© 2013 Israel Dix
© 2013 Olga López, por la traducción y reedición
© 2012 The Urantia Book Fellowship
Luz y Vida — Núm. 34 — Presentación | Luz y Vida — Núm. 34 — Septiembre 2013 — Índice | Caligastia, ¿libre o detenido? |
(Publicado en The Fellowship Herald, número de verano de 2012)
De Israel Dix (Estocolmo, Suecia)
Maquiventa dijo a Abraham: «Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas si puedes; tu descendencia será tan numerosa como ellas.» [LU 93:6.3]
Al intentar hacer justamente eso, contar las estrellas, vosotros y yo probablemente emprenderíamos un viaje por terreno pedregoso y escarpado de matemáticas de procesamiento de números y me temo que necesariamente lleno de citas interesantes —montones—. Por ello, he intentado mantener pocas referencias a los números y fuera del hilo del razonamiento, para evitar distraernos del flujo fácil de esta aventura de búsqueda de estrellas. Además, está el estímulo de energía añadido de conocer que, si mantenemos el rumbo, al final del viaje tendremos una bella imagen, una estructura sorprendentemente organizada —el sistema de mundos de Satania—. Así que acompañadme a esta montaña que vamos a escalar.
Comenzamos con el problema que me llevó a emprender esta exploración en primer lugar: ¿Por qué Urantia, un mundo decimal, acaba en el peculiar número seis y no en cero, que es múltiplo de diez? Debe haber una explicación, y tuve la corazonada de que había una respuesta que me llevó primero a explorar esta información aparentemente insignificante. Esa pequeña pero inquietante pregunta volvía a mi mente de vez en cuando: «¿Tenía Urantia que acabar en cero?». Podemos tener la idea vaga de que hay una respuesta a este acertijo. Pero ¿tenemos algún indicio, o es simplemente una loca carrera que llega a un punto muerto al intentar contar las estrellas? Consideremos primero algunas contradicciones aparentes, más o menos en el orden en que las descubrí, pues muchas contradicciones de El Libro de Urantia llevan a comprenderlas mejor si las perseguimos.
«En un mundo de cada diez se permite que los diseños normales de vida varíen más que en los otros mundos (no experimentales).» [LU 36:2.15] Esta frase precisa se refiere a «un mundo de cada diez» y va directa al grano. Pero surge un problema pues, al menos en la superficie, está en desacuerdo con lo siguiente: «Pero uno de cada diez mundos aproximadamente es designado como planeta decimal y se le inscribe en el registro especial de los Portadores de Vida.» [LU 58:0.1] Aunque la frase «uno de cada diez mundos aproximadamente» indica que hay alguna variación mínima que puede aligerar nuestros hombros de mundo decimal acabado en seis, ahora tenemos que conciliar estas dos citas. ¿Qué es, un planeta de cada diez o un planeta de cada diez aproximadamente?
Maravillosamente situada en el camino, tenemos esta pista: «Sabéis que cada décimo mundo es un planeta decimal o experimental, pero no sabéis nada sobre las otras variables que salpican la procesión de las esferas evolutivas.» [LU 40:5.18] Aquí se nos confirma que cada décimo mundo es una esfera decimal, pero añadida a esta conciliación hay «otras variables que salpican la procesión». Alguien me mencionó que esta cita en particular no nos ayuda a concluir nada sobre las dos afirmaciones decimales divergentes. La menciono, sin embargo, porque es la afirmación que me dio esperanzas de obtener una respuesta. ¿Podrían estos puntos en procesión permitir exactamente «cada diez mundos», y también «cada diez mundos aproximadamente»? ¿Pueden darse simultáneamente como hechos? ¿Pueden esas «otras variables» justificar una simple diferencia de redacción? Se nos advierte aquí que «entre los planetas del mismo grupo, las diferencias son demasiado numerosas como para ser descritas» [LU 40:5.18] pero se nos da, tal como veremos, las pistas suficientes para descubrir algo de estas variables. De momento, supongamos que estas diferencias de redacción tienen unas implicaciones tan amplias como el «de» y el «acerca de» respecto a Cristo y sus enseñanzas.
