© 1996 Meredith Sprunger
© 1996 La Christian Fellowship de Estudiantes de El libro de Urantia
El libro de Roger Penrose, Sombras de la mente: una búsqueda de la ciencia perdida de la conciencia, publicado por Oxford University Press en 1994, explora el misterio de la mente y refuta en gran medida cualquier explicación materialista. El Dr. Penrose, profesor Rouse Ball de Matemáticas en Oxford, es un formidable matemático y físico, probablemente más conocido por los teoremas de singularidad de Hawking-Penrose en la Relatividad General.
El misterio de la mente ha intrigado a los filósofos a lo largo de la historia. René Descartes, el gran filósofo del siglo XVII, pensaba que la mente era una sustancia o realidad indestructible, mientras que otros, como David Hume, consideraban la mente simplemente como una asociación de ideas, un conjunto de experiencias, sin sustancia duradera.
Las relaciones entre mente y cuerpo se han visto de muchas maneras. Descartes pensó que había interacción entre los dos. Gottfried Leibniz rechazó la teoría de la interacción y postuló un paralelismo o armonía preestablecida entre cuerpo y mente. Benedict Spinosa e Immanuel Kant consideraban la mente y el cuerpo como dos aspectos de una realidad común; y ha habido muchas otras explicaciones.
Los autores del Libro de Urantia, como en tantas otras áreas del conocimiento, presentan la explicación más razonable y holística de este misterio que conozco. Dicho de una manera demasiado simplificada, hay tres realidades básicas del universo: materia, mente y espíritu. La mente puede asociarse tanto con la materia como con el espíritu; de hecho, la mente es el puente entre ambos. La dinámica de estos sistemas de realidad está bien expuesta en LU 116:6.1:
La energía-materia domina en los superuniversos evolutivos, salvo en la personalidad, donde el espíritu lucha, por mediación de la mente, para conseguir la superioridad. La meta de los universos evolutivos es someter la energía-materia a la acción de la mente, coordinar la mente con el espíritu, y conseguir todo ello en virtud de la presencia creativa y unificadora de la personalidad. Así pues, en relación con la personalidad, los sistemas físicos se vuelven subordinados, los sistemas mentales, coordinados, y los sistemas espirituales, directivos. (LU 116:6.1)
Una lectura completa de El Libro de Urantia brindará una comprensión única y completa de las interrelaciones de los sistemas físicos, mentales y espirituales de la realidad. Creo que está destinado a elevar el funcionamiento holístico de la personalidad humana a un nivel nuevo y superior.