Apéndice 1. Taxonomía basada en El Libro de Urantia | Índice | Apéndice 3. ¿Cómo se usa en el libro la superioridad e inferioridad? |
Autor: Halbert Katzen J.D.
Esta exploración de las enseñanzas de El Libro de Urantia se desarrolló originalmente para la página de estudios temáticos de UBannotated.com[1] como un subtema sobre «La eugenesia y las razas». Ahora también sirve como Apéndice 2 este informe, que se publicó por primera vez como parte del proyecto UBtheNEWS en 2011.
Este subtema / Apéndice 2 elabora la pregunta: «¿Eran los gemelos Alfeo subnormales?»; porque El Libro de Urantia dice que eran «los menores de todos los apóstoles»[2].
Junto con la revisión de comentarios sobre estos dos apóstoles de Jesús, también proporcionaremos el uso de los términos «gente común», «débil mental», «anormal» y «subhumano».
Al estudio de cómo se usan los términos sigue la consideración del pasaje bíblico que precede a la definición de subnormal y la comparación con el pasaje paralelo de El Libro de Urantia, relatando esta enseñanza. Se incluyen cuestiones y perspectivas de estudio adicionales al final.
Hasta donde sé, soy la primera persona en plantear este interrogante y hacer este tipo de estudio. Vale la pena mencionar que simplemente plantear esta pregunta ha provocado una reacción muy negativa por parte de algunos lectores creyentes de El Libro de Urantia. En ciertos aspectos, el tema de lo subnormal es mucho más difícil de discutir que los problemas raciales. Quizás esto se deba a que es un problema aún más incomprendido.
Estoy seguro de que no puedo fomentar lo suficiente una mentalidad abierta. Para eso es la revelación de El Libro de Urantia: para ayudarnos a comprender cosas sobre nosotros mismos y nuestro destino que tendríamos dificultades para determinar por nuestra cuenta. La revelación no es para afirmar que creemos que ya lo sabemos, sino más bien para dirigirnos hacia nuevas y mejores formas de pensar basadas en una comprensión más clara de la naturaleza de nuestra existencia y la sabiduría del diseño creativo. Busque eso en este estudio y lo encontrará.
En sus reflexiones sobre este tema, considere la idea de que identificar y gestionar una clase de personas subnormales es algo que podría lograrse mediante el consentimiento voluntario. Las personas que carecen de inteligencia para competir eficazmente en las arenas económicas conflictivas y capitalistas, en general, son dolorosamente conscientes de la naturaleza básica de este desafío. Si se proporcionara una alternativa razonable, podría ser preferible. Debido a que la discusión de El Libro de Urantia sobre lo subnormal implica consideraciones de la vida laboral, antes de proporcionar las citas directamente relacionadas con la naturaleza de las personas con mentalidad subnormal, primero se proporcionan algunos pasajes de contextualización[3].
[…] había un abuso económico que [Jesús] condenó muchas veces, y fue la explotación injusta de los hombres débiles, ignorantes y menos afortunados por parte de sus semejantes fuertes, agudos y más inteligentes. Jesús declaró que este tratamiento inhumano de hombres, mujeres y niños era incompatible con los ideales de la fraternidad del reino de los cielos.[4]
En general, las enseñanzas de El Libro de Urantia sobre la relación entre trabajar y comer también necesitan ser tenidas en cuenta.
