Primeros mundos morontiales a los que somos trasladados los mortales supervivientes, tras la muerte física, para continuar nuestra andadura hacia el Paraíso. La muerte física es una técnica para escapar de la vida material en la carne.
Tendremos conciencia de todas las experiencias valiosas
Se come, se bebe y se descansa
Para avanzar de un mundo al siguiente, dormimos para el transporte seráfico y despertamos con un nuevo cuerpo morontial. El Ajustador no nos abandona y la personalidad permanece intacta
En cada uno de los mundos por los que pasamos, se nos permite visitar el mundo de transición que se corresponde con el mismo número, así como el sector relacionado con ellos en Jerusem
Tendremos amplias oportunidades para compensar las deficiencias sufridas en aspectos
Su morada espiritual, el Templo de los Finalitarios, no es perceptible para la vista material ni para la vista morontial inicial sin la ayuda de los Transformadores de la Energía.
Tampoco veremos a los finalitarios hasta que alcancemos la visión espiritual.
La actividad más importante está relacionada con la Guardería Probatoria
Es la Escuela en la que se reciben, se reensamblan y se instruyen a aquellos niños que han muerto en los mundos evolutivos del espacio antes de haber decidido sobre el proyecto divino de supervivencia.
Los Compañeros Morontiales, que son los guías personales que nos asignan y que tienen su Templo en el centro de los siete círculos principales de la administración de este mundo. Entre otros están:
Consultar registros de personas y visitar a los seres queridos
Conocer el programa que nos espera
Reanudar nuestra educación intelectual y nuestro desarrollo espiritual a través de las Escuelas de Pensamiento, de Sentimiento y de Acción.
Cumplir con los requisitos que exige la Comisión Parental de Urantia
Los padres que tengan hijos en la Guardería Probatoria, reciben todo tipo de oportunidades para colaborar con los guardianes morontiales de dichos niños en lo relacionado con su instrucción y formación.
Podremos corregir las deficiencias biológicas, las de nuestra experiencia y los defectos de nuestro carácter
Trabajaremos para dominar el significado de la mota morontial
Antes de pasar al siguiente mundo, deberemos alcanzar, al menos, el nivel de la dispensación postadánica de los mundos evolutivos normales.
Las agrupaciones de la vida morontial empiezan a tomar forma.
Los grupos de trabajo y las organizaciones sociales empiezan a funcionar.
Las comunidades alcanzan sus proporciones normales. (¿?)
Crearemos nuevas órdenes sociales
Eliminaremos los conflictos intelectuales y la desarmonía mental
Incrementaremos el esfuerzo para dominar el significado de la mota morontial
Completaremos la experiencia de la vida en la carne
Antes de pasar al siguiente mundo, alcanzaremos, al menos, el nivel intelectual de la cultura posterior al Hijo Magistral en los mundos evolutivos ideales.
Es la sede de los Educadores de los Mundos de las Mansiones, aunque ejercen su actividad en las siete esferas de las mansiones, y en los mundos morontiales superiores.
Comenzaremos un trabajo educativo más positivo con el propósito de aumentar la comprensión de la correlación entre la mota morontial y la lógica de los mortales, la coordinación de la mota morontial con la filosofía humana.
Comprenderemos bien la verdadera metafísica, los significados cósmicos y de las interrelaciones universales.
Comenzamos realmente la cultura morontial progresiva
Conseguiremos grandes logros personales y sociales
Antes de pasar al siguiente mundo, alcanzaremos, al menos, el nivel de la época posterior a la donación de un Hijo en un planeta habitado normal.
Experimentamos gran acercamiento a las diversas órdenes de Hijos de Dios durante las visitas a Jerusem.
Descubriremos nuestro lugar en el trabajo de grupo y en las actividades de clase de la vida morontial.
Sentiremos mayor apreciación por las transmisiones y por otras fases de la cultura y del progreso del universo local.
Iniciación en las exigencias y los encantos de la verdadera vida social de las criaturas morontiales.
