© 2012 Israel Dix
© 2012 The Urantia Book Fellowship
Espiritualidad Evolutiva | Volumen 12, Número 1, 2012 (Verano) — Índice | Perfeccionamiento, Neuroplasticidad y la Suprema Actualización |
Maquiventa dijo a Abraham: «Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas si puedes; tu descendencia será tan numerosa como ellas.» [LU 93:6.3]
Al intentar hacer justamente eso, contar las estrellas, vosotros y yo probablemente emprenderíamos un viaje por terreno pedregoso y escarpado de matemáticas de procesamiento de números y me temo que necesariamente lleno de citas interesantes —montones—. Por ello, he intentado mantener pocas referencias a los números y fuera del hilo del razonamiento, para evitar distraernos del flujo fácil de esta aventura de búsqueda de estrellas. Además, está el estímulo de energía añadido de conocer que, si mantenemos el rumbo, al final del viaje tendremos una bella imagen, una estructura sorprendentemente organizada —el sistema de mundos de Satania—. Así que acompañadme a esta montaña que vamos a escalar.
Comenzamos con el problema que me llevó a emprender esta exploración en primer lugar: ¿Por qué Urantia, un mundo decimal, acaba en el peculiar número seis y no en cero, que es múltiplo de diez? Debe haber una explicación, y tuve la corazonada de que había una respuesta que me llevó primero a explorar esta información aparentemente insignificante. Esa pequeña pero inquietante pregunta volvía a mi mente de vez en cuando: «¿Tenía Urantia que acabar en cero?». Podemos tener la idea vaga de que hay una respuesta a este acertijo. Pero ¿tenemos algún indicio, o es simplemente una loca carrera que llega a un punto muerto al intentar contar las estrellas? Consideremos primero algunas contradicciones aparentes, más o menos en el orden en que las descubrí, pues muchas contradicciones de El Libro de Urantia llevan a comprenderlas mejor si las perseguimos.
«En un mundo de cada diez se permite que los diseños normales de vida varíen más que en los otros mundos (no experimentales).» [LU 36:2.15] Esta frase precisa se refiere a «un mundo de cada diez» y va directa al grano. Pero surge un problema pues, al menos en la superficie, está en desacuerdo con lo siguiente: «Pero uno de cada diez mundos aproximadamente es designado como planeta decimal y se le inscribe en el registro especial de los Portadores de Vida.» [LU 58:0.1] Aunque la frase «uno de cada diez mundos aproximadamente» indica que hay alguna variación mínima que puede aligerar nuestros hombros de mundo decimal acabado en seis, ahora tenemos que conciliar estas dos citas. ¿Qué es, un planeta de cada diez o un planeta de cada diez aproximadamente?
Maravillosamente situada en el camino, tenemos esta pista: «Sabéis que cada décimo mundo es un planeta decimal o experimental, pero no sabéis nada sobre las otras variables que salpican la procesión de las esferas evolutivas.» [LU 40:5.18] Aquí se nos confirma que cada décimo mundo es una esfera decimal, pero añadida a esta conciliación hay «otras variables que salpican la procesión». Alguien me mencionó que esta cita en particular no nos ayuda a concluir nada sobre las dos afirmaciones decimales divergentes. La menciono, sin embargo, porque es la afirmación que me dio esperanzas de obtener una respuesta. ¿Podrían estos puntos en procesión permitir exactamente «cada diez mundos», y también «cada diez mundos aproximadamente»? ¿Pueden darse simultáneamente como hechos? ¿Pueden esas «otras variables» justificar una simple diferencia de redacción? Se nos advierte aquí que «entre los planetas del mismo grupo, las diferencias son demasiado numerosas como para ser descritas» [LU 40:5.18] pero se nos da, tal como veremos, las pistas suficientes para descubrir algo de estas variables. De momento, supongamos que estas diferencias de redacción tienen unas implicaciones tan amplias como el «de» y el «acerca de» respecto a Cristo y sus enseñanzas.
No necesitamos caminar intencionadamente hacia este punto muerto, no solo para suprimirlo de nuestra curiosidad, sino también de la posibilidad. Debemos suprimir los objetos que puedan obstaculizar nuestra visión astronómica clara. Cuando comenzamos, Maquiventa nos desafiaba a contar las esferas. Es justo. Comenzando con la esfera habitada número seis, contemos cada décima esfera hasta la 16, la 26, y sigamos hasta la 96. Eso nos debería dar diez esferas decimales. Del mismo modo, hagamos esto desde el planeta 106 hasta el 196, lo que da otros diez. Así, si contamos simplemente del mundo decimal 6 hasta el 606, tendremos sesenta y un mundos decimales, en el que el mundo 596 es el número 60, y nuestro mundo, el número 606, es el 61º Entonces, la esfera 616 sería naturalmente el último mundo decimal, lo que nos daría la cifra de 62 mundos decimales. ¿Es correcto? Se afirma que «desde que la vida se estableció en Urantia, los Portadores de Vida han mejorado esta técnica curativa introduciéndola en otro mundo de Satania» [LU 65:4.6], así que solo puede haber un mundo decimal después del nuestro.
Podríamos pensar que hemos llegado al final del viaje. Después de todo, «en todo Satania sólo existen sesenta y un mundos similares a Urantia, planetas donde se ha modificado la vida» [LU 58:0] Esta afirmación es peculiar por su ambigüedad. A primera vista, se podría leer «sesenta y un mundos similares a Urantia», lo que apoyaría nuestro hallazgo numérico de sesenta y dos. Pero los Portadores de Vida nos recuerdan que «[Urantia] iba a ser nuestra experiencia número seiscientos seis[1] en la iniciación de los modelos de vida de Nebadon, en Satania, y nuestra sexagésima oportunidad para efectuar cambios y establecer modificaciones en los modelos de vida básicos y normales del universo local.» [LU 58:1.1]
Parece que hemos obtenido un mundo de más al contar simplemente de diez en diez. Puesto que solo hay un mundo adicional donde se ha modificado la vida desde Urantia, el simple recuento se queda corto (en realidad va demasiado lejos) cuando consideramos que «en este planeta efectuamos nuestro sexagésimo intento para modificar y mejorar, si fuera posible, la adaptación sataniana de los diseños de vida de Nebadon» [LU 65:4.1] La ambigua declaración antes mencionada se leería mejor como «únicamente sesenta y un mundos totales similares a Urantia» del sistema. Así que podemos descartar este método de «cada diez», pues nos da un mundo de más. Es un punto muerto que no nos lleva a una visión de las estrellas.
Al haber encontrado un punto muerto con el simple «contar de diez en diez», podemos ahora alcanzar nuestra principal atracción por el camino, esa pista que nos permitirá desvelar algo de las «variables que salpican la procesión» de los mundos habitados.