No necesitamos caminar intencionadamente hacia este punto muerto, no solo para suprimirlo de nuestra curiosidad, sino también de la posibilidad. Debemos suprimir los objetos que puedan obstaculizar nuestra visión astronómica clara. Cuando comenzamos, Maquiventa nos desafiaba a contar las esferas. Es justo. Comenzando con la esfera habitada número seis, contemos cada décima esfera hasta la 16, la 26, y sigamos hasta la 96. Eso nos debería dar diez esferas decimales. Del mismo modo, hagamos esto desde el planeta 106 hasta el 196, lo que da otros diez. Así, si contamos simplemente del mundo decimal 6 hasta el 606, tendremos sesenta y un mundos decimales, en el que el mundo 596 es el número 60, y nuestro mundo, el número 606, es el 61º Entonces, la esfera 616 sería naturalmente el último mundo decimal, lo que nos daría la cifra de 62 mundos decimales. ¿Es correcto? Se afirma que «desde que la vida se estableció en Urantia, los Portadores de Vida han mejorado esta técnica curativa introduciéndola en otro mundo de Satania» LU 65:4.6, así que solo puede haber un mundo decimal después del nuestro.
Podríamos pensar que hemos llegado al final del viaje. Después de todo, «en todo Satania sólo existen sesenta y un mundos similares a Urantia, planetas donde se ha modificado la vida» [LU 58:0.1] Esta afirmación es peculiar por su ambigüedad. A primera vista, se podría leer «sesenta y un mundos similares a Urantia», lo que apoyaría nuestro hallazgo numérico de sesenta y dos. Pero los Portadores de Vida nos recuerdan que «[Urantia] iba a ser nuestra experiencia número seiscientos seis[1] en la iniciación de los modelos de vida de Nebadon, en Satania, y nuestra sexagésima oportunidad para efectuar cambios y establecer modificaciones en los modelos de vida básicos y normales del universo local.» [LU 58:1.1]
Parece que hemos obtenido un mundo de más al contar simplemente de diez en diez. Puesto que solo hay un mundo adicional donde se ha modificado la vida desde Urantia, el simple recuento se queda corto (en realidad va demasiado lejos) cuando consideramos que «en este planeta efectuamos nuestro sexagésimo intento para modificar y mejorar, si fuera posible, la adaptación sataniana de los diseños de vida de Nebadon» [LU 65:4.1] La ambigua declaración antes mencionada se leería mejor como «únicamente sesenta y un mundos totales similares a Urantia» del sistema. Así que podemos descartar este método de «cada diez», pues nos da un mundo de más. Es un punto muerto que no nos lleva a una visión de las estrellas.
Al haber encontrado un punto muerto con el simple «contar de diez en diez», podemos ahora alcanzar nuestra principal atracción por el camino, esa pista que nos permitirá desvelar algo de las «variables que salpican la procesión» de los mundos habitados.
En una sección perfectamente titulada «Organización del universo», encontramos un mapa celeste. «Satania no es un sistema físico uniforme, una unidad u organización astronómica simple. Sus 619 mundos habitados están situados en más de quinientos sistemas físicos diferentes. Sólo cinco tienen más de dos mundos habitados, y de estos cinco uno solo tiene cuatro planetas poblados, mientras que hay cuarenta y seis que tienen dos mundos habitados.» [LU 32:2.10]
Si un simple recuento no nos lleva a la cima de las cosas, seguramente esto nos llevará.[2] Este es nuestro último poste guía. Estamos cerca de la cumbre de nuestro viaje, un punto aventajado desde el cual podemos cartografiar el paisaje estrellado de Satania. Este mapa celeste será la pista que necesitamos para armonizar el todavía discrepante «cada diez» y «cada diez aproximadamente». Las palabras se van a poner literalmente en su lugar. También nos ayudará descubrir por qué un planeta decimal acaba en 6, y además nos llevará a pistas acerca del mundo de no respiradores «muy cercano a Urantia» [LU 49:3.6], así como a lo que significa «muy cercano» en realidad. Pero tenemos ante nosotros una escalada realmente dura, y matemáticas, así que avancemos un poco más. Esta cita, la ecuación anterior, aunque extrañamente formulada, nos dice que no hay de hecho 619 sistemas solares. Algunos sistemas solares albergan más de un planeta, y se nos da un desglose básico de este hecho. Así que tenemos 619 mundos en Satania, de los cuales:
511 son planetas solitarios en 511 sistemas solares (etiquetaremos con la letra O esta categoría)
