© 1999 Travis Binion
© 1999 Association Internationale Urantia (IUA)
Religiosidad y Secularismo | Journal — Mayo 1999 — Índice | Los principios fundamentales de la enseñanza |
Travis Binion
Tennessee, EE.UU.
EL propósito de este estudio es haceros pensar: pensar sobre vosotros mismos y cómo se piensa, quizás en un modo nuevo; pensar en lo que está adentro de vosotros que gobierna las decisiones. También el propósito es proveeros una estructura que podéis usar en pensar sobre vuestra vida, la adquisición del conocimiento y el sabiduría que tenéis; y cómo ese conocimiento, unido con el yo que tiene sentimientos, y usando las herramientas que os han dado, os ha conducido a donde estáis hoy; y quizás, si apropiado, motivaros a modificar el proceso para el futuro. La teoría ya propuesta no se puede probar por metodología científica porque ciencia ya no posee el conocimiento ni las herramientas para evaluar correctamente los efectos de cada uno de los variables independientes propuestos. Es solamente algo comprobable por individuos por autoanálisis de sus propios procesos de hacer decisiones. Una amonestación: mientras la información presentada en este estudio representa mis creencias corrientes de este tema, una porción o todo de este discurso podría ser incorrecto. En página LU 39:4.14 de El libro de Urantia, se puede leer:
Las llaves del reino de los cielos son: sinceridad, más sinceridad, y más sinceridad. Todos los hombres poseen estas llaves. Los hombres las usan — avanzan en estado espiritual — mediante decisiones, más decisiones y más decisiones. La elección moral más elevada es la elección del valor más alto posible, y siempre —en cualquier esfera, en todas ellas- eso consiste en elegir hacer la voluntad de Dios.
Este párrafo indica que la actividad más importante en que nos ocupamos en nuestro viaje al Paraíso es tomar las decisiones. Y no solamente es la actividad más importante, también es imprescindible que aprendamos tomar las decisiones que sean consistentes con la voluntad de Dios. Tomamos quintanas de decisiones cada día: algunas triviales, al parecer insignificantes; algunas grandes y cambiadores de la vida; algunas casi automáticamente reactivas con poco pensamiento ni perspicacia; otras analizadas cuidadosamente, discutidas en serio y argüidas con agonía. Todas son importantes
¿Qué es una decisión? Sencillamente, una decisión es el resultado del proceso de decidir. El proceso de decidir es, o una acción mental, o una serie de acciones mentales llegando a una conclusión o a una solución de una pregunta, polémica o cuestion. Las decisiones oscilan desde decidir a rasguñar la espalda, a invertir dinero para la jubilación, a tener pizza para la cena, a ofrecer matrimonio, a caminar en vez de tomar el taxi, a ayudar a un extranjero, a comprar un libro, a asistir a una conferencia, a rehusar una oferta de empleo, etc., etc.
A menudo no es posible pronosticar la importancia de nuestras decisiones. Yo conjeturaría que cada uno de nosotros tenga historias en las que las decisiones, al parecer, pequeñas y triviales en aquel entonces, tenían consecuencias significantes y no previstas muchos años más tarde. Estoy vivo hoy como resultado directo de una decisión, al parecer trivial, tomado hace más de cincuenta años, la de aprender a escribir a máquina. ¿Deben tales decisiones haber estado consideradas más profundamente en el momento en que estuvieron tomadas? ¿Habría sido resultado diferente? Este discurso se base en la premisa de que vale la pena entender el proceso de tomar las decisiones. Por entender cómo decidimos las cosas, tenemos mejor posibilidad de tomar las decisiones que sean congruente con la voluntad de nuestro Padre. No tiene que ver con analizar las decisiones del pasado. Si se mira hacia atrás, a veces se puede adivinar por qué ocurrieron las cosas como ocurrieron. Si se mira hacia adelante, sencillamente no se puede saber
Propongo para vuestra consideración la teoría siguiente: las reacciones humanas a los estímulos (las decisiones) se gobiernan por una interacción compleja de cinco factores: (1) nuestra personalidad como otorgada por Dios Padre, (2) la mente como otorgada por el Espíritu Infinito, (3) la manifestación corriente de la potencial genética derivada de nuestros padres, (4) la integración de todas las experiencias de la vida, y (5) la mezcla de químicas en nuestro cerebro al momento de tomar cualquier decisión. Además, afuera del proceso de decidir (es decir, cómo actúan recíprocamente los cinco factores), afuera de si la persona sea dominada por la parte derecha o izquierda del cerebro, y afuera de cuánto tiempo lleva para tomar una decisión específica, todas las decisiones, al fin y al cabo, se basan en la emoción.