El trabajo, los esfuerzos creativos, distinguen al hombre de la bestia, cuyos esfuerzos son ampliamente instintivos. La necesidad de trabajar es la bendición suprema del hombre. Todo el estado mayor del Príncipe trabajaba; contribuyeron mucho a ennoblecer el trabajo físico en Urantia. Adán fue horticultor; el Dios de los hebreos trabajaba —era el creador y el sostén de todas las cosas. Los hebreos fueron la primera tribu que dio un valor supremo a la industria; fueron el primer pueblo que decretó que «el que no trabaje no comerá». Pero muchas religiones del mundo volvieron al ideal primitivo de la ociosidad. Júpiter era un juerguista y Buda se convirtió en un partidario meditabundo del ocio.[5]
- Hacer la voluntad del Padre. La enseñanza de Jesús sobre confiar en los cuidados del Padre celestial no era un fatalismo ciego y pasivo. Aquella tarde citó, dándolo por bueno, un viejo refrán hebreo: «El que no trabaje no comerá». […] [6]
Aunque el ideal de la sociedad sea la libertad universal, la ociosidad no debería tolerarse nunca. Todas las personas sanas deberían ser obligadas a realizar una cantidad de trabajo que al menos les permita vivir. [7]
- Los ángeles guardianes
La enseñanza sobre los ángeles guardianes no es un mito; algunos grupos de seres humanos tienen realmente ángeles personales. En reconocimiento de este hecho, Jesús, cuando habló de los niños del reino celestial, dijo: «Tened cuidado de no menospreciar a ninguno de estos pequeños, pues os digo que sus ángeles perciben continuamente la presencia del espíritu de mi Padre».
En un principio, los serafines fueron asignados claramente a las distintas razas de Urantia. Pero desde la donación de Miguel son asignados con arreglo a la inteligencia, la espiritualidad y el destino humanos. Intelectualmente, la humanidad está dividida en tres clases:
Los humanos con una mente subnormal — aquellos que no ejercen un poder normal de voluntad; aquellos que no toman decisiones ordinarias. Esta clase abarca a los que no pueden comprender a Dios; les falta capacidad para adorar inteligentemente a la Deidad. Los seres subnormales de Urantia tienen asignado un cuerpo de serafines, una compañía[8], con un batallón de querubines, encargados de servirlos y de vigilar que se les manifieste justicia y misericordia en las luchas por la vida en la esfera[9].
El tipo medio o normal de mente humana. Desde el punto de vista del ministerio seráfico, la mayor parte de los hombres y de las mujeres están agrupados en siete clases de acuerdo con el estado que han conseguido superando los círculos del progreso humano y del desarrollo espiritual.
Los humanos con una mente supernormal —aquellas personas con un gran poder de decisión y con un potencial indudable de logros espirituales; los hombres y las mujeres que disfrutan de un mayor o menor contacto con su Ajustador interior; los miembros de los diversos cuerpos de reserva del destino. Cualquiera que sea el círculo en el que se encuentre un ser humano, si ese individuo es alistado en cualquiera de los diversos cuerpos de reserva del destino, se le asigna inmediatamente un serafín personal, y desde ese momento hasta que termine su carrera terrestre, ese mortal disfrutará del ministerio continuo y de los cuidados incesantes de un ángel guardián. También, cuando un ser humano toma la decisión suprema, cuando establece un verdadero compromiso con el Ajustador, un guardián personal se asigna inmediatamente a ese alma.
En el ministerio hacia los llamados seres normales, las asignaciones seráficas se efectúan de acuerdo con los círculos de intelectualidad y de espiritualidad que los seres humanos han alcanzado. Os ponéis en camino investidos de vuestra mente mortal en el séptimo círculo y viajáis hacia el interior en la tarea de comprenderos, conquistaros y dominaros a vosotros mismos; avanzáis círculo tras círculo (si la muerte natural no termina con vuestra carrera, transfiriendo vuestras luchas a los mundos de las mansiones) hasta que alcanzáis el primer círculo, o círculo interno de contacto y de comunión relativos con el Ajustador interior.
En el círculo inicial, o séptimo círculo, los seres humanos tienen un ángel guardián con una compañía de querubines auxiliares encargados del cuidado y de la custodia de mil mortales. En el sexto círculo, una pareja seráfica con una compañía de querubines está destinada a guiar a estos mortales ascendentes en grupos de quinientos. Cuando se alcanza el quinto círculo, los seres humanos son agrupados en compañías de unas cien personas, y una pareja de serafines guardianes con un grupo de querubines se encargan de ellas. Cuando alcanzan el cuarto círculo, los seres mortales son reunidos en grupos de diez, y una pareja de serafines, asistida por una compañía de querubines, se encarga nuevamente de ellos.
