor integral para apreciar el diseño inteligente (y creativo) así como los comentarios específicos.
La segunda sección, La historia genética de la humanidad, es una presentación cronológica de nuestra historia genética, integrada con una adaptación taxonómica. La adaptación taxonómica no proviene directamente de El libro de Urantia, sino que fue desarrollada como una ayuda para el estudio.
La tercera sección, Condiciones que favorecen la excelencia, trata del clima, la antipatía natural y el valor de la variedad.
La cuarta sección, Una base genética para el progreso cultural, aborda lo que significa, genética y culturalmente, no mantenerse al día como grupo y no mantenerse al día como individuo dentro de un grupo, respectivamente y respetuosamente.
La quinta sección, Una base genética para el progreso cultural, analiza los desafíos que enfrentamos con respecto a las variaciones en la inteligencia, la mezcla racial y las cuestiones laborales.
¿Siente que usted o los demás intentan cerrar conversaciones sobre temas controvertidos que examinan perspectivas y opiniones? ¿Siente que usted o los demás no están dispuestos a iniciar conversaciones sobre temas controvertidos que examinan perspectivas y opiniones? ¿En qué medida siente que compartir perspectivas y opiniones es una actividad argumentativa en lugar de educativa? ¿Cómo se relacionan esas respuestas con estas enseñanzas?:
La certidumbre interior verdadera y auténtica no teme en absoluto el análisis exterior, ni la verdad se resiente por una crítica honesta. … Los hombres sinceros no temen el examen crítico de sus verdaderas convicciones y de sus nobles ideales. (UB 146:3.2)
El éxito en la vida no es ni más ni menos que el arte de dominar las técnicas fiables para solucionar los problemas ordinarios. El primer paso para solucionar un problema cualquiera consiste en localizar la dificultad, aislar el problema y reconocer francamente su naturaleza y su gravedad. Cuando los problemas de la vida despiertan nuestros temores profundos, cometemos el gran error de negarnos a reconocerlos. Asimismo, cuando reconocer nuestras dificultades implica reducir nuestra vanidad largamente acariciada, admitir que somos envidiosos, o abandonar unos prejuicios profundamente arraigados, la persona de tipo medio prefiere aferrarse a sus viejas ilusiones de seguridad y a sus falsas sensaciones de estabilidad largo tiempo cultivadas. Sólo una persona valiente está dispuesta a admitir honradamente aquello que descubre una mente sincera y lógica, y a enfrentarse a ello sin temor. (UB 160:1.7)
Pero la lógica nunca podrá conseguir armonizar los hallazgos de la ciencia y las percepciones de la religión, a menos que los aspectos científicos y religiosos de una personalidad estén dominados por la verdad, estén sinceramente deseosos de seguir a la verdad dondequiera que los conduzca, sin tener en cuenta las conclusiones a las que los pueda llevar. … (UB 103:7.5)
Lo que la ciencia y la religión en desarrollo necesitan es una autocrítica más penetrante y audaz, una mayor conciencia de la condición incompleta de sus estados evolutivos. Los instructores de la ciencia y de la religión están a menudo, en conjunto, demasiado seguros de sí mismos y son demasiado dogmáticos. La ciencia y la religión sólo pueden autocriticar sus propios hechos. A partir del momento en que se apartan del marco de los hechos, la razón abdica o bien degenera rápidamente en un compañero de falsa lógica. (UB 103:7.7)
¿Dónde se sitúa nuestro mundo en el espectro de mantener la religión fuera de la política, a nivel internacional, nacional y local?
Las personas religiosas deben ejercer su actividad en la sociedad, en la industria y en la política como individuos, no como grupos, partidos o instituciones. Un grupo religioso que se permite actuar como tal fuera de sus actividades religiosas, se convierte inmediatamente en un partido político, una organización económica o una institución social. El colectivismo religioso debe limitar sus esfuerzos a fomentar las causas religiosas. … (UB 99:2.3)
Siempre existe el gran peligro de que la religión se deforme y se desnaturalice y empiece a perseguir metas erróneas, como sucede en los tiempos de guerra, cuando cada nación en conflicto prostituye su religión transformándola en propaganda militar. El fervor sin amor siempre es perjudicial para la religión, mientras que la persecución desvía las actividades de la religión hacia la realización de alguna campaña sociológica o teológica. … (UB 99:3.8)
La iglesia institucionalizada puede dar la apariencia de haber servido a la sociedad en el pasado glorificando el orden político y económico establecido, pero si desea sobrevivir, debe poner fin rápidamente a toda actividad de este tipo. Su única actitud adecuada consiste en enseñar la no violencia, la doctrina de la evolución pacífica en lugar de la revolución violenta —la paz en la Tierra y la buena voluntad entre todos los hombres. (UB 99:2.5)
El cristianismo de hoy se ha convertido en una religión bien adaptada a las costumbres sociales, económicas y políticas de las razas blancas. Hace tiempo que dejó de ser la religión de Jesús, aunque todavía presenta valientemente una hermosa religión acerca de Jesús a aquellas personas que intentan seguir sinceramente el camino de sus enseñanzas. El cristianismo ha glorificado a Jesús como Cristo, el ungido mesiánico de Dios, pero ha olvidado ampliamente el evangelio personal del Maestro: la Paternidad de Dios y la fraternidad universal de todos los hombres. (UB 98:7.11)
¿Cómo se compara el siguiente estándar establecido por Jesús con lo que vemos hoy, a nivel internacional, nacional y local?
Jesús no enseñó nunca que fuera malo poseer riquezas. Sólo a los doce y a los setenta [evangelistas] les pidió que dedicaran todas sus posesiones terrenales a la causa común. … Jesús no se ocupó nunca personalmente de las finanzas apostólicas, excepto de los desembolsos destinados a las limosnas. Pero había un abuso económico que condenó muchas veces, y fue la explotación injusta de los hombres débiles, ignorantes y menos afortunados por parte de sus semejantes fuertes, agudos y más inteligentes. Jesús declaró que este tratamiento inhumano de hombres, mujeres y niños era incompatible con los ideales de la fraternidad del reino de los cielos. (UB 163:2.11)
Cuando se trata de equilibrar sabiamente los intereses de grupos, subgrupos e individuos en todo el espectro de agrupaciones y actividades sociales (desde los asuntos parentales hasta los esfuerzos económicos y las regulaciones gubernamentales), ¿cuánto debemos esperar que las mentes razonables difieran en estas cuestiones?
La familia es la unidad fundamental de fraternidad donde los padres y los hijos aprenden las lecciones de paciencia, altruismo, tolerancia e indulgencia que son tan esenciales para realizar la fraternidad entre todos los hombres. (UB 84:7.28)
Sólo aquellos que se enfrentan con los hechos y los adaptan a sus ideales pueden conseguir la sabiduría. La sabiduría engloba los hechos y los ideales, y por eso salva a sus adeptos de los dos extremos estériles de la filosofía —el hombre cuyo idealismo excluye los hechos, y el materialista desprovisto de perspectiva espiritual. (UB 160:4.14)
¿Hasta qué punto debemos esperar que las mentes razonables difieran cuando se trata de equilibrar la justicia con la misericordia, distinguir patrones de circunstancias o dar la debida consideración versus permitir?
La enseñanza de Jesús sobre confiar en los cuidados del Padre celestial no era un fatalismo ciego y pasivo. Aquella tarde citó, dándolo por bueno, un viejo refrán hebreo: «El que no trabaje no comerá». (UB 140:8.2)
El trabajo, los esfuerzos creativos, distinguen al hombre de la bestia, cuyos esfuerzos son ampliamente instintivos. La necesidad de trabajar es la bendición suprema del hombre. Todo el estado mayor del Príncipe trabajaba; contribuyeron mucho a ennoblecer el trabajo físico en Urantia. Adán fue horticultor; el Dios de los hebreos trabajaba —era el creador y el sostén de todas las cosas. Los hebreos fueron la primera tribu que dio un valor supremo a la industria; fueron el primer pueblo que decretó que «el que no trabaje no comerá». Pero muchas religiones del mundo volvieron al ideal primitivo de la ociosidad. Júpiter era un juerguista y Buda se convirtió en un partidario meditabundo del ocio. (UB 69:2.5)
Si el padre afectuoso de una gran familia elige mostrar misericordia a uno de sus hijos culpable de un grave delito, puede suceder muy bien que la concesión de misericordia a ese hijo que se ha portado mal cause dificultades temporales a todos los otros hijos que se han portado bien. Estas eventualidades son inevitables; este riesgo es inseparable de la situación real de tener un padre amoroso y de ser miembro de un grupo familiar. Cada miembro de una familia se beneficia de la conducta honrada de todos los otros miembros; del mismo modo, cada miembro ha de sufrir las consecuencias temporales inmediatas de la mala conducta de cualquier otro miembro. Las familias, los grupos, las naciones, las razas, los mundos, los sistemas, las constelaciones y los universos son relaciones de asociación que poseen una individualidad; y por lo tanto, cada miembro de cualquier grupo, grande o pequeño, cosecha los beneficios y sufre las consecuencias del bien y del mal que hacen todos los otros miembros del grupo interesado. (UB 54:6.3)
En pocas palabras, Dios crea la vida mortal con un plan de desarrollo genético que incluye tipos específicos de mutaciones periódicas repentinas, desarrollos evolutivos progresivos y, eventualmente, una vez que el proceso evolutivo se haya estancado, la introducción de genética adicional para mejorar aún más la base física de la humanidad.
Los términos acuñados por El libro de Urantia para las razas, que son ricos en significado etimológico (véase el Apéndice 1), se crearon como herramienta de estudio para facilitar la apreciación de los aspectos evolutivos y jerárquicos de la historia genética de la humanidad. En cuanto a la cuestión de cómo se inició el diseño evolutivo y de dónde vino, se dice que una orden de seres celestiales a los que se hace referencia como «Portadores de Vida» son responsables de la iniciación de la vida en los planetas y también, en este caso particular, de la autoría de una descripción de esos eventos para El libro de Urantia:
… Esta esfera es un mundo de modificación de la vida; toda la vida que ha aparecido sobre ella la formulamos aquí mismo en el planeta; y no hay ningún otro mundo … donde la vida exista de una manera exactamente igual a la de Urantia. (UB 58:4.1)
… el cuerpo de Portadores de Vida … [en] cooperación con los poderes espirituales y las fuerzas superfísicas, … iniciamos los modelos originales de vida de este mundo, y los plantamos en las aguas hospitalarias del planeta. Toda la vida planetaria … tuvo su origen en nuestras tres implantaciones de vida marina, originales, idénticas y simultáneas. (UB 58:4.2)
El Libro de Urantia enseña que el patrón de vida original integra características evolutivas progresivas con una estructura para mutaciones que causarán que aparezcan repentinamente nuevos órdenes y especies de plantas y animales.
Homo erectus prosapiens: Andonita. Se originó hace 1.000.000 de años. Mutación. Los gemelos fraternos Andón y Fonta, hermano y hermana respectivamente, fueron los primeros seres humanos.
La inteligencia andonita tiene suficiente potencial para que los individuos experimenten un nivel espiritual de conciencia humana y, por lo tanto, el desarrollo de un alma potencialmente eterna. La actualización de un alma requiere que se activen los espíritus ayudantes de la mente de adoración y sabiduría (además de los espíritus de nivel animal de intuición, comprensión, coraje, conocimiento y consejo). El nacimiento de un alma también requiere un alcance inferior de fuerzas espirituales para crear el alma que sobrevive a la muerte. La llegada de un espíritu residente de Dios -el Ajustador del Pensamiento- se concede para ser co-padre, junto con el libre albedrío humano, del nacimiento y desarrollo de la propia alma.
Estando bajo el control de Dios, la activación de los espíritus de sabiduría y adoración, junto con la concesión de los Ajustadores del Pensamiento, también se puede retener con sabiduría y amor. Al hacerlo, se salvaguarda para la humanidad el valor de tener un único par de antepasados comunes. Todos los prosapiens y, por lo tanto, todos los seres humanos tienen herencia andonita.
Hace 950.000 años, los descendientes de Andón y Fonta habían emigrado muy lejos hacia el este y el oeste. En el oeste, cruzaron por Europa y llegaron hasta Francia e Inglaterra. En épocas posteriores penetraron hacia el este hasta llegar a Java, donde recientemente se han encontrado sus huesos —el llamado hombre de Java— y luego continuaron su viaje hasta Tasmania. (UB 64:1.6)
Los grupos que fueron hacia el oeste se contaminaron menos con las cepas atrasadas de origen ancestral común que los que se dirigieron hacia el este, los cuales se mezclaron muy ampliamente con sus primos animales retrasados. (UB 64:1.7)
Hacia el año 2500 a. de J.C., el empuje que efectuaban los andonitas hacia el oeste llegó hasta Europa. Esta invasión de toda Mesopotamia, Asia Menor y la cuenca del Danubio por parte de los bárbaros de las colinas del Turquestán constituyó la regresión cultural más grave y duradera de todas las sucedidas hasta entonces. Estos invasores andonizaron claramente el carácter de las razas centroeuropeas, que desde entonces han continuado siendo característicamente alpinas. (UB 80:9.7)
La genética andonita no proporciona suficiente inteligencia para apoyar el desarrollo de la civilización.
Homo erectus subsapiens Evolutivo. Esta clasificación abarca toda la gama de tipos capaces de reproducirse con el H. erectus prosapiens.