En una sección perfectamente titulada «Organización del universo», encontramos un mapa celeste. «Satania no es un sistema físico uniforme, una unidad u organización astronómica simple. Sus 619 mundos habitados están situados en más de quinientos sistemas físicos diferentes. Sólo cinco tienen más de dos mundos habitados, y de estos cinco uno solo tiene cuatro planetas poblados, mientras que hay cuarenta y seis que tienen dos mundos habitados.» [LU 32:2.10]
Si un simple recuento no nos lleva a la cima de las cosas, seguramente esto nos llevará.[2] Este es nuestro último poste guía. Estamos cerca de la cumbre de nuestro viaje, un punto aventajado desde el cual podemos cartografiar el paisaje estrellado de Satania. Este mapa celeste será la pista que necesitamos para armonizar el todavía discrepante «cada diez» y «cada diez aproximadamente». Las palabras se van a poner literalmente en su lugar. También nos ayudará descubrir por qué un planeta decimal acaba en 6, y además nos llevará a pistas acerca del mundo de no respiradores «muy cercano a Urantia» [LU 49:3.6], así como a lo que significa «muy cercano» en realidad. Pero tenemos ante nosotros una escalada realmente dura, y matemáticas, así que avancemos un poco más. Esta cita, la ecuación anterior, aunque extrañamente formulada, nos dice que no hay de hecho 619 sistemas solares. Algunos sistemas solares albergan más de un planeta, y se nos da un desglose básico de este hecho. Así que tenemos 619 mundos en Satania, de los cuales:
511 son planetas solitarios en 511 sistemas solares (etiquetaremos con la letra O esta categoría)
92 planetas adicionales en 46 sistemas solares, dos esferas por sistema (les llamaremos XX)
12 planetas habitados están en 4 sistemas solares de 3 mundos cada uno (podemos llamarles YYY)
4 planetas están contenidos en un sistema solar (etiquetaremos este grupo simple como ZZZZ)
En este punto, debemos tener en cuenta «Las series de las criaturas emparentadas. Los planetas no sólo están organizados verticalmente en sistemas, constelaciones y así sucesivamente, sino que la administración universal también mantiene agrupaciones horizontales de acuerdo con el tipo, la serie y otras relaciones.» [LU 49:5.29] Supongamos, hipotéticamente por el momento, que cada una de esas cuatro categorías de mundos constituye el parentesco de las criaturas. Todos los sistemas solares con planetas solitarios estarían administrados como un grupo de parentesco separado, mientras que los sistemas solares que tienen dos planetas estarían también organizados y administrados de manera separada, y así sucesivamente. Estas agrupaciones de parentesco individual estarían entonces «presididos por finalitarios con una larga experiencia» [LU 49:5.22] (Para mí tiene mucho sentido que estas agrupaciones sean consideradas como series de criaturas emparentadas, porque dos mundos habitados del mismo sistema solar evolucionarían por caminos radicalmente diferentes que los mundos solitarios. Una vez estos dos mundos se descubrieran mutuamente, sus caminos seguramente se alterarían enormemente. Lo mismo es cierto para tres o más mundos en interacción). Probablemente están constituidos como mundos de criaturas emparentados porque hay «ciertos elementos en común en un grupo de mundos asociados de un sistema dado», y «relaciones fisicas entre los sistemas planetarios que pertenecen al mismo circuito físico, y que se siguen de cerca los unos a los otros en su recorrido sin fin alrededor de la órbita de los universos.» [LU 15:6.16]
Ahora vayamos un paso más allá y digamos que, en cada uno de los agrupamientos de parentesco, cada décimo mundo es un planeta decimal. Esto es, uno de cada diez planetas del grupo de 511 mundos (O) es un planeta decimal, lo que nos da 51 esferas decimales. Es bastante sencillo. Ahora, hagamos lo mismo para las demás agrupaciones. Uno de cada diez planetas del grupo de 92 esferas (XX) da 9 planetas decimales, el décimo planeta del grupo de 12 planetas (YYY) es una esfera decimal, y la agrupación de 4 mundos de un sistema solar (ZZZZ) no tiene mundos decimales (Señalemos aquí que estamos contando cada décimo mundo como planeta decimal). Para ir rápido, simplemente restamos el último dígito de cada número (o dividimos entre diez) para descubrir cuántos mundos decimales tiene cada categoría, como sigue:
51 de 511, con un mundo como resto.
9 de 92, con dos planetas extra.
1 de 12, también con dos esferas extra que siguen al mundo decimal.
0 de 4. No hay planetas decimales aquí, pues esta categoría (de cuatro mundos por sistema solar) no ha llegado a los diez mundos.
Sumados todos (51, 9 y 1) llegamos exactamente a 61 mundos decimales, ¡así que vamos por buen camino! Esto nos resuelve el problema de 61 mundos decimales de 619. Contar números, como vimos antes, nos dio un número de 62. Son importantes aquí, y clave para saber por qué Urantia termina en 6, los mundos restantes de cada categoría. Señalaré aquí que, en la categoría de 511 (O), el mundo 510 es el mundo decimal 51 y que queda un planeta más. Hay que señalar especialmente el planeta que queda, pues estos planetas restantes, como les llamaré a partir de ahora, ¡son cruciales!
Como se dijo anteriormente, postularemos aquí que estas cuatro agrupaciones son de hecho series de parentesco y son parte de lo que quiere decir «variables que salpican la procesión de las esferas evolutivas». Ahora se nos dice que «Satania misma es un sistema inacabado que sólo contiene 619 mundos habitados. Estos planetas están numerados de forma secuencial con arreglo a su inscripción como mundos habitados.» [LU 49:0.3] Acabamos de ordenar estas series de parentesco en categorías separadas, pero no podemos olvidar su procesión en serie. Para contar esta procesión una vez más de 1 a 619, después de haber separado y ordenado Satania en agrupaciones de parentesco, debemos, como en una baraja de cartas, barajar las categorías de nuevo.
O1 O2 O3 O4 O5 O6 O7 O8 O9 O10 O^11 ^ O12
El diagrama anterior muestra una procesión de mundos O, uno por sistema solar, y la llegada normal de un planeta decimal con el número 10 (que he puesto en cursiva y subrayado para hacerlo más fácil de identificar). ¡Pero atención! ¡Algo sucede cuando barajamos las categorías de nuevo!
O1 O2 O3 O4 O5 (X6 X7) O8 O9 O10 O11 O 12
Habréis advertido que, al incluir la categoría XX, ambos en el mismo sistema solar, jel mundo decimal de la primera categoría (O) se desplaza dos lugares! Contando todos los mundos en serie, el primer mundo decimal (O) se convierte en el planeta número 12 , mientras que los planetas X1 X2;se cuentan en la serie como los mundos X6 y X7 ¡Tomaos un respiro! Captad este concepto antes de avanzar.
Antes de entrar en detalles de por qué Urantia acaba en seis, y en cómo esto puede estar relacionado con un planeta de no respiradores «muy cercano», podemos aclarar al menos un rompecabezas más. Como se mostró anteriormente, hemos descubierto respecto a los mundos decimales que tanto «cada diez planetas» como «cada diez planetas aproximadamente» pueden ser afirmaciones factuales. Es simplemente cuestión de si se cuenta dentro de una agrupación de criaturas emparentadas o se cuentan todas las series de parentesco del conjunto y de acuerdo con el registro en serie de la vida.
Veamos ahora por qué nuestro planeta, Urantia de Satania, un mundo decimal, acaba en seis y no en cero. Recordaréis los «mundos restantes» como parte crucial de esta historia de desplazamiento. En este sistema de organización, la única manera de que nuestro mundo (o cualquier mundo decimal) acabe en seis o en cualquier otro número que no sea un múltiplo de diez, es que los «mundos restantes» de otras categorías separadas nos desplacen seis puestos. Por ejemplo: si 12 planetas XX, en incrementos de dos, caen en algún lugar en medio de 100 planetas OO, el mundo 112 será un planeta decimal de la categoría O, así como el planeta 10 de la categoría XX (allá donde caiga).