92 planetas adicionales en 46 sistemas solares, dos esferas por sistema (les llamaremos XX)
12 planetas habitados están en 4 sistemas solares de 3 mundos cada uno (podemos llamarles YYY)
4 planetas están contenidos en un sistema solar (etiquetaremos este grupo simple como ZZZZ)
En este punto, debemos tener en cuenta «Las series de las criaturas emparentadas. Los planetas no sólo están organizados verticalmente en sistemas, constelaciones y así sucesivamente, sino que la administración universal también mantiene agrupaciones horizontales de acuerdo con el tipo, la serie y otras relaciones.» [LU 49:5.29] Supongamos, hipotéticamente por el momento, que cada una de esas cuatro categorías de mundos constituye el parentesco de las criaturas. Todos los sistemas solares con planetas solitarios estarían administrados como un grupo de parentesco separado, mientras que los sistemas solares que tienen dos planetas estarían también organizados y administrados de manera separada, y así sucesivamente. Estas agrupaciones de parentesco individual estarían entonces «presididos por finalitarios con una larga experiencia» [LU 49:5.22] (Para mí tiene mucho sentido que estas agrupaciones sean consideradas como series de criaturas emparentadas, porque dos mundos habitados del mismo sistema solar evolucionarían por caminos radicalmente diferentes que los mundos solitarios. Una vez estos dos mundos se descubrieran mutuamente, sus caminos seguramente se alterarían enormemente. Lo mismo es cierto para tres o más mundos en interacción). Probablemente están constituidos como mundos de criaturas emparentados porque hay «ciertos elementos en común en un grupo de mundos asociados de un sistema dado», y «relaciones fisicas entre los sistemas planetarios que pertenecen al mismo circuito físico, y que se siguen de cerca los unos a los otros en su recorrido sin fin alrededor de la órbita de los universos.» [LU 15:6.16]
Ahora vayamos un paso más allá y digamos que, en cada uno de los agrupamientos de parentesco, cada décimo mundo es un planeta decimal. Esto es, uno de cada diez planetas del grupo de 511 mundos (O) es un planeta decimal, lo que nos da 51 esferas decimales. Es bastante sencillo. Ahora, hagamos lo mismo para las demás agrupaciones. Uno de cada diez planetas del grupo de 92 esferas (XX) da 9 planetas decimales, el décimo planeta del grupo de 12 planetas (YYY) es una esfera decimal, y la agrupación de 4 mundos de un sistema solar (ZZZZ) no tiene mundos decimales (Señalemos aquí que estamos contando cada décimo mundo como planeta decimal). Para ir rápido, simplemente restamos el último dígito de cada número (o dividimos entre diez) para descubrir cuántos mundos decimales tiene cada categoría, como sigue:
51 de 511, con un mundo como resto.
9 de 92, con dos planetas extra.
1 de 12, también con dos esferas extra que siguen al mundo decimal.
0 de 4. No hay planetas decimales aquí, pues esta categoría (de cuatro mundos por sistema solar) no ha llegado a los diez mundos.
Sumados todos (51, 9 y 1) llegamos exactamente a 61 mundos decimales, ¡así que vamos por buen camino! Esto nos resuelve el problema de 61 mundos decimales de 619. Contar números, como vimos antes, nos dio un número de 62. Son importantes aquí, y clave para saber por qué Urantia termina en 6, los mundos restantes de cada categoría. Señalaré aquí que, en la categoría de 511 (O), el mundo 510 es el mundo decimal 51 y que queda un planeta más. Hay que señalar especialmente el planeta que queda, pues estos planetas restantes, como les llamaré a partir de ahora, ¡son cruciales!
Como se dijo anteriormente, postularemos aquí que estas cuatro agrupaciones son de hecho series de parentesco y son parte de lo que quiere decir «variables que salpican la procesión de las esferas evolutivas». Ahora se nos dice que «Satania misma es un sistema inacabado que sólo contiene 619 mundos habitados. Estos planetas están numerados de forma secuencial con arreglo a su inscripción como mundos habitados.» [LU 49:0.3] Acabamos de ordenar estas series de parentesco en categorías separadas, pero no podemos olvidar su procesión en serie. Para contar esta procesión una vez más de 1 a 619, después de haber separado y ordenado Satania en agrupaciones de parentesco, debemos, como en una baraja de cartas, barajar las categorías de nuevo.