Incluso la pérdida de Andón y Fonta antes de que tuvieran descendencia no hubiera impedido la evolución humana, aunque la habría retrasado. Después de la aparición de Andón y Fonta, y antes de que se agotaran los potenciales humanos en mutación de la vida animal, evolucionaron no menos de siete mil cepas favorables que podrían haber alcanzado alguna clase de desarrollo de tipo humano. Muchas de estas mejores cepas fueron asimiladas posteriormente por las diversas ramas de la especie humana en expansión. (UB 65:3.4)
Esta clasificación incluye el espectro que va desde las «cepas atrasadas» hasta las «siete mil cepas favorables».
Homo neanderthalensis: Badonita. Evolutivo. Se originó hace 850.000 años.
Hace 850.000 años, las tribus superiores de Badonán empezaron una guerra de exterminio contra sus vecinos inferiores parecidos a los animales. … Los descendientes mezclados de este linaje badonita mejorado aparecieron en escena como un pueblo aparentemente nuevo, la raza de Neandertal. (UB 64:3.5)
Los prosapiens de H. erectus más evolucionados —los badonitas— vivieron en la región de Afganistán.
Homo neanderthalensis prosapiens Evolutivo. Los badonitas superiores y mejorados (H. neanderthalensis) se mezclaron con los andonitas (H. erectus prosapiens).
Homo neanderthalensis subsapiens Evolutivo. H. neanderthalensis se apareó con H. erectus subsapiens.
Homo sapiens: razas Sangik. Se originaron hace 500.000 años. Mutación.
Hace 500.000 años, un hombre y una mujer comenzaron a producir de repente una familia de hijos excepcionalmente inteligentes. Esta era la familia Sangik, los antepasados de las seis razas de color de Urantia. UB 64:5.1-2
… De estos diecinueve hijos, cinco eran rojos, dos anaranjados, cuatro amarillos, dos verdes, cuatro azules y dos índigos. Estos colores se volvieron más pronunciados a medida que los niños crecieron, y cuando estos jóvenes se casaron más tarde con otros miembros de su tribu, todos sus descendientes tendieron a coger el color de la piel de su progenitor sangik. (UB 64:5.3)
Todas estas razas tenían la inteligencia suficiente para sustentar el desarrollo de la civilización. Por ello, se envió un administrador espiritual (invisible): el Príncipe Planetario, Caligastia. El Príncipe tenía un séquito corpóreo visible de cien personas (de las que hablaremos más adelante), a quienes se les dio cuerpos humanos.
Homo sapiens primarius: Sangik primario. Se originó hace 500.000 años. Mutación. Se describe que el espectro de colores de las razas Sangik tiene conjuntos alternos de diferencias, comenzando con la raza roja. Por lo general, la altura tiende a disminuir a lo largo del espectro de colores, pasando del rojo al índigo.
… el hombre rojo se halla muy por encima de la raza índiga —negra. Los Portadores de Vida confieren el don completo de las energías vivientes a la raza roja o inicial, … Incluso la estatura de los mortales tiende a disminuir desde el hombre rojo hasta la raza índiga, aunque en Urantia aparecieron linajes inesperados de gigantismo entre los pueblos verde y anaranjado. (UB 51:4.2)
En aquellos mundos que tienen las seis razas evolutivas, los pueblos superiores son la primera, la tercera y la quinta razas —la roja, la amarilla y la azul. Las razas evolutivas alternan así en capacidad para el crecimiento intelectual y el desarrollo espiritual, estando la segunda, la cuarta y la sexta [naranja, verde e índigo] un poco menos dotadas. (UB 51:4.3)
El uso de «hombre rojo» en comparación con «raza índigo—negra» no es el único ejemplo de uso de sinónimos para hacer referencias comparativas a las seis razas Sangik. Esto también se hace con una descripción de las seis razas en 64:6. ¿Por qué crees que los autores hacen esto?
Homo sapiens secundarius: Sangik secundario. Originario hace 500.000 años. Mutación.
Desde el punto de vista biológico, los sangiks secundarios eran, en algunos aspectos, superiores a las razas primarias. (UB 82:6.10)
Aunque las razas primarias … eran superiores en muchos aspectos a los tres pueblos secundarios, se debe recordar que estas razas secundarias poseían muchas características deseables que habrían mejorado considerablemente a los pueblos primarios si éstos hubieran podido absorber sus mejores linajes. (UB 82:6.2)
…aparecieron linajes inesperados de gigantismo [De 2,6 a 3 metros de altura] entre los pueblos verde y anaranjado. (UB 51:4.2)
La última gran batalla entre los hombres anaranjados y los verdes tuvo lugar en la región del bajo valle del Nilo, en Egipto. … Los restos dispersos de este pueblo fueron absorbidos por los hombres verdes, y luego por los índigos que llegaron más tarde. Pero el hombre anaranjado dejó de existir como raza hace aproximadamente cien mil años. (UB 64:6.13)
Homo sapiens transerectus: Nodita. Se originó hace 200.000 años. Elevación genética no planificada. Fue entonces cuando se produjo la Rebelión de Lucifer: la pérdida de la fe por parte de un administrador celestial de alto rango. Las tradiciones religiosas relacionadas con Lucifer, Satanás y el Diablo comenzaron con este evento, que dio como resultado que todo el personal corpóreo del Príncipe Planetario perdiera el estatus inmortal del que había disfrutado durante 300.000 años (junto con 100 seres humanos con los que habían sido emparejados genéticamente de manera quirúrgica, no sexual, para permitir un estado inmortal en la Tierra). El híbrido de seres humanos con el personal corpóreo creó una raza de origen dual distinta.
Con resultados notables, la rebelión deshizo los planes que regían restricciones a sus actividades procreativas:
…sus hijos resultaron ser muy superiores en casi todos los aspectos tanto a los pueblos andonitas como a los pueblos sangiks. Esta superioridad inesperada no solamente se refería a sus cualidades físicas e intelectuales, sino también a sus capacidades espirituales.
Estas características mutantes que aparecieron en la primera generación nodita se debían a ciertos cambios que se habían producido en la configuración y en los componentes químicos de los factores hereditarios del plasma germinal andónico. Estos cambios … hicieron que los cromosomas del modelo especializado de Urantia se reorganizaran … La técnica de esta metamorfosis del plasma germinal, producida por la acción de las corrientes vitales del sistema, se parece a los procedimientos que emplean los científicos de Urantia para modificar el plasma germinal de las plantas y los animales mediante la utilización de los rayos X.
Los pueblos noditas surgieron así de ciertas modificaciones particulares e inesperadas que se produjeron en el plasma vital que los cirujanos de Avalon habían trasladado desde el cuerpo de los cooperadores andonitas hasta el de los miembros del estado mayor corpóreo. (UB 77:2.4-6)
Los noditas de pura cepa eran una raza magnífica, pero se mezclaron gradualmente con los pueblos evolutivos de la Tierra, y al poco tiempo se había producido una gran degeneración. Diez mil años después de la rebelión habían perdido tanto terreno que la duración media de su vida sólo era un poco superior a la de las razas evolutivas. (UB 77:2.9)
«Los nefilim (los noditas) estaban en la Tierra en aquellos días, y cuando estos hijos de los dioses fueron hasta las hijas de los hombres y tuvieron relaciones con ellas, sus hijos fueron ‘los poderosos hombres de la antigüedad’, ‘los varones de renombre’». … Toda esta leyenda se volvió aún más confusa con las mezclas raciales de los adamitas que nacieron posteriormente en el segundo jardín.… (UB 77:2.3)
Homo sapiens ultrasapiens: Adamita y Adamsonita. Se originaron hace 38.000 años. Elevación genética planificada. La raza violeta. (Adamson fue el primer hijo de Adán y Eva.)
Hace casi cuarenta mil años, hubo un momento en la historia planetaria en que los Portadores de Vida de servicio observaron que, desde un punto de vista puramente biológico, el progreso del desarrollo de las razas de Urantia se acercaba a su culminación. (UB 73:0.1)
Los Melquisedeks aconsejaron a Adán que no iniciara el programa de mejoramiento y mezcla de las razas hasta que su propia familia no contara con medio millón de miembros. Nunca se tuvo la intención de que el Jardín fuera el hogar permanente de los adamitas. Tenían que convertirse en los emisarios de una nueva vida para el mundo entero; tenían que movilizarse para llevar a cabo una donación desinteresada a las razas necesitadas de la Tierra. (UB 73:7.3)
Cuando este linaje de los Hijos Materiales se añade a las razas en evolución de los mundos, da comienzo una nueva era más grande de progreso evolutivo. Después de esta efusión procreadora de capacidades importadas y de características superevolutivas, se produce una sucesión de rápidos avances en la civilización y en el desarrollo racial; … En vuestro mundo se han realizado grandes progresos, a pesar del fracaso de los planes ordenados, desde que el plasma vital de Adán fue donado a vuestros pueblos. (UB 51:5.6)
El aborto ocurrió apenas cien años después de la llegada de Adán y Eva.
La amalgamación de las razas evolutivas con los hijos de Adán acrecienta y sella todas estas relaciones, teniendo como resultado el mejoramiento inmediato del estado biológico, la estimulación del potencial intelectual y el aumento de la receptividad espiritual. (UB 51:6.1)
La raza violeta comienza con Adán… pasando por su fusión con las razas nodita y sangiks hacia el año 15.000 a. de J.C. para formar los pueblos anditas, y continuando hasta su desaparición final de las tierras natales de Mesopotamia, aproximadamente 2.000 años a. de J.C. (UB 78:0.2)
Adán y sus descendientes tenían los ojos azules, y los pueblos violetas se caracterizaban por tener la tez clara y el cabello rubio —amarillo, rojo y castaño. (UB 76:4.1)
Las células del cuerpo de los Hijos Materiales y de su progenie son mucho más resistentes a las enfermedades que las de los seres evolutivos originarios del planeta. Las células del cuerpo de las razas nativas son similares a los organismos vivientes microscópicos y ultramicroscópicos del planeta que producen las enfermedades. Estos hechos explican por qué los pueblos de Urantia tienen que hacer tantos esfuerzos en el campo científico para resistir tantos desórdenes físicos. Seríais mucho más resistentes a las enfermedades si vuestras razas llevaran más sangre adámica. (UB 76:4.7)
Los juegos y el humor de las razas actuales proceden en gran parte de la estirpe adámica. Todos los adamitas apreciaban mucho la música y tenían también un agudo sentido del humor. (UB 74:6.7)
La sangre de Adán ha sido compartida por la mayoría de las razas humanas, pero algunas han recibido más que otras. Las razas mezcladas de la India y los pueblos más oscuros de África no eran atractivos para los adamitas. Se hubieran mezclado libremente con los hombres rojos si éstos no hubieran estado tan alejados en las Américas, y estaban favorablemente dispuestos hacia los hombres amarillos, pero también era difícil acceder a ellos en la lejana Asia. Por consiguiente, cuando los adamitas se sentían impulsados por la aventura o el altruismo, o cuando fueron expulsados del valle del Éufrates, escogieron unirse de manera muy natural con las razas azules de Europa. (UB 80:1.5)
No es que hubiera tantos anditas ni que su cultura fuera tan superior, sino que la amalgama con ellos produjo una estirpe más versátil. Los chinos del norte recibieron la cantidad justa de la cepa andita para estimular levemente sus mentes innatamente capaces, pero no lo suficiente para despertar en ellos la curiosidad inquieta y exploratoria tan característica de las razas blancas del norte. Esta infusión más limitada de la herencia andita perturbó menos la estabilidad innata del tipo sangik. (UB 79:7.3)
En un mundo de tipo medio, la dispensación postadámica es una época de grandes invenciones, de control de la energía y de desarrollo mecánico. Es la era en que aparecen las manufacturas multiformes y el control de las fuerzas naturales; es la edad de oro de la exploración y del sometimiento final del planeta. Una gran parte del progreso material de un mundo tiene lugar durante este período en que comienza el desarrollo de las ciencias físicas, precisamente la época que Urantia está experimentando ahora. Vuestro mundo lleva un retraso de una dispensación o más con respecto al programa planetario medio. [debido a la rebelión de Lucifer y a la falta de Adán]. (UB 52:3.6)
Homo sapiens supersapiens: el andita. Evolutivo.
Las razas anditas constituían las mezclas primitivas entre la pura raza violeta y los noditas, más los pueblos evolutivos. Se puede considerar que los anditas contenían en general un porcentaje de sangre adámica mucho mayor que las razas modernas. El término andita se utiliza generalmente para designar a aquellos pueblos cuya herencia racial era entre una sexta y una octava parte violeta. Los urantianos modernos, incluso los de las razas blancas del norte, contienen un porcentaje mucho menor de la sangre de Adán. (UB 78:4.1)
Los anditas eran, en todos los campos, la mejor raza humana que había aparecido en Urantia desde los tiempos de los pueblos de puro linaje violeta. … (UB 78:4.3)
Estos primeros anditas no eran arios, sino prearios. No eran blancos, sino preblancos. No eran un pueblo occidental ni un pueblo oriental. Pero la herencia andita es la que confiere a la mezcla políglota de las llamadas razas blancas esa homogeneidad generalizada que ha sido denominada caucasoide. (UB 78:4.4)
Hacia el año 12.000 a. de J.C., tres cuartas partes de los descendientes anditas del mundo residían en el norte y el este de Europa, y cuando más tarde se produjo el éxodo final desde Mesopotamia, el sesenta y cinco por ciento de estas últimas oleadas migratorias penetraron en Europa. (UB 78:5.4)
Los anditas no solamente emigraron hacia Europa sino también hacia el norte de China y la India, mientras que muchos grupos se desplazaron hasta los confines de la Tierra como misioneros, educadores y comerciantes. Efectuaron una aportación considerable a los grupos de pueblos sangiks del norte del Sahara. Pero sólo unos pocos instructores y comerciantes penetraron en África más al sur de la cabecera del Nilo. Más tarde, los anditas mestizos y los egipcios descendieron por las costas orientales y occidentales de África muy por debajo del ecuador, pero no llegaron hasta Madagascar. (UB 78:5.5)
Estos anditas fueron los conquistadores llamados dravidianos, y más tarde arios, de la India, y su presencia en Asia central mejoró considerablemente a los antepasados de los turanianos. Muchos miembros de esta raza viajaron hasta China tanto por el Sinkiang como por el Tíbet, y añadieron cualidades deseables a los linajes chinos posteriores. De vez en cuando, pequeños grupos se dirigieron hacia el Japón, Formosa, las Indias Orientales y el sur de China, aunque muy pocos entraron en el sur de China por la ruta costera. (UB 78:5.6)
Los autores utilizan el término ario sin connotaciones negativas, lo que es coherente con sus orígenes históricos y no con la posterior desevolución del término, que se asoció a una superioridad racial intolerante. Este es un resumen de Wikipedia sobre el tema:
El uso de «ario» como sinónimo de «indoeuropeo» o, en menor medida, de «indoiraní», es considerado hoy por muchos como obsoleto y políticamente incorrecto, pero todavía puede aparecer ocasionalmente en material basado en estudios más antiguos o escrito por personas acostumbradas a usos más antiguos, como en un artículo de 1989 en Scientific American escrito por Colin Renfrew en el que utiliza la palabra «ario» en su significado tradicional como sinónimo de «indoeuropeo».
