© 2012 Juan José López, Antonio Moya, Santiago Rodríguez, Eduardo Altuzarra, Carmelo Martínez
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El Libro de Urantia y la reencarnación | Luz y Vida — Núm. 30 — Septiembre 2012 — Índice | El día a día después de El Libro de Urantia |
Participantes:
He aquí otro tema que me inquieta desde hace largo tiempo, y en el que estoy forzado a expresar ocasionalmente mi opinión meditada. A ver si la consabida «visión cósmica» nos sirve de ayuda para aclarar las ideas acerca de la licitud del aborto (me refiero, por supuesto, a la licitud moral, no a la legal)
Cuando se opta por una postura en esta cuestión, entiendo que, tácitamente, la tenemos ya adoptada, más o menos claramente, sobre otras dos cuestiones no menos importantes. A saber:
A) La ciencia, que es quien debería responder a la pregunta de cuándo empieza la vida de un nuevo ser, no tiene una respuesta inapelable.
B) Por otra parte, esta sociedad moderna acepta la preponderancia del derecho del individuo a resolver sobre aquellas cuestiones que le atañen privadamente, por encima de otros posibles derechos.
Así, dando por bueno que no tenemos certeza de estar perjudicando a un nuevo ser, la sociedad actual se considera libre de culpa moral y responsabilidad social al practicar el aborto dentro de los plazos que, de un modo algo arbitrario, se han establecido legalmente.
El LU enfatiza, o al menos así me lo parece, que cualquier vida es sagrada; y tanto más la del hombre. Y aunque distingue (no recuerdo en qué página) entre el ser recién concebido, el que acaba de nacer, y, por último, la persona humana que a ciertos años se hace merecedor de la presencia del Ajustador, iniciándose en este momento el desarrollo del alma, parece que desde el primero de esos momentos esa vida era sagrada, ¿no? Para el LU, ¿cuándo ha tenido origen esa vida?
Pero, ¿y el espermatozoide destinado a unirse en los próximos instantes con un óvulo y formar un nuevo ser (que podría estar, quizás, anotado en algún registro del Universo en el que el Tiempo no cuenta)? ¿Es ética la solución de evitar esa unión con los procedimientos actualmente usados?
Puede que os esté dando la impresión de que tengo ya una respuesta clara sobre este problema, pero no es así. Supongo que algunas de vuestras intervenciones me servirán de ayuda en afirmar mi postura de modo definitivo.
El tema es complejo, y yo no tengo información, razones o elementos suficientes como para estar a favor o en contra del aborto. No puedo dar mi opinión personal porque el tema sobrepasa mis conocimientos, mi análisis y mi juicio.
Dicho esto, la única base a la que me agarro para tener una idea de qué hacer u opinar en este asunto del aborto, es la actitud de Eva (sí, sí, la del Jardín del Edén, la mujer de Adán). Cuando Eva se quedó embarazada de Cano, con todas las fatales consecuencias que ello conllevó (expulsión del Jardín, fracaso de la misión adámica, fue rebajada a simple ser humano, etc.), SI HUBIERA ABORTADO, ninguna de estas consecuencias hubiera tenido lugar. Pero el embarazo siguió p’alante, y nació Caín.
¿Por qué Eva no abortó (y todo se hubiera quedado en un simple «gustirriní»)?
A mi juicio, ella actuó según la visión cósmica del asunto, tal como el universo considera que se debe proceder.
Para reflexionar, ¿no os parece?
¡Menudo tema!
Yo creo que la ciencia sí tiene claro que, antes de la concepción, el óvulo y el espermatozoide sí tienen vida, y después de que se unan, el zigoto también tiene vida. La cadena de la vida no se ha roto, lo que estaba vivo proporciona vida.
Pero el problema no radica en si el embrión está o no vivo (que lo está), sino en el «derecho» que tiene alguien ajeno a interrumpir voluntariamente esa vida, y después las consecuencias de ello.
