© 1995 Meredith Sprunger
© 1995 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
La observación más generalizada e indiscutible de nuestros tiempos es que vivimos en uno de los principales períodos de transición de la historia. Filósofos astutos de la historia como Oswald Spengler, Albert Schweitzer, Pitirim A. Sorokin y Arnold Toynbee observan que estamos siendo testigos del declive de la civilización occidental. También observan que todos los ciclos culturales están potenciados por una gran visión espiritual y cuando esa visión espiritual de la realidad pierde su relevancia y centralidad, la cultura declina y se desintegra. Todos coinciden en que sólo una nueva visión de la realidad espiritual puede renovar y revitalizar nuestra civilización.
Loren B. Mead, sacerdote episcopal, fundador y presidente del Instituto Alban, dice en The Once and Future Church: «Estamos al frente de la mayor transformación de la iglesia que ha ocurrido en 1.600 años… eventualmente puede hacer que la Reforma parezca una onda en el estanque». (pág. 68). Es un lugar común que los escritores se refieran a nuestros tiempos como la era posmoderna y poscristiana. El hambre de verdad espiritual ha aumentado, pero el viejo paradigma cristiano ha dejado de ser relevante y de su capacidad para comunicar e inspirar. Su teología sectaria sobre Jesús está perdiendo su atractivo para la gente pensante hacia el evangelio universal de Jesús, una teología que resalta la paternidad de Dios y la hermandad de la humanidad y trasciende la teología dogmática y el institucionalismo sectario.
Nuestro mundo necesita desesperadamente una nueva visión de la realidad espiritual que se base en los fundamentos del conocimiento contemporáneo y una visión del universo que sea significativa para la gente de hoy. El Libro de Urantia, que pretende ser una nueva revelación de época, tiene el potencial, a mi juicio, de servir como fundamento espiritual de un nuevo ciclo cultural y dinámica espiritual para la transformación de la Iglesia cristiana de una institución sectaria a una compañerismo universal. Obviamente lleva tiempo probar y aclimatarse a un paradigma espiritual nuevo e inspirador. La historia de las revoluciones científicas y culturales demuestra que muchas personas nunca hacen la transición. Puede que sean necesarias generaciones. Pero para aquellos que anhelan una conceptualización nueva y más amplia de la realidad espiritual, ¡El Libro de Urantia puede ser una experiencia liberadora e inspiradora!