Para una revisión en profundidad de este aspecto de las enseñanzas de El libro de Urantia, véase el subEstudio temático: Arios y blancos.
Ciento treinta y dos miembros de esta raza se embarcaron en una flotilla de barcos pequeños en el Japón y llegaron finalmente hasta América del Sur; por medio de matrimonios mixtos con los nativos de los Andes, dieron nacimiento a los antepasados de los soberanos posteriores de los Incas. … (UB 78:5.7)
Las conquistas migratorias de los anditas continuaron hasta sus últimas dispersiones entre los años 8000 y 6000 a. de J.C. A medida que salían en masa de Mesopotamia, … aportaron el humor, el arte, la aventura, la música y la manufactura. Eran unos hábiles domesticadores de animales y unos agricultores expertos. (UB 78:5.8)
Las últimas tres oleadas… partieron en su éxodo final en varias direcciones: (UB 78:6.1)
El sesenta y cinco por ciento entró en Europa por la ruta del Mar Caspio para conquistar a las razas blancas que acababan de aparecer —la mezcla de los hombres azules con los primeros anditas— y fusionarse con ellas. (UB 78:6.2)
El diez por ciento, incluyendo un amplio grupo de sacerdotes setitas, se dirigió hacia el este a través de las tierras altas elamitas hasta la meseta iraní y el Turquestán. Posteriormente, muchos de sus descendientes fueron expulsados con sus hermanos arios desde las regiones del norte hacia la India. (UB 78:6.3)
El diez por ciento de los mesopotámicos que viajaban hacia el norte se desviaron hacia el este para entrar en el Sinkiang, donde se fusionaron con sus habitantes anditas y amarillos mezclados. La mayoría de los hábiles descendientes de esta unión racial penetró posteriormente en China y contribuyó mucho al mejoramiento inmediato de la rama nórdica de la raza amarilla. (UB 78:6.4)
El diez por ciento de estos anditas que huían atravesaron Arabia y entraron en Egipto. (UB 78:6.5)
El cinco por ciento de los anditas, que poseía la cultura más superior del territorio costero cercano a la desembocadura de los ríos Tigris y Éufrates, había evitado mezclarse con los miembros inferiores de las tribus vecinas, y se negaron a abandonar sus hogares. Este grupo representaba la supervivencia de numerosos linajes noditas y adamitas superiores. (UB 78:6.6)
Homo sapiens sapiens Evolutivo. Pueblos modernos mezclados. Los diversos grados de mezcla entre H. sapiens supersapiens, H. sapiens y H. erectus prosapiens.
Los autores de El libro de Urantia no ocultan que nos están enseñando cómo comenzar nuestros estudios antropológicos con un mejor conjunto de supuestos iniciales:
Cada una de las razas de Urantia se podía identificar por ciertas características físicas distintivas. Los adamitas y los noditas tenían la cabeza alargada; los andonitas eran de cabeza ancha. Las razas sangiks tenían una cabeza mediana, aunque los hombres amarillos y azules tendían a ser de cabeza ancha. Cuando las razas azules se mezclaban con los linajes andonitas, eran claramente de cabeza ancha. Los sangiks secundarios tenían una cabeza entre mediana y alargada. (UB 81:4.2)
Aunque estas dimensiones craneanas ayudan a descifrar los orígenes raciales, el esqueleto en su totalidad es mucho más fiable. En el desarrollo primitivo de las razas de Urantia había originalmente cinco tipos distintos de estructuras esqueléticas:
- Andonitas —los aborígenes de Urantia.
- Sangiks primarios —rojos, amarillos y azules.
- Sangiks secundarios —anaranjados, verdes e índigos.
- Noditas —los descendientes de los dalamatianos.
- Adamitas — la raza violeta. UB 81:4.3-8
A medida que estos cinco grandes grupos raciales se entremezclaron ampliamente, las mezclas continuas tendieron a eclipsar el tipo andonita debido al predominio de la herencia sangik. Los lapones y los esquimales son una mezcla de andonitas y de la raza azul sangik. La estructura de su esqueleto es la que conserva mejor el tipo andónico aborigen. Pero los adamitas y los noditas se han mezclado tanto con las otras razas que sólo se pueden detectar como un tipo caucasoide generalizado. (UB 81:4.9)
Por consiguiente, a medida que se desentierren los restos humanos de los últimos veinte mil años, será imposible, en general, distinguir claramente los cinco tipos originales. El estudio de las estructuras de estos esqueletos revelará que la humanidad está dividida ahora aproximadamente en tres clases:
- La caucasoide —la mezcla andita de los linajes noditas y adamitas, modificada además por la unión con los sangiks primarios y (una parte de los) secundarios y por un cruce considerable con los andonitas. Las razas blancas occidentales, junto con algunos pueblos hindúes y turanianos, están incluidas en este grupo.
- La mongoloide —el tipo sangik primario, que incluye a las razas roja, amarilla y azul originales. Los chinos y los amerindios pertenecen a este grupo. En Europa, el tipo mongoloide se ha modificado mediante una mezcla con los sangiks secundarios y los andonitas, y más aún debido a la inyección andita. Los malayos y otros pueblos indonesios están incluídos en esta clasificación, aunque contienen un porcentaje elevado de sangre sangik secundaria.
- La negroide —el tipo sangik secundario, que incluía originalmente a las razas anaranjada, verde e índiga. … UB 81:4.10-13
… tres pequeños grupos de ascendencia mixta, y el más grande de ellos era una combinación de las razas anaranjada y azul. Estos tres grupos nunca fraternizaron por completo con los hombres rojos y pronto se dirigieron hacia el sur hasta Méjico y América Central, donde más tarde se unió a ellos un pequeño grupo de amarillos y rojos mezclados. Todos estos pueblos se casaron entre sí y fundaron una nueva raza amalgamada mucho menos belicosa que los hombres rojos de raza pura. En el espacio de cinco mil años, esta raza amalgamada se dividió en tres grupos, los cuales establecieron las civilizaciones respectivas de Méjico, América Central y América del Sur. (UB 64:7.5)
Hoy ya no existe ninguna raza pura en el mundo. Los primeros pueblos originales y evolutivos de color sólo tienen dos razas representativas que sobreviven en el mundo —los hombres amarillos y los hombres negros— e incluso estas dos razas están muy mezcladas con los pueblos de color ya desaparecidos. Aunque la llamada raza blanca desciende predominantemente de los antiguos hombres azules, está más o menos mezclada con todas las demás razas, al igual que los hombres rojos de las Américas. (UB 82:6.1)
«Raza blanca» es un término desfavorecido y tratar de hacer subdivisiones también es problemático. Para una revisión en profundidad de este aspecto de las enseñanzas de El libro de Urantia, véase el subEstudio temático: Arios y blancos.
De la sección «Las tres razas blancas» de El libro de Urantia:
Las investigaciones y exploraciones europeas sobre la antigua edad de piedra han consistido ampliamente en la exhumación de herramientas, huesos y objetos de arte de estos antiguos hombres azules, puesto que permanecieron en Europa hasta una fecha reciente. Las llamadas razas blancas de Urantia son los descendientes de estos hombres azules, que primero fueron modificados por una ligera mezcla con los amarillos y los rojos, y más tarde mejoraron enormemente debido a la asimilación de la mayor parte de la raza violeta. (UB 64:6.24)
Es un error pretender clasificar a los pueblos blancos en nórdicos, alpinos y mediterráneos. Ha habido, en conjunto, demasiadas mezclas como para permitir este agrupamiento. En cierto momento la raza blanca estaba dividida de manera bastante bien definida en estas clases, pero se han producido desde entonces unas mezclas muy extensas, y ya no es posible identificar estas distinciones con claridad. Incluso en el año 3000 a. de J.C., los antiguos grupos sociales ya no formaban parte de una sola raza, al igual que sucede con los habitantes actuales de América del Norte. (UB 80:9.15)
¿En qué medida influyen las condiciones climáticas en los potenciales genéticos inherentes? ¿En qué medida la disposición hacia el clima afecta a los potenciales genéticos de un (sub)grupo a lo largo del tiempo? ¿Cómo influye todo esto en el desarrollo de la cultura? (Nota: El libro de Urantia cuenta más eras glaciales de las que reconoce generalmente la ciencia.)
Durante los tiempos primitivos, la vida en Urantia era un asunto serio y grave. La humanidad tendió constantemente a encaminarse hacia los climas salubres de los trópicos precisamente para escapar de esta lucha incesante y de este trabajo interminable. Aunque estas zonas más cálidas para vivir disminuyeron un poco la intensa lucha por la existencia, las razas y las tribus que buscaron así la facilidad raras veces utilizaron su tiempo libre no ganado para hacer avanzar la civilización. El progreso social ha venido invariablemente de las ideas y los proyectos de las razas que han aprendido, por medio de sus esfuerzos inteligentes, a arrancarle a la tierra su sustento con menos esfuerzo y jornadas de trabajo reducidas, pudiendo disfrutar así de un margen beneficioso de tiempo libre bien merecido. (UB 81:6.7)
La vida que se había plantado en Urantia evolucionó de esta manera hasta el período glaciar, época en que el hombre mismo apareció por primera vez y empezó su agitada carrera planetaria. Esta aparición del hombre primitivo en la Tierra durante el período glaciar no fue precisamente un accidente; fue intencional. Los rigores y la severidad climática de la era glaciar se adaptaban en todos los aspectos a la finalidad de fomentar la producción de un tipo robusto de ser humano, dotado de una formidable capacidad para sobrevivir. (UB 65:2.16)
Hace 1.000.000 de años, Urantia fue registrada como mundo habitado. Una mutación dentro de la familia de los primates que progresaban produjo repentinamente dos seres humanos primitivos, los verdaderos antepasados de la humanidad. (UB 61:6.2)
Estos andonitas evitaban los bosques, en contraste con las costumbres de sus parientes no humanos. El hombre siempre ha degenerado en los bosques; la evolución humana sólo ha progresado en los espacios abiertos y en las latitudes más elevadas. El frío y el hambre que reinan en las tierras al descubierto estimulan la actividad, la invención y el ingenio. Mientras estas tribus andónicas producían a los pioneros de la raza humana actual en medio de las dificultades y privaciones de estos rigurosos climas nórdicos, sus primos atrasados disfrutaban en los bosques tropicales meridionales del país de su origen primitivo común. (UB 64:1.3)
Este acontecimiento sucedió casi en la época en que empezó el tercer avance glacial; se puede observar así que vuestros primeros antepasados nacieron y se criaron en un entorno estimulante, vigorizante y difícil. Los únicos supervivientes de estos aborígenes de Urantia, los esquimales, prefieren vivir todavía hoy en los climas nórdicos muy fríos. (UB 61:6.3)
Hace 500.000 años, durante el quinto avance de los hielos, un nuevo acontecimiento aceleró el curso de la evolución humana. Repentinamente, y en una sola generación, las seis razas de color aparecieron por mutación a partir de la familia humana aborigen. Esta fecha tiene una doble importancia puesto que señala también la llegada del Príncipe Planetario. (UB 61:7.4)
Hace 200.000 años, durante el avance del último glaciar, sucedió un episodio que tuvo mucho que ver con la marcha de los acontecimientos en Urantia —la rebelión de Lucifer. (UB 61:7.8)
La época glacial es el último período geológico completo, el llamado Pleistoceno, y tuvo una duración de más de dos millones de años. (UB 61:7.17)
Hace 35.000 años que terminó la gran época glacial, excepto en las regiones polares del planeta. Esta fecha también es significativa porque se aproxima mucho a la de la llegada de un Hijo y una Hija Materiales y al principio de la dispensación adámica, que coincide aproximadamente con el principio del período Holoceno o postglacial. (UB 61:7.18)
Si no fuera una antipatía natural entre las razas inherente a la genética, ¿cómo podrían desarrollarse tipos raciales distintos? ¿Acaso la enseñanza de que el odio debe aprenderse niega el debido crédito por elegir una disposición más espiritualizada? ¿Acaso la gente más mezclada acusa falsamente a la gente menos mezclada? Hasta que la mezcla borre la antipatía natural, ¿cómo se relaciona la superación de esta tendencia con el crecimiento del alma?