Primero, que examinemos cada uno de los cinco factores.
1. LA PERSONALIDAD: La personalidad del hombre mortal no es ni cuerpo, ni mente, ni espiritu; tampoco es el alma. La personalidad es la única realidad invariable en una experiencia por otra parte constantemente cambiante de la criatura; y une todos los demás factores asociados de la individualidad [LU 0:5.11] La personalidad es uno de los misterios no resueltos de los universos… Nosotros [los Consejeros Divinos] percibimos claramente los numerosos factores que, cuando se combinan, constituyen el vehiculo de la personalidad bumana, pero no comprendemos plenamente la naturaleza y significación de tal personalidad finita [LU 5:6.2]
No debe dar un susto aprender que los científicos en este planeta no tengan casi ninguna idea de qué es la personalidad, de un unificante punto de vista cosmológica. Puesto que ciertamente no pretendo comprender más de ellos, para el propósito de este discurso, la personalidad se define como «el patrón organizado de las características de comportamiento de un individuo». Pienso que la personalidad otorgada es más. Mientras admitía que «la personalidad me confunde», el Dr. Sadler (1941) observó que «la personalidad funciona en seis niveles—el físico, el intelectual, el emocional, el social, el moral y el espiritual, pero cuando los agrego, hallo en la totalidad resultante de la personalidad tanto que no era observablemente pre-existente en aquellos factores componentes, que me inclino a hacerme un gestaltista y concluir que las partes derivan su significado del entero — que el entero es algo más que la suma de las partes.»
Sólo podemos, hoy en día, discernir los aspectos de la personalidad por observar el comportamiento. Observamos que nuestro comportamiento cambia cuando aprendemos de nuestros errores. Así que, ¿Cómo puede ser la personalidad «la única realidad sin cambio» de nuestra experiencia? ¿Es incorrecto aquel atributo de la personalidad? La respuesta yace en la perspectiva del individuo. Si analizamos la personalidad como lo hace un Consejero Divino, vemos un potencial -un patrón organizado con origen en Paraíso- que ha estado únicamente otorgado por el Padre a cada individuo. Mientras el individuo experimenta, el potencial de la personalidad se hace manifiesto en una sinfonía lentamente cambiando de la realización de la personalidad. En el proceso de tomar las decisiones, la personalidad como manifiesto corrientemente «unifica los otros factores asociados de la individualidad». Observamos la unificación de nuestras características únicas como el comportamiento y, probablemente incorrectamente lo llamamos la personalidad.
Hay una declaración en El libro de Urantia: Cuando la [la personalidad] reciben las criaturas materiales evolucionarias, bace que el espiritu anbele el dominio de la energía-materia a través de la mediación de la mente [LU 112:0.6]. Yo diría que «el dominio de la energía-materia» en este contexto refiere a nuestra herencia genética -todos aquellos rasgos que adquirimos como producto de la mezcla del código genético que recibimos de nuestros antecesores. La maestría -cambio de comportamiento- se logra por las decisiones voluntarias inspiradas por el fragmento de nuestro Padre residente en la mente humana.