Me da la impresión de que es un tema que no se expresa claramente en el LU porque sospecho que es una cuestión moral que atañe a la ética del individuo y de la sociedad en la que vive. Hay muchas cosas que no están ni bien ni mal, sino que se han de mirar a la luz de las ideas y de los ideales que te envuelven en tu vida.
Una vez más, entiendo que en el hecho en sí se ha de tener en cuenta a dos afectados. Uno, el embrión/feto, y otro el ser consciente que toma la decisión.
Problema 1: con respecto a quien toma la decisión, una vez más, la clave está en lo que te motiva a hacerlo, los verdaderos y profundos motivos, son los que presentarán el hecho como aceptable o no a los ojos del Padre.
Problema 2: con respecto al embrión/niño, yo me dirijo a LU 49:6.12, al comienzo de la página en el primer párrafo: «Los niños que mueren antes de haber llegado a edad de tener un Ajustador del Pensamiento son repersonalizados en el mundo finalista de los sistemas locales concomitantemente con la llegada de cualquiera de los dos progenitores en los mundos de estancia. Un niño adquiere identidad física en el momento de su nacimiento mortal, pero en el asunto de la supervivencia todos los niños sin Ajustador se consideran aún como parte de sus padres.»
Salvo que la traducción no sea lo suficientemente fiel, to que yo entiendo de este párrafo es que, sólo después del nacimiento, ese ser es un individuo (adquiere identidad física), y mientras no tenga Ajustador, sólo tendrá opciones de supervivencia, si sobrevive al menos uno de los progenitores.
Mi tendencia es a pensar que, antes del nacimiento, es un hijo de Dios, más potencial que antes de tener Ajustador, y en este caso más aún que después de tener Ajustador.
Entiendo que el ser antes del nacimiento no tiene ninguna posibilidad de continuidad. Otra cosa muy distinta, repito, es el grado de responsabilidad que tengan los progenitores que decidan interrumpir esa vida que comenzó, evidentemente en el mismo momento de la concepción… pero esto pertenece al Problema 1.
Un matiz para reflexionar: yo no creo que el LUacepte la pena de muerte. El LU no se pronuncia; te informa de que hay sitios en que la aplican; te informa de que es normal que en las primeras épocas de los hombres haya guerra y muerte, pero no te dice que eso sea lo deseable, que es muy diferente.
Estoy a la espera de otras opiniones, puesto que es mi opinión actual pero no la doy por definitiva (no me siento a gusto con la opción de interrumpir el embarazo, pero no sé si es algo cultural, o realmente de mayor trascendencia).
Este tema tiene cuestiones de mucho fondo. El LU no es muy explicito en esta cuestión y no sé yo hasta qué punto enfatiza que cualquier vida es sagrada, pero lo que sí creo yo o por lo menos opino sobre este tema es que cada ser humano debe ser responsable de lo que hace y la parte que le toque la asuma con pleno compromiso y consecuencia. Serán tantas las cosas que nos enjuiciarán, que vete a saber tú si esta tiene o no tiene la importancia que algunos humanos le dan. ¿Cuántos humanos inocentes van muriendo por las guerras?
Sobre cuándo ha tenido origen esa vida, el LU dice textualmente:
La religión es funcional en la mente humana y se ha realizado en la experiencia previamente a su aparición en la conciencia humana. Un niño ya existe alrededor de nueve meses antes de experimentar el nacimiento. LU 103:2.1
Yo creo que hay que distinguir entre vida, así en general, y vida humana; o si preferís, entre vida humana y vida no humana.
Pero, antes incluso, creo que es bueno reflexionar sobre qué es la vida. La respuesta primera que yo daría como lector del LU es que la vida es otorgamiento del Espíritu Infinito; ni siquiera los Portadores de Vida dan la vida, son meros transmisores de ésta. Y esta vida se otorga a los «sistemas materiales» en lo que se llama «vida material»; pero también los seres de moroncia tienen vida y por supuesto los seres de espíritu; de hecho, si no recuerdo mal, la vida es inherente al espíritu.