Cuando una mente mortal rompe la inercia de la herencia animal y alcanza el tercer círculo de intelectualidad humana y de espiritualidad adquirida, desde ese momento en adelante un ángel personal (en realidad dos) se dedicará total y exclusivamente a ese mortal ascendente. Además de los Ajustadores del Pensamiento interiores siempre presentes y cada vez más eficaces, estas almas humanas reciben así la ayuda indivisa de estos guardianes personales del destino en todos sus esfuerzos por terminar el tercer círculo, atravesar el segundo y alcanzar el primero.[10]
Con respecto a la descripción de lo subnormal en LU 113:1.3, como la «incapacidad para comprender a Dios» o «participar en una adoración inteligente», también considere:
Un hombre bueno y noble puede estar totalmente enamorado de su esposa, pero ser completamente incapaz de pasar satisfactoriamente un examen escrito sobre la psicología del amor conyugal. Otro hombre, que tenga poco o ningún amor por su esposa, podría pasar este examen de una manera muy aceptable. La idea imperfecta que se hace el enamorado sobre la verdadera naturaleza del ser amado no invalida en lo más mínimo la realidad o la sinceridad de su amor.[11]
Administrar y ministrar a la población subnormal.
[…] la superpoblación […] puede convertirse en un problema serio en el futuro cercano. En ese momento se presentará la gran prueba de sabiduría para los dirigentes del mundo. Los gobernantes de Urantia ¿tendrán la perspicacia y la valentía de fomentar la multiplicación de los seres humanos de tipo medio o estabilizados, en lugar de favorecer la de los grupos extremos compuestos por los que son superiores a la normalidad y por los grupos cada vez más grandes de seres inferiores a la normalidad? Se debería fomentar el hombre normal; él es la espina dorsal de la civilización y la fuente de los genios mutantes de la raza. El hombre inferior a la normalidad debería estar sujeto al control de la sociedad; no se deberían tener más de los que se necesitan para atender los niveles inferiores de la industria, aquellas tareas que requieren una inteligencia por encima del nivel animal, pero que precisan unos esfuerzos tan pequeños que resultan una verdadera esclavitud y una servidumbre para los tipos superiores de la humanidad. [12]
Observe cómo la construcción de la primera oración en el siguiente párrafo hace que la «mentalidad débil» y la «subnormalidad» sean sinónimos. Del documento 72, «El gobierno en un planeta vecino»:
A los débiles mentales sólo se les enseña la agricultura y la ganadería, y son internados de por vida en unas colonias tutelares especiales, donde se les separa por sexos para impedir la procreación, que está prohibida para todos los subnormales. Estas medidas restrictivas están en vigor desde hace setenta y cinco años; las sentencias de reclusión son promulgadas por los tribunales de padres. [13]
Con esto en mente, ahora considere estos otros pasajes relacionados con la debilidad mental:
Las etapas avanzadas de un mundo establecido en la luz y la vida representan la cima del desarrollo material evolutivo. En estos mundos cultos no queda nada de la ociosidad y las fricciones de las épocas primitivas anteriores. La pobreza y la desigualdad social casi se han desvanecido, la degeneración ha desaparecido y la delincuencia se observa raramente. La locura ha dejado prácticamente de existir y la debilidad mental es una rareza. [14]
¿Significa el párrafo anterior que el nacimiento de subnormales entre la población con mentalidad normal se ha convertido en una rareza (en contraste con los subnormales que «no se deberían tener más de los que se necesitan para atender los niveles inferiores de la industria»)? ¿O en un mundo en Luz y Vida los niveles inferiores de la industria se manejan de alguna manera fuera de la cultura de modo que la población subnormal ya no sea valiosa para la ecología económica de la civilización?
