© 1996 Jean Yves Vigneron
© 1996 Association Francophone des Lecteurs du Livre d'Urantia
Le Lien Urantien — Número 3 — Invierno de 1996 | Le Lien Urantien — Número 3 — Invierno 1996 | Personalidad |
Dibujos realizados por Jean Yves Vigneron utilizando el software “Paint” de Windows® — (Textos tomados del Libro de URANTIA) (Continuación del artículo publicado en Le Lien Nº 2)
##EL UNIVERSO CENTRAL Y DIVINO
EL universo perfecto y divino ocupa el centro de toda la creación; es el núcleo eterno alrededor del cual giran las inmensas creaciones del tiempo y del espacio. El Paraíso es la gigantesca Isla nuclear con estabilidad absoluta que reposa inmóvil en el corazón mismo del magnífico universo eterno. Esta familia planetaria central se llama Havona y se encuentra muy alejada del universo local de Nebadon. Sus dimensiones son enormes, su masa es casi increíble, y está compuesta de mil millones de esferas que poseen una belleza inimaginable y una grandiosidad espléndida, pero la verdadera magnitud de esta inmensa creación sobrepasa realmente el alcance de la comprensión de la mente humana.
Éste es el único conjunto de mundos estabilizado, perfecto y establecido. Es un universo totalmente creado y perfecto; no se ha desarrollado por evolución. Es el núcleo eterno de la perfección, alrededor del cual da vueltas la procesión interminable de universos que constituyen el extraordinario experimento evolutivo, la audaz aventura de los Hijos Creadores de Dios, los cuales aspiran a copiar en el tiempo y a reproducir en el espacio el universo modelo, el ideal de la culminación divina, de la finalidad suprema, de la realidad última y de la perfección eterna. (LU 14:0.1-2)
El sistema Paraíso-Havona
Desde la periferia del Paraíso hasta las fronteras interiores de los siete superuniversos se encuentran las siete condiciones y movimientos espaciales siguientes:
- Las zonas en reposo del espacio intermedio que entran en contacto con el Paraíso.
- La procesión en el sentido de las agujas del reloj de los tres circuitos del Paraíso y de los siete circuitos de Havona.
- La zona semitranquila de espacio que separa a los circuitos de Havona de los cuerpos gravitatorios oscuros del universo central.
- El cinturón interior de los cuerpos gravitatorios oscuros, que se mueve en sentido contrario a las agujas del reloj.
- La segunda zona de espacio, única en su género, que divide las dos trayectorias espaciales de los cuerpos gravitatorios oscuros.
- El cinturón exterior de los cuerpos gravitatorios oscuros, que gira en el sentido de las agujas del reloj alrededor del Paraíso.
- Una tercera zona espacial —una zona semitranquila— que separa al cinturón exterior de los cuerpos gravitatorios oscuros de los circuitos más interiores de los siete superuniversos{0}. (LU 14:1.1-8)
Los mundos de Havona
Los mil millones de mundos de Havona están dispuestos en siete circuitos concéntricos que rodean inmediatamente los tres circuitos de los satélites del Paraíso. Hay más de treinta y cinco millones de estos mundos en el circuito más cercano al Paraíso. Hay más de doscientos cuarenta y cinco millones en el circuito más lejano, y cantidades proporcionales en los circuitos intermedios. Cada recorrido es diferente, pero todos están perfectamente equilibrados y delicadamente organizados…
«El tiempo no se cuenta en el Paraíso; la secuencia de los acontecimientos sucesivos es inherente al concepto que poseen los nativos de la Isla central. Pero el tiempo guarda relación con los circuitos de Havona y con los numerosos seres de origen celestial y terrestre que residen allí. Cada mundo de Havona tiene su propio tiempo local, determinado por su circuito. Todos los mundos de un circuito dado tienen un año de la misma duración, puesto que giran uniformemente alrededor del Paraíso, y la duración de estos años planetarios disminuye desde el circuito más exterior hasta el más interior.» (LU 14:1.11)
Cuerpos de gravedad oscuros.
