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Maqueronte o Machaerus es el nombre de una fortaleza habitada por Herodes Antipas donde permaneció encarcelado Juan el Bautista y donde fue decapitado.
Cerca del emplazamiento de las ruinas actuales existe un poblado llamado Mukawer, nombre dado por los árabes a los restos romano bizantinos existentes. Junto a este poblado, en lo alto de una colina aislada y yerma, se alzan las ruinas de lo que debió de ser la fortaleza. El nombre que han dado los árabes al emplazamiento es Qalaat al-Mishnaqa.
Esta fortaleza fue uno de los enclaves defensivos más estratégicos del estado judío en la zona de Perea en el límite con el reino nabateo. El lugar fue erigido por el asmoneo Alejandro Janeo en el 90 a.C. (BJ VII 6:2). En el 57 a.C. fue destruido una primera vez por el gobernador de Siria, Gabinio, quien fue enviado por Pompeyo para sofocar una revuelta del asmoneo Aristóbulo II. La construcción fue arrasada hasta el nivel del suelo.
El palacio fue reconstruido por Herodes el Grande a partir del 30 a.C. (BJ VII 6:2-3). Después de la muerte de Herodes, su hijo Antipas lo heredó como parte de la región de Perea. En la fortaleza fue donde Juan Bautista fue encarcelado y fue matado (AJ XVIII 5:1-2,18:109-119; Mt 14:1-12; Mc 6:14-29; Lc 9:7-9; LU 135:12.1). Tras la muerte del rey Agripa I (44 d.C.), la fortaleza cayó bajo la directa administración de la prefectura romana.
Cuando se desencadenó la revuelta judía (66 d.C.) los romanos abandonaron el fuerte en manos de los rebeldes (BJ II 18:6), quienes permanecieron allí hasta el 72 d.C., en que Maqueronte fue destruida por los romanos después de un largo asedio. La primera parte del asedio fue dirigido por el general Cereale, y después el mando pasó a Lucilio Basso. Cuando las legiones terminaron el muro (vallus) y la rampa de ataque (agger), algunos celotes traicionaron a sus compañeros y entregaron la fortaleza a los romanos (BJ VII 6).
Las fuentes bibliográficas bizantinas posteriores tan sólo mencionan un pequeño poblado llamado Macaberos (Georgii Cyprii Descriptio, n. 1082; Cyrilli Vita Sabae, 82).
La colina aislada sobre la cual se asienta la fortaleza se sitúa a 700 m sobre el nivel del mar y está localizada al final de un espigón entre el wadi Zerqa Ma’in al norte y el wadi Heidan-Mujib (el río Arnón) al sur. La montaña, aislada por profundas cárcavas, forma dos collados en el sudeste y noroeste. Se puede acceder desde el mar Muerto en el oeste o desde la región de Madaba en el este.
Las excavaciones arqueológicas realizadas en la zona han clarificado la distinción realizada por Josefo entre la ciudad alta y la ciudad baja, situada esta última en las laderas septentrionales. En la ciudad alta se disponía el palacio real defendido por cuatro torres de las cuales sólo tres han podido identificarse. Los restos del palacio están tan destruidos que resulta difícil distinguir qué corresponde a cada período. La estructura principal superior (posiblemente de la época de Herodes el Grande) se dividía en dos alas principales con un corredor pavimentado dispuesto de norte a sur. El ala este discurría a los lados de un patio pavimentado que cubría una cisterna con unas termas en el sur y con habitaciones alargadas en el lado norte. El ala oeste tenía un peristilo en el norte, construido encima de una cisterna, y conectado con un triclinium en el sur. Se han encontrado estucos, fragmentos de columnas y capiteles y bases jónicas y dóricas en el fondo de la cisterna.
En su período final se construyó un muro defensivo poligonal en todo el perímetro de la ciudad alta, para proteger a los rebeldes de la revuelta judía. Se han encontrado restos de la presencia celote en el lugar como dos hornos en el suelo mosaicado del apoditerium y un muro pobremente trabajado en el lado oeste del triclinium.
En la ciudad baja, sólo unas pocas casas han sido excavadas dentro del muro norte. El muro estaba defendido en ambos lados por una torre. Dentro de la torre noroeste podía accederse a la apertura protegida de una gran cisterna.
La ciudad alta y baja eran accesibles desde el este a través de un puente de 15 m de alto que conectaba la fortaleza con la llanura. También servía como acueducto que conducía el agua de lluvia a las cisternas excavadas en la pendiente norteña de la montaña. Un acueducto más bajo servía también al mismo propósito para las cisternas situadas a menor altura.
Informe de las excavaciones de la campaña 2016-2017 (en inglés)
Centro de publicaciones del Departamento de Antigüedades de Jordania
Flavio Josefo, Obras completas, Antigüedades judías (AJ) y Guerras de los Judíos (BJ), Editorial Acervo Cultural, 1961.