Cuando los descendientes de color de la familia sangik empezaron a multiplicarse y a buscar la posibilidad de expandirse por los territorios vecinos, el quinto glaciar, el tercero según el cálculo de los geólogos, ya había avanzado mucho en su camino hacia el sur sobre Europa y Asia. Estas primeras razas de color sufrieron una prueba extraordinaria debido a los rigores y dificultades del período glaciar en el cual se originaron. Este glaciar era tan extenso en Asia, que la emigración hacia el este de Asia estuvo cortada durante miles de años. Y no les fue posible llegar a África hasta que el Mar Mediterráneo retrocedió posteriormente a consecuencia de la elevación de Arabia. (UB 64:7.1)
En los primeros tiempos del desarrollo racial, los hombres rojos, amarillos y azules tienen una ligera tendencia a cruzarse; las razas anaranjada, verde e índiga tienen una tendencia similar a entremezclarse. (UB 51:4.5)
Por este motivo, durante cerca de cien mil años, los pueblos sangiks se diseminaron alrededor de sus colinas y se mezclaron más o menos entre ellos, a pesar de las antipatías particulares, pero naturales, que se manifestaron desde el principio entre las diferentes razas. (UB 64:7.2)
Estos pueblos sangiks secundarios encontraban la existencia más fácil y agradable en las tierras del sur, y muchos emigraron posteriormente a África. Los pueblos sangiks primarios, las razas superiores, evitaron los trópicos; el hombre rojo se dirigió hacia el nordeste hasta llegar a Asia, seguido de cerca por el hombre amarillo, mientras que la raza azul partió hacia el noroeste hasta entrar en Europa. (UB 64:7.3)
Las razas superiores buscaron los climas nórdicos o templados, mientras que las razas anaranjada, verde e índiga tendieron a dirigirse sucesivamente hacia África por el puente terrestre recién emergido que separaba al Mediterráneo, que se retiraba hacia el oeste, del Océano Índico. UB 64:7.13
La civilización es una adquisición racial; no es inherente a la biología; por eso todos los niños deben criarse en un entorno de cultura, mientras que la juventud de cada generación sucesiva debe recibir de nuevo su educación. Las cualidades superiores de la civilización —científicas, filosóficas y religiosas— no se transmiten de una generación a otra por herencia directa. Estos logros culturales sólo se pueden preservar mediante la conservación inteligente de la herencia social. (UB 68:0.2)
El proceso de la evolución planetaria es ordenado y está controlado. El desarrollo de organismos superiores a partir de agrupaciones de vida más inferiores no es accidental. A veces el progreso evolutivo se demora temporalmente debido a la destrucción de ciertas líneas favorables de plasma vital existentes en una especie seleccionada. A menudo se necesitan eras y eras para reparar el daño ocasionado por la pérdida de una sola cepa superior de herencia humana. Una vez que estas cepas seleccionadas y superiores de protoplasma viviente han hecho su aparición, deberían ser celosa e inteligentemente protegidas. En la mayor parte de los mundos habitados, estos potenciales superiores de vida son mucho más valorados que en Urantia. (UB 49:1.7)
La hibridación de los linajes superiores y diferentes es el secreto para crear estirpes nuevas y más vigorosas, y esto es tan cierto para las plantas y los animales como para la especie humana. La hibridación aumenta el vigor y acrecienta la fecundidad. Las mezclas raciales de los estratos medios o superiores de los diversos pueblos aumentan considerablemente el potencial creativo, tal como está demostrado en la población actual de los Estados Unidos de América del Norte. Cuando estos emparejamientos tienen lugar entre los estratos inferiores o más bajos, la creatividad disminuye, tal como se puede observar en los pueblos de hoy en día del sur de la India. (UB 82:6.5)
Las mezclas raciales siempre son ventajosas, ya que favorecen una cultura polifacética y contribuyen al progreso de la civilización, pero si predominan los elementos inferiores de los linajes raciales, estos logros serán de corta duración. Una cultura políglota sólo se puede conservar si los linajes superiores se reproducen con un margen de seguridad sobre los inferiores. La multiplicación incontrolada de los inferiores, unida a la reproducción decreciente de los superiores, conduce infaliblemente al suicidio de la civilización cultural. (UB 79:2.7)
La evolución de … razas de color, … proporciona ciertas variaciones muy deseables en los tipos mortales y permite una expresión, de otra manera inalcanzable, de los diversos potenciales humanos. … (UB 51:4.4)
Unas clases sociales flexibles y cambiantes son indispensables para una civilización en evolución, pero cuando las clases se convierten en castas, cuando los niveles sociales se petrifican, el mejoramiento de la estabilidad social se consigue mediante la disminución de la iniciativa personal. La casta social resuelve el problema de encontrar uno su lugar en la industria, pero también reduce claramente el desarrollo del individuo e impide prácticamente la cooperación social.
Como las clases de la sociedad se han formado de manera natural, continuarán existiendo hasta que el hombre consiga eliminarlas gradualmente por evolución mediante la manipulación inteligente de los recursos biológicos, intelectuales y espirituales de una civilización en progreso, tales como:
- La renovación biológica de los linajes raciales —la eliminación selectiva de las cepas humanas inferiores. Esto tenderá a erradicar muchas desigualdades humanas.
- La formación educativa de la mayor capacidad cerebral que surgirá de este mejoramiento biológico.
- La estimulación religiosa de los sentimientos de parentesco y de fraternidad humanos. (UB 70:8.13-17)
Pero estas medidas sólo pueden dar sus verdaderos frutos en los lejanos milenios del futuro, aunque la manipulación inteligente, sabia y paciente de estos factores aceleradores del progreso cultural producirá inmediatamente muchas mejoras sociales. La religión es la palanca poderosa que levanta a la civilización por encima del caos, pero se encuentra impotente sin el punto de apoyo de una mente sana y normal, que descanse firmemente sobre una herencia sana y normal. (UB 70:8.18)
- La variedad es indispensable para permitir el amplio funcionamiento de la selección natural, la supervivencia diferencial de las cepas superiores.
- Se obtienen razas mejores y más fuertes mediante el cruce entre los diversos pueblos, cuando esas razas diferentes son portadoras de factores hereditarios superiores. Las razas de Urantia se hubieran beneficiado pronto de una fusión semejante, si un pueblo así de amalgamado hubiera podido después ser mejorado eficazmente mezclándose por completo con la raza adámica superior. En las condiciones raciales actuales, cualquier intento por llevar a cabo un experimento de este tipo en Urantia sería extremadamente desastroso.
- La diversificación de las razas incita a una sana competición.
- Las diferencias de categoría entre las razas, y entre los grupos dentro de cada raza, son esenciales para el desarrollo de la tolerancia y del altruismo humanos.
- La homogeneidad de la raza humana no es deseable hasta que los pueblos de un mundo evolutivo no alcanzan unos niveles relativamente elevados de desarrollo espiritual. UB 64:6.31-35
Si un grupo étnico (sin importar cuáles sean sus factores raciales predominantes) carece de la madurez espiritual necesaria para abordar sus propios rasgos defectuosos, degenerados y antisociales, ¿qué esperanza tiene este grupo de gestionar pacíficamente tales cuestiones entre grupos étnicos?
¿Qué controles y equilibrios proporciona la naturaleza para apoyar la evolución progresiva de nuestro acervo genético y, por tanto, la evolución progresiva de la civilización?
Este problema de mejorar la raza no es una empresa de tanta envergadura cuando se ataca en esta fecha temprana de la evolución humana. El período anterior de las luchas tribales y de la dura competición por la supervivencia racial ha eliminado la mayor parte de los linajes anormales y defectuosos. Un idiota no tiene muchas posibilidades de sobrevivir en una organización social tribal primitiva y guerrera. El falso sentimentalismo de vuestras civilizaciones parcialmente perfeccionadas es el que fomenta, protege y perpetúa los linajes irremediablemente defectuosos de las razas humanas evolutivas. (UB 52:2.11)
Aquello que se puede considerar como un derecho en una época, puede que no lo sea en otra. La supervivencia de un gran número de personas anormales y degeneradas no se debe a que tengan el derecho natural de sobrecargar la civilización del siglo veinte, sino simplemente porque la sociedad de la época, las costumbres, lo decretan así. (UB 70:9.14)
Debido a un exceso de falso sentimentalismo, la iglesia ha socorrido durante mucho tiempo a los desvalidos y a los infelices, y todo eso ha estado muy bien, pero este mismo sentimentalismo ha conducido a la perpetuación imprudente de unos linajes racialmente degenerados que han retrasado enormemente el progreso de la civilización. (UB 99:3.5)
¿Podemos encontrar la sabiduría para atender al individuo sin condenar nuestro acervo genético?
Enseñad a todos los creyentes que eviten apoyarse en los soportes inseguros de la falsa compasión. No podéis desarrollar un carácter fuerte si tenéis inclinación por la autocompasión; esforzaos honradamente por evitar la influencia engañosa de la simple comunión en la desdicha. Conceded vuestra simpatía a los valientes y a los intrépidos, sin ofrecer un exceso de compasión a aquellas almas cobardes que se limitan a levantarse sin entusiasmo ante las pruebas de la vida. No ofrezcáis vuestro consuelo a los que se tumban ante las dificultades, sin luchar. No simpaticéis con vuestros semejantes con la única finalidad de recibir a cambio su simpatía. (UB 159:3.11)
Los débiles y los inferiores siempre han luchado por tener los mismos derechos que los demás; siempre han insistido para que el Estado obligue a los fuertes y superiores a satisfacer sus necesidades y a compensar de otras maneras aquellas carencias que son muy a menudo el resultado natural de su propia indiferencia e indolencia. (UB 70:9.16)
No es ni ternura ni altruismo ofrecer una compasión inútil a unos seres humanos degenerados, a unos mortales anormales e inferiores insalvables. Incluso en el más normal de los mundos evolutivos, existen diferencias suficientes entre los individuos y entre los numerosos grupos sociales como para asegurar el pleno ejercicio de todas aquellas nobles características de los sentimientos altruistas y del ministerio humano desinteresado, sin perpetuar los linajes socialmente incapaces y moralmente degenerados de la humanidad en evolución. Existen abundantes oportunidades para el ejercicio de la tolerancia y el funcionamiento del altruismo en favor de aquellos individuos desafortunados y necesitados que no han perdido irremediablemente su herencia moral ni han destruido para siempre su derecho espiritual de nacimiento. (UB 52:2.12)
Aunque el ideal de la sociedad sea la libertad universal, la ociosidad no debería tolerarse nunca. Todas las personas sanas deberían ser obligadas a realizar una cantidad de trabajo que al menos les permita vivir. (UB 69:8.11)
La enseñanza de Jesús sobre confiar en los cuidados del Padre celestial no era un fatalismo ciego y pasivo. Aquella tarde citó, dándolo por bueno, un viejo refrán hebreo: «El que no trabaje no comerá». (UB 140:8.2)
¿Es una actitud de servicio —una actitud positiva y amorosa hacia la vida— igualmente disponible para los débiles e inferiores como para los fuertes y superiores?
¿Acaso el hecho de culpar a los hijos por los pecados de sus padres, que se han repetido a lo largo de eones de tiempo, no significa que debamos hacer la vista gorda ante las realidades de las tendencias genéticas y culturales negativas que existen desde hace mucho tiempo? ¿Existen circunstancias que justifiquen rechazar a un subgrupo como pareja procreativa, a pesar de que, no obstante, los amamos como hijos de Dios?
La expresión moderna «regreso a la naturaleza» es una ilusión de la ignorancia, una creencia en la realidad de una antigua «edad de oro» ficticia. (UB 68:1.7)
Las relaciones entre los sexos estaban poco o nada reglamentadas entre las razas primitivas. Debido a esta licencia sexual, la prostitución no existía. Actualmente, los pigmeos y otras tribus atrasadas no poseen la institución del matrimonio; el estudio de estos pueblos revela las simples costumbres de emparejamiento que practicaban las razas primitivas. Pero siempre hay que estudiar y juzgar a todos los pueblos antiguos a la luz de las reglas morales de las costumbres de su propia época. (UB 82:2.2)
¿Acaso la identificación de los pigmeos contemporáneos como «grupos atrasados» implica que todos los seres vivos de hoy deben ser juzgados según los estándares morales actuales? ¿Deberían ser las fronteras nacionales u otras subdivisiones geográficas la razón por la que los estándares morales modernos no se consideran importantes?