2. LA MENTE: El mecanismo del organismo bumano que piensa, percibe y siente [LU 0:5.8] [La mente] … es una dádiva de las Hijas del Actor Conjunto, las Ministras Divinas de los universos en evolución [LU 3:1.8]
Tampoco debe ser una sorpresa que los científicos humanos no tengan casi ninguna idea de lo que es la mente. El libro de Urantia revela la mente como un mecanismo, una herramienta. Una herramienta que en conjunto con el cerebro nos permite pensar (analizar), percibir (comprender) y sentir (evaluar) el universo que experimentamos. La mente que nos está otorgada por el Espíritu Maternal de Nebadon no es única. Los organismos humanos de Nebadon todos tienen la misma mente, la misma herramienta. Los científicos tampoco tienen ninguna idea sobre cómo los pensamientos emergen del sistema mente/cerebro. Tal vez la razón por esa falta de entendimiento es la que la mente no es una manifestación de la energía material. Mejor dicho: la mente es un fenómeno que connota la actividad presencia del m in iste rio viviente [del Espíritu Maternal], además de variados sistemas de energía; y esto es asi en todos los niveles de la inteligencia. En la personalidad, la mente interviene constantemente entre el espiritu y la materia… [LU 0:6.8] Así que en todos los niveles de la inteligencia, la omnipresencia del ministerio del Espíritu Infinito es requerida para que la inteligencia funcione. La cosa que hace nuestros pensamientos únicos a nosotros mismos es nuestro sistema mente/cerebro actuando recírpocamente con los otros factores que consideramos, no la mente en sí misma.
3. LA CONTRIBUCIÓN GENÉTICA: «Podemos discutir sobre todas las causas, tanto propias como fortuitas, como potenciales o como actuales; p.ej. la causa de una casa que está constryuéndose es, o ‘el constructor mismo’, o ‘el hecho de que el constructor construye’» (Aristóteles, 350 a.d.J.C.)
La ciencia de las genéticas surgió en 1900, con el redescubrimiento de la obra de Gregor Mendel sobre los rasgos hereditarios como si cada uno fuera una unidad separada y independiente. Los geneticistas han aceptado por casi un siglo que nuestras características físicas están incorporadas en el código genético que recibimos como resultado de la unión del óvulo y la esperma que crea nuestro cuerpo. La evidencia reciente ha ligado varias enfermedades a causas genéticas, tales como la esquizofrenia, el tuberculosis, la malaria, varias formas del cáncer, la jaqueca, etc. Muchas enfermedades raras se causan por los genes recesivos, y unas pocas por los genes dominantes
Desde el punto de vista filosófico, parece correcto alegar que no importa cómo se está adquirido — o de la esperma, o del óvulo, o de una mutación de los dos — nuestro código genético individual contiene el potencial de todo que podemos hacernos como humanos, el potencial de todas nuestras capacidades humanas. ¿Cómo las podríamos adquirir de otro modo? No hay otro mecanismo, ni conocido, ni postulado, para la adquisición de ellas. Mientras vivimos nuestras vidas, manifestamos y afilamos el potencial por hacer cosas, por aprender, por practicar y por experimentar. Si trabajamos bastante y practicamos lo suficiente, cualquier persona que tenga los normales dotes físicos puede aprender a tocar el piano — tal vez no muy bien, pero tocar de todos modos. Pero, no importa cuánto que agitemos los brazos y las piernas, no podemos volar de nuestros propios esfuerzos sin algunos aparatos mecánicos, sencillamente porque no tenemos el potencial genético para usar las leyes físicas divinas de la aerodinámica para volar.