O1 O2 O3 O4 O5 O6 O7 O8 O9 O10 O11 O12
El diagrama anterior muestra una procesión de mundos O, uno por sistema solar, y la llegada normal de un planeta decimal con el número 10 (que he puesto en cursiva y subrayado para hacerlo más fácil de identificar). ¡Pero atención! ¡Algo sucede cuando barajamos las categorías de nuevo!
O1 O2 O^3 O4 O^5 (X6 X7) O8 O9 O10 O11 O12
Habréis advertido que, al incluir la categoría XX, ambos en el mismo sistema solar, jel mundo decimal de la primera categoría (O) se desplaza dos lugares! Contando todos los mundos en serie, el primer mundo decimal (O) se convierte en el planeta número 12 , mientras que los planetas X1 X2;se cuentan en la serie como los mundos X6 y X7 ¡Tomaos un respiro! Captad este concepto antes de avanzar.
Antes de entrar en detalles de por qué Urantia acaba en seis, y en cómo esto puede estar relacionado con un planeta de no respiradores «muy cercano», podemos aclarar al menos un rompecabezas más. Como se mostró anteriormente, hemos descubierto respecto a los mundos decimales que tanto «cada diez planetas» como «cada diez planetas aproximadamente» pueden ser afirmaciones factuales. Es simplemente cuestión de si se cuenta dentro de una agrupación de criaturas emparentadas o se cuentan todas las series de parentesco del conjunto y de acuerdo con el registro en serie de la vida.
Veamos ahora por qué nuestro planeta, Urantia de Satania, un mundo decimal, acaba en seis y no en cero. Recordaréis los «mundos restantes» como parte crucial de esta historia de desplazamiento. En este sistema de organización, la única manera de que nuestro mundo (o cualquier mundo decimal) acabe en seis o en cualquier otro número que no sea un múltiplo de diez, es que los «mundos restantes» de otras categorías separadas nos desplacen seis puestos. Por ejemplo: si 12 planetas XX, en incrementos de dos, caen en algún lugar en medio de 100 planetas OO, el mundo 112 será un planeta decimal de la categoría O, así como el planeta 10 de la categoría XX (allá donde caiga).
Es importante reconocer que, si los mundos XX alcanzan un múltiplo de diez, un planeta decimal de su grupo, entonces desplazarán a todos los mundos decimales (O) de vuelta al cero, de modo que solo los mundos restantes (los mundos que están más allá de un múltiplo de diez) causarán un desplazamiento en el agregado de 619 esferas. Este desplazamiento tiene lugar entre todos los mundos. Por ejemplo, ZZZZ llega en algún lugar en medio de la procesión y desplaza a todos los mundos que le siguen, en todas las categorías y en cuatro posiciones. Así, después de esos cuatro mundos, todos los planetas decimales de otras categorías terminarán en «4»: 504, 514, 524, etc.
Hemos llegado así al último paso de la caminata. Si necesitáis hacer una pausa para revisar el viaje hasta ahora, este sería un buen momento. Nos queda un paso final hasta la cumbre. Echemos un vistazo de nuevo a los mundos restantes:
O - 510 es un mundo decimal, y hay uno restante para desplazar (en uno) a todos los planetas que le sigan.
XX - 90 es un planeta decimal, con el mundo hermano 89 en el mismo sistema solar. Volveremos a estos dos planetas dentro de poco porque… ¡bueno, es una sorpresa! Después del 90, hay dos mundos restantes en esta categoría, los mundos 91 y 92 , agrupados juntos en el mismo sistema solar.
YYY - 10 es un planeta decimal y hay dos planetas restantes que le siguen. Los tres están en el mismo sistema solar.
ZZZZ - 4 planetas restantes se encuentran en la última categoría, y todos ellos están en el sistema solar indudablemente bello y rebosante de vida. Se necesitarán dos intentos más en un sistema solar de 4 mundos para que los Portadores de Vida inicien un planeta decimal en una serie de mundos así.