La sociedad cultural contemporánea es más bien un fenómeno reciente, y este hecho está bien demostrado en la supervivencia actual de unas condiciones sociales tan primitivas como las que caracterizan a los aborígenes australianos y a los bosquimanos y pigmeos de África. Entre estos pueblos atrasados se puede observar algo de la antigua hostilidad tribal, la desconfianza personal y otros rasgos extremadamente antisociales tan característicos de todas las razas primitivas. Estos restos deplorables de los pueblos asociales de los tiempos antiguos atestiguan elocuentemente el hecho de que la tendencia individualista natural del hombre no puede competir con éxito con las organizaciones y asociaciones más potentes y poderosas que promueven el progreso social. Estas razas antisociales atrasadas y desconfiadas, que hablan un dialecto diferente cada sesenta u ochenta kilómetros, demuestran en qué tipo de mundo estaríais viviendo ahora si no hubiera sido por las enseñanzas combinadas del estado mayor corpóreo del Príncipe Planetario y los trabajos posteriores del grupo adámico de mejoradores raciales. (UB 68:1.6)
El apetito sexual y el amor maternal establecen la familia. Pero el gobierno real no aparece hasta que no se han empezado a formar los grupos superfamiliares. En los tiempos prefamiliares de la horda, los individuos escogidos sin ceremonias eran los que aseguraban el caudillaje. Los bosquimanos africanos nunca han sobrepasado este estado primitivo; no tienen jefes en la horda. (UB 70:3.2)
Aunque todas las creencias en los espíritus, los sueños y otras diversas supersticiones han jugado un papel en el origen evolutivo de las religiones primitivas, no deberíais pasar por alto la influencia del espíritu de solidaridad del clan o de la tribu. En las relaciones de grupo estaba presente la situación social exacta que proporcionaba el estímulo para el conflicto entre el egoísmo y el altruismo en la naturaleza moral de la mente humana primitiva. A pesar de su creencia en los espíritus, los australianos primitivos centran todavía su religión en el clan. Con el tiempo, estos conceptos religiosos tienden a personalizarse, primero como animales, y más tarde bajo la forma de un superhombre o un Dios. Incluso las razas inferiores como los bosquimanos de África, que ni siquiera creen en los tótemes, reconocen la diferencia entre el interés personal y el interés colectivo, una distinción primitiva entre los valores seculares y los valores sagrados. Pero el grupo social no es la fuente de la experiencia religiosa. Independientemente de la influencia de todas estas contribuciones primitivas a la religión inicial del hombre, sigue siendo un hecho que el verdadero impulso religioso tiene su origen en las presencias espirituales auténticas que activan la voluntad de ser desinteresado. (UB 103:3.1)
¿La identificación de los pigmeos, los bosquimanos y los nativos australianos como «miserables restos de los pueblos no sociales de la antigüedad» significa que estos son los únicos grupos que se han establecido como un subgrupo genético especialmente inferior y antisocial? ¿Las tendencias contemporáneas a romantizar a los pueblos primitivos de hoy crean un sesgo favorable irrealista respecto de si dichos grupos podrían tener alguna contribución especial o única que hacer al futuro acervo genético de la humanidad?
Si la detección profiláctica de problemas genéticos durante el embarazo es una buena idea, ¿cómo se relaciona eso con la conveniencia de que las personas con esos problemas genéticos tengan hijos?
El plan destinado a promover el aumento de los tipos superiores de mortales, con una reducción proporcional de los tipos inferiores, ayuda enormemente al desarrollo inicial de un mundo normal. La incapacidad de vuestros pueblos primitivos para discriminar así entre estos tipos es lo que explica la presencia de tantos individuos deficientes y degenerados entre las razas actuales de Urantia. (UB 52:2.9)
A pesar de este obstáculo, parece ser que deberíais ser capaces de poneros de acuerdo sobre la exclusión biológica de vuestros linajes más acusadamente incapaces, deficientes, degenerados y antisociales. (UB 51:4.8)
Ninguna sociedad ha progresado mucho permitiendo la pereza o tolerando la miseria. Pero la pobreza y la dependencia nunca se podrán eliminar si se apoyan abundantemente los linajes defectuosos y degenerados, y se les permite que se reproduzcan sin restricción. (UB 71:3.8)
Después de todo, el verdadero riesgo para la especie humana reside en la multiplicación desmedida de los linajes inferiores y degenerados de los diversos pueblos civilizados, más bien que en el supuesto peligro de sus cruces raciales. (UB 82:6.11)
Del libro «Gobierno en un planeta vecino»:
Los métodos que utiliza este pueblo para enfrentarse con el crimen, la locura y la degeneración, aunque en algunos aspectos agradarán a la mayoría de los urantianos, en otros les resultarán sin duda espantosos. Los criminales corrientes y los anormales son colocados por sexos en las diferentes colonias agrícolas, donde viven sobradamente con sus propios recursos. Los criminales empedernidos más peligrosos y los locos incurables son condenados por los tribunales a morir en las cámaras de gas letal. Numerosos crímenes, además del asesinato, incluyendo la traición a la confianza del gobierno, sufren también la pena de muerte, y el castigo de la justicia es rápido y seguro. (UB 72:10.1)
Hace más de cien años que se emprendieron esfuerzos para impedir la procreación de los criminales y los anormales, y ya han dado resultados satisfactorios. No existen cárceles ni hospitales para los locos. Y esto es así por una buena razón, ya que estos grupos sólo representan aproximadamente el diez por ciento de los que se encuentran en Urantia. (UB 72:10.3)
¿Qué papel desempeñan el canibalismo y la esclavitud en las consideraciones sobre el relativismo cultural? ¿Alguien tiene ganas de participar en ese debate o es demasiado salado?
Las ideas modernas sobre el canibalismo primitivo son totalmente falsas; éste formaba parte de las costumbres de la sociedad primitiva. Aunque el canibalismo es tradicionalmente horrible para la civilización moderna, formaba parte de la estructura social y religiosa de la sociedad primitiva. Los intereses colectivos dictaron la práctica del canibalismo. Surgió debido al impulso de la necesidad y perduró a causa de la esclavitud a la superstición y a la ignorancia. Era una costumbre social, económica, religiosa y militar. (UB 89:5.1)
Las razas más progresivas utilizan habitualmente como obreros a los humanos más atrasados. Esto explica el origen de la esclavitud en los planetas durante las épocas primitivas. … Para estas razas de hombres primitivos, el utilizar los servicios de sus compañeros atrasados en trabajos forzosos no supone más de lo que significa para los urantianos el hecho de comprar y vender caballos y ganado. (UB 51:4.6)
No hace mucho tiempo, la esclavitud era el destino de los prisioneros de guerra que se negaban a aceptar la religión de sus conquistadores. En épocas anteriores, los prisioneros habían sido comidos, torturados hasta morir, obligados a luchar entre sí, sacrificados a los espíritus o esclavizados. La esclavitud fue un gran progreso sobre las masacres y el canibalismo. (UB 69:8.2)
La esclavitud fue un eslabón indispensable en la cadena de la civilización humana. Fue el puente por el que la sociedad pasó del caos y la indolencia al orden y a las actividades civilizadas; obligó a los pueblos atrasados y perezosos a trabajar y a proporcionar así a sus superiores la riqueza y el tiempo libre necesarios para el progreso social. (UB 69:8.6)
La esclavitud, incluso de los pueblos superiores, era una característica de las conquistas militares romanas. El poder del amo sobre su esclavo era ilimitado. La iglesia cristiana primitiva estaba compuesta, en gran parte, por estos esclavos y las clases bajas.
Los esclavos superiores a menudo recibían salarios que podían ahorrar para comprar su libertad. Muchos de estos esclavos emancipados llegaron a ocupar altas posiciones en el Estado, en la iglesia y en el mundo de los negocios. Debido precisamente a estas posibilidades, la iglesia cristiana primitiva se mostró muy tolerante con esta forma modificada de esclavitud. (UB 121:3.7-8)
La institución de la esclavitud obligó al hombre a inventar el mecanismo regulador de la sociedad primitiva; dio nacimiento a los inicios del gobierno. La esclavitud necesita una fuerte reglamentación, y desapareció prácticamente durante la Edad Media europea porque los señores feudales no podían controlar a los esclavos. …
Es verdad que la esclavitud era opresiva, pero en las escuelas de la opresión es donde el hombre aprendió la diligencia. Los esclavos compartieron finalmente las ventajas de una sociedad superior que habían ayudado a crear de manera tan involuntaria. La esclavitud crea una organización de cultura y de logros sociales, pero pronto ataca insidiosamente a la sociedad desde el interior como la enfermedad social destructiva más grave de todas.
… Pero siempre ha sido desastroso liberar repentinamente a una gran cantidad de esclavos; su emancipación paulatina origina menos dificultades. (UB 69:8.7-9)
¿Qué impacto tiene una cultura de cazadores-recolectores en la relación tierra-hombre? ¿Existe una obligación moral de que la sociedad moderna proporcione esto?
El hombre es una criatura de la tierra, un hijo de la naturaleza; por mucho ardor que ponga en intentar liberarse de la tierra, a fin de cuentas puede estar seguro de que no lo logrará. «Polvo eres y al polvo volverás» se aplica al pie de la letra a toda la humanidad. La lucha básica del hombre era, es y siempre será por la tierra. Las primeras asociaciones sociales de seres humanos primitivos tuvieron por objetivo ganar estas batallas por la tierra. La proporción entre la tierra y el hombre es la base de toda la civilización social. (UB 68:6.1)
La sociedad humana está regulada por una ley que decreta que la población debe variar en proporción directa a las artes de la tierra y en proporción inversa a un nivel de vida determinado. …
Cuando disminuye el rendimiento de la tierra o aumenta la población, la inevitable lucha comienza de nuevo, y los peores rasgos de la naturaleza humana emergen a la superficie. El aumento del rendimiento de la tierra, la extensión de las artes mecánicas y la reducción de la población tienden a fomentar el desarrollo del lado mejor de la naturaleza humana. (UB 68:6.3-4)
El nivel de vida siempre ha influido sobre el tamaño de la familia. Cuanto más alto es el nivel más pequeña es la familia, hasta que se llega al punto en que la familia se estabiliza o se extingue gradualmente.
… Cuando los niveles de vida se vuelven demasiado complicados o excesivamente lujosos, tienden rápidamente al suicidio. Las castas son el resultado directo de la intensa presión social de una fuerte competencia producida por la densidad de la población. (UB 68:6.6-7)
Desde un punto de vista mundial, la superpoblación nunca ha sido un problema serio en el pasado, pero si la guerra disminuye y la ciencia controla cada vez más las enfermedades humanas, puede llegar a convertirse en un problema serio en el futuro cercano. [El Libro de Urantia se publicó en 1955 y se afirma que se proporcionó veinte años antes de su publicación.] En un momento así se presentará la gran prueba de la sabiduría del liderazgo mundial. ¿Tendrán los gobernantes de Urantia la perspicacia y el coraje necesarios para fomentar la multiplicación del ser humano medio o estabilizado en lugar de los extremos de los supernormales y los grupos enormemente crecientes de los subnormales? Se debe fomentar al hombre normal; él es la columna vertebral de la civilización y la fuente de los genios mutantes de la raza. El hombre subnormal debe mantenerse bajo el control de la sociedad; no se debe producir más de lo que se requiere para administrar los niveles inferiores de la industria, aquellas tareas que requieren una inteligencia por encima del nivel animal pero que plantean exigencias tan bajas que resultan una verdadera esclavitud y servidumbre para los tipos superiores de humanidad. (UB 82:6.11)
La evolución biológica y la civilización cultural no están necesariamente correlacionadas; en cualquier época, la evolución orgánica puede seguir adelante sin obstáculos en medio mismo de una decadencia cultural. Pero cuando se examinan largos períodos de la historia humana, se puede observar que al final la evolución y la cultura se encuentran conectadas como causa y efecto. La evolución puede avanzar en ausencia de la cultura, pero la civilización cultural no florece sin un trasfondo adecuado de progreso racial anterior. Adán y Eva no introdujeron ningún arte de la civilización ajeno al progreso de la sociedad humana, pero la sangre adámica aumentó la capacidad inherente de las razas y aceleró el ritmo del desarrollo económico y del progreso industrial. La donación de Adán mejoró la capacidad cerebral de las razas, acelerando así enormemente los procesos de la evolución natural. (UB 81:5.1)
Aunque un buen entorno no puede contribuir mucho a vencer realmente las desventajas que una herencia inferior tiene para el carácter, un ambiente malo puede estropear de manera muy eficaz una herencia excelente, al menos durante los primeros años de la vida. Un buen entorno social y una educación adecuada constituyen el terreno y la atmósfera indispensables para sacar el mayor partido de una buena herencia. (UB 76:2.6)
- La segunda etapa de luz y de vida. Esta época está señalada en los mundos por la llegada de un Portador de Vida que se convierte en el consejero voluntario de los gobernantes planetarios en lo referente a los esfuerzos adicionales por purificar y estabilizar la raza mortal. Los Portadores de Vida participan activamente así en la evolución ulterior de la raza humana —física, social y económicamente. Luego extienden su supervisión a la purificación adicional del linaje mortal mediante la drástica eliminación de los restos atrasados subsistentes dotados de un potencial inferior en su naturaleza intelectual, filosófica, cósmica y espiritual. Aquellos que diseñan y plantan la vida en un mundo habitado son plenamente competentes para aconsejar a los Hijos y las Hijas Materiales, los cuales poseen una autoridad plena e indiscutible para purificar a la raza en evolución de todas las influencias perjudiciales. (UB 55:4.11)
Después de todo, el verdadero riesgo para la especie humana reside en la multiplicación desmedida de los linajes inferiores y degenerados de los diversos pueblos civilizados, más bien que en el supuesto peligro de sus cruces raciales. (UB 82:6.11)
En un mundo normal, hace mucho tiempo que la aptitud biológica de la raza mortal fue llevada a un nivel elevado durante las épocas postadámicas; y ahora, la evolución física del hombre continúa de época en época a lo largo de las eras establecidas. Tanto la vista como el oído se amplían. Ahora, la cifra de la población se ha vuelto estable. La reproducción está regulada con arreglo a las necesidades planetarias y a los dones hereditarios innatos: durante esta era, los mortales del planeta están divididos entre cinco y diez grupos, y a los grupos inferiores sólo se les permite procrear la mitad de hijos que a los grupos superiores. El mejoramiento continuo de una raza tan magnífica durante toda la era de luz y de vida es principalmente una cuestión de reproducción selectiva de aquellos linajes raciales que manifiestan unas cualidades superiores de naturaleza social, filosófica, cósmica y espiritual. (UB 55:6.3)
¿Es posible que haya existido un andonita subnormal o el rango inferior de inteligencia andonita impediría el funcionamiento del espíritu de sabiduría? ¿Cuál era el rango superior e inferior de subnormal antes de los noditas y los adanitas? ¿Qué significa esto en el mundo de hoy?