Hoy en día los behavioristas creen que hayan hallado la evidencia de que ciertas características del comportamiento tengan una causa genética. Los estudios del comportamiento de los gemelos quienes estuvieron separados muy jóvenes han conducido a los científicos a especular que más de 50 por ciento, quizás tanto como 80 por ciento, de los aspectos de nuestro comportamiento que se derivan de los procesos no conscientes, pueden ser genéticamente basados. Sea lo que sea el porcentaje, se hace evidente que, a menos que ejerzamos nuestra prerrogativa de libre albedrío, muchas de nuestras decisiones son genéticamente influenciadas. Como ejemplo, tengo varias tendencias de comportamiento que heredé de mi padre. Mientras me enteraba de ellos, empezaba a tener antipatía hacia ellos en él, y los aborrecía en mí mismo. Como resultado, tengo que conscientemente suprimir aquellas tendencias para prevenir que sean activas en mí mismo.
4. LAS EXPERIENCIAS: El conocimiento puede ser obtenido por la educación, pero la sabiduría, que es indispensable a la verdadera cultura, tan sólo puede obtenerse mediante la experienciay por parte de hombres y mujeres que sean innatamente inteligentes. Un tal pueblo inteligente es capaz de aprender de la experiencia; puede llegar a ser verdaderamente sabio [LU 81:6.13]
Para el propósito de este estudio, la experiencia se define como un acontecimiento particular de personalmente encontrar, observar o experimentar algo que es registrado en el sistema mente/cerebro. Hay tres tipos de experiencias: (1) aquellas que son el resultado directo de las decisiones, p.ej. el dolor que tengamos de haber comido el último pedazo de pizza; (2) las que nos ocurren al pasar, sin ninguna culpa nuestra, p.ej. la muerte de un amigo, o la comunicación de nuestro Ajustador del Pensamiento y (3) las que son una combinación de las primeras dos, p.ej. las consecuencias no previstas de nuestras decisiones. No importa cual tipo que encontramos, nuestras reacciones a esas experiencias siempre son unos resultados de las decisiones que tomamos. Nuestras reacciones a las experiencias literalmente dan forma a la vida. Por las decisiones movemos desde una experiencia a la otra, algunas de ellas deliberadas, y algunas, no. Nadie entre nosotros nunca ha tenido una experiencia que no fuera permitida por una o más de nuestras decisiones -aun la muerte de un amigo es la muerte de un amigo, porque habíamos decidido trabar amistad con él. Es casi un ciclo ordenado. Decidimos en alguna manera lo que experimentamos, y el resultado de esas experiencias, por el análisis y el aprendizaje, influye las decisiones subsiguientes en un proceso continuo de reacción. La experiencia nos permite manifestar nuestros potenciales. La experiencia permite que el alma crezca en una manera particular.
Algo curioso ocurre dentro del cerebro cuando experimentamos algo. Las investigaciones por lo largo de los últimos 30 años indican que los dos lados del cerebro son distintos en su capacidad de elaborar las experiencias (Gazzaniga, 1998). Por lo general, el cerebro izquierdo es el lado analítico, lo cognoscitivo. El lado derecho es responsable de los aspectos del pensamiento emocionales e intuitivos. El rendimiento del hemisferio izquierdo se expresa en lenguaje. Lo del lado derecho se expresa en dibujos y sentimientos. Aunque en un cerebro normal la información se pasa entre los dos lados, frecuentemente no son en concierto. La mayoría de personas parecen recordar mucho de lo que experimentan. Sin embargo, al preguntarles, a menudo expresan cosas que no eran verdaderamente una parte de su experiencia. Han habido varios estudios de los testigos presenciales que indican cómo ocurran tales distorsiones. La evidencia sugiere que el hemisferio izquierdo es responsable de estos informes falsos. Las investigaciones sugieren que el cerebro izquierdo siempre busca el significado de los eventos, creando orden y razón, a menudo cuando no hay -llegando así a la memoria equivocada. El lado derecho provee un informe mucho más exacto, pero, puesto que no tiene capacidad de lenguaje, tenemos dificultades en obtenerlo. Esto es un aspecto muy importante del proceso de tomar las decisiones. Voy a regresar a este punto a continuación.