Es importante reconocer que, si los mundos XX alcanzan un múltiplo de diez, un planeta decimal de su grupo, entonces desplazarán a todos los mundos decimales (O) de vuelta al cero, de modo que solo los mundos restantes (los mundos que están más allá de un múltiplo de diez) causarán un desplazamiento en el agregado de 619 esferas. Este desplazamiento tiene lugar entre todos los mundos. Por ejemplo, ZZZZ llega en algún lugar en medio de la procesión y desplaza a todos los mundos que le siguen, en todas las categorías y en cuatro posiciones. Así, después de esos cuatro mundos, todos los planetas decimales de otras categorías terminarán en «4»: 504, 514, 524, etc.
Hemos llegado así al último paso de la caminata. Si necesitáis hacer una pausa para revisar el viaje hasta ahora, este sería un buen momento. Nos queda un paso final hasta la cumbre. Echemos un vistazo de nuevo a los mundos restantes:
O - 510 es un mundo decimal, y hay uno restante para desplazar (en uno) a todos los planetas que le sigan.
XX - 90 es un planeta decimal, con el mundo hermano 89 en el mismo sistema solar. Volveremos a estos dos planetas dentro de poco porque… ¡bueno, es una sorpresa! Después del 90, hay dos mundos restantes en esta categoría, los mundos 91 y 92 , agrupados juntos en el mismo sistema solar.
YYY - 10 es un planeta decimal y hay dos planetas restantes que le siguen. Los tres están en el mismo sistema solar.
ZZZZ - 4 planetas restantes se encuentran en la última categoría, y todos ellos están en el sistema solar indudablemente bello y rebosante de vida. Se necesitarán dos intentos más en un sistema solar de 4 mundos para que los Portadores de Vida inicien un planeta decimal en una serie de mundos así.
No necesita mucha explicación decir que, debido a que Urantia acaba en seis, debe estar desplazada por seis mundos restantes. De hecho, está desplazada por una combinación de mundos restantes de varias categorías. Quizá os hayáis dado cuenta de que, numéricamente, y dada esta teoría de la organización, hay solo unas pocas combinaciones posibles de mundos restantes para llegar a un múltiplo de seis. A partir de aquí, nos quedan solo dos o tres posibilidades sobre cuál es el grupo de series de criaturas emparentadas al que pertenecemos. Ya sabemos que no pertenecemos a la serie ZZZZ puesto que, en nuestro sistema solar, «sólo hay tres planetas en la actualidad que convienen para albergar la vida» [LU 15:6.15] Consideremos las posibilidades con más detalle.
Dos combinaciones[3] que desplazarán Urantia seis lugares son:
O498O499O500 (X89X90 (Urantia)) O501O502O503O504 O505O506 (X91X92) O507O508O509O510O511
Habréis advertido que todos los planetas decimales anteriores terminan en cero cuando se cuentan dentro de su propia categoría. Colocaré otra vez estos mundos en orden, subrayando y poniendo en cursiva los mundos decimales pero contándolos en serie, de acuerdo con el registro de vida en total.
O602O603O604X605X606 (Urantia) O607O608O609O610O611O612X 613X614O615O616O617O618O619
En esta combinación de mundos tenemos un mundo gemelo, una esfera hermana en nuestro sistema solar. Desde este punto de observación, no podemos determinar todas las ubicaciones de los planetas que llegaron antes o después que nosotros, pero podemos tener una imagen aproximada de los últimos 15 mundos del sistema de Satania. Coloco mundos XX arbitrariamente en el 613 y 614, pero en esta combinación podrían desplazarse un poco hacia arriba o hacia abajo. Veréis que el 613 y el 614 desplazan dos posiciones al último planeta decimal, el mundo O 510, en serie hasta el mundo 618. Esto deja un mundo restante, el número 511 de los sistemas solares con un solo mundo.
X91X92O500 (Y10 (Urantia) Y11Y12 ) O501O 502O503O504O505O506O507O508O509O510O511
Una vez más, podemos ver que todos los planetas decimales acaban en cero cuando se cuentan dentro de su propia categoría. Pero al contarlos en serie, los números de las esferas decimales se desplazan, y Urantia cae de nuevo en su «lugar familiar del universo» [6].
X603X604O605Y606 (Urantia) Y607Y608 O609O^610 O611O612O613O614O615O616O617<u>O</u>618O619^
En la posibilidad número dos, nos encontramos no con uno, sino con dos hermanos en nuestro sistema solar. Y El Libro de Urantia permite esa posibilidad cuando dice que «[e]n vuestro sistema solar sólo hay tres planetas en la actualidad que convienen para albergar la vida» [LU 15:6.15] Veréis de nuevo que el último planeta decimal está desplazado dos puestos por una categoría diferente de mundos, y que termina una vez más como mundo 618. Una vez más, el sistema termina con un mundo sobrante, el mundo O 511, como mundo 619 en la serie. Coloqué los últimos mundos XX arbitrariamente en las posiciones 603 y 604, solo para mostrar cómo pueden desplazar a Urantia al 6, junto con los ZZZZ en algún lugar anterior. No afirmo conocer qué números son, aunque sospecho que revelaciones sucesivas de la voluntad de Dios expandan los horizontes del universo que nos rodea. También señalaré que, en tanto que en la primera combinación el mundo 604 es un planeta decimal, en esta combinación el 605, justo antes que el nuestro, es un mundo decimal. Está a diez mundos de distancia (en la categoría O) del mundo 618 en las dos circunstancias posibles.
Desde la perspectiva que tenemos ahora, podemos ver las estrellas con mucha más claridad. Desde este punto de vista astronómico, parece haber solo dos respuestas posibles, dos combinaciones de mundos que nos desplazan hacia el seis mientras nos mantienen como mundo decimal, al que le sigue solo otro mundo decimal, a la vez que obedece el resto de reglas enumeradas anteriormente. Urantia, el 606 de Satania, el mundo decimal 60 en la agrupación, está:
O bien clasificado como perteneciente a un sistema solar con dos planetas, que es el 90 de 92, el noveno planeta decimal del grupo XX. Podemos postular además la ubicación de las dos esferas restantes, los mundos X91 y X92. Siguen a Urantia y desplazan dos posiciones al último planeta decimal. Por lo tanto, el mundo 618, no el 616 como se supone generalmente, es el último planeta decimal del sistema de Satania, y el mundo 619 es nuestro probable mundo restante (O).
O bien clasificado como perteneciente a un sistema solar de tres mundos, de los que hay solo cuatro en Satania, y es el primer mundo decimal de dicha categoría, el mundo decimal 10 de 12. Una vez más el mundo 618, no el 616, es un planeta decimal, con un mundo restante.
Hagamos una pausa durante un momento para considerar todo esto antes de seguir. Es una vista enorme la que se ve desde la cima. Consideremos ambas combinaciones una al lado de la otra:
O602O603O604X605X606 (Urantia) O607O608O609O610 O611O612X613X614O615O616O617O618O619
X603X604O605Y606 (Urantia) Y607Y608 O609O 610O611O612O613O614O615O616O617O618O619
Una vez más, señalaré que no es posible saber con certeza si el mundo 604 (en el primer caso) o el 605 (en el segundo caso) es decimal (O), puesto que otras categorías (quizá la ZZZZ) podrían intercalarse por casualidad justo antes que nosotros. Simplemente lo coloco en este orden para simplificar y para mostrar el desplazamiento espectacular que causa este método organizativo de barajar. Las probabilidades están a favor de esta disposición en cualquier caso, que el ZZ__ZZZZ__ZZ no está justo frente a nosotros.
Además, no se puede determinar exactamente dónde están colocados los mundos 613 y 614 (XX) en la combinación número 1. Solo se precisa que estén en algún lugar después del 606 y antes del 619. Hipotéticamente, el mundo 616 podría ser el último planeta decimal si el grupo X91X92 cae en el 617 y 618 , pero las probabilidades, una vez más, están en contra. He colocado arbitrariamente los dos mundos en los puntos 613 y 614.