La enseñanza sobre los ángeles guardianes no es un mito; algunos grupos de seres humanos tienen realmente ángeles personales. En reconocimiento de este hecho, Jesús, cuando habló de los niños del reino celestial, dijo: «Tened cuidado de no menospreciar a ninguno de estos pequeños, pues os digo que sus ángeles perciben continuamente la presencia del espíritu de mi Padre». (UB 113:1.1)
- Los humanos con una mente subnormal — aquellos que no ejercen un poder normal de voluntad; aquellos que no toman decisiones ordinarias. Esta clase abarca a los que no pueden comprender a Dios; les falta capacidad para adorar inteligentemente a la Deidad. Los seres subnormales de Urantia tienen asignado un cuerpo de serafines, una compañía, con un batallón de querubines, encargados de servirlos y de vigilar que se les manifieste justicia y misericordia en las luchas por la vida en la esfera. (UB 113:1.3)
Si la inteligencia subnormal no puede comprender a Dios, ¿significa esto que la cualidad de conocer a Dios es menos real? Si la inteligencia subnormal no puede experimentar la adoración inteligente, ¿eso hace que los pensamientos de agradecimiento y el deseo de ser útil sean menos reales?
Un hombre bueno y noble puede estar totalmente enamorado de su esposa, pero ser completamente incapaz de pasar satisfactoriamente un examen escrito sobre la psicología del amor conyugal. Otro hombre, que tenga poco o ningún amor por su esposa, podría pasar este examen de una manera muy aceptable. La idea imperfecta que se hace el enamorado sobre la verdadera naturaleza del ser amado no invalida en lo más mínimo la realidad o la sinceridad de su amor. (UB 103:8.3)
En el mundo siguiente se os pedirá que deis cuenta de vuestros dones y de vuestras gestiones en este mundo. Que vuestros talentos inherentes sean pocos o muchos, será necesario enfrentarse a una rendición de cuentas justa y misericordiosa. Si los dones sólo se utilizan con fines egoístas y no se presta ninguna atención al deber superior de obtener una producción creciente de los frutos del espíritu, tal como éstos se manifiestan en el servicio a los hombres y en la adoración a Dios en constante expansión, esos administradores egoístas deben aceptar las consecuencias de su elección deliberada. (UB 176:3.8)
Cuánto se parece este servidor infiel provisto de un solo talento a todos los mortales egoístas, en el sentido de que acusó directamente a su señor de su propia pereza. Cuando un hombre se enfrenta con sus propios fracasos, ¡cuánta tendencia tiene a inculpar a los demás, con mucha frecuencia a quienes menos se lo merecen! (UB 176:3.9)
¿Tiene sentido que Jesús haya escogido un par de apóstoles de la clasificación subnormal con fines ilustrativos?
Los gemelos [dos de los apóstoles de Jesús] eran ayudantes bondadosos y sencillos, y todos los amaban. Jesús dio la bienvenida a estos jóvenes de un talento a puestos de honor en su equipo personal en el reino porque hay incontables millones de otras almas sencillas y llenas de temor… a quienes también desea dar la bienvenida a una comunión activa y creyente con él y con su Espíritu de Verdad derramado. Jesús no desprecia la pequeñez, sino sólo el mal y el pecado. Santiago y Judas eran pequeños, pero también fieles. Eran sencillos e ignorantes, pero también tenían un gran corazón, eran bondadosos y generosos. (UB 139:10.8)
Estos gemelos no podían comprender la mente de Jesús, pero sí captaban el vínculo comprensivo que los unía al corazón de su Maestro. Sus mentes no eran de un orden elevado; hasta se los podría llamar reverentemente estúpidos, pero tenían una experiencia real en su naturaleza espiritual. (UB 139:10.6)
Para un estudio más profundo de los gemelos Alfeo junto con el uso de los términos gente común (hombre), débil (mentalidad), anormal y subhumano, véase Estudio temático: ¿Eran subnormales los gemelos Alfeo?
¿En qué posición se encuentra el intelecto promedio de los Sangik secundarios en relación con el rango de los subnormales? ¿Cómo se compara la mitad inferior de los Sangik secundarios?
Hay seis razas evolutivas básicas: tres primarias —roja, amarilla y azul; y tres secundarias— anaranjada, verde e índigo. La mayoría de los mundos habitados poseen todas estas razas, pero muchos planetas cuyas razas tienen tres cerebros sólo albergan los tres tipos primarios. Algunos sistemas locales sólo tienen también estas tres razas. (UB 49:4.2)
A pesar de su atraso, estos pueblos índigos tienen exactamente la misma posición ante los poderes celestiales que cualquier otra raza de la Tierra. (UB 64:6.27)
¿Cuál es la relación entre el párrafo anterior y la advertencia: «Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles ven siempre la presencia del Espíritu de mi Padre»?
¿Qué garantizaría que se respetaran las necesidades, la moral y las costumbres de la sociedad en lo que respecta a la gestión de una población subnormal? ¿De qué manera se debería regular la empresa privada para proteger sus intereses?
¿Qué influencias psicológicas y políticas están en juego que interfieren con el respeto y el amor a las personas que no pueden manejar sus propios asuntos razonablemente en un mundo cada vez más complejo e intelectualmente exigente, pero que, no obstante, pueden trabajar de manera cooperativa y de maneras mutuamente edificantes con quienes sí tienen esta capacidad?
Al clasificar el trabajo como algo que impone «exigencias tan bajas que demuestran ser una verdadera esclavitud y servidumbre para los tipos superiores de humanidad», los autores piden que se haga la pregunta: «¿A qué tipos de trabajo se refieren?» ¿Y cómo evolucionamos progresivamente nuestra relación con estas áreas de la industria?
La humanidad no fue destinada al duro trabajo de la agricultura como castigo por un supuesto pecado. «Comerás el fruto de los campos con el sudor de tu frente» no fue un castigo pronunciado contra el hombre por haber participado en las locuras de la rebelión de Lucifer bajo la dirección del traidor Caligastia [Príncipe Planetario]. El cultivo de la tierra es inherente al establecimiento de una civilización progresiva en los mundos evolutivos, y este mandato fue el centro de toda la enseñanza del Príncipe Planetario y de su estado mayor durante los trescientos mil años que transcurrieron entre su llegada a Urantia y los días trágicos en que Caligastia compartió su suerte con la del rebelde Lucifer. El trabajo de la tierra no es una maldición; es más bien la bendición más elevada para todos aquellos que pueden disfrutar así de la más humana de todas las actividades humanas. (UB 66:7.19)
Del artículo «Gobierno en un planeta vecino»:
A los débiles mentales sólo se les enseña la agricultura y la ganadería, y son internados de por vida en unas colonias tutelares especiales, donde se les separa por sexos para impedir la procreación, que está prohibida para todos los subnormales. Estas medidas restrictivas están en vigor desde hace setenta y cinco años; las sentencias de reclusión son promulgadas por los tribunales de padres. (UB 72:4.2)
El libro no prescribe si debemos implementar programas voluntarios (incentivados) o involuntarios, o alguna combinación de ambos. Los tribunales piden regularmente a los profesionales del campo de la psicología que den su opinión sobre la competencia. Se puede inferir que el límite inferior exige un cierto grado de implementación involuntaria. El límite superior de lo subnormal puede tener que cambiar con el tiempo, lo que, por supuesto, hace que la implementación involuntaria sea más desafiante desde el punto de vista moral y sugiere la idoneidad de los programas incentivados.
¿Cómo se compara el uso del término «debilidad mental» en El libro de Urantia con el modo en que se lo ha utilizado en los tribunales para definir la necesidad de intervención?
Las etapas avanzadas de un mundo establecido en la luz y la vida representan la cima del desarrollo material evolutivo. En estos mundos cultos no queda nada de la ociosidad y las fricciones de las épocas primitivas anteriores. La pobreza y la desigualdad social casi se han desvanecido, la degeneración ha desaparecido y la delincuencia se observa raramente. La locura ha dejado prácticamente de existir y la debilidad mental es una rareza. (UB 55:5.2)
¿Significa el párrafo anterior que el nacimiento de subnormales entre la población de mentalidad normal se ha convertido en una rareza (en contraste con los subnormales que «deberían ser producidos» como «requerido para administrar los niveles inferiores de la industria»)? ¿O en la luz y la vida, los niveles inferiores de la industria están de alguna manera gestionados fuera de la cultura de modo que una población subnormal ya no es valiosa para la ecología económica de la civilización?
Si nuestro acervo genético mejora con el tiempo, ¿cómo podría esto afectar el espectro de lo que se considera subnormal?
Cuando se trata de «los niveles inferiores de la industria, aquellas tareas que requieren una inteligencia superior al nivel animal pero que plantean exigencias tan bajas que resultan una verdadera esclavitud y servidumbre para los tipos superiores de humanidad [superiores a los subnormales]», ¿tiene la sociedad la obligación moral de preferir que ese trabajo lo realicen quienes no lo experimentarían como «verdadera esclavitud y servidumbre»?
¿Cuáles son las etapas fundamentales de crecimiento para el desarrollo progresivo de la civilización? ¿Cómo se coordina esto a lo largo del tiempo con el valor de las variedades raciales que finalmente conducen a una homogeneización híbrida?
Si la gente no mantiene debates que identifiquen específicamente los valores genéticos de nuestros diversos tipos raciales y fomenten la optimización de esas valiosas características, ¿qué esperanza hay de obtener resultados en este ámbito de los potenciales humanos? ¿Cuáles son las implicaciones morales de sacrificar los potenciales genéticos a largo plazo relacionados con la optimización de la hibridación humana (el mayor bien, para el mayor número, durante el mayor tiempo posible)? ¿Cuáles son exactamente las justificaciones para un enfoque más miope y egoísta? ¿Cómo equilibramos nuestra consideración por la humanidad en su conjunto con nuestra consideración por cada individuo, cuando esos intereses están en conflicto?
Los prejuicios actuales contra los «mestizos», los «híbridos» y los «mixtos» han surgido porque la mayor parte de los cruces raciales modernos se producen entre los linajes extremadamente inferiores de las razas interesadas. También se consigue una progenie poco satisfactoria cuando los linajes degenerados de la misma raza se casan entre sí.
Si las razas actuales de Urantia pudieran liberarse de la maldición de sus estratos más bajos de especímenes degenerados, antisociales, mentalmente débiles y marginados, habría pocas objeciones para llevar a cabo una fusión racial limitada. Y si estas mezclas raciales pudieran producirse entre los tipos más elevados de las diversas razas, habría aún menos objeciones. (UB 82:6.3-4)
Mientras las razas actuales continúen tan sobrecargadas de linajes inferiores y degenerados, las mezclas raciales a gran escala serán sumamente perjudiciales, pero la mayoría de las objeciones a estos experimentos están basadas en prejuicios sociales y culturales más bien que en consideraciones biológicas. Incluso entre las estirpes inferiores, los híbridos son con frecuencia una mejora con respecto a sus antepasados. La hibridación contribuye a mejorar la especie debido al papel de los genes dominantes. La mezcla racial aumenta la probabilidad de que un mayor número de dominantes deseables estén presentes en el híbrido. (UB 82:6.7)
… Los resultados inmediatos de las mezclas entre las razas blanca y negra no son tan deseables, ni sus descendientes mulatos son tan inaceptables como pretenden hacerlo creer los prejuicios sociales y raciales. Estos híbridos blanco-negros son, físicamente, unos excelentes especímenes de la humanidad, a pesar de su ligera inferioridad en algunos otros aspectos. (UB 82:6.9)
Esta cultura europea continuó creciendo, y hasta cierto punto entremezclándose, durante cinco mil años. Pero la barrera del idioma impidió la plena reciprocidad entre las diversas naciones occidentales. Durante el siglo pasado, esta cultura experimentó la mejor oportunidad que tenía para mezclarse en la población cosmopolita de América del Norte; y el futuro de este continente estará determinado por la calidad de los factores raciales que se permita que entren en su población presente y futura, así como por el nivel de cultura social que se mantenga. (UB 80:9.16)
Pero este ideal de igualdad es el fruto de la civilización; no se encuentra en la naturaleza. La cultura misma demuestra también de manera concluyente la desigualdad intrínseca que existe entre los hombres mediante el hecho de que poseen unas capacidades muy desiguales para asimilarla. La realización repentina y no evolutiva de una supuesta igualdad natural haría retroceder rápidamente al hombre civilizado a las costumbres rudimentarias de las épocas primitivas. La sociedad no puede ofrecer los mismos derechos a todos, pero puede comprometerse a administrar los derechos variables de cada uno con justicia y equidad. La sociedad tiene la obligación y el deber de proporcionar a los hijos de la naturaleza una oportunidad justa y pacífica para luchar por su autopreservación, para participar en su autoperpetuación, y para disfrutar al mismo tiempo de cierto grado de satisfacción, ya que la suma de estos tres factores constituye la felicidad humana. (UB 70:9.17)
Ninguna sociedad ha progresado mucho permitiendo la pereza o tolerando la miseria. Pero la pobreza y la dependencia nunca se podrán eliminar si se apoyan abundantemente los linajes defectuosos y degenerados, y se les permite que se reproduzcan sin restricción. (UB 71:3.8)
Entre la época del Príncipe Planetario y la de Adán, la India se convirtió en el hogar de la población más cosmopolita que se haya visto nunca sobre la faz de la Tierra. Pero es muy lamentable que esta mezcla contuviera tanta proporción de las razas verde, anaranjada e índiga. Estos pueblos sangiks secundarios encontraban la existencia más fácil y agradable en las tierras del sur, y muchos emigraron posteriormente a África. (UB 64:7.3)
Pero aunque los hijos de pura cepa de un Jardín del Edén planetario pueden donarse a los miembros superiores de las razas evolutivas y mejorar así el nivel biológico de la humanidad, a los linajes superiores de los mortales de Urantia no les resultaría beneficioso emparejarse con las razas inferiores; un proceder tan poco sabio como éste pondría en peligro toda la civilización en vuestro mundo. Como no se ha logrado llevar a cabo la armonización racial mediante la técnica adámica, ahora tenéis que resolver vuestro problema planetario de mejoramiento racial mediante otros métodos de adaptación y de control, principalmente humanos. (UB 51:5.7)
Los autores sólo utilizan la palabra eugenesia una vez, en consonancia con su uso original y la definición del diccionario. Pero proporcionan comentarios extensos a lo largo del texto sobre cuestiones relacionadas con la eugenesia, la genética y la raza. Para un tema tan controvertido, esta técnica literaria de utilizar la palabra una vez refleja un grado notable de previsión, creatividad y atención al detalle. El único uso de eugenesia se reserva para un capítulo sobre la naturaleza del alma en una subsección llamada La vida interior.