No necesita mucha explicación decir que, debido a que Urantia acaba en seis, debe estar desplazada por seis mundos restantes. De hecho, está desplazada por una combinación de mundos restantes de varias categorías. Quizá os hayáis dado cuenta de que, numéricamente, y dada esta teoría de la organización, hay solo unas pocas combinaciones posibles de mundos restantes para llegar a un múltiplo de seis. A partir de aquí, nos quedan solo dos o tres posibilidades sobre cuál es el grupo de series de criaturas emparentadas al que pertenecemos. Ya sabemos que no pertenecemos a la serie ZZZZ puesto que, en nuestro sistema solar, «sólo hay tres planetas en la actualidad que convienen para albergar la vida» [LU 15:6.15] Consideremos las posibilidades con más detalle.
Dos combinaciones[3] que desplazarán Urantia seis lugares son:
O498O499O500 (X89X90 (Urantia)) O501O502O503O504 O505O506 (X91X92) O507O508O509O510O511
Habréis advertido que todos los planetas decimales anteriores terminan en cero cuando se cuentan dentro de su propia categoría. Colocaré otra vez estos mundos en orden, subrayando y poniendo en cursiva los mundos decimales pero contándolos en serie, de acuerdo con el registro de vida en total.
O602O603O604X605X606 (Urantia) O607O608O609O610O611O612X 613X614O615O616O617O618O619
En esta combinación de mundos tenemos un mundo gemelo, una esfera hermana en nuestro sistema solar. Desde este punto de observación, no podemos determinar todas las ubicaciones de los planetas que llegaron antes o después que nosotros, pero podemos tener una imagen aproximada de los últimos 15 mundos del sistema de Satania. Coloco mundos XX arbitrariamente en el 613 y 614, pero en esta combinación podrían desplazarse un poco hacia arriba o hacia abajo. Veréis que el 613 y el 614 desplazan dos posiciones al último planeta decimal, el mundo O 510, en serie hasta el mundo 618. Esto deja un mundo restante, el número 511 de los sistemas solares con un solo mundo.
X91X92O500 (Y10 (Urantia) Y11Y12 ) O501O 502O503O504O505O506O507O508O509O510O511
Una vez más, podemos ver que todos los planetas decimales acaban en cero cuando se cuentan dentro de su propia categoría. Pero al contarlos en serie, los números de las esferas decimales se desplazan, y Urantia cae de nuevo en su «lugar familiar del universo» [6].
X603X604O605Y606 (Urantia) Y607Y608 O609O^610 O611O612O613O614O615O616O617<u>O</u>618O619^
En la posibilidad número dos, nos encontramos no con uno, sino con dos hermanos en nuestro sistema solar. Y El Libro de Urantia permite esa posibilidad cuando dice que «[e]n vuestro sistema solar sólo hay tres planetas en la actualidad que convienen para albergar la vida» [LU 15:6.15] Veréis de nuevo que el último planeta decimal está desplazado dos puestos por una categoría diferente de mundos, y que termina una vez más como mundo 618. Una vez más, el sistema termina con un mundo sobrante, el mundo O 511, como mundo 619 en la serie. Coloqué los últimos mundos XX arbitrariamente en las posiciones 603 y 604, solo para mostrar cómo pueden desplazar a Urantia al 6, junto con los ZZZZ en algún lugar anterior. No afirmo conocer qué números son, aunque sospecho que revelaciones sucesivas de la voluntad de Dios expandan los horizontes del universo que nos rodea. También señalaré que, en tanto que en la primera combinación el mundo 604 es un planeta decimal, en esta combinación el 605, justo antes que el nuestro, es un mundo decimal. Está a diez mundos de distancia (en la categoría O) del mundo 618 en las dos circunstancias posibles.
Desde la perspectiva que tenemos ahora, podemos ver las estrellas con mucha más claridad. Desde este punto de vista astronómico, parece haber solo dos respuestas posibles, dos combinaciones de mundos que nos desplazan hacia el seis mientras nos mantienen como mundo decimal, al que le sigue solo otro mundo decimal, a la vez que obedece el resto de reglas enumeradas anteriormente. Urantia, el 606 de Satania, el mundo decimal 60 en la agrupación, está:
O bien clasificado como perteneciente a un sistema solar con dos planetas, que es el 90 de 92, el noveno planeta decimal del grupo XX. Podemos postular además la ubicación de las dos esferas restantes, los mundos X91 y X92. Siguen a Urantia y desplazan dos posiciones al último planeta decimal. Por lo tanto, el mundo 618, no el 616 como se supone generalmente, es el último planeta decimal del sistema de Satania, y el mundo 619 es nuestro probable mundo restante (O).