«En las afueras de este inmenso universo central, mucho más allá del séptimo cinturón de mundos de Havona, circula una cantidad increíble de enormes cuerpos gravitatorios oscuros. Estas innumerables masas oscuras son totalmente distintas en muchos aspectos a los otros cuerpos espaciales; son muy diferentes incluso en la forma. Estos cuerpos gravitatorios oscuros no reflejan ni absorben la luz; no reaccionan a la luz de la energía física, y rodean y envuelven tan completamente a Havona que la ocultan a la vista de los universos habitados del tiempo y del espacio, incluso de los más cercanos.» (LU 14:1.14)
El gran cinturón de cuerpos gravitacionales oscuros está dividido en dos circuitos elípticos iguales por una única intrusión del espacio. El cinturón exterior gira en el sentido de las agujas del reloj y el interior en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Constitución de Havona
«Los seres espirituales no viven en un espacio nebuloso; no residen en unos mundos etéreos; están domiciliados en unas esferas concretas de naturaleza material, en unos mundos tan reales como aquellos donde viven los mortales. Los mundos de Havona son reales y tangibles, aunque su sustancia tangible difiere de la organización material de los planetas de los siete superuniversos.» (LU 14:2.1)
Los materiales de Havona constan de exactamente mil elementos químicos básicos, más la función equilibrada de las siete formas de energía Havoniana. Cada una de estas energías fundamentales manifiesta siete fases de excitación, de modo que los nativos de Havona responden a cuarenta y nueve estímulos sensoriales diferentes. En otras palabras, desde un punto de vista puramente físico, los nativos del universo central tienen a su disposición cuarenta y nueve formas especializadas de sensación. Hay setenta sentidos morontiales, y las reacciones espirituales superiores varían en diferentes tipos de seres, desde setenta hasta doscientos.
El Espíritu Infinito atrae igualmente todos los valores intelectuales hacia el Paraíso. La gravedad mental del Espíritu Infinito funciona en todo el universo central en unión con la gravedad espiritual del Hijo Eterno, y las dos juntas forman el impulso combinado que sienten las almas ascendentes de encontrar a Dios, alcanzar la Deidad, llegar al Paraíso y conocer al Padre.
Havona es un universo espiritualmente perfecto y físicamente estable. El control y la estabilidad equilibrada del universo central parecen ser perfectos. Todo aquello que es físico o espiritual es perfectamente previsible, pero los fenómenos mentales y la volición de la personalidad no lo son. Deducimos que se puede considerar que es imposible que se produzca el pecado, pero lo deducimos sobre la base de que las criaturas nativas de Havona, dotadas de libre albedrío, nunca han sido culpables de transgredir la voluntad de la Deidad. Durante toda la eternidad, estos seres celestiales han sido firmemente leales a los Eternos de los Días. El pecado tampoco ha aparecido en ninguna criatura que ha entrado como peregrino en Havona. Nunca ha habido un ejemplo de mala conducta por parte de ninguna criatura de ningún grupo de personalidades creadas o admitidas en el universo central de Havona. Los métodos y los medios de selección de los universos del tiempo son tan perfectos y tan divinos que nunca se ha cometido un error en la historia de Havona; nunca se han producido equivocaciones; ningún alma ascendente ha sido nunca prematuramente admitida en el universo central. (LU 14:2.8-9)
Criaturas del universo central.
En los mundos de Havona hay siete formas fundamentales de cosas y de seres vivientes, y cada una de estas formas fundamentales existe bajo tres fases distintas. Cada una de estas tres fases se divide en setenta divisiones mayores, y cada división mayor está compuesta de mil divisiones menores con otras subdivisiones a su vez, y así sucesivamente. Estos grupos fundamentales de vida podrían clasificarse como sigue:
- Materiales.
- Morontiales.
- Espirituales.
- Absonitos.
- Últimos.
- Coabsolutos.