Sólo la vida interior es realmente creativa. La civilización difícilmente puede progresar cuando la mayoría de la juventud de una generación cualquiera consagra sus intereses y sus energías a la persecución materialista del mundo sensorial o exterior. (UB 111:4.3)
El mundo interior y el mundo exterior tienen un conjunto de valores diferentes. Cualquier civilización está en peligro cuando las tres cuartas partes de su juventud se meten en profesiones materialistas y se dedican a buscar las actividades sensoriales del mundo exterior. La civilización está en peligro cuando la juventud deja de interesarse por la ética, la sociología, la eugenesia, la filosofía, las bellas artes, la religión y la cosmología. … (UB 111:4.4)
Puesto que esta vida interior del hombre es verdaderamente creativa, cada persona tiene la responsabilidad de elegir si esta creatividad será espontánea y totalmente fortuita, o si estará controlada, dirigida y será constructiva. Una imaginación creativa, ¿cómo puede producir resultados valiosos, si el escenario sobre el que actúa ya está ocupado por los prejuicios, el odio, los miedos, los resentimientos, la venganza y los fanatismos? (UB 111:4.9)
Las ideas pueden tener su origen en los estímulos del mundo exterior, pero los ideales sólo nacen en los reinos creativos del mundo interior. Las naciones del mundo están dirigidas actualmente por hombres que tienen una superabundancia de ideas, pero que carecen de ideales. Ésta es la explicación de la pobreza, los divorcios, las guerras y los odios raciales. (UB 111:4.10)
¿Qué factores favorecen la consideración de la procreación en términos de privacidad personal? ¿En términos de política pública?
¿Cuáles son nuestras responsabilidades y oportunidades morales como individuos, subgrupos y colectivamente para ser parte de un proceso que mejora nuestro acervo genético con el tiempo?
Si nuestro acervo genético está empeorando con el tiempo, ¿deberíamos considerarlo una crisis? ¿Qué tan malo y peligroso es ir en una dirección negativa?
¿Cómo desarrollamos la civilización para que la expresión de controles y equilibrios evolucione hacia la no violencia, sea cada vez más beneficiosa para la humanidad en su conjunto y se aplique de manera justa a todos de manera individual?
¿Cuáles son realmente las oportunidades y bendiciones de la libertad personal para las personas con inteligencia subnormal en un mundo cada vez más complejo?
¿Cómo se compara la esclavitud con los peores trabajos que existen para los «débiles, analfabetos y menos afortunados» en una sociedad sin esclavitud?
Pero había un abuso económico que [Jesús] condenó muchas veces, y fue la explotación injusta de los hombres débiles, ignorantes y menos afortunados por parte de sus semejantes fuertes, agudos y más inteligentes. Jesús declaró que este tratamiento inhumano de hombres, mujeres y niños era incompatible con los ideales de la fraternidad del reino de los cielos. (UB 163:2.11)
¿Cómo aplicamos este estándar en el mundo moderno para que «los débiles, los ignorantes y los menos afortunados» no sean arrojados sin piedad a entornos desregulados y económicamente competitivos que incentivan financieramente el aprovechamiento de los más desfavorecidos?
Los inventos mecánicos modernos han dejado obsoleto al esclavo. La esclavitud, al igual que la poligamia, está desapareciendo porque no es rentable. … (UB 69:8.9)
Hoy día los hombres ya no son unos esclavos sociales, pero miles de ellos permiten que la ambición los haga esclavos de las deudas. La esclavitud involuntaria ha cedido el paso a una forma nueva y mejorada de servidumbre industrial modificada. (UB 69:8.10)
Aunque el ideal de la sociedad sea la libertad universal, la ociosidad no debería tolerarse nunca. Todas las personas sanas deberían ser obligadas a realizar una cantidad de trabajo que al menos les permita vivir. (UB 69:8.11)
Cuánto se parece este servidor infiel provisto de un solo talento a todos los mortales egoístas, en el sentido de que acusó directamente a su señor de su propia pereza. Cuando un hombre se enfrenta con sus propios fracasos, ¡cuánta tendencia tiene a inculpar a los demás, con mucha frecuencia a quienes menos se lo merecen! (UB 176:3.9)
La sociedad moderna está dando marcha atrás. La esclavitud casi ha desaparecido; los animales domésticos se están extinguiendo. La civilización está volviendo al fuego —al mundo inorgánico— en busca de energía. El hombre salió del estado salvaje por medio del fuego, los animales y la esclavitud; hoy vuelve hacia atrás, descartando la ayuda de los esclavos y la asistencia de los animales, e intentando arrebatar nuevos secretos y nuevas fuentes de riqueza y energía a los depósitos elementales de la naturaleza. (UB 69:8.12)
¿Cuál es nuestro próximo paso, individual y colectivamente?
Consulte el estudio temático: [Sin descubrir](/es/article/Halbert_Katzen/Sin descubrir/) para obtener una perspectiva sobre la supresión de la tecnología energética desarrollada por Joseph Newman que es limpia, segura y escalable.
Se pueden encontrar comentarios ampliados sobre el tema en un video de YouTube de 12 minutos que hice sobre las diferencias raciales y el crecimiento del alma.
Recomiendo encarecidamente este video de 36 minutos del profesor de derecho Randy Trahan sobre los orígenes, la historia y la naturaleza de la teoría crítica de la raza. Por supuesto, la teoría crítica del derecho se analiza como parte de la historia.
Este párrafo resume las enseñanzas e implica una cuestión:
Los primeros pasos para suprimir los matrimonios entre hermanos y hermanas se dieron bajo la influencia de las costumbres polígamas, porque la esposa-hermana solía dominar con arrogancia a la otra u otras esposas. Algunas costumbres tribales prohibían el matrimonio con la viuda de un hermano muerto, pero exigían que el hermano vivo engendrara los hijos de su hermano fallecido. No existe ningún instinto biológico que vaya en contra de algún grado de endogamia; tales restricciones son únicamente una cuestión de tabúes. [Énfasis añadido.] (UB 82:5.5)
No es sorprendente que, en el contexto de las consideraciones genéticas contemporáneas y generales, algunas personas se sientan incómodas con las enseñanzas relacionadas con las prácticas de apareamiento consanguíneo. La moralidad está relacionada con los estándares para prácticas genéticas saludables (útiles). Pero lo que es saludable para poblaciones más grandes no lo es para las expresiones arquetípicas tempranas de desarrollos genéticos progresivos.
La eugenesia (salud y moralidad) depende del contexto. El contexto es un espectro. En un extremo del espectro está la proximidad (similitud) con un arquetipo (Andon y Fonta; Sangiks; Noditas; Adán y Eva; y «cepas superiores»). En el otro extremo del espectro está la distancia (diversidad) dentro de un arquetipo. Esta diferencia impacta poderosamente el grado en que la hibridación y la función de los genes dominantes trabajan para preservar desarrollos genéticos positivos.
Andonitas
Andón y Fonta eligieron sabiamente separarse de sus orígenes animales. Y de ahí surgieron prácticas eugenésicas morales y éticas. Sus hijos, sabiamente, moralmente y por razones relacionadas con la salud individual y colectiva, eligieron aparearse entre sí. La verdad es que esas prácticas eran buenas y hermosas.
Andón y Fonta fueron en muchos aspectos la pareja de seres humanos más extraordinaria que jamás ha vivido sobre la faz de la Tierra. Estos dos seres maravillosos, los verdaderos padres de toda la humanidad, fueron superiores en todos los sentidos a muchos de sus descendientes inmediatos, y radicalmente diferentes a todos sus antepasados tanto cercanos como lejanos. (UB 63:1.1)
La decisión de Andón y Fonta de huir de la tribu de los primates implica una calidad de mente que estaba muy por encima de la inteligencia más inferior que caracterizó a tantos descendientes posteriores suyos, los cuales se rebajaron hasta aparearse con sus primos retrasados de las tribus simias. Pero el sentimiento vago de ser algo más que unos simples animales era debido a que poseían una personalidad, y estaba acrecentado por la presencia interior de sus Ajustadores del Pensamiento. (UB 63:1.4)
Estos primeros andonitas mostraban un espíritu de clan muy acusado; cazaban en grupo y nunca se alejaban demasiado de su lugar de residencia. Parecían darse cuenta de que formaban un grupo aislado y excepcional de seres vivos, y que por lo tanto debían evitar separarse. Este sentimiento de parentesco íntimo se debía sin duda a una intensificación del ministerio mental de los espíritus ayudantes. (UB 63:3.3)
Sangik
Una antipatía natural se incluye sabiamente en la genética Sangik. La verdad de este asunto es que este plan también es bueno y hermoso. Aunque implica un grado de antipatía natural hacia otros seres humanos, hijos de Dios, tal disposición es necesaria para establecer el valor de la variedad.
Por este motivo, durante cerca de cien mil años, los pueblos sangiks se diseminaron alrededor de sus colinas y se mezclaron más o menos entre ellos, a pesar de las antipatías particulares, pero naturales, que se manifestaron desde el principio entre las diferentes razas. (UB 64:7.2)
La implicación genética de que los andonitas se apareen con la estirpe prehumana tiene consecuencias negativas obvias. La situación es diferente con las mutaciones de los sangiks y sólo podemos especular en qué medida se produjo el apareamiento consanguíneo entre los sangiks originales y exactamente cómo funcionó el efecto de la hibridación en estas circunstancias.
Noditas
Presumiblemente, dada la base de origen andónico proporcionada para el personal del Príncipe, los problemas de equilibrio entre noditas y humanos no eran un problema.
Sin duda, comprendían en cierta medida la importancia de «proteger celosamente» su acervo genético, así como el valor de compartirlo. Nos queda especular sobre sus prácticas exactas y cómo esto podría haber cambiado a lo largo de las generaciones.
Los sesenta miembros del estado mayor planetario que entraron en la rebelión eligieron a Nod como jefe. Trabajaron con entusiasmo para el Príncipe rebelde, pero pronto descubrieron que estaban privados del alimento de los circuitos vitales del sistema. Se dieron cuenta del hecho de que habían sido degradados al estado de los seres mortales. Eran en verdad superhumanos, pero al mismo tiempo materiales y mortales. En un intento por acrecentar su número, Daligastia ordenó que recurrieran inmediatamente a la reproducción sexual, sabiendo muy bien que los sesenta originales y sus cuarenta y cuatro asociados andonitas modificados estaban condenados a morir tarde o temprano. Después de la caída de Dalamatia, el estado mayor desleal emigró hacia el norte y el este. Sus descendientes fueron conocidos durante mucho tiempo como los noditas y el lugar donde vivían como «la tierra de Nod».
La presencia de estos superhombres y supermujeres extraordinarios, abandonados a su suerte debido a la rebelión y que luego se unieron con los hijos y las hijas de la Tierra, dio fácilmente nacimiento a los relatos tradicionales de los dioses que descendían del cielo para casarse con los mortales. Éste fue el origen de las mil y una leyendas de naturaleza mítica, pero basadas en los hechos de los tiempos posteriores a la rebelión, que se incorporaron más adelante en los cuentos y las tradiciones folclóricas de diversos pueblos, cuyos antepasados habían participado en estos contactos con los noditas y sus descendientes. (UB 67:4.2-3)
Adamitas
Adán y Eva recibieron instrucciones de crear una cultura genética pura. De hecho, el apareamiento prematuro podría tener consecuencias mortales, lo que, obviamente, supera los límites de la moralidad.
Caín y Sansa nacieron antes de que la caravana adámica hubiera alcanzado su destino entre los dos ríos de Mesopotamia. Laotta, la madre de Sansa, murió al nacer su hija; Eva sufrió mucho, pero sobrevivió debido a su fortaleza superior. (UB 76:0.2)
Juzgar a los pueblos primitivos con criterios modernos es inadecuado. Del mismo modo, es inadecuado juzgar a quienes se acercan más a una generación arquetípica con los mismos criterios que a quienes se alejan más de una expresión genética arquetípica original. Dada la naturaleza de las introducciones genéticas arquetípicas, ¿cuál podría ser la mejor manera de abordar las cuestiones relacionadas con las nuevas cepas?