La vida es por lo tanto sagrada en ese sentido. Pero eso no significa que no podamos «tomarla». Yo creo que tenemos algunos prejuicios al respecto como resultado de una cierta «educación cristiana» que todos hemos recibido. El LU no es contrario a «tomar» la vida, ni siquiera la vida humana; recordad que el LU acepta la pena de muerte para que la sociedad se defienda de los antisociales.
Matamos animales para alimentarnos, y a todos nos parece «moral»; sin embargo, los animales también tienen vida «sagrada» en el sentido de haberla recibido de la Ministra Divina.
Creo que nadie discutirá que podemos suprimir la vida no humana (animal o vegetal) para determinados fines como nuestra alimentación. Incluso suprimir la vida humana en algunas circunstancias nos parece moralmente aceptable (por ejemplo, en defensa de la vida de unos de nuestros hijos amenazados arbitrariamente de muerte por alguien, o también en defensa propia). Hay una determinada escala de valores o de derechos detrás de estas consideraciones. Nos parece más alto el derecho a que un humano se alimente y sobreviva (en el sentido material), que el derecho de la vaca a seguir viviendo. Nos parece más alto el derecho de nuestro hijo a no morir por el deseo arbitrario de un semejante, que el derecho a vivir de este mismo semejante.
No sé entonces por qué este lío de la sociedad moderna con el aborto. Yo creo que los responsables son las iglesias, en particular la católica. Se empeñan en que hay vida humana desde la concepción misma (en alguna época incluso desde antes de la concepción: se creía en esa época que el espermatozoide era ya la persona humana; el ovulo era simple receptor y portador). Se empeñan en que hay alma desde la concepción; y todo esto no es ajeno a esa cierta «fobia» al acto sexual que les induce a defender que sólo es lícito en el matrimonio (por la Iglesia) y con fines reproductivos (en cierto sentido, lo aceptan como mal menor necesario), ni es ajeno a una cierta misoginia que es totalmente contraria a las enseñanzas de Jesús. Y ésta es para mí la razón de fondo de la postura contraria a los anticonceptivos: si follas te jodes (nunca mejor dicho) y aceptas las consecuencias que Dios te dé. Absurdo. La unión sexual de dos personas tiene más fines que el meramente reproductivo; hay placer y hay comunicación entre las personas. Ambos pueden ser de gran beneficio para el desarrollo del individuo, y ¿no se trata de eso? Además, ¿no es muchísimo mejor tener los hijos que queramos y deseemos? ¿No los educaremos mejor de esta forma?
El feto es algo vivo, sin duda, pero no es un ser humano, y desde luego, no es un ser independiente. Ni siquiera un niño hasta que recibe un ajustador es un ser humano, pues no tiene capacidad de conocer y de adorar al Padre.
Yo creo que suprimir la vida (material) es cuestión de escala de valores. ¿Quién puede juzgar a una mujer embarazada por decidir abortar? ¿Quién sabe cuáles son sus motivos reales? ¿Con qué escala de valores la juzgaremos? Lo más que puede hacer una sociedad es regular desde el punto de vista sanitario esta práctica, o sea, promulgar una ley razonable del aborto, y yo creo que una ley de plazos es razonable. Y desde el punto de vista moral o religioso ¿qué moral o qué religión aplicaremos? ¿La única verdadera?
El feto como decía no es un ser independiente y el LU nos dice claramente que no es humano. La mujer que lo porta en su útero sí es un ser humano, tiene ajustador y el libre albedrío para interpretar la voluntad de Dios. Nosotros no tenemos ningún derecho a anular su libre albedrío por un supuesto derecho de un ser supuestamente humano defendido por una supuesta única religión verdadera.
