© 2006 Michel Rouanet
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Le Lien Urantien — Número 37 - Otoño de 2006 | Le Lien Urantien — Número 37 — Otoño 2006 | Conocimiento y verdad |
Queridos miembros de la Asociación Francófona de Lectores del Libro de URANTIA, al asumir mi nuevo cargo como presidente de la AFLLU, me gustaría agradecerles la confianza que depositan en mí. En efecto, con motivo de la Asamblea General que se celebró el sábado 24 de junio de 2006, usted me confió la pesada y honorable responsabilidad de la gestión de nuestra asociación fraterna.
Tengan la seguridad de que haré lo mejor que pueda, con mi equipo y con cada uno de ustedes, para llevar a cabo la misión que me encomiendan. Como todos vosotros, soy voluntario de este trabajo para el que tendré que liberar tiempo y energías gracias a decisiones sensatas en mi vida familiar, social y profesional: cuento, por tanto, con vuestro apoyo para la vida de nuestra asociación. cada uno según sus habilidades, posibilidades, medios y gustos. Seré responsable, junto con mi equipo, de brindar dirección y coordinar acciones. La tarea es grandiosa y siempre son bienvenidos nuevos artesanos.
Espero que nuestra asociación sea un caldo de cultivo, abierto a nuestro mundo, de mujeres y hombres de diversas procedencias pero reconociéndose hermanos y hermanas en un mismo Padre; un lugar para encuentros cálidos y de escucha mutua; un círculo de estudio en profundidad e intercambio de las enseñanzas proporcionadas por la 5ª Revelación de la Época; finalmente, un laboratorio de experiencia personal y fraterna sin el cual no puede haber un reconocimiento real de las enseñanzas reveladas.
Me aseguraré de que nuestra acción también se enmarque en las misiones de difusión y enseñanza que nos damos en asociación con otras asociaciones en otros países, bajo los auspicios de la Asociación Urantia Internacional.
Por último, quisiera rendir homenaje a mis predecesores Séverin, François y Georges. En este décimo aniversario de la AFLLU, les agradezco el progreso logrado durante la última década. Sepan que me siento hasta hoy el guardián de su herencia, que espero algún día poder transmitir a mi sucesor, habiéndola fecundada y adaptada al mundo que será el nuestro en ese momento.
Finalmente, un pensamiento especial para todos los mayores, aún entre nosotros o continuando su viaje en otros mundos, que han trabajado fielmente durante todas estas décadas, a veces en la oscuridad, para difundir esta conciencia salvadora de nuestra ciudadanía cósmica.
Por tanto, pongo mi mandato y la vida de nuestra asociación “bajo los auspicios del Ser Supremo”. Orando a nuestro Creador y a su Divino Ministro para que nos de la sabiduría y la energía para avanzar juntos por el camino del progreso espiritual.
Saludos cordiales a todos ustedes, en relación con nuestro Padre Universal.
Presidente de la A.F.L.L.U.
michel r.
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