O bien clasificado como perteneciente a un sistema solar de tres mundos, de los que hay solo cuatro en Satania, y es el primer mundo decimal de dicha categoría, el mundo decimal 10 de 12. Una vez más el mundo 618, no el 616, es un planeta decimal, con un mundo restante.
Hagamos una pausa durante un momento para considerar todo esto antes de seguir. Es una vista enorme la que se ve desde la cima. Consideremos ambas combinaciones una al lado de la otra:
O602O603O604X605X606 (Urantia) O607O608O609O610 O611O612X613X614O615O616O617O618O619
X603X604O605Y606 (Urantia) Y607Y608 O609O 610O611O612O613O614O615O616O617O618O619
Una vez más, señalaré que no es posible saber con certeza si el mundo 604 (en el primer caso) o el 605 (en el segundo caso) es decimal (O), puesto que otras categorías (quizá la ZZZZ) podrían intercalarse por casualidad justo antes que nosotros. Simplemente lo coloco en este orden para simplificar y para mostrar el desplazamiento espectacular que causa este método organizativo de barajar. Las probabilidades están a favor de esta disposición en cualquier caso, que el ZZ__ZZZZ__ZZ no está justo frente a nosotros.
Además, no se puede determinar exactamente dónde están colocados los mundos 613 y 614 (XX) en la combinación número 1. Solo se precisa que estén en algún lugar después del 606 y antes del 619. Hipotéticamente, el mundo 616 podría ser el último planeta decimal si el grupo X91X92 cae en el 617 y 618 , pero las probabilidades, una vez más, están en contra. He colocado arbitrariamente los dos mundos en los puntos 613 y 614.
Ahora pueden haberse resuelto tres misterios:
Urantia acaba en seis porque está desplazado por una procesión de mundos de otras categorías. Hasta que se alcanzó esta cumbre, había sido una suposición sencilla por nuestra parte que el registro decimal se cuenta de la misma manera que en el agregado —en serie y de acuerdo con el registro de la vida—. La realidad es que, en total, los mundos se numeran de acuerdo con el registro de la vida, y aún así se numeran decimalmente de acuerdo con las criaturas emparentadas —por categorías—. Este método diferencial de contar los mundos es el motivo por el que Urantia, como planeta decimal, acaba en seis.
«Cada diez aproximadamente» y «exactamente cada diez», en lo que respecta a los mundos decimales, son ambas afirmaciones factuales.
¡Hay una sustanciación numérica en El Libro de Urantia de que hay vida de hecho en alguna otra parte de nuestro sistema solar! En la cima de la montaña, nos queda conjeturar con las posibilidades.
Se nos dice que «estaríais más que interesados en la conducta planetaria de este tipo de mortales, porque una raza de seres [no respiradores] vive en una esfera muy cercana a Urantia» [LU 49:3.6] Continuamente me encuentro a lectores de El Libro de Urantia que plantean la pregunta de la distancia que supone «muy cercana».
Recordemos que «en nuestro sistema solar, sólo hay tres planetas en la actualidad que convienen para albergar la vida» [LU 15:6.15] Estos tres mundos no pueden albergar vida si la primera estructura organizativa es correcta, o en otro caso Urantia pertenecería al grupo YYY. En el primer caso, un planeta quedaría sin utilizar para ser habitado; en el segundo caso, los tres mundos estarían habitados. Para aclararnos, los planetas se definen como los «mayores agregados de materia que siguen una órbita alrededor de un sol o de algún otro cuerpo espacial; su tamaño varía desde los planetesimales hasta las enormes esferas gaseosas, líquidas o sólidas.» [LU 15:6.14] De ese modo, las lunas pueden albergar vida, así como lo que definimos como «planetas» tradicionales. Volveremos a los no respiradores después de tratar algunos problemas con la redacción de esa afirmación sobre no respiradores. Voy a proponer aquí que somos de la segunda categoría —que tenemos tres mundos habitables en nuestro sistema solar, pero que pertenecemos a la categoría XX; que solo hay dos mundos habitados aquí—.