Es verdad que Eva no abortó, pero también es verdad que era vegetariana crudívora. Desconozco la «sensibilidad hacia la vida» de los hijos materiales, pero sea la que sea, creo que los Adanes y las Evas asumen sin reservas que los humanos de los planetas evolutivos la tienen diferente. Por cierto ¿habría solucionado algo que Eva abortara?, o dado que el mal (la interpretación equivocada de la voluntad del Padre) ya estaba hecho ¿no era mejor que no abortara a los efectos de inyectar la máxima cantidad de sangre adámica en las razas del planeta? (Por cierto, el mal de Eva no fue acostarse con Cano, sino su impaciencia). El «no matarás» es un mandato divino pero está sometido (al ser de menor importancia) al gran y único mandamiento: «Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo». ¿Quién es capaz de decir que una mujer que aborta no está cumpliendo con este mandato? El problema lo crean los que defienden que hay una ley de Dios, una ley promulgada por Dios para el funcionamiento de las sociedades. Yo creo que la única ley de Dios es interior y se llama ajustador del pensamiento. Y claro esos mismos son los que se erigen en intérpretes de esa ley y quieren que todos nos sometamos a SU interpretación.
PD. No es necesario, pero a pesar de todo lo voy a hacer: esa visión cósmica a la que aludo a veces, no es (sólo) la visión de esos mundos, esos seres y esas vidas que no esperan en el más allá; es (sobre todo) la percepción de la voluntad del Padre, la visión de ese fenomenal plan que tiene para toda la creación y que está desplegando «así en los cielos como en la Tierra».
Antonio, encontré esa página hace algunos años porque alguien en otro foro comentó el tema del aborto y otro contestó diciendo que se leyera ese apartado. A mí me pareció interesante y leí el documento pero tomé nota de esa frase, que es lo que os he enviado.
Desde luego, como muy bien expresáis, creo que esto es más de ética, moral, sentimientos, puntos de vista, costumbres de vivir, etc. Si hoy por hoy somos más primitivos que evolucionados por cómo vivimos y nos comportamos, el LU lo dice varias veces, creo que tienen que existir ese tipo de «controversias» a la hora de decidir qué hacer con la vida, y debemos tener en cuenta que un poco más abajo del fragmento que os he enviado dice:
Sin embargo, tarde o temprano hay un «dia de nacimiento». No entráis en el reino de los cielos a menos que hayáis «nacido de nuevo»—nacido del Espíritu. Muchos nacimientos espirituales van acompañados de una gran angustia espiritual y de perturbaciones psicológicas acentuadas, al igual que muchos nacimientos físicos están caracterizados por un «parto dificil» y otras anormalidades del «alumbramiento». LU 103:2.1
¿Podría entrar aquí, en esta parte última del párrafo, el aborto prematuro bien natural o provocado? Me gustaría que opinaseis al respecto, ya que según yo opino es por ahí por la única parte que (parece ser) tendría «justificación» un aborto por decisión propia o humana.
De lo que yo interpreto que es más importante, una vez que se ha nacido, «nacer» del espíritu que nacer en sí mismo. Aunque a mí me sigue preocupando el hecho de «anular» la vida de un embrión o de un feto, ya que la ciencia viene a decirnos que un embrión de tres semanas mide un milímetro, y en esta etapa ya se pueden apreciar unos discos que formarán la columna vertebral. El embrión de 5 semanas mide nueve milímetros, ya se empieza a formar la cabeza y aparecen los miembros. Un embrión de seis semanas mide trece milímetros, se alarga más la cabeza y aparecen unas depresiones que más tarde ocuparán los ojos, se alargan más los miembros y aparecen manos y pies. El embrión de 7 semanas mide 19 milímetros, su corazón empieza a latir, su cráneo y su sistema nervioso empiezan a tomar forma, las glándulas y los pulmones dan muestra de vida. A partir de las 8 semanas de gestación deja de ser embrión y se convierte en feto, su aspecto es el de un ser humano en miniatura, hasta este momento ha completado la etapa más difícil de su desarrollo.