Los espíritus malignos no pueden poseer la mente de un mortal, en ningún mundo, después de que un Hijo donador Paradisiaco ha vivido allí. Pero antes de la estancia de Cristo Miguel en Urantia […] estos intermedios rebeldes eran capaces de influir realmente sobre la mente de ciertos mortales inferiores y controlar un poco sus actos. Todo esto lo realizaban de manera muy similar a como lo hacen las criaturas intermedias leales cuando prestan sus servicios como eficaces guardianes de contacto de las mentes humanas que pertenecen al cuerpo urantiano de reserva del destino […]
Incluso antes de Pentecostés, ningún espíritu rebelde podía dominar una mente humana normal, y desde aquel día, las débiles mentes de los mortales inferiores también están libres de esta posibilidad. Desde la llegada del Espíritu de la Verdad, los supuestos exorcismos contra los demonios han consistido en confundir una creencia en la posesión demoníaca con la histeria, la locura y la debilidad mental. La donación de Miguel ha liberado para siempre a todas las mentes humanas de Urantia de la posibilidad de la posesión demoníaca, pero no imaginéis que este riesgo no era real en los tiempos pasados.
Todo el grupo de intermedios rebeldes está actualmente encarcelado […]. Ya no vagan por este mundo abrigando malas intenciones. [… el] Espíritu de la Verdad sobre todo el género humano impide para siempre que los espíritus desleales de cualquier tipo o clase puedan invadir de nuevo ni siquiera la mente humana más débil. Desde el día de Pentecostés, una cosa como la posesión demoníaca nunca podrá volver a suceder. [15]
Dado que antes de Pentecostés «los serafines fueron asignados definitivamente a las razas separadas de Urantia», y desde Pentecostés los serafines están organizados en relación con los tipos de mente, ¿cómo podría relacionarse esto con el otorgamiento universal de los Ajustadores del Pensamiento? ¿Implica esto que los Ajustadores del Pensamiento ahora se otorgan universalmente a los subnormales de todas las razas? ¿Podría esto relacionarse con por qué es importante «tener cuidado de no menospreciar a ninguno de estos pequeños, pues os digo que sus ángeles perciben continuamente la presencia del espíritu de mi Padre»?
A un molinero le enseñó a moler los granos de la verdad en el molino de la experiencia viviente, para hacer que las cosas difíciles de la vida divina fueran fácilmente aceptables incluso por aquellos compañeros mortales que son frágiles y débiles. Jesús dijo: «Da la leche de la verdad a aquellos que están en la infancia de la percepción espiritual. En tu ministerio viviente y amante, sirve el alimento espiritual de una manera atractiva y adaptada a la capacidad de recepción de cada uno de los que te pregunten». [16]
El término «anormal» se usa seis veces:
Los gemelos Alfeos son mencionados en estos pasajes:
En LU 158:7.1 los gemelos se describen como «imperturbables». Definición: «(de una persona) tranquila, confiable y mostrando poca emoción o animación». ¿Podría ser una sugerencia sobre el manejo eugenésico de poblaciones subnormales?
El término «gente común» se usa una vez, traducido en la versión europea de El Libro de Urantia como «hombre de la calle»:
[…] Los hombres han hecho también un fetiche de la democracia, la exaltación y adoración de las ideas del hombre de la calle, cuando son calificadas colectivamente de «opinión pública». La opinión aislada de un hombre solo no se considera que tenga mucho valor, pero cuando muchos hombres actúan colectivamente en democracia, este mismo juicio mediocre es considerado como el árbitro de la justicia y el modelo de la rectitud.[18]
Considere cuánto sentido tienen las siguientes citas y cuán fácil es entenderlas cuando se considera que la «gente común» es una forma de distinguir a las personas con mentalidad subnormal y normal de las personas con mentalidad supernormal.
