© 2013 Ivan Stol
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Poncio Pilato (segunda parte) | Le Lien Urantien — Número 63 — Verano 2013 | La realidad de la personalidad |
Puede parecer difícil para nosotros, pobres mortales que vivimos en este contexto puramente físico, renacer en espíritu cuando nuestra mente funciona en un nivel tan material.
Sin embargo, esto no es realmente así porque esta transición se produce continuamente sin que prestemos atención (muchas veces porque no entendemos cómo se logra realmente).
Primero debemos tener en cuenta todas las relaciones del hombre con las diferentes deidades celestiales como se muestra en el diagrama adjunto.
Se nos dice que la mente es material y no tiene espíritu. Son los siete espíritus mentales ayudantes los que le permiten funcionar en primer lugar. Las dos últimas funciones, adoración y sabiduría, permiten discernir, con la ayuda de la personalidad y a través de las experiencias, cualidades y valores a través del análisis de las verdades, las bellezas y las bondades. Por otro lado, la facultad de conciencia de hechos, significados y valores nos permite comprender cómo funcionamos y buscamos controlar y dominar este funcionamiento.
Esta necesidad de controlar y dominar lo que sucede en nosotros es una búsqueda de independizarnos de las mentes mentales auxiliares reemplazándolas por otra cosa.
Aquí es donde entra en juego nuestro Ajustador. Él hace nuestra alma con el modelo que construimos a partir de nuestras experiencias y valores discernidos y nos presta su Espíritu (que está dotado de una mente como todos los espíritus) para reemplazar nuestra mente material. Cuando se dice: “Haz la voluntad de Dios”, significa que debemos usar la mente del Espíritu dentro de nosotros para tomar nuestras elecciones y decisiones.
Entonces, renacer en espíritu en realidad significa usar la mente del Espíritu que habita dentro de nosotros y el modelo evolutivo del alma que construimos con las piedras de nuestras experiencias de vida y de quien cree en Dios (cualquiera que sea su concepción personal) y vive mientras lo intenta. para aferrarse a los valores que ha construido, comienza a vivir en el espíritu y cosechará los frutos del espíritu.
Entonces, no penséis que es tan difícil nacer del espíritu, sólo hay que aferrarse a los verdaderos valores y el espíritu de verdad nos ayuda mucho a tranquilizarnos en nuestras dudas.
Por supuesto, creo que existen otras influencias y ayudas, pero ¿qué hay más cerca que esta transformación profunda dentro de nosotros que podemos sentir si la entendemos?
Iván Stol
(Estudio del grupo TOULON, FRANCIA)
Poncio Pilato (segunda parte) | Le Lien Urantien — Número 63 — Verano 2013 | La realidad de la personalidad |