Sigo pensando que es una decisión de mucha responsabilidad y tiene que estar muy justificado. Por supuesto que entiendo que somos nosotros los humanos los que tenemos la capacidad de elegir por nuestro libre albedrío, y soy consciente que a los «ojos de Dios» este tipo de cosas nos las harán ver en su justa resolución. Pero mientras tanto nosotros somos los que nos enfrentamos a ese tipo de decisiones y lo hacemos con arreglo a nuestros propios criterios. Unas personas decidirán hacerlo por lo que les toca vivir y otras decidirán no hacerlo. Pero no creo que, en el supuesto de tener que hacerlo, se nos «castigue» por ello en «el juicio». Y sigo pensando que lo importante, independientemente de tener que abortar o aconsejar para que alguien aborte, lo importante es que esa persona «nazca» del espíritu. Este planeta se ha diseñado para el nacimiento, o sea para «nacer». Unas formas de vida lo conseguirán y otras no. Carmelo lo dice muy bien, vida en general y vida humana a lo que yo añadiría, vida espiritual
Quiero exponer algunas reflexiones que me van surgiendo:
Bajo un punto de vista social, puede convenir al estado legislar algo al respecto y dejar que la persona que desee abortar pueda hacerlo con toda libertad dentro de ciertas premisas. Pero, y esto que quede bien claro, a sus expensas.
Este punto de vista es el que me anima a asumir la postura de Santi. Me va quedando claro que en estas materias (y podría generalizar que en cualquier otra) nuestra conducta ha de ser enteramente individual, de acuerdo con lo que decía el apóstol. «ama y haz lo que quieras». Pueden echarnos en cara que pretendemos hacer una religión a nuestra medida, y no les falta razón, pero estaríamos actuando justamente como Jesús pretendió que se hiciera; entender la religión como una relación individual y privada con Dios, inspirada por el único mandamiento que nos transmitió Jesús.
Carmelo se despacha a gusto contra la iglesia; yo también he tenido -y aún tengo- esa tendencia muy encajada en mi carácter, pero estoy llegando a la conclusión de que no conduce a nada. Desde que ya, tiempo atrás, me liberé de mi condición de «socio vitalicio», creo que lo mejor es dejarla marchar en su peculiar andadura que tan bien les encaja a muchas personas; sentir, por una parte, pena por esos fieles que aún necesitan tanta muleta para avanzar por el camino de su espiritualidad; y, por otra, cierta perplejidad ante la conducta arrogante de sus dirigentes, los que desde siempre se han considerado «La Iglesia». En fin, allá ellos: es un club privado que impone sus propias normas de conducta a sus socios; y al que no le gusten, que mire para otro lado dejándoles entregados a -sus cuitas,
Respondo a una pregunta de -Juanjo comento otros asuntos.
¿Dónde dice el LU que un feto no es un ser humano? —Juanjo, no lo dice exactamente con esas palabras (hasta donde yo recuerdo ahora), pero sí dice en LU 49:6.12 que un niño adquiere «identidad física» con su nacimiento como mortal y adquiere «identidad a los ojos del universo» con la «llegada de un Ajustador». Yo creo que es fácil deducir que el niño no es ni siquiera un ser antes de nacer, y no es un ser humano antes de la llegada del ajustador. Se puede deducir además que así como un feto está unido a su madre, un niño sin ajustador se considera unido a sus padres. En el primer caso no es independiente físicamente; en el segundo, no es independiente «a los ojos del universo», o sea, humanamente.
Tiene razón Santi en que no se afirma en el LU que la pena de muerte es deseable; el LU no promueve o aboga por la pena de muerte. Pero sorprendentemente, para mí al menos, sí la acepta. Os copio una cita de algo que le dijo Jesús a un condenado a muerte en Corinto (LU 133:4.12): «… Pero sí hiciste este mal y tus semejantes te han declarado culpable; han determinado que debes morir. Ni tú ni yo podemos negarle al Estado este derecho a defenderse de la manera que elija…».
Nos citaba Eduardo: «Un niño ha existido unos nueve meses antes de experimentar el nacimiento». Pero esta frase no afirma nada respecto a la forma en que ha existido; dice que ha sido una realidad, no dice que fuera de hecho un niño durante esos nueve meses. La cita, vista en su contexto, es una comparación para destacar que la religión no nace de repente en la conciencia humana, sino que previamente ya tenía alguna realidad en la mente. O sea, que la religión antes de ser un niño (una religión propiamente dicha) en la conciencia humana, era ya un feto (algo así como una prerreligión), una realidad de algún tipo que funcionaba inconscientemente, en la mente.
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