Ahora pueden haberse resuelto tres misterios:
Urantia acaba en seis porque está desplazado por una procesión de mundos de otras categorías. Hasta que se alcanzó esta cumbre, había sido una suposición sencilla por nuestra parte que el registro decimal se cuenta de la misma manera que en el agregado —en serie y de acuerdo con el registro de la vida—. La realidad es que, en total, los mundos se numeran de acuerdo con el registro de la vida, y aún así se numeran decimalmente de acuerdo con las criaturas emparentadas —por categorías—. Este método diferencial de contar los mundos es el motivo por el que Urantia, como planeta decimal, acaba en seis.
«Cada diez aproximadamente» y «exactamente cada diez», en lo que respecta a los mundos decimales, son ambas afirmaciones factuales.
¡Hay una sustanciación numérica en El Libro de Urantia de que hay vida de hecho en alguna otra parte de nuestro sistema solar! En la cima de la montaña, nos queda conjeturar con las posibilidades.
Se nos dice que «estaríais más que interesados en la conducta planetaria de este tipo de mortales, porque una raza de seres [no respiradores] vive en una esfera muy cercana a Urantia» [LU 49:3.6] Continuamente me encuentro a lectores de El Libro de Urantia que plantean la pregunta de la distancia que supone «muy cercana».
Recordemos que «en nuestro sistema solar, sólo hay tres planetas en la actualidad que convienen para albergar la vida» [LU 15:6.15] Estos tres mundos no pueden albergar vida si la primera estructura organizativa es correcta, o en otro caso Urantia pertenecería al grupo YYY. En el primer caso, un planeta quedaría sin utilizar para ser habitado; en el segundo caso, los tres mundos estarían habitados. Para aclararnos, los planetas se definen como los «mayores agregados de materia que siguen una órbita alrededor de un sol o de algún otro cuerpo espacial; su tamaño varía desde los planetesimales hasta las enormes esferas gaseosas, líquidas o sólidas.» [LU 15:6.9] De ese modo, las lunas pueden albergar vida, así como lo que definimos como «planetas» tradicionales. Volveremos a los no respiradores después de tratar algunos problemas con la redacción de esa afirmación sobre no respiradores. Voy a proponer aquí que somos de la segunda categoría —que tenemos tres mundos habitables en nuestro sistema solar, pero que pertenecemos a la categoría XX; que solo hay dos mundos habitados aquí—.
El libro afirma que «[l]as leyes de la revelación nos obstaculizan enormemente porque prohíben comunicar conocimientos inmerecidos o prematuros» [LU 101:4.1] Por muy especulativo que sea, hay un modo posible y definitivamente interesante de sortear esta limitación [7].
Hay varias afirmaciones en El Libro de Urantia que están formuladas para darles más de un significado. Respecto a la ciencia, permite interpretar una afirmación tanto antes como después de un descubrimiento científico dado. En otras palabras: se puede afirmar un hecho que pronto será descubierto, mientras se presenta simultáneamente aquello que se considera un hecho en el momento presente.
Como ejemplo, aunque no esté relacionado con nuestra búsqueda de las estrellas, considerad la Luna y Mercurio. En el momento en que se escribieron los Documentos de Urantia, se creía sin problemas entre la comunidad científica que Mercurio siempre ofrecía la misma cara al Sol, como la Luna con la Tierra. Debido a que tenemos mejores datos, hoy sabemos que es falso —que su rotación se ha ralentizado hasta el punto en que su día y su año son casi idénticos y que tiene una ratio día/año que oscila—. La atracción gravitatoria del sol finalmente llevará a una situación más estable, como con la Luna. Pero la afirmación puede leerse de dos maneras:
Estas influencias gravitatorias contribuyen también a la estabilización de las órbitas planetarias, ya que actúan como un freno sobre la velocidad de rotación axial del planeta; esto hace que un planeta gire cada vez más lentamente hasta que se detiene su rotación axial, quedando un hemisferio del planeta siempre vuelto hacia el Sol o el cuerpo más grande, tal como lo demuestran el planeta Mercurio y la Luna, la cual siempre presenta la misma cara a Urantia. [LU 57:6.2]
Antes de tener mejores hechos, la cita se podía leer de acuerdo a nuestra ciencia imprecisa, que siempre presenta la misma cara al Sol, como la Luna. Pero «tal como lo demuestra el planeta Mercurio» es también un ejemplo, y puede interpretarse también, como que actúa «como un freno sobre la velocidad de rotación axial del planeta; esto hace que un planeta gire cada vez más lentamente». La ambigüedad está causada por la ausencia de coma después de «Mercurio» y la coma que hay después de «Luna» que, aunque no es necesaria, aportaría más claridad.
Soy de la opinión de que afirmaciones como esta se interpretan psicológicamente de diferente manera, y nos llevan a una interpretación o a la otra, dependiendo de si el lector encuentra la afirmación antes o después de que se haga el descubrimiento científico. Dicha teoría no carece de fundamento, dada la tendencia humana a pensar desde la perspectiva de nuestro propio tiempo. Así, en un intento de obedecer mientras se rodea simultáneamente el mandato de la revelación, los reveladores podrían haber hecho esa afirmación ambigua a propósito.
Pero volvamos a nuestro tema de contar las estrellas. Otro ejemplo de las limitaciones impuestas a los reveladores sobre lo que se podía decir antes de un importante descubrimiento se encuentra en lo siguiente: «Estaríais más que interesados en la conducta planetaria de este tipo de mortales, porque una raza de seres [no respiradores] vive en una esfera muy cercana a Urantia» [LU 49:3.6] Esta no es una afirmación ambigua sino imprecisa. La traigo a colación en primer lugar para señalar que probablemente es un mundo hermano, un planeta habitado dentro de nuestro sistema solar. El malabarismo numérico que hemos hecho antes nos ha dado la posibilidad de reinterpretar lo que significa «muy cercana» en realidad. Es imprecisa respecto a la distancia, porque es una afirmación previa al descubrimiento de vida alienígena en nuestro sistema solar. Y en segundo lugar la menciono para introducir otra afirmación, que tiene una ambigüedad (exactamente como la afirmación de la Luna y Mercurio) que da más crédito a otras esferas habitadas de Monmatia, nuestro sistema solar. Esta afirmación en particular raramente se lee como que indica la vida en otro lugar del sistema solar pero, al haber descubierto las circunstancias numéricas anteriores, de repente viene a la mente, al menos a mí, con un significado dual y ambiguo. Y esa reinterpretación en sí misma da lugar al sesgo temporal antes mencionado en la interpretación de la ambigüedad. Echemos un vistazo:
«Pero al comienzo de esta era, Urantia evoluciona en todos los sentidos hacia un estado favorable para el mantenimiento de las formas iniciales de la vida marina. Poco a poco, pero de manera segura, los acontecimientos físicos en la Tierra y en las regiones adyacentes del espacio van preparando el escenario para los intentos posteriores destinados a establecer esas formas de vida que habiamos decidido que se adaptarían mejor al entorno físico —tanto terrestre como espacial— en vias de desarrollo». [LU 58:1.5] Por lo general, podríamos leer «regiones adyacentes del espacio» como adyacentes a Urantia, o simplemente fuera de nuestra atmósfera, y que las condiciones en el espacio estaban listas para la vida en Urantia. Y no sería incorrecto, puesto que más adelante se aclara que «Estas condiciones energéticas del espacio guardan relación con el entorno necesario para el establecimiento de la vida, pero no tienen efecto sobre las modificaciones posteriores de los factores hereditarios del plasma germinal, como sí lo tienen algunos rayos más largos de la energía radiante» [LU 58:3.4]
Un factor que es engañoso en su interpretación es el contexto en el que se sitúa la afirmación. La afirmación previa a esta está relacionada con las «formas iniciales de la vida marina», lo que centra de manera natural nuestra atención en los océanos de Urantia.