Participaremos en unas actividades sociales que no están basadas ni en el engrandecimiento personal ni en la conquista egoísta. — Se nos introduce en un nuevo orden social basado en la simpatía comprensiva del aprecio mutuo, el amor desinteresado de servirse mutuamente, y la motivación dominante de llevar a cabo un destino común y supremo —la meta paradisíaca de la perfección adoradora y divina.
Conseguiremos el dominio del idioma del universo local
Nos volvemos conscientes de conocer a Dios, de revelar a Dios, de buscar a Dios y de encontrar a Dios.
La cultura intelectual y social de este cuarto mundo de las mansiones se puede comparar con la vida mental y social de la época posterior al Hijo Instructor en los planetas que tienen una evolución normal. El nivel espiritual es mucho más avanzado que el de esa dispensación mortal.
Enorme paso hacia adelante en la vida de un progresor morontial.
Verdadera anticipación de la vida en Jerusem.
Comenzamos a comprender el elevado destino de los mundos evolutivos leales
Perfeccionamos la lengua de Uversa
Nos familiarizamos con los diversos grupos de filiación divina.
Comenzamos a aprender cosas sobre los mundos de estudio de la constelación.
Se produce un verdadero nacimiento de una conciencia cósmica, una mentalidad universal, una expansión de horizontes.
Comenzamos a vislumbrar que nos espera un destino prodigioso y a manifestar un auténtico entusiasmo por la ascensión a Havona.
El estudio se vuelve voluntario, el servicio desinteresado, natural, y la adoración, espontánea.
La cultura de este mundo de las mansiones corresponde en general a la de la era inicial de luz y de vida en los planetas cuyo progreso evolutivo es normal.
El Soberano asistente del Sistema visita con frecuencia este mundo
Aprendemos más cosas sobre los espíritus elevados del superuniverso
Recibiremos también nuestras primeras lecciones relacionadas con la carrera espiritual futura
Comenzaremos la instrucción en la administración del universo
Se produce la fusión perfecta entre nuestra mente humana y el Ajustador divino, la unión del alma inmortal evolutiva con el Ajustador eterno y divino, se nos da un nuevo nombre y se nos conceden cuarenta días de retiro espiritual de todas las actividades rutinarias para que comulguemos con nosotros mismos, escojamos una de las rutas optativas para dirigirnos a Havona, y elijamos entre las técnicas diferenciales existentes para alcanzar el Paraíso.
La organización de la sociedad en esta mansonia es de un orden elevado.
La sombra de la naturaleza mortal disminuye cada vez más
Durante la estancia en este mundo, alcanzaremos un estado comparable al del elevado desarrollo que caracteriza a aquellos mundos evolutivos que han progresado normalmente más allá de la etapa inicial de luz y de vida.
Recibiremos la enseñanza de muchos educadores, y todos cooperarán en la tarea de prepararnos para residir en Jerusem.
Seremos purificados de todos los restos de una herencia desafortunada, de un entorno malsano y de las tendencias planetarias no espirituales.
Encontraremos el templo del Padre, pero no veremos al Padre.
Aquí empezamos una nueva adoración más espiritual del Padre invisible,
Ahora empezamos la formación de clases para residir en Jerusem. Hemos ido de mundo en mundo como individuos, pero ahora nos preparamos para partir en grupo hacia Jerusem, aunque dentro de ciertos límites, podremos escoger quedarnos en el séptimo mundo de las mansiones con el fin de esperar la llegada de un miembro rezagado de su grupo de trabajo terrestre o mansoniano.
Habrá reuniones en el mar de cristal para presenciar nuestra partida hacia Jerusem con la categoría de residentes.
Comité de bienvenida en Jerusem para nuestra recepción.
Podremos llevar el «arpa de Dios», un aparato morontial que compensa la incapacidad para adaptar directamente el mecanismo sensorial morontial inmaduro a la recepción de las comunicaciones espaciales.