FIN de la 1ª PARTE
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Una nota aquí acerca de New Gateways to Creative Living (Nuevas puertas hacia la vida creativa) de Hornell Hart, Abingdon Cokesbury Press (1941). De acuerdo con Matthew Block, New Gateways se usó como texto fuente para el Documento 111, específicamente la sección titulada «La vida interior» (vean mensaje de Block número 45080, de fecha 23 de mayo de 2003 , titulado «606»;, en los archivos de UBRON.org). En la página 43 se menciona «606», un laboratorio químico usado en el tratamiento de la sífilis. Una búsqueda en Google de libros y artículos sobre el «experimento seiscientos sesenta y seis» da muchos resultados para este químico acerca del intento experimental número 606. Es interesante señalar que la idea del 606 en conexión con un experimento se encuentra en un texto fuente de los documentos de Jesús. Está claro que la idea se deriva de alguna manera de estos patrones de pensamiento, pero las cosas se desvían a partir de aquí, pues nuestro mundo es el 60º experimento, no el 606º. Pronto veremos hasta dónde se aleja esa desviación. Matthew ha comentado por correo electrónico que todavía no ha encontrado ninguna fuente adicional relacionada con el 606. ¿Quizá los trucos de cartas de Harry Houdini como posible fuente para tales combinaciones complejas de números? Lo dudo. ↩︎
Una anécdota sobre la noche en que me di cuenta. Fue a finales de septiembre de 2002 en Budapest (Hungría), mientras me dirigía al Old Man’s Pub con varios compañeros a los que conocí en el albergue en el que me alojaba. Mientras conversaba con uno de ellos, se me ocurrió de repente que las esferas de Satania estaban organizadas como describo aquí. Después de darme cuenta de estas posibilidades, mi entusiasmo tuvo su recompensa con fuegos artificiales que estallaron en otra parte de la ciudad, y nuestra ubicación nos dio una vista excelente mientras caminábamos. Más tarde, en el pub, garabateé los diferentes números de mundos y combinaciones en una pequeña libreta. Aunque insistí en que lo que estaba escribiendo era aburrido, ellos insistieron, así que les hablé de una fórmula matemática para determinar, no la vida alienígena en nuestro sistema solar, sino simples… manzanas y naranjas. Al escuchar esto estuvieron de acuerdo en que era aburrido, así que terminé de apuntar mis notas y regresé a la conversación animada. ↩︎
Debo decir aquí que el jurado todavía está deliberando. No puedo estar seguro de haber intentado todas las combinaciones. Estoy seguro de que solo hay tres, dos de las cuales he tratado aquí. Estoy bastante seguro de que he encontrado todas las combinaciones posibles y creo que, de las dos que se consideran en este artículo, una combinación es más probable que la otra. ↩︎
Debemos pertenecer a la categoría XX en este caso pues, si perteneciéramos a la categoría O, tendríamos que ser, por supuesto un planeta decimal. Esto o bien causaría que nos siguen dos mundos decimales (lo que rompe la regla número 6) o, si somos el número 510, no tendríamos 13 mundos que nos siguieran (lo que rompe la regla número 5 ). ↩︎
Esto es así porque, si Y10Y11Y12 siguieran a Urantia, y puesto que los tres mundos están todos en el mismo sistema solar, todos tendrían que ir después de Urantia. Esto crea una serie de problemas. Primero, dejaría nueve mundos (3 x 3) frente a nosotros, desplazándonos al número impar de nueve. Recordemos que todavía tenemos X91X92 y ZZZZ antes de Urantia que nos desplazan seis posiciones. Añadir estos 9 mundos restantes (con tres después de nosotros) nos desplaza en 15 (en realidad 5) mundos (lo que rompe la regla número 3). Además, tendríamos que ser el último planeta decimal O, seguido solo de otro mundo, el número 511 (lo que rompe la regla número 5). ↩︎
Cito estas palabras como un aparte: el nombre «Urantia» significa en latín «lugar en el universo» o «lugar en los cielos». Tengo que dar las gracias a Chris Halvorson por este maravilloso fragmento de información. ↩︎