[…] Incluso la gente corriente era capaz de considerar el concepto maduro de Yahvé como un Padre, si no del individuo, al menos de la raza. [19]
[…] La gente común y corriente deseaba ardientemente promesas de salvación —un consuelo religioso para hoy y las seguridades de una esperanza de inmortalidad para después de la muerte. [20]
Estas filosofías eran semi-religiosas; muchas veces eran fortificantes, éticas y ennoblecedoras, pero normalmente estaban por encima del alcance de la gente común. Con la posible excepción del cinismo, se trataba de filosofías para los fuertes y los sabios, no de religiones de salvación destinadas incluso a los pobres y los débiles. [21]
[…] Los ascendientes próximos de José eran artesanos: constructores, carpinteros, albañiles y herreros. El mismo José era carpintero, y más tarde fue contratista. Su familia pertenecía a una larga e ilustre línea de notables del pueblo [común], realzada de vez en cuando por la aparición de personalidades excepcionales que se habían distinguido en el ámbito de la evolución de la religión en Urantia. [22]
De todas las parejas que vivían en Palestina en la época para la que se había proyectado la donación de Miguel, José y María poseían la combinación más ideal de vastos vínculos raciales y de dotaciones de personalidad superiores a la media. El plan de Miguel era aparecer en la Tierra como un hombre ordinario, para que la gente común pudiera comprenderlo y recibirlo; por eso Gabriel eligió a unas personas como José y María para ser los padres de la donación. [23]
La gente corriente escuchaba a Jesús con placer, y responderán de nuevo a la presentación de su vida humana sincera de motivación religiosa consagrada, si estas verdades se proclaman de nuevo en el mundo. La gente lo escuchaba con placer porque era uno de ellos, un laico sin pretensiones; el instructor religioso más grande del mundo fue en verdad un laico. [24]
La gente corriente se maravillaba con las enseñanzas y el ministerio de Jesús y sus apóstoles. Los rabinos habían enseñado durante mucho tiempo a los judíos que los ignorantes no podían ser ni piadosos ni justos. Pero los apóstoles de Jesús eran piadosos y justos, y sin embargo ignoraban alegremente una gran parte de la erudición de los rabinos y de la sabiduría del mundo. [25]
Las multitudes de gente común y corriente se sentían muy estimuladas al ver a dos personas como ellas honradas con un puesto entre los apóstoles. Mediante su admisión como apóstoles, estos gemelos mediocres fueron el medio de atraer al reino a numerosos creyentes pusilánimes. Además, la gente común y corriente aceptaba mejor la idea de ser conducida y dirigida por unos celadores oficiales que se parecían mucho a ellos mismos. [26]
[…] Debido principalmente a esta necesidad de una súplica sencilla para la gente corriente, Jesús consintió entonces en enseñarles, en respuesta a la petición de Tomás, una forma sugerente de oración. […] [27]
En aquel momento concreto, la fama de Jesús se basaba principalmente en su reputación como sanador […] Pero eran las curaciones físicas las que ejercían el atractivo más directo e inmediato sobre la gente común. […] [28]
Los apóstoles de Jesús, sin contar a la gente común y corriente, no podían comprender la naturaleza y los atributos de este Dios-hombre. Ninguna generación posterior tampoco ha sido capaz de evaluar lo que sucedió en la Tierra en la persona de Jesús de Nazaret. […] [29]
El término «subhumano» se usa cinco veces en cuatro párrafos:
La cita de la Biblia que aparece en LU 113:1.1, «Tened cuidado de no menospreciar a ninguno de estos pequeños, pues os digo que sus ángeles perciben continuamente la presencia del espíritu de mi Padre», viene de Mateo 18:10. La versión Reina Valera 1960 del pasaje completo Mt 18:1-11 es como sigue:
1 En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.
6 Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!
8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.
10 Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.