Lo ambiguo acerca de esto es el hecho de que «la Tierra y las regiones adyacentes del espacio» basta para transmitir que la vida se está iniciando únicamente en Urantia. Es todo lo que se necesita pero, por alguna interesante razón, se añaden las palabras «tanto terrestre como espacial». Esta afirmación puede hacer referencia directamente a «regiones adyacentes del espacio» de Urantia. Pero también puede referirse a una implantación planeada de vida «muy cercana» a Urantia. Prueben ustedes la afirmación leyéndola varias veces, quitando una cláusula o la otra. También léanla con «tanto terrestre como espacial» en referencia una vez a «en la Tierra y en las regiones adyacentes del espacio», y otra vez a «esas formas de vida que habiamos decidido que se adaptarian mejor al entorno fisico». El descubrimiento de la organización del sistema de Satania, tal como se afirma más arriba, fue lo que me llevó a leer esa afirmación con su segundo significado. Y esto me llevó a la conclusión de la ambigüedad pre y posinterpretativa como posibilidad de sortear las limitaciones de la revelación [8].
Así que ahora nos encontramos con una afirmación que habla tanto de regiones del espacio relacionadas con la implantación de la vida en Urantia, como de la afirmación relacionada con la implantación de la vida en Urantia y en otro lugar de nuestra región del espacio. «Tanto terrestre como espacial« puede referirse entonces a »esas formas de vida». En lo que respecta a dicho descubrimiento científico monumental, se colocó una limitación a lo que se podía decir, lo que lo restringió a proveer la era del predescubrimiento de vida en otros mundos.
Señalaré nuestra primera cita ambigua respecto a los sesenta y un mundos decimales frente a los sesenta y dos. Además, tenemos el extrañamente redactado «mapa celeste» de cuántos mundos están contenidos dentro de cada sistema solar, que evita que sea inmediatamente obvia la importancia de la organización del universo. Esto, en combinación con la ambigüedad Luna-Mercurio, la ambigüedad de las «regiones adyacentes del espacio» y la contradicción inicial de «uno de cada diez» y «uno de cada diez aproximadamente», me llamó la atención y me llevó a toda esta teoría de la organización de Satania, así como a la posibilidad de la redacción de la revelación como la causa de dichas afirmaciones ambiguas. Hay bastantes lagunas en lo que se dice para evitar reconocer instantáneamente este bello patrón de las esferas, esta «organización del universo»[9].
Una vez hemos considerado la implantación de la vida en las «regiones adyacentes del espacio» que están «muy cercanas a Urantia», así como la prueba numérica y organizativa de que tenemos una esfera hermana con no respiradores, podemos avanzar hacia un patrón fascinante dentro de esta visión organizativa. La pregunta sigue ahí: ¿A cuál de las dos combinaciones de mundos pertenecemos? ¿Tenemos un mundo hermano de no respiradores en nuestro sistema solar, o dos mundos, uno de los cuales es una esfera de no respiradores, y el otro de tipo desconocido?
Consideremos estas dos afirmaciones consecutivas y complementarias:
De las agrupaciones eléctricas de la vida mortal, casi el veintitrés por ciento pertenece a la clase número cuatro, el tipo de existencia urantiano. Estos tipos están distribuidos como sigue: clase número 1, uno por ciento; número 2, dos por ciento; número 3, cinco por ciento; número 4, veintitrés por ciento; número 5, veintisiete por ciento; número 6, veinticuatro por ciento; número 7, ocho por ciento; número 8, cinco por ciento; número 9, tres por ciento; número 10, dos por ciento —en porcentajes totales. [LU 49:2.23]
La primera frase nos da una cifra de «casi el veintitrés por ciento», al que pertenece Urantia. Sin embargo, la segunda afirmación nos da las mismas cifras «en porcentajes totales». Aquí tenemos una vez más otro hallazgo aparentemente contradictorio, iy nada menos que en el mismo párrafo! Algo pasa aquí.
Pensando un poco, podemos determinar que el primer porcentaje es real; es la ratio actual de los planetas con una atmósfera del tipo cuatro. Cada nuevo mundo que se añade al registro de la vida cambiará ligeramente este porcentaje real. La segunda frase, por otro lado, está relacionada con la proyección, el plan, algo que desde entonces he denominado la Plantilla de Vida de Satania. Es un plan proyectado que contiene todas las ratios, las relaciones y las organizaciones finales, tal como estarán cuando Satania alcance definitivamente los 1.000 mundos, un sistema completado. La única manera de que los porcentajes completos se alcancen sería tener algún valor final de las proporciones. Así, en el recuento final, habrá exactamente un 23% de 1.000 mundos (230 mundos) con una reacción eléctrica de clase 4 en el sistema completado de Satania.
Es importante señalar esto porque, al tener una plantilla de este tipo, los Portadores de Vida pueden encontrar mundos apropiados (o combinaciones de mundos) sobre los que otorgar la vida. Y no debería ser tan difícil de hacer si consideramos el vasto número de mundos y de sistemas solares que tienen y tendrán entre los que elegir. En el sistema de Satania, y hacia el año 1934, «Hay treinta y seis planetas no habitados que se están acercando a la etapa en que serán dotados de vida, y varios están siendo preparados ahora para los Portadores de Vida. Hay casi doscientas esferas que evolucionan de tal manera que estarán preparadas para la implantación de la vida dentro de los próximos millones de años.» [LU 49:0.3] En un universo tan fructífero, es fácil concebir que podrían encontrarse regularmente cuatro planetas habitados y otras combinaciones, al menos en la mitad más reciente y estable del sistema, en la que llevar a cabo sus planes para los seres vivos.
Les recordaré que todavía estamos explorando el panorama, la pregunta de a qué combinación de mundos pertenecemos, a la opción uno o a la dos. Esta plantilla de establecimiento de la vida implica una posibilidad interesante. Si vamos a extender estos mundos a la Plantilla terminada de Vida de Satania, descubriremos que solo hay una posible combinación de mundos que alcance los mil mundos, organizados de acuerdo con cuatro series separadas de criaturas emparentadas, como porcentajes completos. Propongo lo siguiente para el sistema de Satania terminado de 1000 mundos:
El sistema está ligeramente completo a la mitad en cuanto al agregado, así como entre las cuatro categorías, y disminuye ligeramente entre los sistemas solares de varios mundos. Al menos la plantilla da valores numéricos que se aproximan a las proporciones que prevalecen ahora en el sistema inacabado. Las series de parentesco tres y cuatro son numéricamente débiles a ese respecto, probablemente porque se requiere un sistema viejo para producir regularmente tantos mundos habitables en un único sistema solar.
Esta fórmula numérica, aunque provisional, parece la más probable para el sistema acabado de Satania. Podría ser tan probable como un producto terminado de tres sistemas solares ZZZZ en lugar de cinco, con los 8 mundos restantes recogidos por varias combinaciones del resto de categorías, pero la razón por la que, sin embargo, esta combinación en particular es tan atrayente es que, tanto en el agregado como en cada categoría, el 10% de todos los mundos son experimentales. Así que me aferraré a esta como la agrupación primaria de mundos en la Plantilla de Vida de Satania.
