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Rodán, sobre los prejuicios y las metas | Volumen 5 - No. 3 — Índice | Cómo servir un alimento atrayente... «mientras vamos» |
[Adaptado del Catechist Newsletter, Dutton Park, Qld., enero de 1998]
Bienaventurados los que pueden reírse de sí mismos; no tendrán fin de diversión.
Bienaventurados los que pueden distinguir una montaña de un grano de arena; se ahorrarán muchas molestias.
Bienaventurados los que saben relajarse sin buscar excusas; seguramente la sabiduría los ha alcanzado.
Bienaventurados los que saben cuándo deben escuchar; aprenderán cosas nuevas.
Bienaventurados los que no se toman a sí mismos en serio; serán valorados por los demás.
Felices los que toman las cosas pequeñas en serio y las cosas serias con calma; llegarán lejos en la vida.
Felices los que sonríen copiosamente y no fruncen el ceño; el suyo será el lado soleado de la vida.
Felices los ricos en entendimiento; pueden ser tomados por tontos, pero ese es el precio de la caridad.
Bienaventurados los que piensan antes de actuar y oran antes de pensar; evitarán muchos errores.
Bienaventurados los que pueden refrenar sus lenguas mientras presentan una sonrisa; el Evangelio ha penetrado en sus corazones.
Felices seréis cuando los hombres os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros falsamente, y sin embargo reconozcáis al Dios-Espíritu en todos aquellos con quienes os encontráis; porque la luz de la verdad brilla en tu vida y has encontrado la verdadera sabiduría.
Rodán, sobre los prejuicios y las metas | Volumen 5 - No. 3 — Índice | Cómo servir un alimento atrayente... «mientras vamos» |