- Absolutos. (LU 14:4.1-8)
«Los nativos de Havona descienden todos de la Trinidad del Paraíso. Sus progenitores no han sido las criaturas, y son seres que no se reproducen. No podemos describir la creación de estos ciudadanos del universo central, unos seres que nunca fueron creados. Toda la historia de la creación de Havona es un intento por hacer espacio-temporal un hecho de la eternidad que no tiene ninguna relación con el tiempo ni con el espacio, tal como el hombre mortal los comprende. Pero debemos concederle a la filosofía humana un punto de origen; incluso las personalidades que están muy por encima del nivel humano necesitan el concepto de un «comienzo». Sin embargo, el sistema Paraíso-Havona es eterno.» (LU 14:4.10)
«Al igual que la adoración de los hijos por la fe de los mundos evolutivos contribuye a satisfacer el amor del Padre Universal, la adoración exaltada de las criaturas de Havona sacia los ideales perfectos de la belleza y de la verdad divinas. Al igual que el hombre mortal se esfuerza por hacer la voluntad de Dios, estos seres del universo central viven para satisfacer los ideales de la Trinidad del Paraíso. En su naturaleza misma, ellos son la voluntad de Dios. El hombre se alegra de la bondad de Dios, los habitantes de Havona se regocijan de la belleza divina, mientras que los dos disfrutáis del ministerio de la libertad de la verdad viviente.» (LU 14:4.13)
La vida en Havona
«En Urantia pasáis por una prueba corta e intensa durante la vida inicial de vuestra existencia material. En los mundos de las mansiones y pasando por vuestro sistema, vuestra constelación y vuestro universo local, atravesáis las fases morontiales de la ascensión. En los mundos formativos del superuniverso pasáis por las verdaderas etapas espirituales de la progresión y os preparáis para el tránsito final hacia Havona. En los siete circuitos de Havona, vuestra consecución es intelectual, espiritual y experiencial. Y existe una tarea determinada a realizar en cada uno de los mundos de cada uno de estos circuitos.» (LU 14:5.1)
Las reglamentaciones en el universo central son naturales de forma apropiada e inherente; las normas de conducta no son arbitrarias. En todas las necesidades de Havona se revela la razón de la rectitud y la regla de la justicia. Y estos dos factores combinados equivalen a lo que en Urantia se denominaría equidad. Cuando lleguéis a Havona, disfrutaréis haciendo las cosas con naturalidad y de la manera que deben hacerse.
Cuando los seres inteligentes alcanzan por primera vez el universo central, son recibidos y domiciliados en el mundo piloto del séptimo circuito de Havona. A medida que los recién llegados progresan espiritualmente, consiguen comprender la identidad del Espíritu Maestro de su superuniverso, son trasladados al sexto círculo. (Los círculos del progreso de la mente humana han sido denominados según estas disposiciones del universo central). Después de que los ascendentes han conseguido comprender la Supremacía y están preparados así para la aventura de la Deidad, son conducidos al quinto circuito; y después de alcanzar al Espíritu Infinito, son trasladados al cuarto. Una vez que han logrado llegar al Hijo Eterno, son trasladados al tercero; y cuando han reconocido al Padre Universal, van a residir en el segundo circuito de mundos, donde se familiarizan más con las multitudes del Paraíso. La llegada al primer circuito de Havona significa que los candidatos del tiempo han sido aceptados para el servicio en el Paraíso. Según haya sido la duración y la naturaleza de su ascensión como criaturas, se quedarán durante un tiempo indeterminado en el circuito interior de consecución espiritual progresiva. Desde este circuito interior, los peregrinos ascendentes pasan hacia el interior para residir en el Paraíso y para ser admitidos en el Cuerpo de la Finalidad. (LU 14:5.3-4)
Habiendo alcanzado la realización de la Supremacía, que los prepara para la aventura de la Deidad, los ascendentes son llevados al quinto circuito y, cuando han alcanzado el Espíritu Infinito, son transferidos al cuarto. Después de haber llegado al Hijo Eterno, se dirigen al tercero y, cuando hayan reconocido al Padre Universal, permanecerán en el segundo circuito de mundos; Allí se familiarizan con las multitudes del Paraíso. La llegada al primer circuito de Havona significa que los candidatos de la época han sido admitidos al servicio del Paraíso. Por un tiempo indeterminado, dependiendo de la duración y la naturaleza de su ascensión como criaturas, morarán en este circuito interno de logros espirituales progresivos. Es desde este circuito interior que los peregrinos ascendentes pasan a la residencia interior del Paraíso y son admitidos en el Cuerpo de Finalidad.
El Propósito del Universo Central
Havona aux sept circuits a des activités immensément étendues. En gros, on peut les décrire comme suit :
- Activités havoniennes
- Activités paradisiaques
- Activités finies-ascendantes-évolutionnaires Suprêmes-Ultimes.
