© 1997 Ken Glasziou
© 1997 The Brotherhood of Man Library
El alma del hombre se revela por medio de la fe religiosa, y demuestra la divinidad potencial de su naturaleza emergente por la manera característica en que induce a la personalidad mortal a reaccionar ante ciertas situaciones intelectuales y sociales duras y difíciles. La fe espiritual auténtica (la verdadera conciencia moral) se revela en que:
- Provoca el progreso de la ética y de la moral a pesar de las tendencias animales inherentes y adversas.
- Produce una confianza sublime en la bondad de Dios, en medio incluso de amargas decepciones y de derrotas aplastantes.
- Genera un valor y una confianza profundos a pesar de las adversidades naturales y de las calamidades físicas.
- Muestra una serenidad inexplicable y una tranquilidad continua a pesar de las enfermedades desconcertantes e incluso de los sufrimientos físicos agudos.
- Mantiene a la personalidad en una calma y un equilibrio misteriosos en medio de los malos tratos y de las injusticias más flagrantes.
- Mantiene una confianza divina en la victoria final, a pesar de las crueldades de un destino aparentemente ciego y de la aparente indiferencia total de las fuerzas naturales hacia el bienestar humano.
- Insiste en creer inquebrantablemente en Dios a pesar de todas las demostraciones contrarias de la lógica, y resiste con éxito a todos los demás sofismas intelectuales.
- Continúa mostrando una fe intrépida en la supervivencia del alma, sin tener en cuenta las enseñanzas engañosas de la falsa ciencia ni las ilusiones persuasivas de una filosofía errónea.
- Vive y triunfa a pesar de la sobrecarga abrumadora de las civilizaciones complejas y parciales de los tiempos modernos.
- Contribuye a la supervivencia continua del altruismo a pesar del egoísmo humano, los antagonismos sociales, las avaricias industriales y los desajustes políticos.
- Se adhiere firmemente a una creencia sublime en la unidad universal y en la guía divina, sin tener en cuenta la presencia desconcertante del mal y del pecado.
- Continúa muy acertadamente adorando a Dios a pesar de todo y por encima de todo. Se atreve a declarar: «Aunque Él me mate, seguiré sirviéndole». (LU 101:3.4-16)
El logro espiritual es la verdadera meta de la vida. (LU 170:2.6)
En la ciencia, el yo humano observa el mundo material; la filosofía es la observación de esta observación del mundo material; la religión, la verdadera experiencia espiritual, es la comprensión experiencial de la realidad cósmica de la observación de la observación… (LU 112:2.12)