11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.[30]
Fíjese como en la Biblia se dice «ven el rostro de mi Padre». En el pasaje relacionado de El Libro de Urantia se lee:
Entraron en Cafarnaúm al anochecer, pasaron por calles poco frecuentadas, y fueron directamente a la casa de Simón Pedro para cenar. Mientras David Zebedeo se preparaba para llevarlos al otro lado del lago, se demoraron en la casa de Simón, y entonces Jesús, mirando a Pedro y a los demás apóstoles, preguntó: «Cuando caminabais juntos esta tarde, ¿de qué hablabais tan seriamente entre vosotros?» Los apóstoles guardaron silencio, porque muchos de ellos habían continuado la discusión que empezaron en el Monte Hermón sobre los puestos que iban a tener en el reino venidero, sobre quién sería el más grande, y así sucesivamente. Conociendo las cosas que habían ocupado sus pensamientos durante aquel día, Jesús hizo señas a uno de los hijos pequeños de Pedro, sentó al niño entre ellos, y dijo: «En verdad, en verdad os digo que a menos que cambiéis de opinión y os parezcáis más a este niño, poco progreso haréis en el reino de los cielos. Quienquiera que se humille y se vuelva como este pequeño, se convertirá en el más grande en el reino de los cielos. Quienquiera que recibe a un pequeño como éste, me recibe a mí. Y aquellos que me reciben, reciben también a Aquél que me ha enviado. Si queréis ser los primeros en el reino, procurad aportar estas buenas verdades a vuestros hermanos en la carne. Pero si alguien hace tropezar a uno de estos pequeños, sería mejor para él que le ataran una piedra de molino al cuello y lo arrojaran al mar. Si las cosas que hacéis con vuestras manos, o las cosas que veis con vuestros ojos, ofenden en el progreso del reino, sacrificad esos ídolos queridos, porque es mejor entrar en el reino desprovistos de muchas de las cosas que se aman en la vida, que aferrarse a esos ídolos y encontrarse excluido del reino. Pero por encima de todo, procurad no despreciar a uno solo de estos pequeños, porque sus ángeles están siempre contemplando el rostro de las huestes celestiales».[31]
En El Libro de Urantia se dice «ven el rostro de las huestes celestiales». Las «huestes celestiales» sólo se usan dos veces. Su uso en el contexto del orden social es notable, dado el comentario anterior sobre el manejo de la población de subnormales.
«El Padre que está en los cielos ama a sus hijos, y por eso deberíais aprender a amaros los unos a los otros; el Padre que está en los cielos os perdona vuestros pecados; por eso deberíais aprender a perdonaros los unos a los otros. Si tu hermano peca contra ti, ve a verle y, con tacto y con paciencia, muestrale su falta. Y haz todo esto a solas con él. Si quiere escucharte, entonces habrás ganado a tu hermano. Pero si tu hermano no quiere escucharte, si persiste en su camino erróneo, ve a verle de nuevo, llevando contigo a uno o dos amigos comunes, para que así puedas tener dos o incluso tres testigos que confirmen tu testimonio y demuestren el hecho de que has tratado con justicia y misericordia al hermano que te ha ofendido. Pero si se niega a escuchar a tus hermanos, puedes contar toda la historia a la congregación, y si también se niega a escuchar a la fraternidad, que ésta tome la medida que estime más sabia; que ese miembro indisciplinado se vuelva un proscrito del reino. Aunque no podéis pretender juzgar el alma de vuestros semejantes, y aunque no podéis perdonar los pecados ni atreveros a usurpar de otra manera las prerrogativas de los supervisores de las huestes celestiales, sin embargo el mantenimiento del orden temporal en el reino de la Tierra ha sido depositado entre vuestras manos. Aunque no podéis entremeteros en los decretos divinos relacionados con la vida eterna, resolveréis los problemas de conducta en lo que respecta al bienestar temporal de la fraternidad en la Tierra. Así pues, en todas estas cuestiones relacionadas con la disciplina de la fraternidad, todo lo que decretéis en la Tierra será reconocido en el cielo. Aunque no podéis determinar el destino eterno del individuo, podéis legislar en lo que se refiere a la conducta del grupo, porque, cuando dos o tres de vosotros estéis de acuerdo sobre alguna de estas cosas y me lo pidáis a mí, se os concederá si vuestra petición no es incompatible con la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Todo esto es perpetuamente cierto, porque allí donde dos o tres creyentes están reunidos, allí estoy yo en medio de ellos».[32]
¿Cuál es el significado entre usar «Padre» contra «huestes celestiales»? ¿Debería incluirse a nuestro Padre en la definición de huestes celestiales? ¿Es este cambio de lo que Jesús dijo originalmente un cambio inspirado, basado en el otorgamiento universal de los Ajustadores del Pensamiento después de Pentecostés?
El ejército de los EE.UU. no acepta a nadie con un coeficiente intelectual inferior a 83 porque terminará requiriendo más cuidado y supervisión de lo que puede producir en beneficio. Teniendo en cuenta que la agricultura no es un tipo de actividad militar, considere los siguientes pasajes.