Beaucoup d’activités superfinies s’exercent dans l’univers havonien de l’âge présent, impliquant une incroyable diversité de phases absonites et autres des fonctions mentales et spirituelles. Il est possible que l’univers central serve beaucoup de desseins qui ne me sont pas révélés, car il fonctionne de bien des manières qui dépassent la compréhension du mental créé. Je m’efforcerai néanmoins de décrire comment cette parfaite création contribue à satisfaire sept ordre d’intelligences universelles et pourvoit à leurs besoins. LU 14:6.1-4
- El Padre Universal —la Fuente-Centro Primera. Dios Padre obtiene una satisfacción parental suprema de la perfección de la creación central. Disfruta de la experiencia de saciar su amor en unos niveles cercanos a la igualdad. El Creador perfecto está divinamente satisfecho con la adoración de las criaturas perfectas. (LU 14:6.6)
- El Hijo Eterno —la Fuente-Centro Segunda. La magnífica creación central proporciona al Hijo Eterno la prueba eterna de que la asociación de la familia divina —el Padre, el Hijo y el Espíritu— es eficaz. Es la base espiritual y material para tener una confianza absoluta en el Padre Universal. (LU 14:6.12)
- El Espíritu Infinito —la Fuente-Centro Tercera. El universo de Havona proporciona al Espíritu Infinito la prueba de que él es el Actor Conjunto, el representante infinito del Padre y del Hijo unificados. El Espíritu Infinito obtiene en Havona la satisfacción combinada de ejercer su función como actividad creadora mientras disfruta de la satisfacción de coexistir de manera absoluta con esta consecución divina. (LU 14:6.17)
- El Ser Supremo —la unificación evolutiva de la Deidad experiencial. La creación de Havona es la prueba eterna y perfecta de la realidad espiritual del Ser Supremo. Esta creación perfecta es una revelación de la naturaleza espiritual perfecta y simétrica de Dios Supremo antes de que empezara la síntesis, entre el poder y la personalidad, de los reflejos finitos de las Deidades del Paraíso en los universos experienciales del tiempo y del espacio. (LU 14:6.23)
- Los Hijos Creadores Coordinados. Havona es el terreno de entrenamiento educativo donde los Migueles del Paraíso se preparan para sus aventuras posteriores de crear los universos. Esta creación divina y perfecta es un modelo para cada Hijo Creador. Se esfuerzan por hacer que sus propios universos alcancen finalmente estos niveles de perfección del Paraíso-Havona. (LU 14:6.27)
- Las Hijas Ministrantes Coordinadas. Los Espíritus Madres de los Unive rsos, las cocreadoras de los universos locales, obtienen su formación prepersonal en los mundos de Havona en estrecha asociación con los Espíritus de los Circuitos. En el universo central, las Hijas Espirituales de los universos locales han sido debidamente entrenadas en los métodos de cooperación con los Hijos del Paraíso, sometidas todo el tiempo a la voluntad del Padre. (LU 14:6.32)
- Los Mortales Evolutivos de la Carrera Ascendente. Havona es el hogar de la personalidad modelo para todos los tipos de mortales, y el hogar de todas las personalidades superhumanas asociadas a los mortales y que no son nativas de las creaciones del tiempo.
Estos mundos proporcionan el estímulo a todos los impulsos humanos de dirigirse hacia la obtención de los verdaderos valores espirituales en los niveles de realidad más elevados que se puedan concebir. Havona es la meta educativa preparadisiaca de todos los mortales ascendentes. Aquí, los mortales alcanzan a la Deidad preparadisiaca —al Ser Supremo. Havona se mantiene ante todas las criaturas volitivas como el pórtico que permite entrar en el Paraíso y alcanzar a Dios. (LU 14:6.37-38)
Sin duda, Havona seguirá funcionando con significado absonito, incluso durante edades futuras del universo que puedan ser testigos de los intentos de los peregrinos espaciales de encontrar a Dios en niveles superfinitos. Havona es capaz de servir como universo educativo para seres absonitos. Esta será probablemente la última escuela cuando los siete superuniversos funcionen como escuela intermedia para los graduados de las escuelas primarias del espacio exterior. Nos inclinamos hacia la opinión de que los potenciales de la eterna Havona son verdaderamente ilimitados, que el universo central tiene la capacidad eterna de servir como un universo educativo experiencial para todo tipo de seres creados pasados, presentes y futuros. UB 14:6.41
(continuación «Le Lien» No. 4 – los siete superuniversos)
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