Ahora advertiréis que, en la categoría XX de mundos, que tiene dos planetas por sistema solar, hay 9 mundos decimales de 92, de un total de 15 en el sistema terminado de Satania. El porcentaje completo de mundos experimentales de los sistemas solares duales es del uno y medio por ciento. [LU 49:2.7]
Curiosamente, «En todo Satania sólo hay nueve mundos de este tipo [de no respiradores]». [LU 49:3.1] ¿Es una coincidencia que el número de mundos experimentales de la serie XX sea el mismo que el número de mundos con no respiradores de todo Satania? ¿Y que el proyectado sistema completo tenga en esa categoría específica 15 mundos, o el 1,5%?
El Libro de Urantia no nos da un porcentaje concreto de la cantidad prevista de mundos de no respiradores de Satania, pero sí que se ciñe a un porcentaje. Conjeturo que esto, como la ambigüedad sobre la que se ha tratado previamente, es un intento de ser impreciso con el fin de no hacer que la certeza de esta Plantilla de Sistema esté grabada a fuego. Deja lugar para la especulación y las posibilidades. Se nos recuerda que «Esta expansión conceptual dificilmente sería deseable, porque privaría a los mortales pensantes de los próximos mil años de ese estímulo a la especulación creativa que proporcionan estos conceptos parcialmente revelados. Es mejor que el hombre no reciba una revelación excesiva; eso ahoga la imaginación.» [LU 30:0.2]
Aunque no tenemos un porcentaje directo para los no respiradores, se nos dice que: «De los mundos habitados de Orvonton, este tipo asciende a menos del siete por ciento. En Nebadon este porcentaje es inferior al tres. En todo Satania sólo hay nueve mundos de este tipo.» [LU 49:3.1] De manera natural, una sección más joven del espacio «abunda todavía en cuerpos espaciales meteóricos; y los mundos sin una atmósfera aislante protectora están sometidos al bombardeo incesante de estos vagabundos.» [LU 49:3.2] Al ser Orvonton más viejo que Nebadon, es mucho más estable, contiene menos cuerpos espaciales errantes y, por lo tanto, puede tener niveles más altos de no respiradores. Satania, al ser más joven que Nebadon, contendría de igual modo menos posibilidades para mundos de no respiradores, y por consiguiente un porcentaje ligeramente inferior que el de todo Nebadon. Y estos porcentajes decrecientes sí se corresponderían aproximadamente a la edad de los universos, así como a su estabilidad.
Una vez más: ¿somos uno de dos o uno de tres planetas habitados en el sistema solar? Es bueno especular, y con las circunstancias de donde estamos en el plan de las cosas, y dada la información que tenemos, hay simplemente dos posibilidades. Nada está definitivamente revelado sobre la vida alienígena, excepto que hay vida en otra parte orbitando alrededor del sol.
Aunque no podemos estar seguros, predigo aquí que todo mundo decimal que se da en la categoría XX tiene una esfera hermana de un mundo con no respiradores: nueve esferas decimales, cada una con un mundo de no respiradores compartiendo su órbita solar. También predigo que la Plantilla de Vida de Satania tiene un plan de finalización proyectado de 1½ por ciento de mundos de no respiradores.
Debido a esta armonía entre percentiles que encajan, excluyo personalmente un tercer mundo habitado en el sistema solar.
«Todos los mundos habitados están básicamente agrupados en sistemas locales para su administración celestial, y cada uno de estos sistemas locales está limitado a unos mil mundos evolutivos. Esta limitación ha sido decretada por los Ancianos de los Días, y se refiere a los planetas efectivamente evolutivos donde viven los mortales con posibilidades de sobrevivir. A este grupo no pertenecen ni los mundos definitivamente establecidos en la luz y la vida ni los planetas que se encuentran en la etapa prehumana de desarrollo de la vida» [LU 49:0.2]
Una vez más, vemos la palabra «unos» junto a «mil mundos». Sin duda, tienen en cuenta los mundos asentados en luz y vida, así como la vida que todavía no tiene la dignidad de la voluntad.
Sospecho que, cuando se complete el sistema de Satania, se extenderá una nueva Plantilla de Vida sobre la actual proyección de mundos. En esa edad futura, mientras los mundos se establecen en luz y vida, se permitirá la posibilidad de establecer nuevas formas de vida. En esa edad tardía, las regiones del espacio estarán más asentadas. Contendrán menos escombros que puedan dañar a los mundos no atmosféricos. Es posible que aumente el porcentaje de mundos de no respiradores en esta edad futura, y esto lo apoya el hecho de que este porcentaje es, en realidad, más alto en áreas más viejas del universo.
Hay algunos otros hechos sustanciales que me llevan a sospechar que la Plantilla de Vida de Satania se alterará después de alcanzar los 1000 mundos. Respecto a los planetas que llevan tiempo asentados en luz y vida, se nos dice que «todos los ascendentes están destinados a recibir, antes de llegar al sector menor, algún tipo de misión transitoria en un planeta que está pasando por las primeras etapas de la evolución.» [LU 55:3.11 ] Si no se crean nuevos planetas, esas visitas son imposibles.
La creación de más no respiradores en el sistema proporcionará también más candidatos a fusionarse con el hijo y el espíritu. «Los finalitarios adquieren una maravillosa y extensa experiencia de servicio transitorio en los siete segmentos del gran universo, pero generalmente no adquieren ese íntimo conocimiento de un universo concreto que incluso ahora ya caracteriza a los veteranos del Cuerpo de la Finalización de Nebadon fusionados con el Espíritu.» [LU 40:10.6] Dichos ciudadanos veteranos de los superuniversos y de los universos locales crean inevitablemente una sabiduría esencial para la consecución de la luz y vida en los niveles respectivos.
A medida que los sistemas se asientan cada vez más en luz y vida, la cantidad de mundos jóvenes en los que los Ajustadores pueden ganar una experiencia preliminar al morar en el interior de las mentes mortales decrece sustancialmente. Sin embargo, con la incorporación de mundos de no respiradores a la Plantilla de Satania, «los Ajustadores adquieren una valiosa experiencia como habitantes interiores en los planetas donde sólo son prestados.» [LU 110:7.3]. Por lo tanto, pueden ganar experiencia en planetas donde más candidatos, si no todos, tienen estatus de supervivencia.
Hay una cuarta provisión para el futuro. Supongamos que el tercer mundo habitado de nuestro sistema solar está ahora deshabitado. Supongamos que, en algún momento del futuro, Urantia y su mundo de no respiradores, trabajando juntos, tengan la oportunidad de ayudar en el ministerio a una nueva esfera hermana más joven. Creo que este es el caso, y es otra razón por la cual creo que solo dos de los tres mundos posibles están habitados. ¡El conocimiento experiencial y la formación en ministerio que nos proporcionen serían extraordinarios!
La «Plantilla de Vida de Satania» maneja percentiles exactos, y tener una plantilla así permite a los Portadores de Vida agrupar mundos basándose en esos porcentajes. Señalaré aquí brevemente que se dan otros porcentajes aproximados y exactos relacionados con los tipos de mortales que habitan las esferas en las secciones tituladas «Los tipos físicos planetarios», «Los mundos de los no respiradores» y «Las series planetarias de mortales». De vez en cuando me veo intentando encontrar porcentajes coincidentes en la combinación de categorías O, X, Y y Z con estas tres secciones, con la esperanza de que podría llevar a comprender mejor la estructura organizativa de Satania.