Desde el punto de vista mundial, la superpoblación nunca ha sido un grave problema en el pasado, pero si las guerras disminuyen y la ciencia controla cada vez más las enfermedades humanas, puede convertirse en un problema serio en el futuro cercano. En ese momento se presentará la gran prueba de sabiduría para los dirigentes del mundo. Los gobernantes de Urantia ¿tendrán la perspicacia y la valentía de fomentar la multiplicación de los seres humanos de tipo medio o estabilizados, en lugar de favorecer la de los grupos extremos compuestos por los que son superiores a la normalidad y por los grupos cada vez más grandes de seres inferiores a la normalidad? Se debería fomentar el hombre normal; él es la espina dorsal de la civilización y la fuente de los genios mutantes de la raza. El hombre inferior a la normalidad debería estar sujeto al control de la sociedad; no se deberían tener más de los que se necesitan para atender los niveles inferiores de la industria, aquellas tareas que requieren una inteligencia por encima del nivel animal, pero que precisan unos esfuerzos tan pequeños que resultan una verdadera esclavitud y una servidumbre para los tipos superiores de la humanidad. [33]
[En un planeta vecino a Urantia] A los débiles mentales sólo se les enseña la agricultura y la ganadería, y son internados de por vida en unas colonias tutelares especiales, donde se les separa por sexos para impedir la procreación, que está prohibida para todos los subnormales. Estas medidas restrictivas están en vigor desde hace setenta y cinco años; las sentencias de reclusión son promulgadas por los tribunales de padres. [34]
¿Qué relación podrían tener los siguientes párrafos con las consideraciones sobre los subnormales antes y después de Pentecostés (y tal vez en presencia de Jesús)?:
La cultura presupone la calidad de mente; la cultura no puede mejorar a menos que se eleve la mente. Un intelecto superior buscará una cultura noble y encontrará alguna manera de alcanzar esa meta. Las mentes inferiores despreciarán la cultura más elevada, aunque se la presenten ya hecha. También depende mucho de las misiones sucesivas de los Hijos divinos y del grado de iluminación que reciben las épocas de sus dispensaciones respectivas. [35]
La estancia en Atenas fue agradable y provechosa, pero no particularmente fructífera en contactos humanos. Demasiados atenienses de aquellos tiempos, o estaban intelectualmente orgullosos de su reputación del pasado, o eran mentalmente estúpidos e ignorantes, pues descendían de los esclavos inferiores traídos en épocas anteriores, cuando había gloria en Grecia y sabiduría en la mente de sus habitantes. Sin embargo, aún se podían encontrar muchas mentes agudas entre los ciudadanos de Atenas. [36]
¿Pueden los subnormales fusionarse con el Padre? ¿Fusionarse con el Espíritu?
¿Cuál es la relación entre mezclas raciales «pobres» y los subnormales?
¿Cuáles son los factores genéticos relacionados tanto con el temperamento como con la inteligencia?
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Nota del editor: Algunas citas tienen un énfasis añadido. Además, por una cuestión de compacidad del informe se ofrecerá una versión resumida de las citas incluidas en el original. Para tener un contexto completo de las citas véase los párrafos completos de El Libro de Urantia. ↩︎
LU 69:2.5. Véase también 2 Ts 3:6-15 ↩︎
Nota del editor: Una compañía de serafines son 288 serafines. Un batallón de querubines son 3.456 querubines, o doce compañías de querubines. LU 38:6.1. ↩︎
Considere la diferencia entre amar a Dios y comprenderlo. Considere que la adoración puede carecer de inteligencia, pero no obstante tener buenas intenciones. ↩︎
Mediocre en el diccionario: «De calidad media o mala; de personas se dice de quien no tiene capacidad para la actividad que realiza». ↩︎
LU 122:1.1. En la traducción al español europeo falta la expresión «común», pero está en el original inglés del libro. ↩︎
LU 122:1.3. Énfasis ampliado. ↩︎