Ya no se experimentan más resurrecciones literales.
La forma morontial que se nos concede al dejar la carrera de los mundos de las mansiones nos acompañará hasta el final de nuestra experiencia en el universo local.
Habrá cambios, pero conservaremos esta misma forma hasta que seamos transportados a los mundos formación espiritual del superuniverso. - La personalidad mortal que dio comienzo en los mundos evolutivos metida en un tabernáculo de carne - habitada por un Monitor de Misterio e investida del Espíritu de la Verdad- no se moviliza, realiza y unifica plenamente hasta el día en que como ciudadanos de Jerusem recibimos permiso para ir a Edentia y somos proclamados como verdaderos miembros del cuerpo morontial de Nebadon como ascendentes al Paraíso.
Nos preguntamos qué sucede con los mortales que no resucitan al tercer día, y si todos los urantianos resucitamos pasados esos tres días. Podría haber dos posibilidades: los que alcanzan el tercer círculo son los que resucitan al tercer día, mientras que aquellos que no lo consiguen deben esperar a una dispensación planetaria. Recordemos que la última se produjo cuando Miguel de Nebadon completó su séptima donación.
También nos preguntamos sobre qué es lo que duerme en el primer mundo de estancia. Se supone que es el alma, alma que, cuando nos despertamos en las salas de resurrección, recibe un soporte: el cuerpo morontial. Se calcula que hay unas 700.000 salas de repersonalización. ¿Serían suficientes para reensamblar a todos aquellos que despierten tras una dispensación planetaria? Por otro lado, en el Libro no se nos dice cuánto tiempo dura una repersonalización.
Se ha intentado establecer un paralelismo con un caso especial de resurrección, como fue la repersonalización de los miembros del séquito del Príncipe Planetario. Este proceso duró unos diez días, pero no sabemos si es una referencia adecuada para calcular el tiempo de una repersonalización en las salas de resurrección, puesto que en el primer caso el cuerpo de destino no era morontial sino material.
Tenemos otra referencia muy interesante a la resurrección en las apariciones morontiales de Jesús. Recordemos que los controladores físicos tenían cada vez más dificultades para hacer visible el cuerpo de Jesús a medida que avanzaban los días, puesto que la distancia entre el cuerpo material y los diferentes cuerpos morontiales iba agrandándose cada vez más. Estos cuerpos morontiales eran cada vez más sutiles.
Hay diferencias de interpretación respecto al mundo de estancia en el que iniciamos nuestra etapa morontial: ¿pasamos siempre por el primero, aunque sea por un breve lapso de tiempo hasta alcanzar el mundo que nos correspondería según nuestro estado espiritual? No parece que sea así, no al menos cuando se habla de los mortales en general. En el documento que trata sobre los mundos en luz y vida se dice que muchos de los seres humanos que habitan estos mundos ni siquiera pasan por los mundos de estancia, sino que desde su planeta se dirigen directamente hacia Jerusem.
En LU 47:3.5 hay unas observaciones muy interesantes acerca de las dispensaciones planetarias, y en LU 49:5.32 tenemos referencias acerca de las técnicas de escape terrestre. Otra de las cuestiones que se plantearon fue ésta: si en el cuarto mundo de estancia hay que dominar ya la lengua del universo local, y teniendo en cuenta que hay seres humanos que pueden pasar directamente a este cuarto mundo, ¿cómo pueden aprender el idioma en tan poco tiempo, si los reveladores nos dicen además que la técnica para aprender el idioma es bastante semejante a la que se emplea en Urantia? Bien es cierto que ya en los mundos en luz y vida se llega a aprender el idioma del universo local. También hay que destacar el caso de mortales que se fusionan con su Ajustador ya en el mundo material, lo que les supone ir a los mundos de estancia más avanzados (LU 49:6.19). Estos mortales no tienen por qué proceder necesariamente de un mundo en luz y vida, pero en general sucede en los mundos más avanzados espiritualmente.