El proceso de la evolución planetaria es ordenado y está controlado. El desarrollo de organismos superiores a partir de agrupaciones de vida más inferiores no es accidental. A veces el progreso evolutivo se demora temporalmente debido a la destrucción de ciertas líneas favorables de plasma vital existentes en una especie seleccionada. A menudo se necesitan eras y eras para reparar el daño ocasionado por la pérdida de una sola cepa superior de herencia humana. Una vez que estas cepas seleccionadas y superiores de protoplasma viviente han hecho su aparición, deberían ser celosa e inteligentemente protegidas. En la mayor parte de los mundos habitados, estos potenciales superiores de vida son mucho más valorados que en Urantia. (UB 49:1.7)
Intermedios secundarios
La historia genética de Ratta implica circunstancias que invitan a la especulación sobre cómo las costumbres del matrimonio consanguíneo pueden haber cambiado con el tiempo entre los noditas.
Un grupo de veintisiete compañeros siguió a Adanson en su viaje hacia el norte en busca de los pueblos de sus fantasías infantiles. En poco más de tres años, el grupo encontró realmente el objetivo de su aventura, y Adanson descubrió entre aquella gente a una hermosa y maravillosa mujer de veinte años que afirmaba ser la última descendiente de pura cepa del estado mayor del Príncipe. Esta mujer, llamada Ratta, decía que todos sus antepasados descendían de dos miembros apóstatas del estado mayor del Príncipe. Ella era la última de su raza, pues no tenía hermanos ni hermanas vivos. Casi había decidido no casarse, casi había resuelto morir sin descendencia, pero se enamoró del majestuoso Adanson. Cuando oyó la historia del Edén y la manera en que las predicciones de Van y Amadón se habían hecho realidad, cuando escuchó el relato de la falta del Jardín, un solo pensamiento ocupó su mente —el de casarse con este hijo y heredero de Adán. La idea maduró rápidamente dentro de Adanson, y en poco más de tres meses se casaron. (UB 77:5.5)
Adanson y Ratta tuvieron una familia de sesenta y siete hijos. Dieron origen a un gran linaje de dirigentes del mundo, pero hicieron algo más. Conviene recordar que estos dos seres eran realmente superhumanos. Cada cuarto hijo que nacía era de una clase única: a menudo se volvía invisible. Nunca había ocurrido una cosa así en la historia del mundo. Ratta estaba profundamente perturbada —e incluso se volvió supersticiosa— pero Adanson conocía bien la existencia de los intermedios primarios, y llegó a la conclusión de que algo similar se estaba produciendo delante de sus ojos. Cuando nació el segundo hijo con este comportamiento extraño, decidió casarlos, pues uno era varón y el otro hembra, y éste es el origen de la orden de los intermedios secundarios. En menos de cien años, y antes de que cesara este fenómeno, habían nacido casi dos mil de ellos. (UB 77:5.6)
Enseñanzas adicionales
Existen muchas razones, buenas y suficientes, para llevar a cabo el proyecto de producir por evolución tres o seis razas de color en los mundos del espacio. Aunque los mortales de Urantia quizás no se encuentren en condiciones de apreciar plenamente todas estas razones, quisiéramos llamar la atención sobre los puntos siguientes:
- La variedad es indispensable para permitir el amplio funcionamiento de la selección natural, la supervivencia diferencial de las cepas superiores.
- Se obtienen razas mejores y más fuertes mediante el cruce entre los diversos pueblos, cuando esas razas diferentes son portadoras de factores hereditarios superiores. Las razas de Urantia se hubieran beneficiado pronto de una fusión semejante, si un pueblo así de amalgamado hubiera podido después ser mejorado eficazmente mezclándose por completo con la raza adámica superior. En las condiciones raciales actuales, cualquier intento por llevar a cabo un experimento de este tipo en Urantia sería extremadamente desastroso.
- La diversificación de las razas incita a una sana competición.
- Las diferencias de categoría entre las razas, y entre los grupos dentro de cada raza, son esenciales para el desarrollo de la tolerancia y del altruismo humanos.
- La homogeneidad de la raza humana no es deseable hasta que los pueblos de un mundo evolutivo no alcanzan unos niveles relativamente elevados de desarrollo espiritual. UB 64:6.30-35
La hibridación de los linajes superiores y diferentes es el secreto para crear estirpes nuevas y más vigorosas, y esto es tan cierto para las plantas y los animales como para la especie humana. … Las mezclas raciales de los estratos medios o superiores de los diversos pueblos aumentan considerablemente el potencial creativo, tal como está demostrado en la población actual de los Estados Unidos de América del Norte. Cuando estos emparejamientos tienen lugar entre los estratos inferiores o más bajos, la creatividad disminuye, tal como se puede observar en los pueblos de hoy en día del sur de la India. (UB 82:6.5)
Los salvajes observaron muy pronto que las mezclas raciales mejoraban la calidad de la descendencia. No se trataba de que la endogamia fuera siempre mala, sino que la exogamia era siempre comparativamente mejor; por eso las costumbres tendieron a cristalizar la restricción de las relaciones sexuales entre los parientes cercanos. Se reconoció que la exogamia acrecentaba enormemente las oportunidades selectivas para la variación y el progreso evolutivos. Los individuos nacidos de matrimonios exogámicos eran más polifacéticos y tenían una mayor capacidad para sobrevivir en un mundo hostil; los engendrados por endogamia, así como sus costumbres, desaparecieron gradualmente. Todo esto se desarrolló lentamente; los salvajes no razonaban conscientemente sobre estos problemas. Pero los pueblos progresivos posteriores sí lo hicieron, y observaron también que la endogamia excesiva a veces provocaba una debilidad generalizada.
Aunque una endogamia con buenos linajes produjo a veces la formación de fuertes tribus, los casos espectaculares de los malos resultados observados en la endogamia de los anormales hereditarios se grabaron con más fuerza en la mente de los hombres, lo que provocó que las costumbres progresivas formularan cada vez más tabúes contra todos los matrimonios entre parientes cercanos.
La religión ha sido mucho tiempo una barrera eficaz contra la exogamia; muchas enseñanzas religiosas han proscrito los matrimonios fuera de la fe. La mujer ha favorecido generalmente la práctica de la endogamia, y el hombre la de la exogamia. La propiedad siempre ha influido sobre el matrimonio, y a veces, en un esfuerzo por conservar las propiedades en el interior de un clan, han surgido costumbres que obligaban a las mujeres a elegir sus maridos dentro de la tribu de sus padres. Las reglas de este tipo condujeron a una gran multiplicación de los matrimonios entre primos. La endogamia también se practicó en un esfuerzo por preservar los secretos artesanales; los artesanos expertos trataban de conservar el conocimiento de su oficio dentro de su familia.
Cuando los grupos superiores se encontraban aislados, volvían siempre a los emparejamientos consanguíneos. Durante más de ciento cincuenta mil años, los noditas fueron uno de los grandes grupos endogámicos. Las costumbres endogámicas más recientes sufrieron la enorme influencia de las tradiciones de la raza violeta, en la que los emparejamientos se producían al principio, forzosamente, entre hermanos y hermanas. Los matrimonios entre hermanos y hermanas fueron frecuentes en el Egipto primitivo, Siria, Mesopotamia, y en todos los países ocupados en otro tiempo por los anditas. Los egipcios practicaron mucho tiempo los matrimonios entre hermanos y hermanas en un esfuerzo por conservar la pureza de la sangre real, una costumbre que sobrevivió más tiempo aún en Persia. Antes de la época de Abraham, los matrimonios entre primos eran obligatorios en Mesopotamia; los primos tenían el derecho prioritario de casarse con sus primas. Abraham mismo se casó con su hermanastra, pero las costumbres posteriores de los judíos ya no permitieron estas uniones.
Los primeros pasos para suprimir los matrimonios entre hermanos y hermanas se dieron bajo la influencia de las costumbres polígamas, porque la esposa-hermana solía dominar con arrogancia a la otra u otras esposas. Algunas costumbres tribales prohibían el matrimonio con la viuda de un hermano muerto, pero exigían que el hermano vivo engendrara los hijos de su hermano fallecido. No existe ningún instinto biológico que vaya en contra de algún grado de endogamia; tales restricciones son únicamente una cuestión de tabúes.
La exogamia terminó por dominar porque los hombre la preferían; conseguir una esposa en el exterior les aseguraba una mayor libertad con respecto a su familia política. La familiaridad produce el menosprecio; así pues, a medida que el factor de la elección individual empezó a dominar el emparejamiento, se estableció la costumbre de elegir a la pareja fuera de la tribu. UB 82:5.1-6
Andonita: El primero y original (An), líder (don), en el desarrollo genético (ite).
an: se usa como prefijo y significa «soltero, solitario» (como en anboren «unigénito», anhorn «unicornio», anspræce «que habla como uno»). Véase one para ver la divergencia entre esa palabra y this. Véase también a, de la cual esta es la forma más antigua y completa.
don (n.): título de respeto, década de 1520, del español o portugués Don, un título de respeto prefijado al nombre de pila de un hombre, del latín dominus «señor, amo, dueño» (de domus «casa», de la raíz PIE *dem- «casa, hogar»).
-ite: elemento formador de palabras que indica origen o derivación de, del francés –ite y directamente del latín –ita, del griego –ites (fem. –itis), elemento formador de palabras que forma adjetivos y sustantivos que significan «conectado con o perteneciente a». Se usa especialmente en la época clásica para formar designaciones étnicas y locales (por ejemplo, en las traducciones de la Septuaginta de nombres hebreos en –i) y para nombres de gemas y minerales.
Badonita: La segunda fase (B), de los líderes iniciales (don), en el desarrollo genético (ite).
b: segunda letra del alfabeto latino, correspondiente al griego beta, del fenicio beth, que literalmente significa «casa». A menudo indica «segunda en orden».
an [a]: se usa como prefijo y significa «soltero, solitario» (como en anboren «unigénito», anhorn «unicornio», anspræce «que habla como uno»). Véase one para ver la divergencia entre esa palabra y esta. Véase también a, de la cual esta es la forma más antigua y completa.
don (n.): título de respeto, década de 1520, del español o portugués Don, un título de respeto prefijado al nombre cristiano de un hombre, del latín dominus «señor, amo, dueño» (de domus «casa», de la raíz PIE dem– «casa, hogar»).
-ite: elemento formador de palabras que indica origen o derivación de, del francés –ite y directamente del latín –ita, del griego -ites (fem. –itis), elemento formador de palabras que forma adjetivos y sustantivos que significan «conectado con o perteneciente a». Se usa especialmente en la época clásica para formar designaciones étnicas y locales (por ejemplo, en las traducciones de la Septuaginta de nombres hebreos en –i) y para nombres de gemas y minerales.
Sangik: Los maravillosos potenciales de la genética subyacente que hace que toda la humanidad sangre rojo (Sang), ahora florecen con un arreglo de diversidad que mejora la vida (ik).
sanguine (adj.): «rojo sangre», finales del siglo XIV (finales del siglo XII como apellido), del francés antiguo sanguin (fem. sanguine), del latín sanguineus «de sangre», también «sanguinario, sediento de sangre», de sanguis (genitivo sanguinis) «sangre» (véase sanguinario). Su significado «alegre, esperanzado, confiado» se atestiguó por primera vez alrededor de 1500, porque se pensaba que estas cualidades surgían de un exceso de sangre como uno de los cuatro humores en la medicina antigua. También en inglés medio como sustantivo, «tipo de tela roja» (principios del siglo XIV).
ikebana (n.): arte japonés de arreglos florales formales, 1901, del japonés ikeru «mantener vivo, arreglar» + hana «flor».
-ic: Inglés medio -ik, -ick, elemento formador de palabras que forma adjetivos, «que tiene que ver con, que tiene la naturaleza de, que está hecho de, causado por, similar a», del francés -ique y directamente del latín –icus o del griego cognado –ikos «a la manera de; perteneciente a». Del sufijo adjetivo PIE –(i)ko, que también dio lugar al eslavo –isku, sufijo adjetival que indica origen, la fuente del –sky (ruso –skii) en muchos apellidos. En química, indica una valencia más alta que los nombres en –ous (primero en benzoic, 1791).
Nodita: Aquellos que se desviaron del camino previsto (Nod), del desarrollo genético (ite).
Nod: «Nod» (נוד) es la raíz hebrea del verbo «vagar» (לנדוד). Por lo tanto, habitar en la tierra de Nod puede significar vivir una vida errante. La Tierra de Nod (hebreo: אֶרֶץ־נוֹד – ʾereṣ-Nōḏ) es un lugar mencionado en el Libro del Génesis de la Biblia hebrea, ubicado «al este del Edén» (qiḏmaṯ-ʿḖḏen), donde Caín fue exiliado por Dios después de que Caín asesinara a su hermano Abel. Según Génesis 4:16:
Y salió Caín de delante de Jehová, y habitó en la tierra de Nod, al oriente de Edén.
-ite: elemento formador de palabras que indica origen o derivación de, del francés –ite y directamente del latín –ita, del griego –ites (fem. -itis), elemento formador de palabras que forma adjetivos y sustantivos que significan «conectado con o perteneciente a». Se usa especialmente en la época clásica para formar designaciones étnicas y locales (por ejemplo, en las traducciones de la Septuaginta de nombres hebreos en –i) y para nombres de gemas y minerales.
Andita: La mezcla genética de adanitas y noditas.
Mezclado con la elevación Adamita planeada, la humanidad tiene una elevación genética (ita) adicional (And).
and (conj.): Inglés antiguo and, ond, originalmente significaba «después, a continuación». El uso introductorio (que implica conexión con algo anterior) era en inglés antiguo.
-ite: elemento formador de palabras que indica origen o derivación de, del francés -ite y directamente del latín -ita, del griego -ites (fem. -itis), elemento formador de palabras que forma adjetivos y sustantivos que significan «conectado con o perteneciente a». Se usa especialmente en la época clásica para formar designaciones étnicas y locales (por ejemplo, en las traducciones de la Septuaginta de nombres hebreos en -i) y para nombres de gemas y minerales.