Como con la corazonada que dio lugar a este estudio, me quedan algunas corazonadas respecto al sistema de Satania. Puedo guardarlas para otro artículo. Mientras tanto, la imagen número 2 muestra el sistema de Satania completado. Este es el sistema completo de 1.000 mundos, y es una plantilla que los administradores de Satania tienen en mente como proyección. Las categorías separadas son 800 (o el 80% de) mundos de sistemas solares habitados y solitarios, 150 (o el 15% de) mundos de sistemas solares duales, etc. La línea roja indica el estatus actual de Satania. Hay que señalar que, en la categoría de dos mundos, el sistema terminado tendrá 15 planetas decimales (y 15 mundos de no respiradores), mientras que en el sistema incompleto (dentro de la línea roja) hay solo nueve mundos decimales y también de no respiradores en El Libro de Urantia, esto es, tanto en los mundos completos como en los incompletos. También he incluido en este diagrama todos los demás mundos de Satania en el sistema revelado mencionado.
En un sistema inacabado, el porcentaje no es exacto. En un sistema acabado, las ratios son exactas porque cumplen los patrones de la plantilla. Como he dicho, hay posibilidades que explorar en el futuro.
La cuestión es que, con la Plantilla de Satania y con los números que se nos dan, sospecho que hay soluciones. Lo sospecho porque, en la sección de los tipos físicos planetarios, [LU 49:1] advierto la ambigüedad y la redacción extraña, justo donde se necesita si alguien está intentando tapar algo sin esconderlo. Las posibilidades para estas combinaciones son, sin embargo, mucho mayores de lo que son las simples tres combinaciones que pueden causar que Urantia se desplace hacia el 6.
Lo que hemos hecho aquí, este ascenso hasta la cima de la montaña, se llama ingeniería inversa. En lugar de diseñar un sistema y trocearlo en varias citas imprecisas, oscuras y separadas, hemos tomado estas citas fragmentadas y las hemos utilizado para dar cuerpo a una posible imagen del sistema de Satania. El Libro de Urantia menciona una faceta aquí, otra faceta allá, y esos pocos trozos y fragmentos parecen ser suficientes para captar, en parte, una estructura organizada. Satania parece ser entonces un objeto real. Tiene dimensiones definidas, estructuras y patrones, y se nos han dado conclusiones suficientes para descubrir algo de las «variables que salpican la procesión de las esferas evolutivas». [LU 40:5.15]
Es como si, al describir otros aspectos de una realidad, se describe un vistazo fugaz de un aspecto de una estructura real, y que, reuniéndolos de nuevo, podemos captar algo de cómo puede ser la estructura total. Hemos hecho ingeniería inversa con Satania a partir de las pocas imágenes que podemos captar desde la vista asombrosa aunque muy limitada de la cima de la montaña. Una vez más, se está describiendo un objeto real. Hablemos sobre la autoría humana, y os hablaré sobre alguien que inventa esta estructura, incrustada en una docena de citas sencillas aunque ambiguas a lo largo de secciones y páginas, que menciona solo de pasada, solo con la suerte de que alguien pueda encontrarla.
¿Pero por qué no nos lo dicen directamente? ¿Por qué de hecho nos lo dicen mediante varias facetas limitadas? Es más, ¿por qué nos dejan claves suficientes para decírnoslo después de todo? ¿Por qué fui capaz de deducir estas conclusiones a partir de la información?
Para responder primero a la última pregunta, debemos comprender que El Libro de Urantia afirma ser una revelación diseñada para ampliar nuestra orientación cósmica. De hecho, «La orientación del hombre en la Tierra, su perspicacia cósmica y la dirección de su conducta espiritual se vuelven más elevadas gracias a una mejor comprensión de las realidades del universo y de sus técnicas de interasociación, integración y unificación.» [LU 106:0.1] «La verdadera finalidad de toda la educación en el universo consiste en coordinar de la mejor manera a los hijos aislados de los mundos con las realidades más amplias de su experiencia en expansión.» [LU 2:7.12] Considerando que «en tiempos más recientes, una sede divisionaria de arcángeles se ha mantenido en Urantia», y «que muchas actividades ascendentes de las Brillantes Estrellas Vespertinas están dirigidas desde la capital de un sistema local, el de Satania» [LU 37:3.3] parece que Urantia, el mundo de otorgamiento de Cristo Miguel, está destinado a tomar más responsabilidades en los asuntos del universo. Y los reveladores conjeturan respecto a los mundos donde los Hijos de Dios se han otorgado que «en esos mundos, prácticamente todos los Ajustadores que residen en los hombres y las mujeres inteligentes con capacidad de supervivencia pertenecen al tipo avanzado o al tipo supremo.» [LU 109:3.6]
De manera increíble, solo en la era de los Hijos Instructores Trinitarios es donde «La revelación de la verdad se amplía ahora hasta el universo central y el Paraíso» [LU 52:7.3] Aún así a nosotros, en este mundo tan poco ilustrado y atrasado que todavía está manchado con las consecuencias del pecado y de la rebelión, se nos ha dado esa revelación de Havona y del Paraíso. El hecho de que dentro de las páginas de El Libro de Urantia exista una fórmula numérica para comprender los mundos de Satania, es significativo para nuestra (de Urantia) responsabilidad futura, «conocida localmente como ‘el mundo de la cruz’.» [LU 20:6.6] Debería notarse el diferencial presente «la civilización de Urantia es el producto conjunto de los mortales y los intermedios de este planeta, y esto es así a pesar de la diferencia actual entre los dos niveles de cultura, una diferencia que no se compensará antes de las épocas de luz y de vida.» [LU 77:9.8] Parece concluyente que conocer el sistema de Satania permite una mejor orientación cósmica, así como la posibilidad futura de participación abierta con ese sistema. Se pretende que este conocimiento comience a tender un puente entre nuestro mundo y nuestro sistema de mundos. El Libro de Urantia es un intento real de armonizar estas culturas divergentes y diferenciales.
A medida que nuestro mundo madure, seguro que se dará la transferencia de soberanía experiencial de arriba a abajo. Se nos dice que «La mente que puede llevar a cabo una reducción parcial del tiempo y del espacio prueba, mediante este acto mismo, que posee en sí misma las semillas de sabiduría que pueden servir eficazmente en lugar de la barrera restrictiva que ha trascendido.» [LU 118:8.8] Se nos da una visión fugaz de la organización de Satania porque se nos dan simultáneamente las afirmaciones reveladoras que fomentan la moralidad y las restricciones de responsabilidad que pueden manejar dicha liberación de conceptos.
Y esto nos lleva a por qué los reveladores no nos contaron directamente esta estructura organizada. Algo de ello tiene que ver con el conocimiento y la participación experiencial que se gana. Hemos de explorar, estudiar y lograr experiencialmente esos niveles de comprensión de la participación en el universo. Todavía no hemos descubierto vida en otro planeta del sistema solar. Al encontrar esta estructura, más que afirmarse directamente es especulativa, conjetural. Está basada en mi autoridad, más que en la de El Libro de Urantia. Para mí, esto es algo brillante. No podían revelarla. Hicieron posible encontrarla.