5. LA QUÍMICA CEREBRAL: Existen tres grupos de diseño de mente en cuanto se refiere al contacto con los asuntos espirituales. Esta clasificación… se refiere principalmente a la química glandular, más particularmente a la organización de ciertas glándulas comparables a los cuerpos pituitarios. Las razas en algunos mundos tienen una glándula, en otros dos, tal como los urantianos… Esta dote química diferencial claramente influye en la imaginación inberente y la receptividad espiritual [LU 48:7.7]
Mientras la Revelación indica que las secreciones de las glándulas afectan la imaginación y la receptividad espiritual, más y más los científicos están aislando las químicas en el cerebro que parecen ser responsables de sentimientos específicos o estados de ánimo. Una clase de aminoácidos llamados neuropeptidas parece capaz de causar humores específicos, memorias, estados emocionales, comportamientos —incluyendo la capacidad de concentrar- y sentimientos tales como la inquietud, la depresión, la esquizofrenia, aun miedo de la oscuridad. Quizás las más famosas de ellas son las endorfinas, los opiatos producidos por el cuerpo, que causan una seria entera de sentimientos eufóricos. Muchos entre nosotros han observado y aun experimentado cómo el alcohol, tal vez modifi-cando las neuropeptidas, puede afectar el juicio. Muchos han observado y experimentado los afectos que el ciclo de la menstruación tiene en las mujeres. Recientemente, así llamado «menopausia de machos» se ha identificado como la causa de cambios de comportamiento en hombres. En ambos casos, las variaciones de los componentes hormonales de las químicas del cuerpo influyen las percepciones de la experiencia, y por lo tanto, nuestra capacidad de tomar las decisiones.
6. LAS EMOCIONES: «No es porque la verdad es demasiado difícil ver que hacemos errores. Sí, puede yacer en el superficie, pero hacemos errores porque el curso más fácil y más cómodo para nosotros es buscar la perspicacia en donde esté de acuerdo con nuestras emociones —especialmente las emociones egoístas.» (Soljenitsyn, 1973)
No cabe duda de que somos seres emocionales —incluso aquellos que suprimen la expresión de las emociones. Todos hemos experimentado las situaciones en las cuales las emociones fuertes parecen haber activado o influenciado el comportamiento. No tengo el propósito de repasar las diversas teorías sobre las fuentes e influencias de las emociones. Es suficiente reconocer que las emociones parecen tener un componente genético y químico y se activan (o internamente, o externamente) por las situaciones experienciales. La mayoría del tiempo tenemos una idea bastante clara de las emociones que experimentamos, si nos vale la pena averiguar.
Un Curso en Milagros afirma que sólo hay dos emociones básicas: el amor y el miedo. Se deduce que todas emociones positivas se basen en el amor; todas negativas, en el miedo. Puesto que somos seres de libre albedrío, tenemos la capacidad, si decidimos usarla, de no sólo controlar la expresión de las emociones, pero también de cambiar de una a la otra. Todos hemos hecho así; por ejemplo, en decidir a no estar enojado (la decisión basada en el miedo) y a perdonar (basada en el amor) la fuente de nuestra ira. Creo que es relativamente fácil decidir cual estado emocional básico estamos experimentando en cualquier momento. Si se acepta la definición del amor como «el deseo de hacer lo bueno a los otros» y se examine la actitud para determinar si esté por fuera enfocado a hacer lo bueno, se está en una emoción amante. Por lo contrario, se experimenta una emoción basada en el miedo. Hay una trampa en esa evaluación. A menudo, consideramos el dar a una persona lo que quiera (basada en el miedo de que él no me quiera) como un acto amante, cuando en la realidad, darle lo que necesita es la cosa amante que hacer.