En el momento de esta publicación, la humanidad está aumentando sus esfuerzos para investigar los mundos y lunas de nuestro sistema solar, últimamente y en especial las lunas de Saturno. Incluso hemos comenzado descubrimientos y avances rápidos en la búsqueda de planetas en otras estrellas[nota 4]. Al haber descubierto estas facetas de la organización de Satania en El Libro de Urantia, este autor está esperando la hora del descubrimiento, plenamente confiado en que llegará algún día. No tengo dudas de que hay no respiradores en algún lugar de nuestro sistema solar. Estoy bastante seguro de que somos el mundo 90 de 92 en la categoría de mundos de sistemas solares duales, y que el mundo 89 es un mundo de no respiradores que comparte nuestro sol. Alguien en la comunidad Urantia tiene puesta su mirada en Ganímedes, una luna de Júpiter, como nuestra esfera hermana, mientras que otros dirigen su mirada hacia Calisto. Incluso otros, especialmente los fans de Arthur C. Clarke, insisten en Jápeto. Hay diferencia de opiniones. Quizá estén en una luna de Saturno, aunque conjeturo con un poco de ironía que es una luna de Urano. Pensad en ello: ¡Urantianos y uranianos! Quizá vivan en un mundo todavía no detectado, cuya gravedad dirija los asteroides del cinturón de Kuiper hacia una bonita rotación uniforme.
Una prospección posterior es la luna Titán, de los descendientes de los Dioses. Es cierto que este planeta tiene atmósfera, pero a menudo me pregunto si los no respiradores podrían existir allí. No se necesita que dichos seres respiren la atmósfera, y una atmósfera así proporcionaría protección ante la lluvia de meteoritos que abundan en el sistema solar. Recientes fotos muestran, desde la atmósfera superior de esa luna, numerosos lagos químicos en las regiones polares. El tiempo lo dirá. Creo que Titán es habitable, pero no está habitada - un tercer mundo a la espera de una edad futura - .
En cuanto a la habilidad de Abraham para contar, si su posteridad estaba destinada a ser tan numerosa como las estrellas, tal como Melquisedek prometió, entonces quizá nuestra propia posteridad esté destinada a estar tan sabiamente organizada como el sistema de Satania.
Israel Dix vive con su familia en Estocolmo, Suecia. Es estudiante de la Universidad de Estocolmo.
Espiritualidad Evolutiva | Volumen 12, Número 1, 2012 (Verano) — Índice | Perfeccionamiento, Neuroplasticidad y la Suprema Actualización |
Una nota aquí acerca de New Gateways to Creative Living (Nuevas puertas hacia la vida creativa) de Hornell Hart, Abingdon Cokesbury Press (1941). De acuerdo con Matthew Block, New Gateways se usó como texto fuente para el Documento 111, específicamente la sección titulada «La vida interior» (vean mensaje de Block número 45080, de fecha 23 de mayo de 2003 , titulado «606»;, en los archivos de UBRON.org). En la página 43 se menciona «606», un laboratorio químico usado en el tratamiento de la sífilis. Una búsqueda en Google de libros y artículos sobre el «experimento seiscientos sesenta y seis» da muchos resultados para este químico acerca del intento experimental número 606. Es interesante señalar que la idea del 606 en conexión con un experimento se encuentra en un texto fuente de los documentos de Jesús. Está claro que la idea se deriva de alguna manera de estos patrones de pensamiento, pero las cosas se desvían a partir de aquí, pues nuestro mundo es el 60º experimento, no el 606º. Pronto veremos hasta dónde se aleja esa desviación. Matthew ha comentado por correo electrónico que todavía no ha encontrado ninguna fuente adicional relacionada con el 606. ¿Quizá los trucos de cartas de Harry Houdini como posible fuente para tales combinaciones complejas de números? Lo dudo. ↩︎
Una anécdota sobre la noche en que me di cuenta. Fue a finales de septiembre de 2002 en Budapest (Hungría), mientras me dirigía al Old Man’s Pub con varios compañeros a los que conocí en el albergue en el que me alojaba. Mientras conversaba con uno de ellos, se me ocurrió de repente que las esferas de Satania estaban organizadas como describo aquí. Después de darme cuenta de estas posibilidades, mi entusiasmo tuvo su recompensa con fuegos artificiales que estallaron en otra parte de la ciudad, y nuestra ubicación nos dio una vista excelente mientras caminábamos. Más tarde, en el pub, garabateé los diferentes números de mundos y combinaciones en una pequeña libreta. Aunque insistí en que lo que estaba escribiendo era aburrido, ellos insistieron, así que les hablé de una fórmula matemática para determinar, no la vida alienígena en nuestro sistema solar, sino simples… manzanas y naranjas. Al escuchar esto estuvieron de acuerdo en que era aburrido, así que terminé de apuntar mis notas y regresé a la conversación animada. ↩︎
Debo decir aquí que el jurado todavía está deliberando. No puedo estar seguro de haber intentado todas las combinaciones. Estoy seguro de que solo hay tres, dos de las cuales he tratado aquí. Estoy bastante seguro de que he encontrado todas las combinaciones posibles y creo que, de las dos que se consideran en este artículo, una combinación es más probable que la otra. ↩︎
Debemos pertenecer a la categoría XX en este caso pues, si perteneciéramos a la categoría O, tendríamos que ser, por supuesto un planeta decimal. Esto o bien causaría que nos siguen dos mundos decimales (lo que rompe la regla número 6) o, si somos el número 510, no tendríamos 13 mundos que nos siguieran (lo que rompe la regla número 5 ). ↩︎
Esto es así porque, si Y10Y11Y12 siguieran a Urantia, y puesto que los tres mundos están todos en el mismo sistema solar, todos tendrían que ir después de Urantia. Esto crea una serie de problemas. Primero, dejaría nueve mundos (3 x 3) frente a nosotros, desplazándonos al número impar de nueve. Recordemos que todavía tenemos X91X92 y ZZZZ antes de Urantia que nos desplazan seis posiciones. Añadir estos 9 mundos restantes (con tres después de nosotros) nos desplaza en 15 (en realidad 5) mundos (lo que rompe la regla número 3). Además, tendríamos que ser el último planeta decimal O, seguido solo de otro mundo, el número 511 (lo que rompe la regla número 5). ↩︎
Cito estas palabras como un aparte: el nombre «Urantia» significa en latín «lugar en el universo» o «lugar en los cielos». Tengo que dar las gracias a Chris Halvorson por este maravilloso fragmento de información. ↩︎
No pocos han señalado que El Libro de Urantia a menudo tiene una redacción ambigua. Aunque estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación, no puedo limitar esto únicamente al hecho de que El Libro de Urantia recurra firmemente a otros trabajos para dar visiones generales básicas de varios temas para su coordinación. Tampoco puedo relegar su tan a menudo estilo impreciso de redacción por el uso chapucero de textos fuente, como han sugerido algunos críticos del libro. Hay otras posibilidades. He notado que varias de estas afirmaciones ambiguas tienen lugar justamente en esos lugares donde la ciencia de 1934 no era precisa con la realidad del cosmos. Dicha ambigüedad da curiosamente unas interpretaciones aplicables tanto antes como después del descubrimiento de hechos científicos reales. Es el uso aparentemente intencionado de la ambigüedad lo que me hace explorar aquí esa posibilidad. ↩︎
Debo señalar aquí la opinión que mantengo de que algunas ambigüedades de El Libro de Urantia son simples ambigüedades. ↩︎
Debe mencionarse aquí que solo me di cuenta a posteriori de que la cita del «mapa celeste» aparece en la sección titulada «organización del universo». Una vez me di cuenta de esto, llegué a comprender que todo el sistema de organización está incluido dentro de las referencias de cerca de 10 pasajes a lo largo de muchos documentos. Desde entonces he encontrado el doble de afirmaciones que dependen de estas afirmaciones y que apoyan este patrón organizativo del sistema de Satania. ↩︎