Ofrezco la opinión de que las personas no toman deliberadamente una decisión que perciban no ser en su mejor interés. Aun esas decisiones altruistas a ayudar a otros a nuestro gasto se perciben estar en nuestro mejor interés, es decir, que satisfacen una falta psicológica. Evaluamos nuestra propia «verdad» como una reacción emocional — «se siente» correcto. No importa cuanta información se ha integrado en una evaluación lógica para llegar a la conclusión verdadera, si no «se siente» correcto, estamos inquietos con la conclusión. Hay que recordar que los sentimientos son una función del cerebro derecho que no tienen la expresión verbal (función del cerebro izquierdo). Siempre actuamos del base de nuestra propia percepción de la verdad (tan cerca como posible a la verdad como podamos discernir). Determinamos qué es la verdad en cualquier momento. Cuando entendemos la verdad de Dios, podemos automáticamente actuar según la voluntad de él. Puesto que en su mayor parte tenemos un entendimiento no completo de su verdad, actuamos imperfectamente. En la medida que nuestra verdad acerca a la suya, nuestras acciones (decisiones) se hacen más en armonía con su voluntad. Así que cómo se siente emocionalmente acerca de las cosas es sumamente importante. Por mantener las lógicamente deducidas evaluaciones compatibles con la evaluación emocional basada en el amor, tenemos una mejor posibilidad de tomar las decisiones que estarán en armonía con la voluntad de Dios. La acción es el sólo canal por lo cual el sentimiento, el propósito, se permite expresar, experimentar. Afortunadamente, Jesús nos ha dicho, «Para entrar al reino del cielo, el motivo es lo que cuenta. Mi Padre mira dentro del corazón de los hombres y juzga por sus deseos intimos y sus intenciones sinceras.» [LU 140:3.19]
RESUMEN: «Es claro que todas estructuras verbales con sentido son imitaciones verbales de ese esquivo proceso psicológico y fisiológico conocido como el pensamiento, un proceso tropezando por enmarañamientos emocionales, repentinas convicciones irracionales, destellos involuntarios de perspicacia, perjuicios racionalizados, y barreras de pánico e inercia, para por fin alcanzar a una intuición completamente incomunicable.» (Frye, 1957)
Yo diría que nuestro entero potencial como humanos es encarnado en la personalidad otorgada y la composición genética. Esos potenciales se manifiestan en nosotros como personas por el conocimiento ganado por la experiencia. Nuestro potencial manifestado y el conocimiento experiencial se unen por la personalidad usando nuestro sistema mente/cerebro que, con la influencia del fragmento de Dios adentro de nosotros, crean nuestro yo verdadero: el alma moroncial. Los únicos variables en este proceso son nuestras experiencias y la química; la influencia de las dos podemos evaluar por el autoanálisis. Cada uno de estos factores se combina en una manera compleja con el yo «emocional» y ocasiona las decisiones que tomamos. Para que tengan nuestras decisiones el valor más alto, deben estar en concierto con la voluntad de nuestro Padre — una voluntad que siempre se base en el Amor.
Las manifestaciones siempre estarán abriendo nuevos caminos para que los potenciales, hasta entonces imposibles, se conviertan en realidades —cada decisión humana no sólo hace que se manifieste una nueva realidad en la experiencia humana, sino que desarrolla también una nueva capacidad para el crecimiento humano. [LU 115:3.16]
Aristóteles. (350 a.d. J.C.). Physics (R.P. Hardie y R.K. Gaye, Traductores) Redwood City, CA: Great Minds Library
La Fundación por la Paz Interno. (1975) A Course in Miracles. Farmingdale, NY: Foundation for Inner Peace.
Frye, N. (1957) Formal Phase: symbol as image Anatomy of Criticism, Second Essay. En Microsoft Office Professional & Bookshelf [CD-ROM]: Microsoft Corporation (1994).
Gazzaniga, M. (1998, julio). Scientific American.
Sadler, W. (1941). The Evolution of the Soul, Chicago: William F. Ayres Foundation Lecture series, Vol. 2, No. 5.
Solzhenitsyn, A. (1972). Peace and Violence. En L. Labedz (Redactor), Soľbenityyn: A Documentary Record. Londres.
Religiosidad y Secularismo | Journal — Mayo 1999 — Índice | Los principios fundamentales de la enseñanza |